Judith Halberstam, directora del Centro de Investigaciones Feministas en la Universidad de California y profesora de Literatura en la Universidad de San Diego, es la autora de ‘Masculinidad femenina’. Para presentar el libro que publicó por primera vez en 1997 y que acaba de ser traducido al castellano por Javier Sáez, ha
estado en Madrid los días 21 y 22 de mayo.
Primer punto de la ruta, la
facultad de Ciencias Políticas
y Sociología de la
Universidad Complutense
de Madrid. En esta primera parte
Halberstam, ante l@s estudiantes
y activistas queer, resaltó la importancia
de mirar a las subculturas,
entendiendo éstas como aquellas
minorías culturales dentro de
una cultura más homogénea, y dedicarles
un espacio en la investigación
en tanto que conforman
parte esencial del objeto de estudio.
Explicó cómo históricamente
se ha estudiado la masculinidad
exclusivamente a través del hombre
blanco heterosexual de clase
media-alta. Echando un ojo al recorrido
histórico de la construcción
de la masculinidad, Halberstam
incluye a algun@s otr@s actores
clave en el proceso, desde
hombres negros y/o trabajadores,
hasta mujeres (de cualquier orientación
sexual), y hombres gay. Su
libro se centra en las mujeres como
posición desde la cual también
se construye masculinidad.
Asimismo otro de los puntos importantes
que la autora analizó es
el hecho de que, al contrario que la
’masculinidad femenina’, la ’feminidad
masculina’ sí ha tenido un espacio
más allá de lo privado. A lo
largo de la historia se hallan diversas
representaciones de la ’feminidad
masculina’. En cambio, la ’masculinidad
femenina’ apenas ha sido
tenida en cuenta y, cuando lo ha sido,
ha tenido connotaciones más
negativas. Halberstam explica cómo
la mujer masculina era rechazada,
entre otros factores, porque
era considerada competencia para
el hombre heterosexual. Esto nos
lleva a su crítica sobre la asociación
directa entre masculinidad y lesbianismo,
ya que considera que la
masculinidad femenina puede asociarse
a muchos otros ejes, como
por ejemplo, el trabajo.
De la calle a los libros
También resaltó que, a pesar de la
insistente negación de la susodicha
’masculinidad femenina’, existen
factores que demuestran que sí la
hay, desde hace lo menos un siglo.
Prueba de ello es la multiplicidad
de palabras que existen para designar
a las mujeres masculinas, como
por ejemplo, camionera, butch,
bollera, marimacho, chicazo, etc.
Otro concepto clave que la teórica
ofreció para entender la ’masculinidad
femenina’ es ’transgénero’,
aquellas personas que no se sienten
identificadas con el género que
se les ha adjudicado socialmente a
partir de su sexo biológico. Es por
ello que, como dice Halberstam,
“las mujeres masculinas pueden
enmarcarse dentro de esta categoría”.
Dentro de las diferentes perspectivas
que la teoría queer ofrece
para tratar la identidad, la autora
considera que “las categorías (y por
tanto las identidades) son un lugar
desde el que constituirse como sujeto
político”.
Segundo punto de la ruta. El encuentro
tiene lugar en la Librería
LGTB Berkana, donde la presentación
será menos profunda que la
primera, pero será más distendida
al desarrollarse en un ambiente
menos académico. En esta ocasión,
Halberstam se centró en tres
ideas principales: la ‘masculinidad
femenina’ y su relación con el lesbianismo;
las drag-kings y la importancia
de las subculturas; y el
transgenerismo. Introdujo así la
idea de performatividad en los espectáculos
drag-king. Habló de lo
poco conocidos que son éstos,
frente a las archiconocidas Dragqueens,
explicándolo a través de
la condena que han sufrido las
mujeres masculinas históricamente.
En este sentido señaló que el
hombre femenino no desciende
necesariamente en la escala social,
ni la mujer masculina asciende
necesariamente.
Por lo tanto, según esta premisa,
la masculinidad no inferiría
poder en sí misma, sino que dependería
también de la posición y
subjetivización de quien la construyese.
Así, entre ambas presentaciones
logró dar una explicación
amplia, pero a la vez entrando
en algunos detalles, sobre el
tema de su libro, mientras apuntaba
también a cuestiones interesantes
sobre teoría queer. Fueron
dos charlas accesibles para todo
el mundo, para l@s más entendid@
s, y para l@s menos.
Nuevos y viejos temas
Para concluir, a raíz de la presentación
de Masculinidad Femenina, se
abren debates muy interesantes tanto
para la teoría como para la acción
política, como por ejemplo, la vulnerabilidad
de la masculinidad como
un elemento exclusivo de hombres
blancos de clase media-alta; o la
masculinidad femenina dentro de los
marcos feministas, ya que ha sido
motivo de discordia; o cómo se constituye
la masculinidad, si la masculinidad
femenina reproduce valores
patriarcales, etc.; o si la construcción
de masculinidad conlleva empoderamiento
para las mujeres; o de qué
modo transgrede la masculinidad femenina
las dicotomías (masculinidad-
feminidad); o si las categorías
son lugares temporales desde los
que constituir un sujeto político para
una situación concreta o si, por el
contrario, permanecen en el tiempo
como lugar de generación de identidad
necesaria para luchas que se extienden
en el tiempo; etc.
Todos ellos, debates complejos
que requieren de perspectivas múltiples
y tiempo necesario para llegar
a buen puerto. Y puest@s a buscar
bibliografía, qué menos que recomendar
Masculinidad Femenina
de Halberstam, donde se pueden
encontrar, si no respuestas, al menos
guías para llegar a ellas.
TEORÍA QUEER
Desarrollada al albor de las luchas de los años '80, se ocupa de pensar y conceptualizar las múltiples relaciones entre sexo, género y sexualidad. Parte de analizar el género y la sexualidad como una construcción social y no como una realidad natural. Da una dimensión política subversiva al repensar las identidades desde lugares situados fuera de las reglas de género y de las prácticas del deseo heterosexual normativas.
DRAG KING
Esta figura se puede entender como la de artistas, generalmente mujeres, que ejecutan un estereotipo de género marcadamente masculino, además de vestirse y caracterizarse como tal, para realizar la representación.
TRANSGÉNERO
Categoría que sirve como paraguas para albergar a todas aquellas personas que tienen una identidad de género que no coincide con el sexo médica y quirúrgicamente asignado al nacer, y que se sale de los estereotipos sociales marcados, de los roles de género normativos, que la sociedad establece para el género que le asignaron al nacer.
PERFORMATIVIDAD
En lo referido al género y la sexualidad, sugiere que las identidades de género se construyen mediante procesos de reiteración de las normas y roles establecidos socialmente. Así, el género es el efecto performativo que un individuo experimenta como una identidad natural. La política de la performatividad por la que apuesta la teórica estadounidense Judith Butler consistiría en una reelaboración subversiva de la coherencia de género.
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