ÁFRICA // LOS PLANES INTERNACIONALES DE AYUDA FRACASAN Y SURGEN NUEVAS INICIATIVAS LOCALES
Pueblos marcados por el sida

En África han muerto y mueren más personas como consecuencia del virus del sida que en las guerras que han
azotado y azotan todavía al continente. Según los datos del programa contra el sida de la ONU, ONUSIDA, de
los tres millones de personas muertas a causa de la enfermedad en 2004, el 70% eran africanas.

15/05/06 · 16:28
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POR LOS GENÉRICOS. Manifestación en Sudáfrica contra el negocio que las multinacionales farmacéuticas han hecho del sida.

No le falta razón al presidente de la
Comisión para el Sida y la Gobernabilidad
en África, K.Y. Amoako,
cuando dice: “El sida ha cambiado
África para siempre. Está cambiando
la producción, la educación y la
mano de obra. Mueren los adultos
en la primavera de sus vidas, los
niños crecen sin un acompañamiento
que les enseñe el civismo y
algunos estados están al borde de
la miseria y sin capacidad para formar
personas”.

Los efectos del sida resultan gravísimos
para la demografía del continente
negro. Lo constata el último
informe sobre desarrollo humano
elaborado por la ONU: “Hace 20
años, un nativo del África subsahariana
tenía una esperanza de vida
24 años inferior a la de una persona
nacida en un país desarrollado,
una distancia que tendía a reducirse.
Hoy la diferencia se ha agudizado
hasta alcanzar los 33 años, y la
expansión del sida es el principal
factor de esta regresión”.
Para la demografía africana el sida
no sólo es un “factor de regresión”
debido a las muertes que origina.
De hecho, ha llegado incluso a
plantear la posible extinción de la
población de un país. El rey de Suazilandia,
Mswati III, advirtió del
riesgo que corría la población de
su Reino ante el Parlamento a principios
de 2003. “Hay una posibilidad
muy real de que nuestro pueblo
deje de existir si no cambiamos
nuestra actitud y nuestro comportamiento”,
dijo. Una estimación
justificada pues en Suazilandia,
donde viven poco más de un millón
de personas, el 40% de la población
está infectada por el sida. No lejos
de esta trágica proporción se encuentran
los más de uno de cada
tres ciudadanos de Bostwana y el
cuarto de la población surafricana
que son portadores del VIH. La zona
en la que se encuentran estos
países, el África meriodional, es la
región donde la enfermedad crece
con mayor rapidez.

Todo lo contrario ocurre con los
planes de lucha contra el sida de
la Organización Mundial de la
Salud (OMS). Debido al lento ritmo
con que desarrolla sus actividades,
la OMS se ha visto obligada
a renunciar a los objetivos del
así denominado plan “3 por 5”.
Tres porque el plan tenía como objetivo
dar tratamiento con antirretovirales
a tres millones de personas,
la mitad de los enfermos de
sida que necesitan tratamiento urgente.
Cinco porque el final de
2005 fue el plazo límite que se fijó
la OMS en diciembre de 2003 para
alcanzar su objetivo de tres millones
de enfermos en tratamiento.
Pero la OMS no lo logrará. En junio
se publicó el último documento
que informaba sobre el desarrollo
del plan y tan sólo medio millón
de africanos tuvieron acceso
a los antirretrovirales.
“La verdadera batalla es la del
dinero”, decía un experto de la
OMS tras hacerse público que será
difícil alcanzar la mitad de lo
que se propuso la organización
hace casi dos años. Este técnico
no trataba de desviar la atención,
la ONU se pronuncia muy claramente
sobre los 6.000 millones de
dólares destinados a la lucha contra
el sida, a través del Fondo
Mundial para la lucha contra el sida,
la tuberculosis y el paludismo.
“Actualmente, ese dinero no sirve
ni para contener la crisis”, según
el último informe de desarrollo
humano de la ONU. Mientras, en
ONUSIDA proponen una cifra de
“al menos, 18.000 millones de dólares
a sumar a los fondos actualmente
destinados”. Su director
ejecutivo, el doctor Peter Piot,
advierte: “Si no aumentamos
nuestra acción contra el sida de
manera significativa sembraremos
desastres futuros, y no sólo
en el África austral”.

Actuaciones alternativas

A pesar del descenso del coste
anual de una triterapia, un tratamiento
contra el sida que asocia
tres medicamentos antirretrovirales,
las formas de combatir el
sida en África son prohibitivas
para los africanos. Los 150 dólares
que vale ahora uno de esos
tratamientos, aunque un precio
más razonable que los 10.000 dólares
que costaban hace menos
de cinco años, son impagables
para la mayoría de los ciudadanos
y para los servicios sanitarios
de los estados africanos.

Por tanto, no extraña que en
países como Burkina Faso hayan
surgido tratamientos emancipados
de las empresas farmacéuticas
multinacionales, que sólo
aportan soluciones a las carestías
médicas africanas si es para obtener
beneficio de la enfermedad
del continente. Desde abril del
2000, científicos de Uagadugú
trabajan en la mejora de un tratamiento
basado en plantas inmunoestimulantes.
También está
cambiando el estatus del enfermo
de sida en África. A menudo es
tabú en África, pero no en la barriada
de Kigali, la capital de
Ruanda, donde se encuentra el
Centro Médico Social del barrio
popular de Birgoyo. Allí, desde
hace siete años, trabajan ‘enfermos’
seropositivos con enfermos
que han desarrollado la enfermedad
y con empleados ‘sanos’ del
centro sanitario en un restaurante
del que son responsables los
infectados por el VIH. Gracias a
este proyecto, nueve familias
contarán con un salario mejor.

Tags relacionados: Naciones Unidas (ONU) OMS
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