El sobrecoste de la privatización de la sanidad en la Comunidad de Madrid
Beneficio asegurado hasta 2037

Persiste el conflicto de la sanidad en Madrid. La CAM no aclara si privatizará la gestión de seis hospitales.

, Redacción
19/02/13 · 15:40
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Pancarta en una manifestación de la "marea blanca" en Madrid. / Olmo Calvo

Desde que en diciembre el Gobierno de Madrid aprobara, a instancias de su presidente Ignacio González, la externalización de la gestión de seis hospitales madrileños (Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, Tajo, Sureste y Henares) y 27 centros de salud, la sanidad pública madrileña ha recrudecido el campo de batalla entre defensores y detractores de la privatización de servicios sanitarios.

González asegura que el modelo privado generará un ahorro de 200 millones. Sin embargo, la Federación Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) echa por tierra las cuentas del consejero Javier Fernández-Lasquetty, quien aseguraba que el coste en los nuevos hospitales (437 euros/ habitante) era inferior a los 734 euros de los centros públicos. Posteriormente, Sanidad admitía que en los cálculos no estaban ponderadas actividades como trasplantes o cirugías especializadas, FADSP estima que el coste por cama de los nuevos hospitales supera de media en 100.000 euros anuales al de los hospitales tradicionales. La federación denuncia que las adminis­traciones están socavando el modelo de sanidad pública y calcula que 1,5 millones de madrileños pasarán a depender de hospitales de gestión privada. Por su parte, la Coalición Sindical Independiente de Traba­jadores de Madrid (CSIT) estima que el gasto hospitalario de gestión privada costará anualmente a los madrileños 21 millones de euros más que el gasto hospitalario público. La cama en un hospital de gestión privada cuesta 1.660 euros al día, pero si es un hospital de gestión pública la misma cama cuesta 955 euros, según CSIT.

En total, 553 millones de euros del presupuesto hospitalario de 2012 fueron gestionados por empresas privadas. El plan de la Consejería de Sanidad añade 461 millones adicionales más a su volumen de negocio con la incorporación de esos seis hospitales. Tras los rumores que apuntaban a una retirada o reducción de ese plan, a finales de enero, el presidente de la CAM aseguraba no conocer la propuesta de privatizar esos seis centros, lo que deja abierto un conflicto que tuvo su contrapunto con la manifestación de decenas de miles de personas el 17 de febrero en una convocatoria a nivel estatal de defensa de la sanidad pública.

Dos modelos, un objetivo

En Madrid, la Comunidad ha puesto en marcha dos tipos de gestión. El modelo PFI (la concesionaria gestiona todo menos la parte sanitaria) y el modelo PPP (partenariado público-privado en el que todo depende de las empresas). Actualmente, uno de cada tres hospitales es de gestión privada, total o parcialmente. Tres empresas son las principales “encargadas” de dirigir la salud de los madrileños: Capio, Ribera Salud y el  grupo USP-Quirón. Las concesiones tienen vigor por 30 años, y la Comunidad paga un canon anual por su uso. Los críticos a la privatización cuentan con varios argumentos para hablar de despilfarro del erario público. Un ejemplo es el futuro hospital de Collado Villalba, por el que la Administración abona 900.000 euros mensuales a la concesionaria, Capio Sanidad, a pesar de que el centro está sin inaugurar y su apertura se retrasará un año más. El edificio está acabado, pero la Administración debe cumplir con la concesionaria los pagos de “amortización de la obra”. La Comunidad ha decidido mantener cerrado el hospital “para evitar generar nuevos gastos”.

Pero Madrid no es el único ejemplo de externalización. ¿Qué pasa si hay bancarrota? La respuesta la da el rescate del hospital de Manises, con un agujero de 76 millones generado en apenas tres años bajo la gestión de Sanitas Hospitales. Ahora, la gestora ha solicitado ayuda a la Generalitat porque “no están obteniendo los beneficios prometidos”, adelantando que, en caso de no llegar rescate,  la deuda  podría derivar en “responsabilidad patrimonial de la Administración”. Para Mónica Oltra, de Compromís, se trata de un “chantaje al Gobierno valenciano”.

Por su parte, el nuevo Hospital Universitario de Burgos ha implicado el cierre del hospital Divino Vallés y su construcción, según denuncia CGT Burgos, se ha prolongado tres años más de lo previsto y su equipamiento ha ocasionado un sobrecoste de 213 millones de euros, hasta un total de 445, casi el doble de lo estimado en un principio. Igualmente, el canon anual del hospital se incrementó para los próximos 30 años, pasando de 30 a 71 millones. Eficanza será la encargada de gestionar el nuevo centro.

Tres modelos de privatización

Alejo Mancebo, de la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública de Asturias, resume las tres principales vías de privatización de la sanidad. En la construcción de los hospitales por vía privada, la empresa sólo asume los tres primeros años de construcción. Sin embargo, a partir del cuarto, la Administración pública empieza a compartir el coste hasta que, pasados diez años, es el erario público el que asume ya en solitario el pago del hospital. A partir de ahí, el gasto para la Administración se dispara y para la empresa todo es beneficio. La segunda vía es la privatización del propio hospital, modelo asentado en países como EE UU, Alemania o Reino Unido. Y la tercera vía, según Alejo Mancebo, es la exclusión de gente de la atención sanitaria como inmigrantes sin papeles o personas sin cotización.

La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria señalaba en un comunicado que la gestión privada “no ha demostrado en la práctica ventajas que aconsejen su adopción”, y su eficiencia “aún está por demostrarse en España”. La FADSP denuncia que los convenios de gestión cuestan a los madrileños entre siete y ocho veces más que los centros públicos. Por su parte, la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad en Madrid estima que las concesionarias de los nuevos hospitales madrileños han recuperado ya la inversión (840 millones de euros), y que en 2012 ya sumaron 150 millones de ganancias, “eso sin contar los beneficios procedentes de tiendas, parking, guarderías y otros negocios privados complementarios”. Hasta 2037, año en que finalizará la concesión con la Comunidad, todo serán beneficios. Mientras, “se cierran cientos de camas en los hospitales públicos”, añade una de las fuentes consultadas. Miembros de la denominada “Marea Blanca”, temen que la externalización de servicios sea sólo el comienzo de la privatización total y advierten que esconde la “defunción encubierta de la sanidad pública”.

LOS TRES LÍDERES DEL SECTOR

CAPIO SANIDAD
Gestiona cuatro hospitales en Madrid. El 80% pertenece a CVC Capital Partners, fondo de capital riesgo británico con sede en Luxemburgo. Capio ha estado vinculada con dirigentes del PP, como Manuel Lamela, Rodrigo Rato o Dolores de Cospedal. Capio Sanidad factura 500 millones de euros al año.

RIBERA SALUD
Formada por Adeslas, Sanitas y las rescatadas con dinero público Caja de Ahorros del Mediterráneo y Bancaja (actual Bankia). Ribera Salud está asociada a las aseguradoras privadas Adeslas (ligada a la sociedad Goodgrower) y Sanitas (ligada al grupo británico Bupa, la mayor compañía británica de seguros privados sanitarios).

USP-QUIRÓN
USP-Quirón gestiona en Madrid el hospital universitario Quirón de Pozuelo de Alarcón. No obstante, USP Hospitales gestiona doce centros clínicos en nueve comunidades y Grupo Hospitalario Quirón otros ocho hospitales repartidos por la geografía española. El grupo fue adquirido por el fondo británico Doughty Hanson&Co.

 

 

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