El proceso silencioso del amianto

Años después de haber manipulado amianto, muchos trabajadores han sufrido cáncer de pulmón o mesotelioma, pero estas patologías no son
reconocidas como enfermedades laborales.

28/01/10 · 0:00
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El 15 de enero, el empresario italiano
Rodolfo Belleli, de 97 años, era condenado
en Mantua a tres años de cárcel
y a pagar una indemnización de
2,4 millones de euros a las familias
de cuatro operarios muertos de cáncer
de pulmón por exposición al
amianto en su empresa durante 18
años. Una insólita noticia de reconocimiento
de una enfermedad laboral.
A la hora de abordar las políticas
de prevención en el empleo, además
de los accidentes laborales, hay que
tener en cuenta las llamadas ‘enfermedades
profesionales’. A finales
del pasado año, CC OO celebró el I
encuentro sobre Buenas Prácticas
en Seguridad y Salud Laboral, donde
se demandó la necesidad de “hacer
visibles las enfermedades profesionales
que provocan diez veces
más víctimas mortales que los accidentes
laborales”, según palabras
de Francisco Ferrero, secretario de
Salud Laboral de CC OO Andalucía.
El problema radica, principalmente,
en que estas enfermedades profesionales
no están reconocidas ni por
la Seguridad Social ni por las mutuas.
Junto a esto, la insuficiente vigilancia
de la Administración y el incumplimiento
de las normas de prevención
laboral por parte de las empresas, hacen
que los casos que aparecen de
enfermedades profesionales en
aquellas plantillas expuestas a sustancias
nocivas, como es el caso del
amianto, queden totalmente desprotegidas.
CC OO en estas jornadas
anunciaba que “en los próximos
años, sólo a consecuencia del amianto,
500.000 personas fallecerán en
Europa, y de ellas, 50.000 serán de
España y 5.000 de Andalucía”.
El amianto o asbesto es un producto
mineral fibroso, resistente al
ataque químico e incombustible,
fuerte, duradero y de bajo coste, por
lo que ha sido muy usado en actividades
de construcción y productos
industriales: tejas para recubrimiento
de tejados, baldosas y azulejos,
productos de papel y productos de
cemento con asbesto, embragues de
automóviles, frenos, componentes
de la transmisión, conductos de aire
acondicionado, tuberías, materias
textiles termo-resistentes, envases,
paquetería y revestimientos, pinturas...
y un largo etcétera de hasta
3.000 aplicaciones industriales.

Exposiciones peligrosas

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David Fernández

El riesgo de que pasen fibras respirables
al aire aumenta durante la
manipulación de materiales que
contienen amianto, como en trabajos
de demolición, corte, taladrado,
rotura o cuando los materiales están
muy envejecidos. La exposición al
asbesto puede ocasionar enfermedades
irreversibles del aparato respiratorio,
como cáncer de pulmón,
mesotelioma maligno [tumor canceroso
del revestimiento del pulmón y
de la cavidad torácica (pleura) o del
revestimiento del abdomen (peritoneo)]
y otra enfermedad pulmonar
crónica llamada asbestosis. En el
Estado español no se prohibió totalmente
el amianto hasta 2001, aunque
las primeras medidas se habían
adoptado en 1984. Japón y Australia
no lo prohibieron hasta 2003 y otros
países como Francia y Reino Unido
lo sacaron de la circulación legal en
la segunda mitad de los ‘90.
El mesotelioma pleural es una de
las enfermedades profesionales más
frecuentes, causadas por el efecto de
la exposición a este producto. Según
un artículo publicado por miembros
de la Unitat de Recerca de Salut Laboral
de la Universidad Pompeu
Fabra, Silvia Pitarque y Fernando G.
Benavides, “caben pocas dudas sobre
la relación entre la exposición al
amianto y enfermedades como el
mesotelioma pleural y, sin embargo,
el número de casos reconocido en
España por la Seguridad Social dista
mucho de la realidad: seis casos en
2003, y cinco en 2005”.
“Que las enfermedades por
amianto estén de actualidad pasa
por que es una sustancia cuyos
efectos no tienen graves consecuencias
para la salud hasta pasados
diez años o más, y ahora es
cuando están empezando a aparecer
enfermedades y muertes causadas
por el amianto”, declara Paco
Puche, miembro de Ecologistas en
Acción en la provincia de Málaga.
Las demandas han alcanzado tal
importancia que se ha propuesto la
conformación de un Tribunal Penal
Internacional Laboral, en el que se
juzgue a las empresas que han incumplido
las normas de prevención
laboral que se deben tomar frente a
las consecuencias de la manipulación
y exposición al amianto.
Esta propuesta implica una lucha
larga y no exenta de complicaciones,
dado que no existe aún ningún
Tribunal Penal Internacional de tales
características que dé cobertura
a las enfermedades profesionales.
Mientras tanto, hay en marcha otra
propuesta, quizás de más fácil consecución,
que es la de llevar este tema
ante el Tribunal Permanente de
los Pueblos. Este tribunal fue creado
con la intención de reivindicar y visibilizar
aquellas actuaciones que la
ciudadanía considera que tienen que
salir a la luz y ser juzgadas, pero el
Estado no hace por plantearlas ni
elevarlas al estatus de cosa pública,
como en el caso de la deuda externa.


MUERTES EN EUSKADI

La Asociación de Víctimas
del Amianto de
Euskadi (Asviamie)
apoyó el año pasado
a la familia de
un trabajador de
Ondarroa para que se
reconociera su muerte por
exposición al amianto como
enfermedad profesional.
Denunciaron además a las
mutuas, por el no reconocimiento
sistemático que muestran
hacia las enfermedades
profesionales, lo que dificulta
que las familias puedan recibir
una compensación por parte
de las empresas, de
acuerdo a la legislación
vigente. También
en el juzgado
de lo social de
Donostia se denunció
la muerte de un
operario el pasado agosto,
por la misma causa, para
que se reconociera la enfermedad
profesional por parte del
Instituto Nacional de la Seguridad
Social. La Asviamie se concentró
ante el Palacio de Justicia
con el lema “El problema
existe, el amianto mata, el asesino
silencioso”.


ARCELOR, IZAR Y NAVAL GIJÓN

Según noticias publicadas
por CC OO,
las empresas Arcelor
Mittal, Izar y
Naval Gijón han
sido condenadas a
indemnizar a las familias
de tres trabajadores
fallecidos a causa de cánceres
originados, según la sentencia,
“por su prolongada
exposición al amianto durante
su actividad laboral en dichas
empresas”. A pesar de esta
noticia, desde CC OO Asturias
se advierte de que en España
aún no se reconocen fallecimientos
derivados de
enfermedades profesionales
y se
añade que, además,
desde que
estas enfermedades
están siendo
gestionadas por las
mutuas, su detección y declaración
ha descendido: “En
2006 eran el 85% del total;
en 2007, el 68%; en 2008, el
64%, y en lo que va de 2009
sólo el 58%”. El reconocimiento
que hace la Seguridad
Social de estas enfermedades
es a su vez ínfimo.


VICTORIA EN MANTUA

El empresario italiano
Rodolfo Belleli de
97 años fue condenado
el pasado 15
de enero a tres
años de cárcel y a
pagar una indemnización
de 2,4 millones de
euros a la familia de cuatro
operarios muertos de cáncer
de pulmón después de haber
trabajado en la industria
mecánica Belleli, expuestos al
amianto desde 1962 a 1980.
Mientras, en Turín continúa el
“mayor proceso sobre el
drama del amianto en Italia”,
según anunciaba un
periódico digital. La
empresa acusada
es Eternit, que
quebró en 1986, y
los empresarios
involucrados son el
multimillonario suizo Stephan
Schmidheiny y el barón
belga Jean-Louis de Cartier.
Un total de 2.889 personas y
asociaciones conforman la
parte civil de lo que parece
ser uno de los mayores procesos
judiciales llevados a cabo
con el fin de reconocer los
efectos del amianto.

ESTIMACIONES
de casos de mesotelioma y
cáncer pleural por exposición al
amianto en diferentes países:

- JAPÓN 101.400 casos 2000-2039
- HOLANDA 490 hombres 2017
- FRANCIA 20.000 hombres 1996-2020
- ITALIA 800 casos/año 2012-2024
- REINO UNIDO 3.300 hombres/año 2020
- EE UU 70.990 hombres 2003-2054
- ESPAÑA 1.321 hombres 2007-2016
- AUSTRALIA 11.000 casos 2002-2020

FUENTE: Unitat de Recerca de Salut Laboral de la Universitat Pompeu i Fabra.

Tags relacionados: amianto Número 118
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David Fernández
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