Tras cuatro años sin pasar por Madrid, Che Sudaka regresan en apoyo de Radio Almenara. Será el 4 de noviembre en la Sala Penélope. Charlamos con Leo de la banda argentino-colombiana afincada en Barcelona.
En octubre de 2012 ya estuvisteis en Rivas Vaciamadrid apoyando la lucha de los ahora extrabajadores de Telemadrid. ¿Qué os trae de regreso?
Es un sitio que siempre nos ha tratado maravillosamente. Hay ganas de disfrutar con esa gran energía rockera. La última vez fue una fiesta con La Excepción y Def Con Dos. Y nuestro último bolo fue en 2011 en la sala Caracol, así que estamos con muchas ganas de mostrar lo que venimos haciendo en los últimos años, muy felices.
¿De dónde surge ese ánimo rebelde?
Mira, la verdad, con el tiempo uno va entendiendo que somos parte de todo. Por tanto, sólo hay que estar atento a lo que llega, más que buscar, como hacíamos antes y nos llevaba mucha energía, a veces sentíamos que no volvía, ahora nos dedicamos a estar presentes. Nos hace muy feliz ese chance de trabajar en lo que nos gusta...
"Como testigos de dos siglos viviendo una realidad bastante movida y alterada, somos un poco lo que nos transmite el mundo, pero viendo la parte positiva del asunto, siempre la construcción"
Como testigos de dos siglos viviendo una realidad bastante movida y alterada, somos un poco lo que nos transmite el mundo, pero viendo la parte positiva del asunto, siempre la construcción.
A veces, parece que se cae todo, que todo es destructivo, que el mundo está contra nosotros, y es al revés, estamos convencidos de que la gente quiere construir y unir, pero tenemos la desventaja de no comunicarnos por momentos. Con tanta comunicación que parece que hay, a veces no nos comunicamos, nosotros apuntamos a eso: a ser vínculos de comunicación.
Dos colombianos y dos argentinos afincados en Barcelona, ¿Qué influencias musicales no tenéis?
Pues veníamos casualmente hablando de esto. Quince años después buscando la esencia de nuestras raíces y es cierto que la música colombiana con toda la riqueza que tiene, invita a que esté muy presente en el grupo. A nivel musical puede que seamos más colombianos que argentinos pero a nivel mensaje sí que estamos muy marcados por la realidad argentina. Las madres de la plaza de mayo... esas son las cosas que traemos de Argentina, pero las dos cosas mezcladas. Colombia también tiene una realidad muy revolucionada, hemos logrado una identidad en el presente que nos mueve a ser una sola cosa.
Y los orígenes...
Yo tenía un grupo, Correcaminos del Mar del Plata, y llegamos a venir a Barcelona, donde se rompió la banda. Un año más tarde comenzamos a tocar juntos. Conocimos a gente de todos lados. Por otro lado, Sergio y Jota tenían un grupo de new metal. Aquí nos conocimos y como los sueños eran compartidos y conjuntos, el inicio fue así. Comenzamos a tocar en la calle, eso no ha cambiado.
La música la entendemos como una cosa del momento, si a veces no hay un cable para enchufar la música, hay que hacerla igual con una guitarra española, con un acordeón, o con lo que sea, si así lo invita el momento. Eso no se ha perdido. La canción Sin Papeles la seguimos tocando con una guitarra española, no importa donde estamos parados, en Polonia o cuando haga falta. Del comienzo no se ha perdido nada, se ha ganado.
La música para agitar, animar... estáis haciendo de puente de cosas que están pasando, sin abandonar ese ánimo rebelde y alegre, muy en la línea de algunos movimientos sociales. Marcáis agenda, señaláis conflictos y ahora vais a hacer un concierto en apoyo de una radio independiente madrileña. ¿Qué os empuja a participar en proyectos de este tipo?
La cuestión del presente, el mundo puede estar bien o estar mal según lo mires, y cuando te sientes útil para sumar, el mundo pasa a ser bonito. Más cuando hace años que no veníamos a Madrid y que sea por esta razón. Además, nos sentimos una radio en cierta medida. Hemos tenido un programa, incluso con una iniciativa como Rockola Insert Coin, estamos casi siendo una radio. Y mil experiencias, Radio Mundo al Revés, en Colombia... Revista La Taberna en México... Nosotros venimos de esa cultura, de la comunicación sin filtros. En internet tenemos La Cacerola que trata de ser un medio de difusión de medios independientes.
"Hace poco salían en una página diez motivos por los que 'sudaka' ya no era un término despectivo, y uno de ellos era la banda Che Sudaka, así que creemos que nuestro granito de arena funcionó"
El nombre de vuestro grupo... al empezar vuestra aventura este era un país que recibía migrantes, la situación ha variado, ¿sentís que habéis dejado algún poso?
Bueno, por lo menos el término... Hace poco salían en una página diez motivos por los que "sudaka" ya no era un término despectivo, y uno de ellos era la banda Che Sudaka, así que creemos que nuestro granito de arena funcionó. La discriminación sirve en una cabeza cerrada que nada más se mira el ombligo, no es algo lógico.
Los tiempo van cambiando a medida que nosotros vamos pasando y siendo de otra manera, así como el machismo implícito que tenemos los hispanos, mi persona mismo. Son cosas que tenemos que cambiar de aquí para adelante, ser sentipensante como decía Galeano. Siempre decíamos si nos discriminan nos hacen publicidad gratuita.
¿Qué cambios vamos a disfrutar en el concierto del 4 de noviembre en la Sala Penélope?
Yo no me puedo imaginar nada que no sea una tremenda fiesta para no olvidarnos nunca más lo que va a pasar en Madrid el 4 de noviembre. Además, esto es una licuadora, sobre todo en bandas de inmigrantes. Todos nosotros nos hicimos a los 25 años desde este lado, hoy en día somos cuatro músicos y una máquina en el escenario que es nuestra mejor amiga. El espíritu callejero no se perdió pero hemos pasado por muchas experiencias, es cierto que siempre estuvo presente la cumbia, el reggae la rumba, el hip-hop, el ragga, ahora también la canción latinoamericana.
La apertura mental pasa por derribar las barreras que nos han metido de chicos y que nos han dicho que el de al lado era malo, cuando en realidad saltas a la casa de al lado y te tratan como el mejor del mundo. Nosotros tratamos de mostrar eso. Y sí que hay clasismo. Acá abajo donde nos movemos nosotros, en la calle, está todo bien.
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