Lúa Todó tenía doce años cuando en 2013 escribió 'Cuando perdemos el miedo', un emocionante relato sobre una niña de siete años enfrentada al trauma de un desahucio.

¿Cómo vive una niña de siete años que una cuadrilla de policías tire abajo la puerta de su casa?, ¿qué siente cuando una noche ve a escondidas a su padre y a su madre llorando?, ¿qué es ese monstruo al que los mayores llaman "hipoteca"?
Algunas de estas preguntas son las que Lúa Todó quiso contestar hace tres años, cuando su madre, activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en Barcelona, la llevó a varias asambleas y pudo conocer a familias que habían sido o iban a ser desahuciadas.
Para encontrar respuestas, Lúa, que entonces tenía doce años, escribió un cuento: Cuando perdemos el miedo. En él narra la historia de la familia de una niña que vive ese trauma desde el primer paso, llamado "reducción de plantilla", hasta el inesperado y feliz desenlace, con la acción colectiva consiguiendo paralizar el desahucio.
"Creo que lo más duro de un desahucio es no saber qué está pasando, ver que tus padres están tristes, sufriendo, con algo por dentro", dice Lúa Todó
"Creo que lo más duro de un desahucio es no saber qué está pasando, ver que tus padres están tristes, sufriendo, con algo por dentro, y no tener ni idea porque no te lo quieren explicar porque, claro, eres un niño y no lo vas a entender", comenta Lúa a Diagonal.
La autora de Cuando perdemos el miedo grabó una narración del cuento con su voz que llegó a la asociación Comsoc, donde ganó el concurso de podcast que organiza este colectivo. Allí vieron que merecía una edición impresa, que finalmente ha llevado a cabo Pol•len Edicions, con ilustraciones de Joan Turu en una tirada de mil ejemplares en catalán, a punto de agotarse, y otros mil en castellano.
Escucha el cuento Cuando perdemos el miedo en la voz de Lúa Todó
Lúa dice que el cuento está teniendo una acogida "increíble" y recuerda una de las presentaciones que más le gustaron: "En una biblioteca en Barcelona la mayoría del público eran niños. No me lo esperaba y de alguna manera tuve que adaptar el discurso que llevaba preparado. Se lo tomaron muy bien, lo entendieron, participaron, preguntaron y hasta querían que les firmase el libro", comenta entre risas.
Cuando perdemos el miedo tiene lo que caracteriza a los buenos relatos: con pocas palabras llega al hueso y emociona. Resulta difícil decir si se trata de un cuento infantil o va dirigido a un público adulto. Seguramente esa distinción tampoco sea importante. Su autora hace especial hincapié en el propósito divulgativo que persigue, para terminar con el mito de que los conceptos económicos son cuestiones oscuras, sólo al alcance de voces expertas que puedan desentrañarlas.
Una hipoteca, el interés de un préstamo o una Iniciativa Legislativa Popular pueden ser comprendidos perfectamente por todas las edades. La clave es la voluntad de querer que se entiendan. "Me gustaría que el cuento sirva para explicarles a los niños que no es una cosa tan difícil y que es mejor que lo sepan para perder el miedo", asegura.
Lúa ha terminado cuarto de la ESO y quiere hacer Bachillerato en la rama de Humanidades. Espera poder seguir escribiendo cuentos y relatos para todas las edades. Lo hará, seguro.
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