La Asociación de vecinos afectados por un gran repetidor de telecomunicaciones en el centro de Vic han conseguido el apoyo de Telefónica y cuentan con 4.200 firmas del vecindario y una moción a favor aprobada por unanimidad.
Texto de Carla Roca.

La Asociación de afectados por la antena de la calle Sant Fidel de Vic, integrada por más de 100 personas, espera el desmantelamiento total de la estructura desde febrero de este año, cuando todos los partidos políticos aprobaron por unanimidad una moción presentada en el Ayuntamiento de Vic. Pero esperar, de facto, lo hacen desde el 2006, la primera vez que mostraron su malestar y pidieron la retirada de un artefacto que puede afectar –y afecta– a su salud mientras vivan entre este campo electromagnético. Hace dos semanas entregaron 4.200 firmas en el registro del Ayuntamiento y han anunciado que no dejarán de movilizarse hasta que se actúe de verdad.
La antena de Telefónica, situada en la calle Sant Fidel de Vic, en pleno centro de la ciudad y visible desde una calle tan transitada como la Rambla del Passeig, tiene más de 20 metros de altura. Según los datos proporcionados desde 2006 por un medidor instalado por la Generalitat, las radiaciones de la antena se han casi cuadruplicado en los últimos cuatro años, pasando de 3'34 voltios por metro cuadrado (V/m) en octubre de 2011 a 13 V/m actualmente. En principio, esta estructura da cobertura en el centro de la ciudad, pero varias de las antenas apuntan hacia puntos contrarios.
Los datos convierten a la de Vic en la antena urbana de más radiaciones de toda Catalunya
Durante actos multitudinarios como el Mercado de Música Viva o el Mercado Medieval, las medidas son mucho más elevadas, pero también existen puntas (19 V/m) que superan la media durante jornadas sin ningún evento de masas. Estos datos convierten a la de Vic en la antena urbana de más radiaciones de toda Catalunya.
Una directiva del Consejo de Europa recomienda que los niveles máximos de exposición a campos electromagnéticos núcleo urbano sean de 0'6 V/m
El marco legislativo dicta que los máximos permitidos son de 41'5 V/m, en el caso de la ley española, y de 27 V/m, en el caso de la catalana.
La Asociación recuerda, sin embargo, que "Vic no es Collsuspina" y explica que una directiva del Consejo de Europa recomienda que los niveles máximos de exposición a campos electromagnéticos núcleo urbano sean de 0'6 V / m, y que en un periodo de tiempo breve bajen hasta 0'2. En el caso de la antena de la calle Sant Fidel, las radiaciones crecen exponencialmente año tras año.
Todo esto ha provocado angustia y cierta psicosis a las vecinas, que no salen en sus terrazas y balcones desde hace meses y, en algunos casos, años. Muchas han colocado telas metálicas y se han acostumbrado a vivir con las persianas bajadas y dormir en las habitaciones más alejadas de las radiaciones.
Una integrante de la Asociación se muestra muy preocupada por las afectaciones que todo esto pueda tener en la salud de una zona donde viven muchos niños, personas mayores y enfermas o personas sanas con miedo de enfermar: "Tengo una hija de menos de 2 años a la que estoy exponiendo a estas radiaciones. Si nunca le pasa nada, esto recaerá sobre mi conciencia". Asimismo, más de un vecino ya ha dejado la zona y algunas viviendas siguen en venta debido al conocimiento de las posibles compradoras de los efectos de la antena, según algunas de las asociadas.
Según parecía, durante las primeras quejas de las afectadas, el problema principal era que el Ayuntamiento veía casi imposible una negociación con Telefónica. Tanto el concejal de Servicios, Antoni Serrat, como la alcaldesa, Anna Erra (CiU), dijeron que esta gestión era dificultosa por el hecho de negociar "con una empresa de estas dimensiones". La moción otorgó un plazo de cuatro meses al Ayuntamiento para hacer las gestiones oportunas, durante el cual Telefónica aceptó retirar la antena y pidió emplazamientos alternativos para instalar hay otros transistores para poder proporcionar cobertura.
Las vecinas disponen de la aprobación por unanimidad de la moción, el compromiso de Telefónica del desmantelamiento de la antena y las 4.200 firmas ciudadanas
Hasta aquí, parecía que la pesadilla había terminado por las vecinas. El 14 de marzo, sin embargo, se encontraron con que unos operarios de la empresa de telefonía instalaban una nueva antena, más delgada y de unos 20 metros de altura, junto a la actual. La licencia de esta instalación se solicitó en 2012 y se aprobó en 2014. Este movimiento se realizó sin previo aviso en el barrio, fue entonces cuando nació la Asociación de afectados. En ese punto, las afectadas indican que se sintieron desamparadas, incomprendidas y seguras que se les había "ocultado información". El trato no era sustituirla por otra sino retirarla de aquella azotea. Incluso llegaron con esta queja, en abril, el Parlament de Catalunya, donde todos los grupos políticos los apoyaron.
Tras el desengaño, la Asociación no ha parado de insistir y la empresa sigue siendo una de las partes más interesadas, mientras que espera la propuesta de localizaciones alternativas que deben proporcionar los técnicos del Ayuntamiento.
José Luis García, concejal de ERC-Somos Vic, el partido que presentó la moción, ha explicado a La Directa que "las negociaciones del equipo de gobierno con las vecinas y Telefónica han sido extrañas y deficientes. Cuando desde ERC nos hemos reunido con la empresa, nunca nos ha puesto ningún impedimento". Además, García explica que las ciudadanas han pedido en más de una ocasión que se dejara acceder a la oposición a las reuniones. Ninguna petición ha sido favorable. El concejal, sin embargo, es optimista: "Nunca se habían recogido tantas firmas por una cuestión local. Esto demuestra que no es un capricho de nadie y que nos preocupa a todos".
Las vecinas se muestran "moderadamente esperanzadas" porque disponen de la aprobación por unanimidad de la moción, el compromiso de Telefónica en el desmantelamiento de la antena y las 4.200 firmas ciudadanas, por las que están muy agradecidas. No sólo quieren que se retire totalmente la instalación actual, sino que también proponen que los nuevos transistores se sitúen fuera del casco urbano, donde no pueda afectar otros ciudadanos: "Hace ya casi cinco meses que se aprobó la moción. nos faltan hechos".
Las vecinas disponen de la aprobación por unanimidad de la moción, el compromiso de Telefónica en el desmantelamiento de la antena y las 4.200 firmas de las ciudadanas
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