Surtido musical 2013 x 3

Quince estimulantes propuestas para comenzar con buen ritmo el nuevo año.

04/01/14 · 8:00
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La maliense Rokia Traoré

Tres periodistas musicales seleccionan sus cinco discos preferidos del año. Recomendaciones para todos los gustos.

A contracorriente

De indies politizados a raperos de barrio, esta cosecha promete. Por Ignacio Pato.

El Pardo, El Pardo (autoeditado): La masacre pa­ra la que el indie pop había comprado todos los nú­meros de in­di­vi­dualismo, cinismo, ais­la­cionismo y egocentrismo ha llegado precisamente en forma de parientes estilísticos no tan lejanos. Una ruptura, un cruce de lija y cuidados mutuos que necesitábamos como el comer.

Mursego, Hiru (Bidehuts): ‘Hirviendo’ y ‘helado’ son las dos temperaturas a las que nos somete Mursego con su música. En Hiru ha alcanzado una plenitud que escapa, aunque no quiera, a la broma interna o al mundo-de-lo-pequeño. Un disco gigantesco.

Frikstailers, Guacha (ZZK Records): No por corroídas resulta menos meritorio el derribo de fronteras. Frikstailers, dúo argentino de México, consiguió un equilibrio multicolor entre chipcumbia, dub, electro, murga o dancehall. Otro triunfo irresistible bajo etiqueta ZZK.

El Coleta, Yo, el Coleta (DLito): Podríamos analizar referencias socioculturales, construcción de subjetividades, fallos técnicos y aciertos sin querer, pero estaríamos perdiendo demasiado tiempo para disfrutar de El Coleta y de himnos desde Moratalaz contra el consenso de la Cultura de la Transición como Contad los muertos.
 

 

Una bèstia incontrolable, Observant com el món es destrueix (La vida es un mus): Este año le pegaron una patada y ocu­pa­ron tu cora­zón punk, des­habitado quizá en los últimos tiempos a la espera de esta intensidad de mugre y acoples; Una Bèstia Incontrolable es beber aguarrás a morro y que aún quieras más.

Dos por uno

Una selección doble en la que dominan los estilos musicales del gueto. Por Marc Balfagón.

DJ Rashad, Double Cup (Hyperdub): El juke, o footwork, de Chicago ha salido del gueto y ya se escucha por medio mun­do. En esta eclosión, DJ Rashad hace de Bob Marley, llevando esta música eminentemente práctica (suena en batallas de baile) a un nivel más ‘artístico’ y emocional. RP Boo es, por su parte, el guardián de las esencias de esta música acelerada y altamente repetitiva. El re­presentante de la vieja escuela que nos demuestra en Legacy que con pocos elementos se puede hacer una música poderosa y creativa.

Uproot Andy, Worldwide Ting (Que Bajo): “Esto son mediums y no Sandro Rey”. En el mareante caos de la (sobreproducida) actualidad cultural es necesario andar con brújula. Uproot Andy, un auténtico Indiana Jones de la música del gueto, en su nuevo mixtape insufla (aún) más vida y baile a canciones de Khaled, Los Co­jo­lites o Mulatu Astatke. El veterano Mark Pritchard no remezcla, pero es una auténtica esponja. Su instinto musical está siempre despierto, en su música (Ghosts, Lock off) se concentran los sonidos más excitantes del momento.

Rokia Traoré, Beautiful Africa (Nonesuch): He aquí dos artistas malienses muy diferentes. Rokia Traoré tiene el porte y la elegancia de los grandes nombres de la canción africana (Ali Farka Touré, Youssou N'dour...) y en este disco excelente lo explota al máximo. Pheno S, en cambio, saca petróleo en Kani a base de esa creatividad expansiva que nace de la precariedad: rap mezclado con pop sintético, melodías filtradas con Autotune... Que tomen nota en Londres y Nueva York.

Pissed Jeans, Honeys (SubPop Records): El mítico grupo vasco Dut decían en su momento que su música era el resultado de toda la mierda que les caía encima a diario. “Mugre contra la máquina”: Ésta podría ser la filosofía de los americanos Pissed Jeans y los catalanes Una Bèstia Incontrolable. Dos grupos en los que el descontento político se filtra a través de un punk rock abrasivo que bebe tanto del hardcore más grueso como del tremendismo nihilista de grupos como Swans. Toneladas de ruido y mugre.

Death Grips, Government Plans (Autoeditado): Death Grips suenan como si Atari Teenage Riot irrumpieran en una fiesta acid y berrearán temas de Public Enemy con metralla industrial de fondo. Son violencia, catarsis e impacto en su grado máximo. Chance the Rapper, a pesar de emerger de la ultraviolenta Chicago, es todo lo contrario en Acid rap, el sonido de ese rap que se perdió: frescor, suavidad, aires soul y un toque psicodélico. Do the right thing.

Pistas multipistas

No hay suficientes dedos para resumir 2013. Por Marta G. Franco.

VV AA, El Untitled (Cómeme): Breve guía para introducirse en el mundo del fabuloso sello Cómeme. In­cluye el hitazo: El house, de Alejandro Paz. Todo lo que ha hecho este chileno afincado en Europa en 2013 es maravilla. Ya sabíamos de lo que era capaz el líder de la escudería, Matías Aguayo, así que su LP The Visitor no ha sorprendido tanto, pero igualmente es una joya. House y techno festivo y excesivo, bailes euracas para salir del aburrimiento de las pistas blanquitas.

Disclosure, Settle (PMR/Island): Pero no daremos por muertas las fábricas de baile acá en el norte: que Disclosure llegara al nú­me­ro uno en Reino Uni­do con su impecable colección de deep house de escucha fácil devuelve la esperanza. Lo mismo alcanzó Rudimental con Home, similar pero más histriónico cuando oscila entre el drum and bass y el soul. Por esas, el supersingle Need U (100%) de Duke Dumont. Más house irresistible: mezclas de Yuksek, Moulinex, Maya Jane Coles, Les Bon Vivants, Todd Terje... Hurguen en soundcloud.com.

Juventud Juché, Quemadero (Sonido Muchacho): Si bajamos al andergraun, 2013 ha confirmado que, con la que está cayendo, hay chavalada empeñada en seguir retorciendo aristas del rock and roll y pasarlo fetén con discos autoeditados y directos alocados. Muy ricas todas las propuestas que se alían con la plataforma madrileña La Re­sistencia; en Asturies, Fase­nuova y los demás Discos Humeantes; y por Sevilla, la factoría El Rancho de Pony Bravo.

Devendra Banhart, Mala (Nonesuch): El crooner Banhart volvió con todo lo que que sabe hacer, pe­ro mejor. Enor­me resumen de su personal batidora de folklore gringo, latino y queer-surrealista. También han seguido molando James Blake y Juana Molina.

Julieta Venegas, Los momentos (Sony Music): Casi por sor­presa, Vene­­gas ha dado un giro tecnopop que vale para renovarle el amor eterno. ¿Que prefieren enamoramientos menos directos? Gugleen por Sobrenadar y por Cancioneira, verán qué sintetizadores y qué vapores más bonitos. //

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