De aquellas costras, estos libros

‘Que pagui Pujol!’, ‘Harto de todo’ y ‘Odio obedecer’, suponen algo más que un acercamiento
a una época poco conocida de la cultura de la Barcelona antiolímpica.

05/07/11 · 8:30
Edición impresa
JPG - 87.6 KB

En Barcelona, muchos vieron en
el punk de los ‘80 la manera de
canalizar su rebeldía y sus ganas
de decir y de hacer cosas por
sí mismos. Las drogas, la música
y la provocación fueron el punto
de partida de un movimiento
que con el tiempo se dotó de
contenido político y social para
llevar a cabo luchas que no salen
en los libros de Historia.

Como cantó el más punk,
cuando en Londres les picó un
huevo, aquí todo el mundo se
rascó
. Los chavales influenciados
por Sex Pistols, los Clash o
los Ramones respondieron contra
la generación anterior, que
musicalmente en Barcelona estaba
representada, salvo alguna
excepción, por el Rock Laietá.
Ahora, cualquiera podría coger
un instrumento y montar su banda,
ya que era más importante
disfrutar que saber tocar.

Así comenzaron
unos cuantos grupos
como Ultimo Resorte, Desechables,
Frenopaticss, Shit SA o
Kangrena, con cierto toque nihilista
y viviendo a toda velocidad.
Algo fácil cuando la manera de
conseguir las drogas era ir a la
farmacia con recetas falsas. Ese
tándem punk-droga se mantuvo
inseparable hasta que la heroína
empezó a hacer estragos, y muchos
despertaron posicionándose
en contra del caballo en sus temas.
Pero no todo fue música y
droga, porque había sobrados
motivos para levantar la voz y
salir a las calles.
La objeción de
conciencia derivó en insumisión,
el ‘OTAN de entrada No’ se convirtió
en ‘OTAN Sí’ y los 800.000
puestos de trabajo prometidos
por el PSOE cuatro años más
tarde se tornaron en otros tantos
trabajadores más en la cola del
paro. Además, en las calles,
mandaba la policía.

La autogestión o el “Do It
Yourself” (como siempre se ha
llamado en la música) fue fundamental,
además, los fanzines,
las radios libres, las okupas y algunos
bares fueron claves en el
desarrollo y la dinamización del
punk barcelonés. A ese punk,
que se transformó después en
hardcore, le tocó verse las caras
con la carrera a los Juegos
Olímpicos, el sida y la vuelta a la
oscuridad para la vida cultural

de una ciudad como Barcelona.

En estos días coinciden en las
estanterías de las librerías nada
menos que tres libros que hablan
sobre la Barcelona punk
.
Joni D. publicó el año pasado
Que pagui Pujol!, cuya versión
en castellano ve la luz ahora. El
libro tiene un evidente contenido
musical que se ve acompañado
de un modo cronológico por
las luchas de cada momento.
Así, se puede asistir a las confrontaciones
con los recién aparecidos
skin nazis, a las luchas
de los mensajeros, las manifestaciones
antimilitaristas, la creación
del PGB y el inicio del
movimiento okupa en la ciudad,
entre otros hitos. Escrito,
y acompañado de abundante
documentación, por alguien al
que la música barcelonesa le
debe mucho, tanto por su sello
Kasba Music como por su trabajo
al frente de Hace Color.

Harto de todo pretende, y vaya
si lo consigue, ser el Por favor,
mátame
de Barcelona. Es un trabajo
enciclopédico que se centra
principalmente en la parte musical,
la visión personal de cada
entrevistado sobre su grupo, la
escena y las drogas mayormente.
Con su lectura asistimos al
nacimiento del punk en la ciudad
y a su transformación en
hardcore, de la mano de, entre
otros, los MDC. Sólo por la colección
de fotografías y de documentos
recopilados ya merecería
la pena, pero es que las
entrevistas son aún mejores. El
autor, Jordi Llansamà, es otro
apasionado de la música, como
demuestra día a día con su sello
BCore, responsable de la reedición
de discos de varios grupos
de esta época. Además, ha tenido
la osadía de abrir recientemente
una tienda de discos.

La trilogía se completa con
Odio obedecer. En este caso,
lo que se recoge es una historia
visual de la escena punk,
rock y hardcore. La parte visual
es algo muy cuidado en
los tres libros, pero en éste la
gracia está en que lo escribe
precisamente un fotógrafo.
Xavier Mercadé lleva más de
25 años recogiendo instantáneas
musicales. Todas las fotos
son del autor y captan perfectamente
cómo fue el momento,
empezando con los antecedentes
del punk y llegando hasta el
hardcore, pasando también
por las manifestaciones, el
rock, el zeleste, los punks en
el Salón del Cómic y la represión
policial. //

Cinco bandas imprescindibles del punk y hardcore barcelonés

L'Odi Social: Imprescindibles para comprender el momento. Hardcore y punk político.
Responsables del dicho «Que pagui Pujol!».

GRB: Considerados hoy grupo de culto, aportaron una visión diferente con sus
letras autocríticas. Fueron además de los primeros en acelerar su sonido.

Ultimo Resorte: Su cantante Silvia estuvo en Londres en el '77 y el impacto fue tal
que, cuando volvió, en lo primero que pensó fue en montar un grupo.

Anti Dogmatikss: Anarcopunks próximos, más en ideas que en música, a los británicos
Crass. Sus dos maquetas y sus temas traspasaron fronteras.

Subterranean Kids: El grupo que definió el hardcore barcelonés y se podría decir
que también el estatal. Contundencia musical y lírica a partes iguales.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto