SALUD
Más Higea , menos pastillas

Higea era la diosa griega
de la salud. Representaba
el arte de vivir con
salud y recuperarla por
uno mismo. Y este arte se estaba
perdiendo. A mediados de los años
‘70, después de 40 o 50 años de
medicina muy farmacológica, resurgieron
los enfoques higienistas
de la medicina preventiva y algunas
escuelas naturistas. Esto era
necesario para frenar el ‘pastillaje’
al que estaban siendo sometidos
nuestros cuerpos.

, Médico y miembro del colectivo Sumendi
10/05/06 · 20:51
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Higea era la diosa griega
de la salud. Representaba
el arte de vivir con
salud y recuperarla por
uno mismo. Y este arte se estaba
perdiendo. A mediados de los años
‘70, después de 40 o 50 años de
medicina muy farmacológica, resurgieron
los enfoques higienistas
de la medicina preventiva y algunas
escuelas naturistas. Esto era
necesario para frenar el ‘pastillaje’
al que estaban siendo sometidos
nuestros cuerpos.

El cuerpo se cura a sí mismo en
numerosas ocasiones: nuestro
‘cuerpomente’ es un organismo
muy poderoso, aunque no todopoderoso.
Ni la alimentación sana ni
la vida sana son panaceas, y hay
aún muchas enfermedades cuya
causa se desconoce y, aún conociéndose,
no se sabe cómo curarlas.
Esto es válido tanto para la medicina
científica como para las terapias
llamadas alternativas.

Pero en las últimas décadas hay
algo que está cambiando. Cuando
yo estudiaba Medicina, hace unos
25 años, había una coletilla al final
de muchos tratamientos farmacológicos:
“medidas higiénico-dietéticas”.
Era una rutina, se decía por
tradición, sin mucha fe, porque el
énfasis se ponía casi siempre en los
fármacos específicos, fueran éstos
antiguos o novedosos.

Con el avance espectacular en el
conocimiento de muchas causas y
factores de riesgo, el modelo terapéutico
imperante debería cambiar.
Hoy en día hay una inercia y
se le hace mucho el juego a las
multinacionales farmacéuticas,
cuando en muchas patologías los
enfoques higiénico-dietéticos superan
o complementan a la farmacopea.
Se están acumulando pruebas
e investigaciones que avalan la
solvencia de muchas terapias no
farmacológicas basadas en el cambio
de hábitos: dieta, ejercicio,
abandono de tóxicos, control del
estrés, etc. El tabaco y el alcohol
provocan juntos entre 150 y 200
enfermedades, muchas de ellas
graves y mortíferas. Recetar ejercicio
es tan importante como recetar
fármacos. Dejar el tabaco y tomar
más fruta y pescado es tan importante
como tomar corticoides para
el asma. Para muchos males cardiovasculares,
comer más fruta y
pescado, hacer ejercicio y mantener
un peso prudente es tanto o
más eficaz que tomar fármacos antihipertensivos,
y tiene menos efectos
secundarios. Si bien es verdad
que en otras muchas ocasiones habrá
que hacer medicina complementaria
tomando además los fármacos
prescritos.

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