Lo cuñao

Qué hay detrás del hombre que lo hace todo en España.

09/02/14 · 14:33
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¿Cuántas veces ha escuchado usted últimamente: “Si no va a cambiar nada. España es así. País de pandereta”? ¿Tiene usted el típico compañero de trabajo especializado en dar consejos y amonestarle cada vez que se equivoca con un “Te lo dijeee”? ¿Alguna vez se le ha escapado un “Yo no soy experto, PERO…”? ¿España está hecha unos zorros y usted la arreglaba en dos patadas? Bienvenido al mundo cuñado, en cuyo centro está una figura que resume algunos comportamientos cotidianos dominantes.

Puede que si usted usa Twitter esté aburrida de escuchar esta expresión, que se ha convertido en un hype. Puede que si usted no usa redes sociales, en cambio, todo esto le suene a chino. Así que lo primero es preguntarse: ¿qué demonios es “lo cuñado”?

En un sketch de Muchachada Nui, pionero en el estudio del cuñadismo, el personaje del Gañán calificaba a estos personajes como “los listos”: “Saben de todo y pueden opinar de lo que quieran”. Esta capacidad para pontificar sobre cualquier cuestión, se tengan conocimientos sobre ella o no, desde una posición de superioridad moral, sería la característica esencial del “cuñado”. “El cuñado es un arquetipo y una figura antropológica vieja como el tiempo, presente en todas las culturas. En nuestros usos y costumbres lo del cuñado es tan celtibérico como el palillo o leer el Marca en el bar”, señala Grace Morales, escritora y unas de las responsables del fanzine MondoBrutto.

Más allá de personajes concretos, podríamos decir que “lo cuñado” es una forma de argumentar y de discutir. En palabras de Raúl Minchinela, autor de la videoserie Reflexiones de Repronto, consiste en “juzgar, aconsejar y socializar usando como parámetros el saber popular –entendido como una mezcla de a) refranes y b) lo que dice la tele– y el humor de sal gorda”. “Es uno de esos conceptos increíblemente difíciles de describir, pero también increíblemente fáciles de comprender”, admite Noel Ceballos. Para este periodista, el fenómeno consiste en una mezcla de “sabiduría popular, cero humildad, una visión del mundo y la política basada en lugares comunes, trucos y atajos que el cuñao cree que sólo conoce él, necesidad de compartir sus conocimientos con todo el mundo como si fuera el único que los poseyera”.

En el principio fue la suegra

¿De dónde surge este arquetipo y por qué se ha vuelto tan popular? La escritora Lucía Muñoz Molina, conocida como Filósofa Frívola, apunta un posible origen del término: “Alguien un día dijo: ‘Mi cuñao me ha dicho que eso me lo consigue más barato’, y otro le dijo: ‘Coño, el mío me ha dicho lo mismo’, y nos dimos cuenta de que todos conocemos a esas personas, y de que, Las redes sociales han ayudado a compartir anécdotas de cuñaos a un nivel mucho mayor que nunca curiosamente suelen ser los novios/maridos de nuestras hermanas”. “El fenómeno viene de lejos, pero se ha categorizado y se le ha dado ese nombre concreto ahora. ¿Por qué? Quizá porque las redes sociales han ayudado a compartir anécdotas de cuñaos a un nivel mucho mayor que nunca”, argumenta Ceballos.

A los humoristas y dibujantes de la posguerra, desde La Codorniz hasta la escuela Bruguera, les preocupaba otro arquetipo social construido a partir de una figura familiar: la suegra. Todavía a finales de los 70, el dibujante Carlos Giménez colocaba a este supuesto guardián de la moral nacionalcatólica junto a Drácula, la Cosa del Pantano y la Momia en una galería de monstruos primigenios. “Ser una suegra” se convirtió en una comparación establecida para atacar a todo lo que oliera a imposición moralizante y rígida.

El guionista Guillermo Zapata piensa que la fobia social que conjura la figura del cuñao “se encuadra en una generación y una clase social, digamos entre los 30 y los 40, hijos/as de la clase media ahora en precario. Creo que quienes lanzan la crítica al cuñado lo hacen desde el lugar de quien no va a tener trabajo, casa, relaciones fijas y totalmente estables, desde una posición de precariedad, vulnerabilidad o simplemente de desear otra vida”.  

Cuñaos de todas las clases

Advertencia: ciertos usos del término “cuñado” pueden tener tufo clasista, como una burla hacia personas con menos recursos, formación o aspiraciones de ascender socialmente. Sin embargo, si miramos a nuestro alrededor veremos cómo el cuñadismo está presente en todo el espectro Si miramos a nuestro alrededor veremos cómo el cuñadismo está presente en todo el espectro social e ideológico social e ideológico. Ceballos incluso se pregunta si no es “privativo de la clase media-alta. El cuñao es, en el fondo, alguien que se sueña señorito”. El diálogo suelto y sin complejos, de americana y camisa sin corbata, que durante años llevaron Manolo Lama y Manu Carreño en la sección de deportes de los informativos de Cuatro, podía dirigirse por igual al profesional altamente remunerado, ese cuyo mayor encuentro con la realidad de “lo popular” es el almuerzo ocasional con clientes en el bar, y al grupito de vendedores a puerta fría de Endesa que se toma una caña en la mesa de al lado. “El cuñao que tiene ático y deportivo suele enseñarlos en Instagram, y el que vive con sus padres ignora el tema. Pero los dos reaccionan a la  muerte de Paul Walker [protagonista de la saga The Fast and the Furious muerto en accidente de coche] con la misma sorna cuñaística porque a ellos ‘no les hubiese pasado’”, resume el cineasta Nacho Vigalondo.  

De clase alta, de clase trabajadora, "...pero sobre todo, ESPAÑOL". La coletilla que usa tanta gente en sus perfiles de twitter (generalmente, añadiendo el neologismo "mouriñista") se puede aplicar a nuestro listillo. "Es puramente español por el asunto de la picaresca, del gracejo. Un cuñao es una persona alegre y vital, de pachanguitas con los colegas los domingos y de gintonic en copa de balón en mano los JUERNES", dice Lucía Muñoz Molina. Hay coincidencia en el carácter específicamente cañí del cuñao (y viceversa), pero compararlo con figuras similares de otros países puede ser oportuno.  “La contracultura norteamericana”, explica el periodista Noel Ceballos, “inventó el término square [literalmente, cuadrado] para definir al enemigo”, alguien siempre conservador, aburrido y políticamente correcto. Piensen en los papeles interpretados por Jack Lemmon en su edad dorada y lo tendrán. “Es cierto que el cuñao lo es, pero tiene más connotaciones. La frase ‘Soy español, ¿a qué quieres que te gane?’ lo define muy bien, porque tiene un fuerte componente de soberbia que el square nunca tuvo”, precisa. Más allá de las posibles coincidencias, el concepto tiene una saludable propiedad preventiva. Prueben a repetir algunas de sus frases tras un encuentro de amigotes: verán cómo buena parte de ellas se la pueden atribuir al más cuñao de sus compañeros de trabajo.

Porque tenemos que decir que también el cuñao nos pilla mucho más cerca en lo ideológico de lo que nos gustaría. No sólo está el cuñado que durante la burbuja inmobiliaria repetía que alquilar era tirar el dinero, o que ahora cuando va de cervezas exclama: “Y luego dicen que hay crisis. ¡Pero si las terrazas están llenas!”. También tenemos al cuñado progre que saca a relucir su heroico pasado en la Transición (“Pero ¿qué me vais a contar a mí? ¡Que no­sotros corrimos delante de los grises!”) o los que finalizan sus análisis de los recortes con un despreciativo “disfruten lo votado”. Los cuñados ciudadanistas que te advierten que “si no votas, no tienes derecho a quejarte” y que consideran que “si pierdes las formas, te quitas la razón”. El periodismo, con sus opinólogos y tertulianos vociferantes, es un caldo de cultivo idóneo para el cuñadismo.

¿Puede ser cuñado un hombre en crisis? ¿Quizás su problema es que su autoridad esté por los suelos? ¿Es una manifestación más del machismo? Lucía Muñoz Molina cree que sí, y lo relaciona con el concepto de mansplainer, un hombre con afición a pontificar y dar consejos, especialmente a las mujeres: “Te lo contará sin que tú se lo hayas solicitado, opinará sin que le hayas pedido opinión. ‘A ver cómo te lo explico pa’ que tú lo entiendas’. Y si te enfadas porque le da por opinar del aborto porque al fin y al cabo él pone su semillita, te dirá: ‘Mujeeer, relaja, que estás mu tensa! JEJE’”.

Para Zapata “lo cuñado” también implica un “sistema de alerta ante actitudes que tienen muchos varones, de superioridad, de competitividad, de falta de diálogo o capacidad de escucha. Es un mecanismo de defensa que funciona exponiendo las vergüenzas del macho alfa”. Vigalondo cree que “tiene que ver con tener una relación con el sexo femenino que puede ir de lo catastrófico a lo inexistente”. Así, “cuando decimos ‘cuñado’ estamos pensando en un hombre desinhibido, descarado y vulgar. Es un tipo de identidad que muchos hombres adoptan, a veces sin darse cuenta, a la hora de construirse una identidad virtual disociada de la que se enfrenta a un mundo material donde jamás se atreverían a humillar a una mujer a la cara por estar ‘gorda’. Ser un cuñao en internet responde a la imposibilidad de ejercer de lo que ellos consideran ‘hombre’ en la vida real”.

Gracias a @andaytira @ipatolorente @robertoherreros @Lena_Prado @inwit_ @dadmepasta @joanomada @kalevorroka @_suniac @mejillonsuicida @LumumbaJr, sin cuya sabiduría sobre el cuñadismo no se podría haber escrito este artículo.

Lo que yo te diga

“¿Cuanto dices que te ha costado? Hombre, ¡te han engañado!”
Clásica del cuñado de toda la vida, ese que además de ser un cuñao es tu cuñao. Él siempre lo encontrará todo más barato, de mejor calidad y con mejores prestaciones.

“Disfruten lo votado”
Especialidad del cuñado de izquierdas, encantado de poder echar la culpa al pueblo llano.

“Mucho indignarse y luego todos con su iPhone”
Cuñado enfurecido que es capaz de defender a gritos que hay que ejecutar a los políticos corruptos, pero se indigna si el metro se retrasa porque hay huelga de transportes y pitará con furor el claxon de su coche si una manifestación le impide atravesar la calle.

“Alquilar es tirar el dinero”
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria fue un ZAS en toda la boca a muchos cuñados que durante los años del boom se convirtieron en expertos inmobiliarios. En los foros cuñaos como burbuja.info respondían al nombre de “nuncabajistas”.

“Mucha igualdad pero bien que os gusta entrar gratis a la discoteca”
Uno de los temas preferidos del cuñado: denostar el feminismo. Porque, ¿qué más da ganar un 25% menos de sueldo si se puede entrar gratis a las discotecas? Si usted pone en evidencia esta afirmación, el cuñado le reprochará que las feministas no tienen sentido del humor: "ES BROMA, MUJER. ¿No estarás en uno de esos días?".

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comentarios

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    12/02/2014 - 10:16pm
    El epítome de lo cuñao es ponerse un smoking en la gala de los Premios Goya y pontificar sobre la "cultura".
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    12/02/2014 - 10:38am
    Me he reído bastante con el texto y reconozco que el fenómenos/concepto "cuñao" me gusta más que un caramelo Sugus. Ahora bien, me surgen tres dudas/comentarios/preocupaciones. Adelante con la cuña (cuñá?): 1. ¿Hasta qué punto no estamos ante un cajón de sastre donde todo vale? Como bien señala el texto y algunos comentarios, casi todo es susceptible de ser una "cuñadada", así que quizás de tanto abarcar no dejemos nada fuera. Attention please: conceptazo baúl al canto. 2. Pues aunque suene cuñao, yo creo que lo cuñao es más una actitud que una identidad. Todas somos cuñaos en algún momento/faceta de nuestra vida. Ninguna identidad es homogénea ni univariable. Más que cuñaos, lo que hay son cuñadadas. 3. Aunque el texto intenta salir rápidamente al paso, yo sigo pensando que en todo este acercamiento al fenómeno cuñao hay mucho de clasismo encubierto (de guerra de clases de los últimos contra los penúltimos, de codazos interpares). ¿No serán los cuñaos los nuevos 'chavs' celtíberos? OMG! o_0 Fin de la cita cuñá'
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    Aitor
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    10/02/2014 - 10:44pm
    Menuda Chorrada. Esto pasa las sociedades de medio mundo. Lo que no pasa es que alguien lo tilde de celtibérico. Venga ahora entramos en la era de no se puede dar una opinión o criticar, por muy poco cualificados ante los ojos de los demás estemos.  Bienvenidos al mundo de los Taliban. Viva Ejpañinistan.
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    BamBam
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    10/02/2014 - 3:23pm
    Rocimberg, desde el corazón y sin el más mínimo resto de resentimiento: Has escrito un comentario digno de los que se escriben en los diarios deportivos, con todo lo que ello conlleva. Parece que se han metido con tu Beti y tenías que saltar ofendiendo. No sé si es que tu compresión lectora no da para más (cuando digo que USAR el término tercermundista no implica nada sobre la persona que lo emplea no JUSTIFICO que exista esa realidad) o es que eres incapaz de aceptar que quien firma sobre el artículo no tiene la verdad universal. Yo he criticado (sin faltar a nadie, por cierto) el artículo que me han presentado en esta publicación. Tú de la nada has adivinado que soy clasista, xenófobo, machista ("que no, mujer"...) y (como no) cuñao, confirmando mi primera sensación al leer toda esta morralla: Cuñao es quien a vosotr@s se os ponga en los bajos.  
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    Rócimberg
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    10/02/2014 - 11:53am
    Me imagino una cena de navidad con #2 (BamBam): -Que no mujer, qué tonterías dices, qué va a ser xenófobo o colonialista considerar sinónimo de "malo", "pobre" "denigrante" o "injusto" la palabra "tercermundista". Que no tiene ninguna connotación esa palabra, que simplemente significa no haber apoyado a EEUU ni a la URSS en la Guerra Fría porque son países pobres que no tienen dinero para gastar en esas cosas porque se mueren de hambre. Es solo que todos esos países del Tercer Mundo son pobres porque tienen gobiernos corruptos, que en realidad son países muy ricos lo que pasa que no saben poner gobernantes buenos, y eso no es culpa nuestra. Pero vamos, que yo hasta tengo un compañero de trabajo gitano que no vive en una chabola ni nada y trabaja muy bien y yo le saludo y tenemos una relación normal, así que de xenófobo nada.
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    jarl
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    10/02/2014 - 10:26am
    Totalmente de acuerdo con fulano...qué fácil es hablar!
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    Alemon
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    10/02/2014 - 9:59am
    Se os han colado varios cuñados en los comentaristas (#2 #3 #5 ). El que se pica, ajos come :D
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    Moore
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    10/02/2014 - 5:04am
    <br type="_moz" />Progres, oléis a miedo... xD<br type="_moz" />
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    risitas
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    10/02/2014 - 4:28am
    Cuñaaaa aaaaaa aaaaa o! pero si estás aquí! No sabía que escribías en este panfletillo digital. Qué es eso de diagonal? No será obtuso?
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    Chunquero
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    10/02/2014 - 3:48am
    Yo también opino que el artículo ha quedado un poco de cuñado. Al cuñado, no lo hacen solo las frases por mucho que dos o tres de las mencionadas sean totalmente inseparables de su ser porque otras, son inevitables en la expresión espontánea de la indignación sincera. Por cierto he echado en falta lo que está más de moda ahora en los cuñaos: dejar bien claro que él sí sabe inglés diciendo que en España nadie sabe inglés y descacharrarse con el &ldquo;relaxing cup&rdquo;. Poca gente hay que no tenga en su interior un pequeño cuñado soltando alguna &ldquo;parida&rdquo; de todas las mencionadas. Pero el que lo lleva fuera, se le nota en la sonrisa de satisfacción por serlo.
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    Petarda Lombarda
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    10/02/2014 - 12:37am
    Necios, faltos de personalidad, con esa necesidad imperiosa de sobresalir más allá de su propia mediocridad... la abyección de esta raza inunda nuestras calles, lugares de trabajo, casas... estamos tan acostumbrados a su tufo que ya no percibimos ni su olor ni su presencia. &nbsp;Forman parte, sí, de nuestro día a día y aceptamos la indisoluble pertenencia a nuestra identidad. Espero que después de esta recopilación os animéis con &quot;El chonismo&quot; o &quot;Marujismo&quot; y que sean también para ponerse el pañal!!
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    fulano
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    09/02/2014 - 11:29pm
    Si aceptamos este artículo, entonces el propio artículo es bastante cuñao (o, si se me permite, autoritarista y &quot;de vuelta de todo&quot;). Ahora cuñao es todo, desde pensar que si pierdes las formas pierdes la razón, que algo es tercermundista o que puedes opinar sobre algo; todo, menos la élite que, por encima de tan hediondo vulgo, firma el artículo. Mola poder pontificar para condenar a quien pontifica e ir de resabido contra el resabido.
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    BamBam
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    09/02/2014 - 6:58pm
    Es decir, que todo es &#39;cuñaismo&#39;. Lo hay de izquierdas y de derechas, con razón y sin ella, y queda señalado con frases como &quot;esto es tercermundista&quot;, que no implica nada y que todo el mundo ha utilizado en alguna ocasión. Millones de mujeres incluidas. La gracieta da para un buen sketch de Muchachada, pero no para este pseudoestudio banal. <span style="color: rgb(60, 61, 60); font-family: Georgia, Times, 'Times New Roman', serif; font-size: 16px; line-height: 22px;">Por cierto, la frase &quot;</span><span style="color: rgb(60, 61, 60); font-family: Georgia, Times, 'Times New Roman', serif; font-size: 16px; line-height: 22px;">Y si te enfadas porque le da por opinar del aborto&quot; es mil veces peor que cualquier cuñaismo&nbsp;o chorrada similar con la que lo queráis bautizar. &nbsp; Enfadarse con alguien porque &quot;le dé por opinar&quot; sobre algo. Eso es lo lamentable. A los expertos en todo, los enteraos de toda la vida, se les ve venir fácil, no hace falta que se les dediquen estos textos insustanciales.</span>
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    09/02/2014 - 4:21pm
    Una delicia. Zorionak, no os habéis dejado nada de nada :D
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