OTEIZA (1908-2003): VASCO DISIDENTE, ESTETA Y HUMANISTA
“Amo las situaciones que nos obligan a conspirar”

Despertar la atención, meditar sobre la trascendencia de la obra y pensamiento del crítico, y vasco universal, Jorge Oteiza, sirve de estímulo de esos espíritus creativos comprometidos con el arte. Arte entendido como herramienta para las tareas de transformación social.

07/05/06 · 20:22
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‘DESOCUPACIÓN DE LA ESFERA’ (1958) frente al Ayuntamiento de Bilbao/ Jurgi San Pedro

Texto de Esteban J. Sampedro

Oteiza es un modelo
de combativo artista
polifacético que
planteó cruzadas
continuas al poder establecido,
un poder que trató continuamente
de comprarlo, asimilarlo.
Su preocupación por
el renacimiento cultural de
Euskal Herria, fue crítica y
constante.

En un tomo de la Gran
Enciclopedia Vasca dedicado
exclusivamente a su persona,
publicada en 1978, y elaborado
por Miguel Pelay Orozco,
se puede leer una primera cita
de él que dice así: Yo amo
las situaciones que nos obligan
a conspirar.

Además de ser objeto de estudio
de una específica Cátedra,
en la Universidad Pública
de Navarra, Oteiza ha sido objeto
de más de 120 monografías,
incluidas varias tesis doctorales.
Ha sido autor de 210
obras escultóricas íntimamente
relacionadas con las
vanguardias europeas. Su alineación
con los constructivistas
rusos es la más destacada
entre todas por los expertos.
Oteiza también nos ha dejado
potentes obras poéticas, como
por ejemplo Existe Dios al
Noroeste (1990) o Itziar, elegía
y otros poemas (1992).

Itinerario existencial

Ha sido autor de cerca de 100
variadas obras escritas, sin
entrar en sus artículos de opinión
en prensa. Escritos que
van desde investigaciones de
la megalítica de las civilizaciones
precolombinas en América,
hasta multitud de ensayos
de enorme importancia
en el imaginario artístico vasco,
como por ejemplo su
Quosque tandem...! Ensayo
de interpretación estética del
alma vasca (1963). Apunto
otras dos obras trascendentales
para una Historia crítica
del Arte del S.XX: La Ley de
los Cambios (1990) y la controvertida
y excitante obra El
Libro de los plagios (1991).

Muchos otros escritos, ponencias
presentadas en diversos
foros, han versado sobre
la función política y ética, que
debiera desempeñar el arte
contemporáneo. Sólo por
mencionar una ponencia de
todas, la presentada en Barcelona
en 1965, la cual tituló:
El Arte como Escuela Política
de tomas de conciencia.

En su pasión por la recuperación
cultural de Euskal Herria,
su “matria”, como solía
apuntar, ha sido autor de revolucionarias
propuestas culturales,
que parten de innovadores
modelos educativos populares,
basadas en el arte y
oportunas todavía hoy en la
construcción de la identidad
vasca.

Las censuras

Oteiza, persona de tejidos religiosos
entrecruzados, visionario
panvasquista, en continua
adaptación a las vanguardias
artísticas, fue reconocido
genio, muchas veces censurado.
Apunto ahora varios de
los atropellos sufridos a su actividad
creativa.

En 1932, con motivo de una
exposición de jóvenes artistas
inaugurada en San Sebastián,
dos de sus esculturas, San
Adán y Virgen Burguesa, son
censuradas. El boicot planteado
por los artistas solidarios
con Oteiza resulta disuelto
violentamente por la policía.

En 1954 se le impone la
prohibición eclesiástica a su
proyecto estatutario para la
basílica de Aranzazu -actual
centro espiritual simbólico
de Euskal Herria- concedida
en 1950, en cuyo friso de entrada
principal proyectó la
escultura de 14 apóstoles.
Preguntado Jorge sobre el
porqué de 14 Apóstoles -en
lugar de 12, claro-, “porque
no cabían más”, fue su respuesta.
La prohibición no se
conseguiría levantar hasta
1968.

Otra censura brutal le afectó
cuando en 1966 el Ministerio
de Información franquista
desautoriza la publicación
de su libro Ejercicios espirituales
en un túnel: de antropología
estética vasca y nuestra
recuperación política como
estética. Obra que no saldrá
a la luz hasta 1983.

Reconocimientos

Obtuvo numerosos reconocimientos
y premios, sin entrar
a citar sus exposiciones y
continuas colaboraciones con
equipos de artistas vanguardistas
por el mundo.

En 1931, gana el primer
premio del IX Certamen de
Artistas Noveles Guipuzcoanos
con una escultura titulada
Adán y Eva, Tangente S=
E/A. Este mismo premio se lo
dan de nuevo en 1933.
Su obra Monumento al
Prisionero Político Desconocido
es el único trabajo de un
español -de los 31 enviados-
seleccionado para el Concurso
Internacional del Institute
of Contemporary Arts de Londres
en 1952.

Oteiza logra el Gran Premio
de Escultura en la IV Bienal
de Sao Paulo de 1957. Un
premio a sus 29 esculturas
agrupadas en 10 familias que
preparó en el estudio que su
mecenas, el industrial navarro
Juan Huarte, le construyó
en Nuevos Ministerios, en
Madrid. Su obra escultórica
va acompañada de un antológico
y trascendental manifiesto,
el conocido Propósito Experimental,
y que titula La estatua
como desocupación activa
del espacio por fusión de
unidades formales livianas.
Dos años más tarde decide
abandonar la escultura.

En 1985, el Ministerio español
de Cultura le concede la
Medalla de Oro a las Bellas
Artes. Denomina “premio al
Infortunio” al Premio Príncipe
de Asturias que le fue concedido
en 1988. Ese mismo año,
a sus 80, es seleccionado junto
a Susana Olano, para representar
a España en la
XLVII Bienal de Venecia, en
la que ya participara en 1976.
Declara que no ha tenido
suerte en su País.

Llegan los ‘90. Oteiza, se
posiciona frontalmente en
contra del proyecto de la
Salomón R. Guggenheim
Foundation para Bilbao, a
pesar de lo que se pueda
pensar hoy. Su testimonio
de los peligros y las implicaciones
trascendentales del
proyecto cultural puramente
mercantilista, nada social,
nos ha quedado en los artículos
de prensa publicados
en medios de difusión regional
y estatal: Carta de Jorge
Oteiza al lehendakari Ardanza
en contra del museo
Guggenheim (1991), luego
vendrían entre otros, Lemoiz
y Guggenheim”(1993),
Adelante Guggenheim, este
País es tuyo (1993). Hoy tratan
de mediar con otra versión,
que viene curiosamente
después de su fallecimiento,
a la que no acompañan
esas palabras escritas, a las
que Oteiza acabó dando más
sentido e importancia que a
la propia escultura.

Para saber más:

VVAA (2005): Oteiza, mito y modernidad.
Catálogo de una exposición
retrospectiva itinerante comisariada
por Txomin Badiola y
Margrit Rowell.

[Ir a museooteiza->www.museooteiza.org]

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