VIENA : DEMANDAN A LAS AUTORIDADES EUROPEAS UNAS POLÍTICAS DE DROGAS JUSTAS Y EFICACES
La búsqueda de la paz en la guerra contra las drogas

Centenares de activistas
pidieron en Viena el final
de la guerra contra las
drogas, con motivo del
segundo pleno, tras diez
años del primero, de la
Junta Internacional para
la Fiscalización de
Estupefacientes.

20/03/08 · 0:00
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MARCHA. La Drug Peace March ocupó las calles vienesas por la despenalización de las drogas / AMEC

Serían las cinco y media de la tarde
del viernes, 7 de marzo, cuando se
concentraba en una esquina vienesa
de Pratersten la caravana colorista
que recorrería la larguísima
calle Lassalle para enfilar después
por el puente sobre el Danubio hacia
el Viena International Centre,
sede de la ONU. Era la Drug Peace
March. Unos cuantos centenares
de activistas llegados de toda Europa
desfilaban alegremente tras sus
pancartas en diferentes idiomas
(“Es la hora de otra política de drogas”,
“Declara la paz a las drogas”,
“Legalización del cannabis ya”, “La
hoja de coca no es droga”, etc.) y
acompañados por la sorprendida,
aunque correcta, policía (mucha
policía) de la singular capital del
viejo imperio austro-húngaro.
Acudíamos festivamente a la llamada
de la Coalición Europea por
Políticas de Drogas Justas y Eficaces
(ENCOD por sus siglas en inglés),
plataforma fundada en 1993
por ciudadanos europeos afectados
y/o preocupados por la actual prohibición
internacional de las drogas.

En esta coordinadora, nucleada
en torno al manifiesto Por una
política de drogas justa y eficaz suscrito
en 1998, confluyen consumidores,
trabajadores de la salud,
científicos, expertos y activistas
(www.encod.org). Y acudíamos
precisamente el fin de semana del 8
y 9 de marzo porque el 10 se iniciaba
en Viena la reunión de la Junta
Internacional para la Fiscalización
de Estupefacientes (JIFE), organismo
de la ONU encargado del cumplimiento
de los tratados sobre drogas.

Se trataba de poner sobre la
mesa de la ONU el hecho incuestionable
de que, después de más de
cuatro décadas de masificación del
consumo de drogas, está claro que
una gran parte del daño que éstas
pueden provocar es atribuible al hecho
de que están prohibidas. Se trata
de impulsar, con datos y argumentos,
un debate honesto sobre la
locura de la llamada ‘guerra contra
las drogas’ y la necesidad de sustituirla
por políticas alternativas capaces
de controlar el fenómeno de
las drogas, políticas que dejen de
basarse en la ineficaz y contraproducente
prohibición.

Objetivos incumplidos

Hace diez años, en el pleno anterior
de la JIFE, se declaró el objetivo de
“eliminar o reducir significativamente
los cultivos ilícitos del arbusto
de coca, cannabis y adormidera
de opio para el año 2008”. Los resultados
no han podido ser más negativos.
La producción mundial ilícita
de opio ha ascendido a 8.800 toneladas
en 2007, el doble de lo producido
en 1998. La producción
mundial de cocaína a su vez estaba
en 9.840 toneladas en 2006, un 19%
más respecto a 1998. Un total de
42.000 toneladas de cannabis fueron
producidas en 2005, con un aumento
del 40% sobre 1998. En todo
el mundo, los gobiernos gastan
unos 40.000 millones de euros al
año en una política incapaz de controlar
la producción y demanda de
drogas, y que da alas al creciente
papel del narcotráfico en la distorsión
disparatada de la economía.

¿Cómo es posible que los gobiernos
puedan esconder estos hechos
de la atención pública y hasta de la
atención parlamentaria? ¿Qué
oportunidades tenemos como ciudadanos
de abrir la caja de Pandora?
¿Cómo podemos generar sin
dinero un efecto ‘Al Gore’ ante esta
‘verdad incómoda’? Respuestas a
estas preguntas es lo que hemos
buscado en Viena la ‘pequeña
ONU’ de activistas austriacos, alemanes,
italianos, holandeses, franceses,
portugueses, griegos, catalanes,
vascos, gallegos, andaluces,
aragoneses, madrileños, etc., apoyados
por estudiosos que desarrollaron
varias ponencias en las aulas
de la Universidad de Viena durante
lo que aquí fue el fin de semana
electoral. El próximo 10 de mayo
nos veremos en las calles de
Madrid y otras ciudades en la
Marcha Mundial de la Marihuana.

UN CASO MÁS DE INTOXICACIÓN INFORMATIVA
_ El pasado 6 de marzo aparecía
en El País una noticia
sobre la «marihuana antiterapéutica».
El breve sanitario
señalaba que la marihuana
triplica la mortalidad de las
personas tras un infarto y
empeora el estado de las personas
con hepatitis C avanzada.
«Dos estudios, realizados
ambos en EE UU, dan argumentos
a quienes se oponen
al uso de esta planta como
terapia, aunque se trate de
indicaciones poco usadas»,
podía leerse en el diario. Al
calor de la reunión de la Junta
Internacional para la Fiscalización
de Estupefacientes (JIFE)
de la ONU aparecerá más de
una pseudonoticia de este
tipo en los medios internacionales.
Mientras que multitud
de estudios que destacan las
propiedades terapéuticas de
esta planta siguen sin difundirse,
esta caricatura de la
potencialidad del cannabis
como medicamento precedía
a la reunión de Viena. Nunca,
nadie, en ningún lugar del
mundo, ha prescrito marihuana
para las personas infartadas
ni para patologías de
hepatitis C avanzada. Intoxica,
que algo queda.

Tags relacionados: Naciones Unidas (ONU) Drogas
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