ANÁLISIS I Consecuencias del ‘medicamentazo’
Los ‘400 golpes’ a los medicamentos

El autor repasa las
consecuencias
de la retirada de la
financiación pública
de más de 400 fármacos
de utilidad demostrada.

24/10/12 · 17:54
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A primeros de septiembre entró en vigor el Real Decreto que retira de la financiación pública más de 400 medicamentos, lo que implica que quienes los necesiten por padecer problemas de salud tributarios de tratamientos con los mismos deberán pagarlos en su totalidad. En primer lugar, habría que considerar que la retirada de la financiación pública de estos medicamentos se hace atendiendo a criterios económicos de ahorro de gasto público y no responde a criterios de racionalidad terapéutica.

Algunas aplicaciones
 
Una gran parte de estos fármacos tienen su eficacia y utilidad terapéutica suficientemente demostrada para atender síntomas frecuentes y molestos, como el dolor, el estreñimiento, la diarrea, la tos o las mucosidades. Se usan como tratamiento coadyuvante de síntomas que acompañan a enfermedades graves, como puede ser la fibrosis pulmonar, las broncopatías crónicas, la artritis reumatoide, las enfermedades intersticiales del pulmón, la infección por el virus de VIH, los linfomas, la hepatitis C, la insuficiencia renal crónica, etc.
 
También se han retirado medicamentos que dispensan alivio de los efectos secundarios de tratamientos como la irradiación del cáncer También se han retirado medicamentos que dispensan alivio de los efectos secundarios de tratamientos como la irradiación del cáncer, y otros tantos usados para el tratamiento de dolencias crónicas de los ojos, como la blefaritis, el tracoma, la episcleritis, las alergias oculares, las conjuntivitis viales o bacterianas, y para otras enfermedades como la hipervitaminosis, la diarrea del diabético, la del viajero y la crónica o el síndrome de colon irritable, entre otras.
 
También se han retirado medicamentos que dispensan alivio de los efectos secundarios de tratamientos como la irradiación del cáncer
 
Muchas de estas enfermedades son de naturaleza crónica y degenerativa y afectan especialmente al colectivo de personas mayores, que, además de percibir una pensiones raquíticas, han sido los destinatarios de gran parte de los recortes de un Gobierno que les ha congelado sus pensiones, eliminado la gratuidad de sus medicamentos, o les obliga a pagar los traslados no urgentes en ambulancias, las prótesis y las sillas de ruedas que precisan por padecer discapacidades físicas por su edad. Esta medida es una nueva injusticia para personas conmúltiples enfermedades en un momento de crisis económica.
 
Como resultado, muchos enfermos van a tener serios problemas para adquirir unos medicamentos que necesitan para tratar problemas de salud importantes, por lo que pueden dejar de tomarlos, lo que agravará sus síntomas o incluso contribuirá a complicar o empeorar sus dolencias.
 
Entre los argumentos esgrimidos por el Gobierno para adoptar esta drástica decisión está la necesidad de racionalizar los recursos y evitar el abuso o el fraude del consumo de medicamentos. Pero, por una parte, la responsabilidad de autorizar su comercialización es competencia del Ministerio de Sanidad (Dirección General de Farmacia), por lo que si no son de utilidad se debería proceder a su retirada de las farmacias. Por otra, la responsabilidad de su prescripción es del sistema sanitario público y no de los pacientes. Si estos medicamentos no son necesarios se debería actuar sobre los prescriptores y no sobre los pacientes que los reciben.
 
Con el anterior ‘medicamentazo’, que retiró numerosos fármacos de bajo coste de la financiación pública, se dio la paradoja de que aumentó el gasto sanitario, dado que muchos médicos sustituyeron estos medicamentos por otros más caros y que sí estaban financiados, lo que hace pensar en un intento de mejorar la cuenta de resultados de la industria. Sin embargo, mientras se quieren cobrar estos medicamentos de probada utilidad a los enfermos que los necesitan, no se han tomado medidas para acabar con la prescripción abusiva e inadecuada.
 
Como ejemplos podemos citar que más de la mitad de los antibióticos y el 90% de los fármacos contra la osteoporosis que se prescriben se consideran inadecuados. El autor repasa las consecuencias de la retirada de la financiación pública de más de 400 fármacos de utilidad demostrada.
 
*M.M.G. es presidente de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

 

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MEDICAMENTAZO. 417 fármacos para el dolor, la diarrea o las mucosidades han quedado fuera de la finaciación pública. / MSC
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