EXPOSICIONES
El nuevo agravio de Hernán Cortés

La exposición ‘El Itinerario de Hernán Cortés’ prima una visión colonial y racista de la llegada de los españoles a México.

16/02/15 · 10:39
Edición impresa

Otra cosa hubiera sido empezar, por ejemplo, con el silencio. El silencio de Bernal Díaz del Castillo cuando tuvo por primera vez ante sí la visión de la gran Tenochtitlán. O, también, con la escultura en basalto de Chalchiuhtlicue, la imponente diosa del agua, la de la falda de jade, patrona de los nacimientos, no de la muerte y los sepelios. O, por el contrario, con la espada de acero forjado, perteneciente al sanguinario y belicoso Gonzalo Sandoval, siempre fiel y leal a los mandatos de Hernán Cortés en la ocupación del territorio mesoamericano, allá en el lejano siglo XVI.

El orden de los factores, indudablemente, sí es importante. Es más, es fundamental. De él depende el sentido general, la memoria que se decanta ahí adentro, en el alma y en la conciencia, o el simple sabor de boca que nos queda al final. Eso es lo que pensé, es lo que sentí al recorrer la magna exposición divulgativa El Itinerario de Hernán Cortés, inaugurada recientemente en el Centro de Exposiciones Arte Canal de la Comunidad de Madrid.

Dispuestas de un modo estrictamente lineal, tanto desde el punto de vista espacial como temporal, más de cuatrocientas piezas procedentes de museos y colecciones españolas y mexicanas, públicas y privadas, guían al visitante a lo largo de la trayectoria del conquistador, desde su primera juventud en su tierra extremeña natal hasta los remotos y exóticos confines del México de antaño (claro, desde el punto de vista peninsular), transformado tras la conquista en el próspero Virreinato de la Nueva España y en baluarte, acorde a lo que rezan los paneles expositivos, de la actual civilización global.

Todo ello enmarcado en la tesis argumentativa presentada en la primera sala de que, acorde siempre a lo que enuncia uno de los paneles ahí dispuestos, “el hombre es un animal colonizador”. Qué bueno, me dije yo en ese preciso instante, que subsista todavía un lenguaje sexista, al eximirme y liberarme como mujer de toda responsabilidad ética e histórica ante todo agravio… Pero no, en realidad es imposible escabullirse y quedarse impasible.

No me topé con ellos, pero me imagino perfectamente un flujo interminable de grupos escolares visitando la exposición que se prolongará hasta bien entrada la primavera; niños y niñas en edad de aprendizaje, nacionales y migrantes residentes y escolarizados en España, procedentes de las antiguas colonias europeas en África o América, asomándose a esta gran ventana de la historia y exclamando a cada paso admiraciones tales como “¡uau, qué crack ese Cortés!”, sin saber que hoy en día matan por la droga como antaño por el oro.

Y es que la construcción de la narrativa histórica desde la exaltación de personajes convertidos en excelsos, audaces, extraordinarios, iluminados, brillantes, inconmensurables y adulados héroes tiene esa gran ventaja para los formadores conductistas de las grandes verdades y/o ese gran riesgo para los que buscan otras preguntas y otras respuestas: se adhiere fácilmente en la corteza cerebral, tatuando la memoria, el conocimiento y, también, las ideologías transmitidas, aprendidas, repetidas, reproducidas a lo largo de los siglos, sin interrogantes, sin arrepentimientos, sin cuestionamientos, sin un ápice de movimiento.

No en vano, como advierte el historiador Matthew Restall, la construcción del mito de Her­nán Cortés (hombre que supo transcender su orígenes de hidalgo rural, forjarse en sus andanzas un carácter resuelto, ganarse los favores de mercantes y cortesanos, atravesar bravíos mares y someter al más grande imperio de aquellas nuevas tierras) está íntimamente vinculada con la del mito de la superioridad española/europea y, a su vez, con las ideologías racistas que sustentaron y legitimaron la expansión colonial.

Que los españoles opten por montar una exposición de este calibre en su ciudad capital es –aunque decepcionante– en cierto sentido comprensible. Lo que, sin embargo, sí causa prurito, incomodidad, ruido, inquietud, asombro es que las instituciones mexicanas, tutelares de la cultura y la memoria histórica, se presten a ello. ¿Por qué?

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

4

  • |
    darkalo
    |
    08/09/2015 - 1:02am
    La ambición de conquista es inherente a cualquier civilización humana que haya existido. Cientos de imperios a lo largo de los últimos 5 milenios han estado en lucha constante por prevalecer, expandirse e imponerse a otros pueblos. Si tuvieramos que recopilar los atropellos y atrocidades cometidos por cada uno de ellos llenabamos una biblioteca entera. Desde los innumerables imperios surgidos en Asia central y Oriente Medio hasta los más recientes de la Unión Sovietica, Rep. Pop. China y los Estados Unidos de América. Dejen de ser tan remilgados, tan modernos y políticamente correctos que dan ganas de mandarlos a vivir en el país de Campanilla donde crece regaliz en los árboles y los ríos son leche y caramelo. El ser humano es una criatura detestable y punto. Que le vamos a hacer.
  • | |
    23/02/2015 - 4:15pm
    Hice una ficción histórica-fantástica en <a href="http://www.wattpad.com/myworks/32845982-kolon-3492">wattpad </a>de la colonización española, hay dos protagonistas centrales. Colón y Cortéz. En la esfera imaginaria de lo por venir, 3492, monté un mundo delirante donde escuché la voz de Cortéz y su adversario Colón. Esta es &nbsp;una muestra, creo que itinerante, misteriosa, abierta a tantas interpretaciones. No podemos imaginarnos una muestra retrospectiva de Auschwitz organizada por la Fundación Himmler (es solo una extrema broma).&nbsp; No es lo mismo pero la &quot;noche triste&quot;, fue una suerte de Hiroshima medieval que cayó en Tenochitlan
  • |
    Gondi
    |
    22/02/2015 - 2:26pm
    <span style="color: rgb(60, 61, 60); font-family: Georgia, Times, 'Times New Roman', serif; font-size: 16px; line-height: 22px;">&quot;Que los españoles opten por montar una exposición de este calibre en su ciudad capital es &ndash;aunque decepcionante&ndash; en cierto sentido comprensible. Lo que, sin embargo, sí causa prurito, incomodidad, ruido, inquietud, asombro es que las instituciones mexicanas, tutelares de la cultura y la memoria histórica, se presten a ello. &iquest;Por qué?&quot; .... What ? mas de 500 años después, seguimos con este tipo de prejuicios y comentarios. &nbsp;prejuicios&nbsp;obsoletos ?? Pues claro que fue una masacre, por parte de los españoles, como lo fueron las de los demás&nbsp;países coloniales (lo &nbsp;cual&nbsp;no justifica lo cometido), pero tanto tiempo después, tenemos los españoles (o ingleses, franceses) tenemos que &quot;cargar con la culpa&quot; de algo hecho hace tanto tiempo? soy yo responsable de la colonización y el saqueo, y destrucción de unas civilaciones ? por supuesto que no. Nadie de los que vivimos &nbsp;en españa desde hace 400-450 años,estuvimos allí, ni matamos a nadie. ni robamos, ni impusimos una religión. No se puede hacer una exposición tanto tiempo después ? Vaya teoria e ide mas absurda. Es historia, y es una exposición, no es una loa de lo acontecido. Sin más.</span>
  • |
    Gondi
    |
    22/02/2015 - 2:26pm
    <span style="color: rgb(60, 61, 60); font-family: Georgia, Times, 'Times New Roman', serif; font-size: 16px; line-height: 22px;">&quot;Que los españoles opten por montar una exposición de este calibre en su ciudad capital es &ndash;aunque decepcionante&ndash; en cierto sentido comprensible. Lo que, sin embargo, sí causa prurito, incomodidad, ruido, inquietud, asombro es que las instituciones mexicanas, tutelares de la cultura y la memoria histórica, se presten a ello. &iquest;Por qué?&quot; .... What ? mas de 500 años después, seguimos con este tipo de prejuicios y comentarios. &nbsp;prejuicios&nbsp;obsoletos ?? Pues claro que fue una masacre, por parte de los españoles, como lo fueron las de los demás&nbsp;países coloniales (lo &nbsp;cual&nbsp;no justifica lo cometido), pero tanto tiempo después, tenemos los españoles (o ingleses, franceses) tenemos que &quot;cargar con la culpa&quot; de algo hecho hace tanto tiempo? soy yo responsable de la colonización y el saqueo, y destrucción de unas civilaciones ? por supuesto que no. Nadie de los que vivimos &nbsp;en españa desde hace 400-450 años,estuvimos allí, ni matamos a nadie. ni robamos, ni impusimos una religión. No se puede hacer una exposición tanto tiempo después ? Vaya teoria e ide mas absurda. Es historia, y es una exposición, no es una loa de lo acontecido. Sin más.</span>
  • Tienda El Salto