CUZO
Trío musical, han publicado el álbum Són Imaginacions Teves
"Nos encanta el rock y la presión sonora"

Distintos estilos musicales en un sonido marcado por la oscuridad, que alcanza nuevos registros en el último disco del trío barcelonés Cuzo.

13/11/13 · 7:25
Concierto de Cuzo en Palafrugell.

Cada tanto, un grupo que hace un sonido identificable (pongamos que a lo largo de una trayectoria consolidada de tres o cuatro discos) descubre “algo” y ese “algo” se trata de incorporar a la manera de hacer marca de la casa. Algo así parece haberles sucedido a Cuzo en su quinto disco, “Són Imaginacions Teves”, en el que el sonido del Anatolian rock turco gestado en la década de los 70 ha entrado de lleno en las vidas de Jaime Pantaleón, Pep Caravante y un Fermín Manchado ya adaptado al sinuoso papel que la banda parecía reservar para sus bajistas. Sus nuevos ocho cortes siguen conservando no obstante esa vena tronada que hace que al describir su música surja a veces la palabra caleidoscopio, una de esas que parece en ocasiones servir más a la propia satisfacción meta del crítico que a un propósito más colectivo. Aquí, usaremos la palabra excitación y dejaremos que Cuzo hable en primera persona.

“Otros Mundos” fue grabado en un antiguo cine de Gandía, “Puedo Ver Tu Mente” en un heterodoxo directo con Damo Suzuki, “Alquimia Para Principantes” con Marco Morgione y en esta ocasión debutásteis con Javier Ortiz en Madrid. ¿Cuál ha sido la particularidad de esta grabación?

Sobre todo la calidad que tiene este estudio para grabar en directo y la calidad humana y de sabiduría que tiene Javi. Un honor, una gran experiencia y un sonido perfecto. De hecho, para mi gusto, Estudios Brazil sería la opción más cercana a grabar en un estudio de Chicago. Una filosofía y un empaque del resultado inigualable. Por mi experiencia de grabar dos discos con Steve Albini con 12twelve puedo decir que Brazil es el estudio más “Electrical Audio” de la península y seguro que de parte de Europa, totalmente comparable a los estudios Southern por ejemplo.

A primera vista, ya habríais escuchado varias veces antes de entrar que Javier Ortiz “os pegaba”, ¿no?

Por lo que comentaba del dominio de la grabación en riguroso directo sí. Personalmente unos meses antes estuvimos grabando con Antonio Alfonso de Schwarz un dúo de guitarras celestiales drónicas y densas (el nombre del proyecto es Mentalistas) y el resultado fue espectacular. Claro, directo, grueso y muy real. Muy a sonido en vivo que te da en la cara, como si tuvieras la banda enfrente tuyo. Así es como me gustan que suenen los discos. Javi supo captar la potencia y la dinámica de Cuzo y las características de la sala hace que la banda suene realmente como nos imaginábamos que suena, como queremos que suene.

¿Ha habido en esta ocasión también preponderancia de las primeras tomas? De primeras, también parecería que os movéis más cómodos en esos parámetros que en la grabación por pistas...

Absolutamente. Improvisar en general y darle ese toque mágico del aquí y ahora, de forma muy parecida al directo en un escenario. Grabar por pistas es algo muy diferente. Es otra cosa. Un tanto más científica, no tan fresca e intuitiva. Personalmente todo esto es lo que me hizo meterme de lleno en la música instrumental. La capacidad de abstraer y sacar el máximo jugo al instrumento y a cada parte de la banda. Te abre mucho la mente.

El nuevo álbum suena mucho más intrincado en lo compositivo y más matizado en arranques hard, algo así como menos furioso pero más impredecible, ¿cómo lo veis vosotros?

Desde el principio Cuzo fue concebido como un proyecto donde cualquier estilo musical que nos guste puede aparecer. Una mezcolanza surrealista y muy vital. Yo creo que muy pura también.

Parece también que todo encaja a la vez, hay menos transiciones entre el protagonismo de cada instrumento en cada uno de los temas, funciona más como un todo el asunto...

Bueno... es parte de la evolución de una banda. Afortunadamente nos encanta tocar en directo y hacemos muchos conciertos. Es lo que más nos gusta en la vida. Y cuanto más tocas en directo y más ensayas más empaque hay en el grupo, en su sonido y en su búsqueda. Y ciertamente los temas se desarrollan como un magma cada vez más fluido.

También es evidente una cierta sensación de luz y baile tras una trayectoria quizá marcada por la oscuridad y lo misterioso, ¿no?

Sí, de forma totalmente voluntaria. Cuzo se inició en un entorno de riffs pesados pero con una apertura hacia la banda sonora y el jazz rock absolutamente luminosa. Esa tendencia de buscar nuevas armonías y modos menos oscuros se ha ido notando cada vez más en cada disco. Nos encanta el rock y la presión sonora. Tocamos con amplificadores grandes de los 70 y nos transporta notar cómo vibra tu cuerpo, pero a la vez pensamos que el volumen y las frecuencias bajas no son monopolio de estilos más metálicos. A veces el metal adolece de no salirse de escalas menores y tritonos, y queda en un rango armónico muy pobre y a veces cansino. Yo creo que de ahí nació Cuzo, con la mirada puesta hacia adelante.

Parte de la evolución de Cuzo se deba al paso de diferentes bajistas. Ahora con Fermín parece que todo está más jazz y psicodélico que nunca. Supongo que ya con el segundo disco grabado sois los tres cada vez más familia...

Fermín antes de entrar en la banda era fan de ella. El día que vino a probar se sabía todos los temas. Estas cosas pasan aunque parezca mentira. Y realmente Cuzo cristalizó con él. Casi enseguida compusimos cantidad de nuevo material y empezamos a mejorar muchísimo en directo, a divertirnos tanto en el local como en el escenario y a escuchar mucha música juntos. Eso es lo más bonito que le puede pasar a un grupo. Y de eso nacieron nuestros dos últimos discos.

Erkin Koray, Santa Sofía en la portada... Hace unos años, Koray aparecía en el documental “Cruzando el puente: los sonidos de Estambul” de Fatih Akin. Contadme cómo nace este descubrimiento (o al menos plasmación en disco) del Anatolian Rock.

Hace como dos años les mostré mis discos del sello Finders Keepers de Ersen y Selda Bagcan a Pep y a Fermín. La psicodélica perfecta. Inevitable verse imbuido y atreverse a dar nuestra versión del asunto. Fermín me trajo un electro Saz precioso de Estambul y comenzamos a tocar con él. Al principio nos costó un poquito combinar nuestras explosiones fuzzeras con el sonido más sutil del Saz, pero esas resonancias hipnóticas y el comenzar a experimentar con nuevos ritmos ha sido lo que más nos ha hecho aprender en mucho tiempo. Además la respuesta del público en directo es apabullante. Gracias infinitas a Erkin Koray, Barış Manço, Bunalim, Derdiyoklar, Sem Caraca...

¿En qué aspectos de la chicha peruana os habéis inspirado para el álbum?

Realmente lo del sonido chicha o cumbia beat o el surf instrumental tropical llegó a Cuzo un poquito después del “Anatolian invasión”. Personalmente soy medio dominicano y hace un tiempo que vivo una especie de reencarnación de mis ancestros en mi propio cuerpo. No paro de escuchar güagancó, son montuno, merengue y cumbia. El fenómeno mágico de la música peruana o del rock peruano con todas las mezcolanzas imaginables con guitarras eléctricas es poco menos que alucinante. Una grandísima lección, como en el caso del rock turco en los 70, de que lo que importa no es lo que hagas sino como lo hagas. Esa es mi gran lanza conceptual en toda la música que he hecho en mi vida. Escuchar a Los Destellos, Los Mirlos, Los Beta 5 o Manzanita te transporta a una música donde todo puede pasar. Todo.

¿Por qué “son imaginaciones tuyas”?

Porque cada uno hacemos interpretaciones de lo que nos llega del exterior. Con las limitaciones de nuestros cinco sentidos, influidos por nuestro estado de ánimo y nuestro entorno cultural y temporal. Sería la definición que nos gusta de psicodelia. Algo que hace volar tu imaginación, llevarte a lugares inesperados y sentir las cosas. Como decía Aldous Huxley: “si las cosas se captaran sin el filtro de nuestros sentidos se mostrarían como realmente son: infinitas”.

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