Deportes
Deporte popular en rojiblanco

Fundado en 2007, el Atlético de Socios lidera un movimiento de equipos dirigidos por sus aficionados.

14/12/14 · 8:00
Edición impresa

“Nuestro club, nuestras reglas”. Bajo esta premisa, un grupo de socios del Atlético de Madrid fundó en 2007 una entidad opuesta a la gestión de la familia Gil, propietaria del club. “Queríamos un equipo como los de antes: democrático, para los trabajadores, pero sin perder los colores y el sentimiento”, resume Emilio Abejón, uno de tantos que pusieron las primeras piedras del Atlético Club de Socios. Es también miembro de Señales de Humo, asociación de abonados colchoneros que promovió la iniciativa. La misma que se querelló contra Miguel Ángel Gil Marín tras la difusión del Informe Cremades sobre las cuentas del Atlético. Los aficionados rojiblancos tomaron el ejemplo de otros hinchas del Manchester United, contrarios a la compra de su club por parte del magnate Malcolm Glazer, quienes fundaron en 2005 el FC United.

Así nació el “fútbol popular”, un movimiento en el que “los socios toman todas las decisiones que afectan a su club”, afirma Paco Corrales, socio, expresidente, jugador y hasta reportero gráfico del Socios. Con esta fórmula funcionan otros clubes que se extienden a lo largo y ancho de la geografía estatal. En Asturias, el Unión Ceares (1946 -3ª División); en tierras castellanas, el CD Palencia (2011-3ª División) y Unionistas de Salamanca CF (2013 -1ª Provin­cial); en La Rioja, la SD Logroñés (2009- 3ª División); en Catalunya, el FC Tarraco (2012-4º División Catalana); en Andalucía, el Xerez Deportivo FC (2013 - 3ª Andaluza). El último en incorporarse a este modelo ha sido la UD Ourense (2014-3ª Regional Galle­ga), heredera del extinto CD Ourense, cuya liquidación fue firmada el 15 de julio de 2014. El Socios fue el primero en adoptar un patrón estructural que bloquea cualquier concentración de poder en un mismo socio. “Los clubs no pueden ser el cortijo de nadie”, sentencia Corrales.

“Las cuotas de los abonados mantienen a un club humilde que cada año va a más”, comenta David Vicente, otro de los que iniciaron la aventura. “Primero nos pusimos Athletic Club de Socios, pero los Gil nos denunciaron. A la segunda, y con un abogado ya no nos pararon”, recuerda. El Socios tiene equipos desde cadetes hasta veteranos, además de un conjunto de fútbol femenino. El conjunto senior milita en el grupo 5 de la Segunda Categoría de Aficionados de la Comunidad de Madrid. La entidad posee una sección de rugby que cuenta con un equipo en la Tercera Territorial madrileña.

“Queremos que los padres lleven a sus hijos a practicar deporte sin arruinarse, y que los chavales sientan que este club es suyo”, añade Corrales. El Socios mantiene acuerdos con varias empresas. “Son patrocinios colaborativos. Por ejemplo, tenemos un cine que nos apoya, a cambio nosotros vemos varias películas al mes”, explica.

¿Cuáles son las dificultades que encuentra este proyecto? “El mayor problema es que no tenemos campo”, reconoce Vicente, quien fundó con Corrales una empresa textil para evitar pagar las camisetas. Ésta tiene sede en el barrio de La Latina, que hace las veces de oficina del club. Tras varios años en Aluche, el equipo senior de fútbol se trasladó esta temporada a Getafe, lo que obligó a rehacer la plantilla. “En Madrid, cualquier alquiler de estadio requiere un gasto mínimo de varios miles de euros”, recalcan ambos, mientras recuerdan que tan sólo los entrenadores y el fisioterapeuta reciben un salario.

La meta es no descender

Corrales, Vicente y Abejón siguen siendo rojiblancos, porque, según el último, “los equipos no son como el atún, que, si no te gusta una marca, te cambias. Tienen una carga sentimental, algo que las empresas no representan”. Se alegran de sus éxitos deportivos, pero no pagan los más de 300 euros que vale el abono más barato del Vicente Calderón. Prefieren reinvertirlo en el que consideran el club de sus amores. Afirman que la buena marcha deportiva del equipo no beneficia la consolidación del proyecto del Socios, pero recuerdan que en 2007 el equipo colchonero venía de Segunda y era el hazmerreír estatal. “La historia da muchas vueltas”, advierten al unísono los tres.

Las aspiraciones deportivas para este año están claras. “La clave es que ningún equipo descienda”, indica Corrales, quien advierte de que, en el caso de que el equipo de fútbol subiera a Primera Autonómica, el convenio de la categoría les obligaría a pagar a los jugadores por partido ganado y empatado. Pese a todo, a la pregunta de si merecería la pena ascender, Corrales responde: “Ya removeríamos Roma con Santiago, porque somos románticos, pero no tontos, y es que: ¿a quién no le gusta ganar?”. “Así que: con nosotros, quien quiera; contra nosotros, quien pueda”, concluye.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

1

  • | |
    14/12/2014 - 4:17pm
    !Perfecto, este ejemplo de deporte democrático! Una esperanza, una luz. Para que reconquistamos y liberamos lo que siempre ha sido parte de la cultura popular.
  • Tienda El Salto