Karlos Osinaga
Cantante de Lisabö
“Aún buscamos el país de Lisabö”

Un mes entero. Día tras día, escuché Animalia Lotsatuen Putzua (El pozo de los animales muertos). Hace ya casi un año de esto. Después mantuve algunas escuchas esporádicas hasta el concierto de mayo en la sala Moby Dick, junto a Ainara Legardon. Más tarde me cansé de leer las mismas preguntas, sobre las mismas cuestiones. Busqué una manera cercana de conseguir una entrevista que sonara diferente, pero lo único que escuchaba salía pretencioso. Busqué incluso la parte política de su poética, pero persistía el sonido pretencioso. Entonces pensé: bueno, estamos listos. No voy a conseguir nada hasta que los papeles se distribuyan sobre la mesa. Y, a fin de cuentas, lo que ahora se puede leer es el orden más coherente que le pude dar.

10/10/13 · 7:13
Edición impresa

Sólo me queda el enfoque, personal, con algunos flecos políticos. Es aquello por lo que me quedan ganas de publicar. En segundo plano o de fondo, lo musical, que es lo que ha cohesionado el resto de mis palabras. Palabras que han tomado forma gracias a la colaboración de Karlos Osinaga, como voz de Lisabö.

Después de 15 años, existe una evolución. ¿Cómo definiríais Lisabö, desde este punto?

Hay muchas cosas que a la hora de hablar de uno mismo terminan viciándose. Se mezclan los tópicos, se mezcla lo que crees que son las cosas, lo que te gustaría que fueran, etc. Lisabö ante todo, es un grupo de amigos. De buenos amigos. Y eso de entrada es un lujo, para llegar a ser en momentos algo realmente emocionante. Hacemos música juntos unos cuantos gañanes que íbamos a conciertos flipando con nuestros grupos favoritos o grupos que ni conocíamos. Hoy tenemos la suerte de que nos invitan a tocar a sitios que jamás habríamos imaginado.

¿Cuál es vuestro compromiso personal como banda?

No hay una línea editorial, desde luego. No hay nada premeditado o predeterminado. El hecho de que seamos un grupo de amigos que amamos cierto tipo de música y de actitud respecto a ésta hace que intentemos hacer música del modo mas honesto y consecuente posible. No se trata de decir que somos los más honestos del mundo ni los mas coherentes. Estamos algo lejos de ese podio. Nuestra lucha es mas en un plano personal y esto puede reflejarse en la música, quizá. También hay un compromiso claro por hacer las cosas a nuestro modo. Apostar por la autogestión y por marcar, en la medida de lo posible, nosotros nuestros tiempos y nuestras rutas. Es difícil. Cada vez más. Por el camino tienes grandes aciertos y cometes errores. Pero es, como cualquier cosa en la vida, otra forma de aprendizaje. Lo que sí está claro es que ésta no es solo una propuesta, digamos, estética. Hay un trasfondo muy sólido, ético e incluso político, aunque no sea explícito, que quizás tenga mas fuerza que la propia forma.

¿Os consideráis combativos?

Depende de cómo enfoques ese concepto. No somos un grupo de proclamas explicitas, aunque tengamos las ideas bien asentadas. Hacer rock por el simple hecho de hacer música es sólo la mitad. Tiene que haber amor detrás. Tiene que haber una razón sólida. Creer en lo que haces. En lo que te ha traído aquí. Siempre hay una actitud activa en intentar poner en práctica lo que hemos aprendido de otras bandas. Intentar hacer lo que haces con la máxima libertad posible. A partir de ahí cada uno interpreta qué caminos pueden facilitar o dificultar este objetivo. Cualquiera puede ser válido. Nosotros hemos apostado por lo nuestro. Hacer las cosas a nuestro ritmo, luchar por la autoproducción, seguir buscándonos la vida como hemos hecho hasta ahora.

En vuestros últimos directos habéis mencionando ciertas cuestiones que tocan de alguna manera el inconformismo y la indignación que se plantea en las calles ¿Desde qué lugar observáis este presente?

Es raro para nosotros hacer comentarios explícitos durante los conciertos. De hecho, en ocasiones, no sé si por la fatiga del propio concierto, no solemos tener mucha pericia para comunicarnos verbalmente. La mitad de las veces que hablamos terminamos pensando… “mejor me había callado”. Pero hay cosas que realmente están llegando a niveles mucho más que preocupantes. Insostenibles. No tenemos consciencia de la presión a la que se nos está sometiendo. Reconocemos el error del sistema pero da la impresión de que no tenemos el valor de romper y plantarle cara. O no se encuentra la forma. Hay que despertar; evidentemente.

¿En qué consiste Animalia lotsatuen putzua?

Hoy es mas fácil de responder a esa pregunta que hace 10 meses. Supongo que aquello fue una especie de… vómito. Sacar muchas emociones cruzadas que afloraban en ese momento, y muchas también almacenadas desde hacia tiempo, y que se condensaron en los meses que duró la composición y grabación del disco. Recordando lo que sucedía en aquellas semanas, desde esta perspectiva, es una especie de reacción en forma de ruido, de ritmos a veces violentos, a veces cíclicos.

¿Qué factores os planteáis cuando decidís componer de nuevo? ¿Qué inquietud os mueve a seguir grabando?

Hay una innegable necesidad de hacer cosas, de buscar algo, de vivir algo. Igual que en otros momentos cada uno puede tener una necesidad de desconexión, por cansancio, apatía, falta de motivación, existen otros momentos en los que te encuentras con energías y necesitas canalizarlas de este modo.

Pese a los cambios sufridos en la formación, desde los orígenes, siempre se percibe a Lisabö como unidad. ¿Cómo valoráis ese sentimiento dentro de la banda (si es que existe, claro)?

Pues en esto es donde quizás hayamos tenido mas suerte, porque en todo momento hemos encontrado esa sensación inalterada. Y no es poco. Sin ir más lejos, encontré a Imanol, uno de los primeros guitarristas, de la época de la maqueta, y me comentaba cómo permanecía la esencia (evolucionada) a pesar de los años y los cambios. Cada vez que ha habido que hacer un cambio no hemos echado mano del más virtuoso de la zona, sino de personas que fueran afines. En lo musical, y en todo lo que abarca una banda. La técnica no es lo más importante. Como decía el otro, “lo importante es el concepto”.

¿Qué dosis habéis desechado en el camino y qué esqueleto habéis dejado intacto para destacar como vuestras constantes?

La definición se da por sí misma. El proceso es muy natural. Cuando algo nos gusta nos damos cuenta y pasa un filtro. Los ensayos suelen forman parte del proceso creativo, compositivo, donde siempre acaban por surgir la improvisación, el collage, el error, la casualidad, el azar...

¿Cómo construís o deconstruís? ¿Mejor análisis o espontaneidad?

Hay mucha parte de espontaneidad. A veces demasiada. Y a partir de ahí análisis. Todo vale en el proceso de gestación. Luego viene la autocensura. Intentamos quedarnos con la sensación, más que con la forma. Si luego damos con una forma que consiga esa sensación… Adelante

En vuestros discos, se agarra cierta angustia. Pero una angustia con dirección, una presión encaminada. Una especie de viaje guiado a través de pulsiones apabullantes, casi agotadoras en el sentido físico; con minutados largos que conducen por una densidad traslúcida, un tanto invisible, pero siempre perceptiva... Esa sensación me hace pensar que habéis logrado modificar el lenguaje escrito y audible del hardcore. ¿Cómo se plantea cada cual la forma de abordar un estilo para conseguir modificarlo?

Si eso es así, desde luego no ha sido por una pretensión. Supongo que es el resultado de una búsqueda, que te lleva a un camino y éste a otra búsqueda. ¿Qué sucede en el viaje? Pues puede que eso que tu comentas o puede que otra cosa. Pero vamos. Más que abordar un estilo lo que abordamos es el viaje a no sabemos dónde para encontrar algo que nos satisfaga.

Vuestros conciertos se pueden calificar como extenuantes, ¿cómo describís la sensación encima del escenario?

Cuando estamos conectados puede llegar a ser una especie de liturgia. Tampoco es que vayamos a sufrir… evidentemente. Pero en los momentos en los que más poseído estás por la música si que adquiere esos tintes de catarsis. Como si después de cada momento no existiera otro. Y así continuamente. Pero bueno. Depende también de muchas circunstancias. Encontrar ese estado es lo que más determina la vivencia del concierto. En el caso de Lisabö y, aseguraría, en el caso de cualquier banda.

¿Qué parte os importa dentro del juego entre músicos y oyentes? ¿Qué valoráis en el proceso inverso, cuando sois el que escucha?

Siendo la música (con sus letras) una herramienta para comunicar, tanto en un sentido como en otro, el lograr como oyente o como músico transmitir o recibir una sensación del color que sea, pero que te aporte algo, eso es en ocasiones impagable. Creo que es un código muy dinámico y por suerte reversible.

Esto es una deducción en voz alta más que otra pregunta, pero, ¿encontráis un motivo para reivindicar el uso del euskara (además de la lengua materna y la parte cultural intrínseca en vuestras raíces)?

Bueno, es entendible que un idioma que no conoces pueda tener unas connotaciones. Para nosotros por el hecho de conocerlo no las tiene, con lo cual, no podría opinar. La opción no es estética, sino lógica y natural. En esto también hemos recibido una buena herencia. Mucha gente ha hecho buena música en euskara y eso ha aportado su parte, a la normalización de la lengua en este país.

Sin las letras de Martxel Mariskal, Lisabö sería otra cosa. ¿De qué manera influyen esas letras en el proceso?

Las letras de Martxel, cada día más, son la parte subliminal que la música puede ocultar. Una parte alimenta a la otra. Nadie sabe como ocurren, música o letra, pero unas dan vida a las otras y viceversa. Si faltara un elemento de los dos pues… sería diferente. Ni mejor ni peor. Diferente. De hecho, cuando leo un texto de Martxel… no le veo la necesidad específica de ninguna música.

La escena vasca, desde Esan-Ozenki y Metak (Bap!, Negu, Kortatu, -gailu…), pero sobre todo a partir de Dut, Izaera, Inoren Ero Ni, Musrsego... ha creado un lenguaje muy personal dentro de lo que se denomina rock y aledaños...Hablando un poco de bIDEhUTS, supone un riesgo, una apuesta cercana a la locura ya que es complicado hablar de la rentabilidad de un sello hoy en día, pero bIDEhUTS surge para…

Mirando atrás nos damos cuenta de que todo ha sido un camino plagado de nuevas puertas que se abrían y mostraban otras. Uno de los referentes importantísimos dentro de la música hecha aquí fue Dut. Sin duda alguna. Se puede decir que si Dut no hubiera existido probablemente Lisabö tampoco existiría, o su existencia sería bien diferente.
bIDEhUTS nace como una herramienta, un mecanismo, alrededor del cual, varios creadores (normalmente músicos pero también escritores) llevan adelante sus trabajos, autoproducidos. No es un negocio. Nadie vive de esto. Se trata de un trabajo personal de cada grupo para sacar sus trabajos, ayudado por un trabajo voluntario de varias personas que coordinan ciertos aspectos cotidianos alrededor de bIDEhUTS.

Habéis hablado poco de la idea de los singles como el de cOUPAGES#01, junto a Inoren Ero Ni. ¿De dónde nace la idea?

La idea de los cOUPAGES es una de nuestras joyitas, pero el tiempo y demás hacen que no se pueda llevar a delante con la deseada periodicidad. Solo hay una referencia, pero nos gustaría que hubiera 5, 10… La idea, como se explica, es juntar a dos o mas creadores y que compartan un mismo disco. Desde una colaboración caraA/caraB hasta una colaboración más integral. Habilidad libre. Formato single. Un formato que amamos. Y una colección. Lograr completar una bonita colección de coupages, una pequeña bodeguita, es algo que, aunque no lo demostremos por nuestra lentitud en el proceso, nos hace mucha ilusión. Las colaboraciones… de todos los colores. Empezamos con Inoren y Lisabö.

Os caracterizáis por cuidar bastante el formato físico de vuestros álbumes. ¿Cómo pensáis el artwork?

Le damos una importancia grandísima. Es como con la música. No sabemos lo que queremos, pero cuando lo encontramos sabemos si se acerca a esa abstracta sensación que se escondía por algún lado de nuestras cabezas. También en esto somos herederos. Cuando cae en tus manos un disco con un empaquetado especial es algo mas que un disco. Es como si fuera un regalo. Del mismo modo que hablábamos de la reciprocidad en el lenguaje de la música entre músico y oyente, también está en esto. Cuando adquieres un disco son muchas las cosas que adquieres. Y no solo la música o los textos. También su continente. Y todas las sensaciones que te puede generar tanto en el momento de hacerte con el como cada vez que lo revisitas.

Se os ve prácticamente en todos los medios especializados y no tan especializados, siendo un grupo cuyos parámetros comerciales no son precisamente los que marcan las normas. ¿Cómo habéis conseguido este lugar tan privilegiado entre los medios?

El departamento de comunicación, es la misma persona que hace el resto de promos de bIDEhUTS. bIDEhUTS no paga anuncios. No invierte en promoción. Todo se hace de un modo bastante simple, que no insuficiente. El hecho de que haya tenido repercusión el disco puede que sea a la trayectoria poco habitual de la banda. Supongo que en esta ocasión había más… expectativas.

Hablando un poco de bIDE­hUTS, supone un riesgo ya que es complicado hablar de la rentabilidad de un sello hoy en día, pero bIDEhUTS surge para…

bIDEhUTS nace como una herramienta, un mecanismo alrededor del cual varios creadores (músicos y escritores) llevan adelante sus trabajos, autoproducidos. No es un negocio. Nadie vive de esto. Se trata de un trabajo personal de cada grupo para sacar sus trabajos, ayudado por un trabajo voluntario de varias personas que coordinan ciertos aspectos cotidianos alrededor de bIDEhUTS.

Bonus track: ¿alguna otra pasión, además de la música?

La vida contemplativa. El cine. La vida contemplativa y conversar.

¿Lisabö sigue siendo Lisboa en un idioma inventado?

Aún buscamos el país, pero el idioma existe seguro.

¿Algo que os haya influido como banda?

Gente y personas. Y grupos y músicos. Entre los músicos, desde Mikel Laboa, Dut, Fugazi, The Shipping News, etc. De entre las personas, todas estas anteriores, somos privilegiados en haberles conocido, y además de éstos, cada gente-persona que construye y cimienta tu vida.

Tags relacionados: Euskadi Número 206 Música
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