Literatura
La poesía sigue viva

Los eventos de ‘spoken word’ han dado una vuelta de tuerca a la poesía convencional, dotándola de escenificación y público.

04/06/16 · 8:00
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Un evento de 'spoken word'. / Diego Menjíbar

No, la poesía no ha muerto. En una época marcada por la competitividad y el materialismo, todavía quedan personas que se resisten a caer en las garras de este aburrido sistema: los y las poetas caminan desapercibidos por la ciudad, inspirándose en la belleza, o en la desidia, o en la belleza de la desidia, para desahogarse de su particular forma, empuñando un lápiz y vaciándose sobre el papel.

El término spoken word –palabra hablada– no es nada nuevo: es todo un género literario postmodernista, nacido en Esta­dos Unidos en los años 50 como un movimiento que mezclaba poesía y jazz. Más adelante, el relevo fue acogido por la generación beat a manos de William S. Burroughs, Brion Gysin, Patti Smith o Gil Scott-Heron, entre otros. La acepción inicial del término tenía relación con la lucha antiracial: los Last Poets reivindicaron sus derechos mediante la "palabra hablada".

Lo que sí es verdad es que, a día de hoy, el lugar de la poesía en la sociedad ocupa una de las últimas posiciones en los queha­ceres de la gente. "Nos tienen acostumbrados a ocultar nuestros sentimientos, pero mostrar las emociones y confiar en los demás es muy beneficioso", cuenta Pablo Cortina, participante en certámenes poéticos.

La poesía ha dejado de ser algo elitista y se ha extendido en cierta medida gracias
a internet

Spoken Word es una plataforma que ha innovado en la forma de presentar la poesía: recitar implica escenificar y sentir el poema, y transmitirlo frente a un público se convierte en una forma de terapia. "La poesía ha sido mi psiquiatra y mi psicólogo durante mucho tiempo", cuenta Laura Soto, fundadora del evento en Bilbao.

Otra pincelada a la poesía

Soto piensa que "la poesía ha cambiado y la gente no conoce esta vertiente más dinámica, contemporánea, que está emergiendo". Aurora Díaz ha recitado en los tres últimos Spoken Word Bilbao. Le gusta que sea un lugar en el que la gente pueda expresar sus sentimientos, y no sólo en forma de poesía: "En el Spoken se combina la poesía, la música y la performance".

No cambia el discurso 60 años más tarde: la poesía sigue siendo un arma de rebelión, una bella forma de expresión de lo personal y, más que ninguna otra cosa, un permanente transmisor de pasiones. "Acer­car la poesía a la gente", como dice Soto, es el objetivo del Spoken.

Su multidisciplinariedad hace que se le resista cualquier definición cerrada: teatro, música, poesía, espectáculo… todo cabe en un Spoken. "El Spoken Word es eso, poesía y espectáculo a toda velocidad, y por tanto tiene unos códigos y técnicas distintos que la poesía escrita", resume Cortina.

Este poeta madrileño de versos crudos narrados con sutil tono humorístico ha sido el ganador del Poetry Slam Madrid durante dos años consecutivos. "Para mí, la poesía es un medio de comunicación de ciertas cosas que si hubiera que explicarlas de otra forma se tardaría una vida: una traducción poética de un fragmento del mundo", explica.

Dos formas de escribir

El laconismo y la concreción son importantes a la hora de elegir un poema para que sea recitado. "Ir directamente a la víscera, a lo crudo", como dice Laura Sam, apodo de Soto en el Spoken, es clave para recitar. Comparte la misma visión Pablo Cortina: "Cada palabra escrita es como un mapa del resto del universo. En cambio hablar es más bien como dar un paseo".

Pero no todos los y las poetas comparten su metodología, ni tienen por qué hacerlo. "Hago lo que me sale, aunque para el Spoken siempre elijo un poema más largo porque puedo transmitir muchas más cosas", cuenta Aurora. Son dos concepciones distintas, pero no excluyentes la una de la otra, porque al fin y al cabo los y las ­poe­tas tienen un rasgo definitorio común: expresarse, liberarse.

Hoy la poesía ha dejado de ser algo elitista que solo catedráticos e iluminados conocen, y se ha extendido en cierta medida gracias a internet. "Para mí es un alivio saber que todo el mundo es poeta de puertas para adentro porque creo que las puertas, tarde o temprano, terminan por abrirse", concluye Cortina. 

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