PANORAMA // EL PENSADOR MIKE DAVIS APORTA CLAVES SOBRE LA CRISIS SANITARIA
La producción industrial de carne, fuente de la gripe

Tras la crisis de la gripe porcina, queda la sensación ambivalente de que no nos
han contado la mitad de la historia al tiempo que nos atiborraban con
información. Hablamos con el autor de Ciudad de Cuarzo Mike Davis.

14/05/09 · 0:40
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Durante los días en los que se cerraba
esta edición, diferentes científicos,
como los del Instituto Nacional
para la Investigación Médica
de Gran Bretaña, comenzaban a
sugerir que el temido virus de la influenza
porcina, gripe A o nueva
gripe podía ser menos letal de lo
anunciado, pues parecía afectar
sólo a las vías respiratorias altas y
no a los pulmones. Para entonces
la gripe había cambiado varias veces
de nombre, con la pretensión
de no herir sensibilidades ni intereses
económicos, y los niveles de
las alertas sanitarias mundiales
habían batido récords. Gracias a
los medios españoles, además, conocimos
a didácticos virólogos
que nos presentaron al H1N1 y familia,
estábamos al tanto de cada
uno de los casos que aparecían en
el mundo y en España (¡), sabíamos
que Putin no quería más jamón
ibérico y que hasta en las telenovelas
mexicanas habían prohibido
los besos y las caricias.

Pero apenas ha habido mención
a una de las causas claras de éste y
otros brotes gripales: la rápida
transmisión y mezcla de los virus
generada por la producción intensiva
de carne en el mundo. De poco
ha valido que, entre otras fuentes,
la revista médica The Lancet
publicara un editorial en 2006
apuntando a la producción y el comercio
industrial de pollo como
causa del último brote de gripe
aviaria o que la revista Science advirtiera
ya en 2003 de que la gripe
porcina evolucionaba cada vez
más rápido por el aumento del tamaño
de los criaderos industriales
y el uso generalizado de vacunas
en ellos. En el Estado español no
se habla de este asunto.

Imposible olvidar, por otra parte,
los millones de antivirales que se
quedaron almacenados en los hospitales
con el episodio de gripe
aviar, para tranquilidad del mundo
y sobre todo de las arcas de la farmacéutica
Roche, que comercializó
de forma exclusiva el principal
antigripal en este caso: Tamiflu.

En busca de respuestas, contactamos
con el pensador que en 2006
ofreció una de las explicaciones
más lúcidas sobre los determinantes
sociales y económicos de la expansión
del virus H5N1, el de la gripe
aviar, en su libro El monstruo
llama a nuestra puerta
. Mike Davis
señala a la industria pecuaria como
responsable también de este brote,
que, según algunas interpretaciones,
pareciera el fruto de un desastre
natural o del designio divino: “A
medida que hemos sabido más sobre
el epicentro de la crisis en una
comunidad pobre mexicana [La
Gloria] cerca de un gigante estadounidense
de la producción porcina
[Smithfield Foods], en el Estado
de Veracruz, parece cada vez más
obvio que esta crisis tiene más que
ver con otras como la fuga tóxica
de una fábrica de pesticidas de
Bhopal, en la India, o con un vertido
de carburante de un petrolero
que con un ataque anónimo de la
naturaleza”. Y aporta un dato revelador:
en 1965, había en EE UU 53
millones de cerdos repartidos en
más de un millón de granjas; hoy
65 millones de cerdos se concentran
en 65.000 instalaciones.
Davis también cuestiona la seguridad
de los sistemas de alerta internacionales
propugnados por la
OMS, acompañados por la masiva
administración de antivirales y vacunas,
si se dispone de ellos, a la
población. “La mayor parte de la
humanidad carece de acceso a los
antigripales farmacéuticos. Según
la estrategia de la OMS, muchas de
las naciones de la OCDE (Organización
para la Cooperación y el
Desarrollo Económico) están construyendo
trincheras biológicas,
más que construir capacidad de
respuesta alrededor del planeta. La
mayoría de las líneas de producción
de antivirales y vacunas están
concentradas en Europa occidental.
La mayor parte de uno de
los antivirales claves, Tamiflu, es
atesorada por los países ricos y las
personas más acaudaladas de los
países pobres. Hace seis años, la
OMS rechazó las demandas de la
India para permitir fabricar la versión
genérica de Tamiflu”, señala
el historiador y urbanista conocido
también por sus trabajos sobre el
control social en las ciudades y la
pobreza de los suburbios.

“Los medicamentos
que salvan vidas deberían
ser un derecho humano global.
La OMS ha de comprometerse
en el desarrollo de vacunas universales”,
reclama.

Líneas de frente sin cubrir

Otro aspecto reseñable es que no
existen sistemas de vigilancia
adecuados en las propias granjas,
foco de los contagios de animales
a humanos. Y, como denuncia
Davis, “los países más ricos han
fallado totalmente en transferir el
estado de los avances biotecnológicos
a las líneas de frente de las
enfermedades, en los países empobrecidos”.
A pesar de que México
tiene médicos de reconocido
prestigio, los ensayos sobre el virus
porcino se han realizado en
Winnipeg, Canadá.

Artículos relacionados:

[ Las otras epidemias: sanidad precaria y control social->7929]
_ Matteo Dean (La Jornada) / Ciudad de México

[Los nombres de la peste: la gripe capitalista->7928]
_ Gustavo Duch Guillot, de Veterinarios sin Fronteras

Tags relacionados: Número 102 OMS
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