ENTREVISTA / FRAN DEL BUEY, DE PRESOS GALIZA
“El VIH para una persona presa es la pena más dura”

Presos Galiza es uno de los colectivos que se ha opuesto frontalmente al registro de
infectados de VIH en el Estado. Hablamos con uno de sus miembros, Fran del Buey.

29/11/07 · 0:00
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DIAGONAL: ¿Qué supone tener un
registro de infectados de VIH en un
lugar como la cárcel?

FRAN DEL BUEY: Aunque el registro
del que hablamos es algo genérico
que afecta a toda la población,
en las cárceles la vulneración
de los datos de carácter personal
es algo cotidiano y asumido como
algo necesario para mantener la
optimización del sistema. Es un
elemento de base de la seguridad.
El sistema lesiona sistemáticamente,
y a sabiendas, los derechos de
rango fundamental de la persona
presa, derechos no limitados por el
fallo condenatorio, tales como la
intimidad, la confidencialidad y la
dignidad.

El derecho al habeas data, que
permite a una persona que figura
en un registro acceder a la información
registrada sobre su persona
y solicitar correcciones si le causara
algún perjuicio, es inexistente
en la cárcel.

D.: ¿En qué condiciones sanitarias
viven las personas con sida dentro
de los centros penitenciarios?

F.D.B.: Las condiciones sanitarias
de la cárcel son penosas. La cárcel
de hoy en día sigue siendo un auténtico
almacén de personas, y,
por lo tanto, una de sus principales
carencias son las condiciones
sanitarias. Las prisiones, en su mayoría
hacinadas, sucias y sin condiciones
higiénicas, se encuentran
atestadas de personas con graves
problemas de salud, que precisan
tratamientos individualizados.
Muchas personas presas son portadoras
de enfermedades infecciosas
y contagiosas. Llevamos años
gritando ante las cárceles aquello
de “sida más cárcel, igual a pena
de muerte”, dado que durante esta
última década el VIH ha sido la pena
más dura. Esto supone la imposición
anónima y silenciada, esto
último entre comillas, por parte
del Estado de una auténtica pena
capital para aquellas personas que
han tenido la desgracia de ir a parar
con sus huesos a la cárcel...
Entre otras circunstancias de esta
tragedia, se debe citar la desidia
de la Administración en la adopción
de medidas paliativas, implementado
programas de atención
sanitaria con una década de retraso
(como el uso de agonistas tipo
metadona), y la negligente prohibición
en la adopción de medidas
preventivas, con la prohibición y
la sanción del uso de jeringuillas y
el sometimiento de las personas
presas afectadas por el VIH a regímenes
de seguridad, como los
FIES (Ficheros de Internos de
Especial Seguimiento).

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