Entrevista
Radio Klara, un medio libre con tres décadas de historia

Entrevistamos a Aniceto Arias, presidente del Centro de Estudios y Comunicación Alternativos, que sirvió de plataforma para lanzar la emisora.

20/01/15 · 12:30

La Radio libre se fundó en el año 1982, en la ciudad de València, por un reducido grupo de personas tras crear una asociación cultural, el Centro de Estudios y Comunicación Alternativos, que sirvió de plataforma para lanzar el medio radiofónico encargado de gestionar la concesión y gestión de la licencia. Diagonal València aprovecha el interés que ha despertado el medio tras la denuncia de la alcaldesa, Rita Barberà, de recibir una bala con referencias vagas y mal escritas a Radio Klara, para entrevistar a Aniceto Arias, presidente del Centro de Estudios, y conocer la historia así como la labor de la Radio desde su nacimiento.

Hace poco que cumplisteis el treinta aniversario de la Radio, nos podrías resumir un poco qué han supuesto estas tres décadas

Sí, sí, sí 32 años… Madre mía… Estos días estaba hurgando en internet y buscando a ver qué tratamiento se le había dado al tema éste de la alcaldesa y tal y por casualidad me encontré con una historia novelada de la historia de Radio Klara que no sabemos a ciencia cierta de quién es pero que se ciñe bastante a los acontecimientos desde que nace Radio Klara y las vicisitudes posteriores que hemos tenido. Desde las dificultades iniciales por ilegalidad o la persecución; los avatares de quitar cada día de un tejado una antena para que la policía no nos pillara y volver a buscar otra ubicación al día siguiente; hasta el requisamiento de materiales o de emisoras. Y se hizo con muy pocos medios, de una manera artesanal y con mucha presión de la policía, pero todas esas dificultades se fueron salvando. También hubo episodios de mala suerte; podría ser el 83, alguien puso un petardo en la puerta del edifico de hacienda y, bueno, pues hubo un despliegue policial con tan mala suerte de que en uno de los controles que estableció la policía íbamos de traslado los compañeros… Fue un gran regocijo de la policía que llevaba tiempo detrás de nosotros. Todas esas dificultades se fueron salvando de una manera o de otra.

Episodios como el de la alcaldesa... estamos acostumbrados a lidiar con la adversidad

Tras tanto tiempo acostumbrados a la clandestinidad podríais contarnos qué supuso la legalización de la radio.

Fue un hito importante para nosotros, supuso un debate interno muy importante. En aquel momento gobernaba el PSOE y se estaba intentando a ver si se podía conseguir una licencia y en qué modalidad. En Radio Klara se habían planteado muchos problemas en la calle por la persecución a pesar de las movilizaciones que se organizaron, incluso vinieron de otros puntos del estado. Entonces, desde el poder local o el poder autonómico se planteó la posibilidad de crear esta figura que son las radios culturales, y ahí se coló la licencia que generó un debate interno muy encendido. Muy encendido, pero muy constructivo. Y cuando digo encendido no quiero decir que fuera un debate desleal. Provocó que algunos compañeros completamente contrarios a la legalización, porque se pensaba que eso iba a suponer entregarnos al poder o perder las esencias, abandonaran de una manera muy elegante la radio. Supuso un avance importante para la radio, sobre todo por su consolidación. Las energías que hasta entonces dedicábamos a huir de la policía las dedicamos a lo que realmente es la razón de ser de una emisora alternativa: el medio no es el fin, el medio es una herramienta para hacer radio. Eso nos permitió centrarnos en consolidar la programación. Durante una primera etapa, Radio Klara fue siempre un proyecto asambleario de autogestión, aunque con el tiempo se decidió gestionar el día a día a través de una junta y dos o tres veces al año convocar asambleas para marcar las líneas generales de ésta. Esto también supuso muchos debates. Hemos vivido otros hitos difíciles de los que siempre hemos salido fortalecidos. Por eso, episodios como el que acabamos de vivir, esto de que si a la alcaldesa le mandan una bala con el remite de la radio y tal, bueno, para notros es un problema menor porque estamos acostumbrados a lidiar con la adversidad.

Qué opinión te merece ver a tantos líderes mundiales, entre ellos a Mariano Rajoy, manifestándose en París por la libertad de expresión.

El tema de la libertad de expresión no es un tema de actualidad solamente ahora. Siempre lo ha sido porque al poder le preocupa mucho no tener el control de la información que se genera y de la información que desde el poder se puede difundir. Esto lo saben todos los medios que, digamos, trabajan en precario y que no se venden al poder. En el caso de Diagonal tenéis el mismo problema, ¿no? No es ninguna cosa novedosa el que quieran controlar, o que quieran, digamos, eliminar voces discrepantes. Pero contra eso vamos a batallar siempre. Pero, efectivamente, es un momento en que se está poniendo en evidencia sobre todo la información a través de la red. Y, claro, eso es un tema común a cualquier grupo que quiera crear un medio de comunicación que no se meta en el tema de la publicidad a gran escala o a empeñarse con los bancos, eso es por sí sólo bastante presión.Nuestra vocación  es consolidarse como medio alternativo y que se reconozca por el rigor informativo.

En este sentido, cómo es posible hacer una radio de calidad con tan pocos recursos y sin acudir a los grandes anunciantes.

Es un reto que medios alternativos puedan alcanzar un cierto nivel de profesionalización sin recursos. Es decir, tener personas que puedan dedicarse a esto, porque queda muy simpático el que haya gente que pague incluso por hacer un programa, pero si no tenemos la posibilidad de tener personas dedicadas a hacer periodismo de investigación, de hacer programas de informativos diarios y poder llevar adelante una programación estable, queda muy disminuida la capacidad de influencia o la capacidad de difusión de la radio. En este sentido hemos conseguido cubrir las mañanas, de lunes a viernes, e intentamos hacer lo mismo por la tarde. Es decir, pagarle algo a una persona que pueda hacerlo. Tenemos a las personas, pero a éstas hay que pagarlas. Por ello recurrimos a la audiencia y ésta se portó muy bien. Pero no nos dio suficiente como para embarcarnos en esto, y entonces tuvimos que rechazarlo, un rechazo temporal, porque la vocación de Radio Klara es consolidarse como medio alternativo pero que también se reconozca por el rigor y por la buena información.

¿Cuál es vuestro nivel de penetración en la sociedad valenciana?

Hemos notado un nivel de aumento del conocimiento de Radio Klara y sabemos que se oye más. Se escucha más, pero cuantificarlo es difícil, porque para cuantificar hay que pagar estudios de audiencia. Sólo lo hicimos en una ocasión, hace ya años, y nos situamos muy bien en el ranking de las emisoras de FM en València. Hay cosas que uno percibe cuando ves a gente cuando acudes a las manifestaciones y ves a fulanito y a menganito, y percibes que radio Klara se escucha, se escucha bastante.

¿Cuánta gente sois colaborando en el proyecto?

Bueno, tenemos un cuerpo de socios de unas 80 personas, que sobre todo ayudan económicamente a la radio y, digamos, aportan unas cantidades a petición de ellos con una periodicidad. Eso nos permite solventar una parte de las finanzas de la radio, una parte importante. Y luego está la gente que hace programas que también paga una cuota por hacer el programa y que participa en esa reunión de colaboradores, si quieren, donde se plantean sugerencias y se les informa. En este momento hay veintitantos programas, grupos o personas que hacen programa en la radio cubriendo una programación 24 horas, donde no todo es directo. Luego, además, está la página web.

¿Cómo observas el momento actual de las radios alternativas?

No estamos en el momento de los años 80 donde dabas una patada y salía una radio.  El problema de las radios no es tanto su nacimiento como el mantenimiento en el tiempo. Es decir, que aquí han aparecido muchas radio y queda lo que queda. Existe un problema generacional, la gente que gestionamos la emisora somos ya gente de una cierta edad, y cuando hemos hecho intentos de que se incorpore gente más joven, no digo a hacer programas, sino a gestionar la radio, no están por la labor. No sé si en parte porque como ven que la cosa funciona y que aquí lo llevamos dicen, "bueno, pues para que me voy a complicar la vida". Pero sí que nos preocupa un poquito eso. Cuando los que estamos en la primera línea nos vayamos puede plantear un problema que debemos ver como solventamos. Por lo demás, siempre hay imprevistos que surgen y que te fastidian: que se rompa un emisor o que haya alguna cosa importante te fastidia el presupuesto de un año y hay que rascarse el bolsillo. Pero nosotros de momento digamos que estamos en una situación de estabilidad y solamente episodios como éste de la bala de la alcaldesa, nos hacen, en un primer momento, tambalearnos un poquito, pero luego se instaura la tranquilidad. Nosotros siempre decimos aquello de que si ladran es que cabalgamos, y en eso estamos.

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