Acoso sexual
No me voy de mi sitio

El acoso en los sitios de descanso amarga -o condiciona trágicamente- las vacaciones a muchas mujeres. Publicamos un ejemplo de respuesta enviado por una lectora.

07/09/16 · 15:04

Texto de Blanca Berjano Rodríguez.

Un día más me ha vuelto a ocurrir. En la playa nudista de Vera he de contar con que al menos dos o tres hombres, olisqueando como chuchos hambrientos, se me van a insinuar, a sentar al lado, a preguntarme tonterías, a masturbarse, a fastidiarme las vacaciones, hablando en plata.

Aquí prácticamente sólo hay jubilados y mirones. Vale, estoy exagerando, también vienen algunas familias y parejas hetero y gay, con lo cual no está mal del todo. Digamos que es una playa abierta, pero como no abundan las mujeres jóvenes y solas, pues parece que todos los cerdos me tienen que acosar a mí. “Perdona, ¿tienes un cigarro?”; “¿Tú no eres de aquí, no?”; “¿Te puedo hacer una pregunta?”; “El otro día te vi en el agua, ahí con las olas”; “¿No te irás por mí, verdad?”; “Hola guapa” (este último sin emitir sonido alguno, moviendo los labios lentamente y cerrando el gesto con un beso). Claro que también están los que no dicen nada. Sólo se sientan al lado o se pasean alrededor como buitres echando miradas furtivas.

Y yo sólo siento rabia. Siento rabia y pienso en lo que les diría. Le diría a ese que si tiene 30 metros de playa libre por qué narices ha tenido que ponerse a un metro escaso de mi toalla, que me cabrea que me esté mirando como si fuera un mero objeto, y que me deje en paz. Y pienso en lo que le haría a este otro, y me digo a mí misma, ¡pero Blanca! ¿Cómo vas a tirarle arena a la cara?, ¿cómo vas a darle una patada ahí?, ¿cómo vas a coger esa piedra y…? Y todo este entresijo de pensamientos y acciones frustradas se quedan dentro de mí anquilosándose y llenándose de polvo. Cojo mi toalla, mi sombrilla, y me muevo a otro sitio. La rabia se queda dentro de mí, mientras que el acosador sale indemne, triunfador en su miserable acto de robarme el sitio y un ratito de mi tranquilidad vital.

Tengo miedo. Sale de lo más profundo de mi ser. Este miedo no lo he elegido yo, sino que lo tengo aprehendido en mis entrañas por el hecho de ser mujer. En este lugar tengo más miedo que en mi ciudad, tengo que enfrentarme todos los días, en simples actos como ir a la playa o salir a darme un paseo, al temor-paranoia a que me hagan daño, me violen, me persigan…Cada día me desgasta esta contradicción interna que me hace desear salir de la pasividad pero tener un miedo irracional a defenderme del agresor, a señalarlo, humillarlo.

¿Quién me habrá metido a mí este miedo? ¿Por qué no se me ha enseñado más que a protegerme pasivamente del agresor? No tengo herramientas para estas situaciones, ni tengo admirables ejemplos de respuestas cotidianas en playas nudistas para que no me coma la rabia por dentro pero que tampoco acabe yo misma llamando a la ambulancia porque le he hecho una brecha al cabezón ese que me ha dado un susto de muerte con su vozarrón acercándose por atrás y casi sentándose en mi toalla mientras yo leía la apasionante pág. 48 de mi libro. Sobra decir que toda esta agresividad no está más que en mi cabeza, y me gustaría por fin encontrar el equilibrio entre la perfecta mudez y la serial killer de mi tarantiniana imaginación.

Pero hoy, hoy ha sido diferente: Se acerca mientras me estoy bañando. Me vislumbra desde el agua y decide quedarse enfrente mostrándose cual pavo real (sólo que no se trata de tal majestuosa ave). Paso de él, sigo nadando, disfruto del mar. “Parece que se ha aburrido y se ha marchado. Bien”. Salgo, me echo a tomar el sol tranquilamente. Y de pronto, ¡zas! Ahí está otra vez, delante de mí, tapándome la vista a las olas, al horizonte, enseñándome su feo culo requemado y fofo. Resoplo, respiro... Ya me está entrando la rabia por las venas. Ahora coge y se sienta prácticamente bajo la sombra de mi sombrilla, así, como si nada. Sin embargo sigue haciendo como si la cosa no fuera con él, mira al suelo, mira de frente, pero no es capaz de mirarme si le miro. “Maldito vampiro”. Saco la sombrilla, muevo la toalla, me alejo unos metros de él. “Siempre soy yo la que se tiene que ir”. Ahora se pone detrás de mí, de pie, como vigilándome. “Esto ya si que no. No te tengo miedo, mamón”. Me pongo mi sombrero de paja y mis gafas y desde mi toalla me propongo a mirarle fijamente, a ver si así se intimida y se va. Me dice “hola” el muy desgraciado. Le pongo cara de asco. Al cabo de un rato desaparece de mi vista, se va a su toalla. “¡Bien! Esta vez he ganado yo”. Me meto al agua con aire de guerrera todopoderosa, feliz. Pero, ¡ay, qué inocencia la mía! Cuando me quiero dar cuenta la sanguijuela esta ha movido todas sus cosas a mi vera, cual cama de matrimonio, toalla con toalla. “¡Esta sí que no!”. Nado como si me persiguiera el demonio, cuando estoy saliendo del agua, él está entrando, me sonríe con su cara de palurdo cuando ve que le estoy hablando. No te estoy hablando, te estoy gritando. ¿Que no Spanish? En inglés le tengo que gritar que me deje en paz de una vez, que se marche de mi lado, que deje de perseguirme. Que no sabe de lo que hablo (lo dice con la boca chica). “¿Ah, no? Go fuck yourself!”. 

Los jubilados alemanes sentados a mi izquierda me escuchan y me dan la razón con la cabeza comprendiendo pero sin entender ni una sola palabra. El cretino este saca su cuerpucho del agua sin atreverse a volver a su toalla en un buen rato. Finalmente, en uno de mis descuidos, recoge sus cosas sigiloso como un ladrón y se marcha para siempre.

Hoy algo ha cambiado en mí, siento que he recuperado una fuerza ancestral que estaba ahí dormida, una potencia que llegará hasta donde tenga que llegar, para defenderme a mí, mi cuerpo, mi espíritu, mi voluntad. No puedo cambiar este lugar. Sin embargo, ya no tengo miedo, y sé que estos acosadores se marchan en cuanto ven que me puedo defender.

Yo quiero poder viajar sola adonde me plazca, sin temor, sintiéndome capaz y libre. Por eso hoy he explotado, he defendido mi espacio, he conseguido echarle y espero seguir haciéndolo: Yo ya no me voy de mi sitio.

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comentarios

13

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    RD
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    20/09/2016 - 8:38pm
    Si la izquierda política española solo acaba luchando contra micromachismos, en defensa de los manteros y pidiendo acoger refugiados, si solo es capaz de ir a un pueblucho a darse de ostias para impedir un animalicidio pero sin cojones de armarla en sus propias empresas... Mal futuro tienen Podemos o IU La izquierda política para poder salir en la tele, jugar a la política y poder seguir pisando moqueta, ha tenido que amoldarse al discurso globalizador dominante, por lo que los débiles a proteger ya no son los obreros, currantes, trabajadores, proletarios o como se quiera llamar, sino las lesbianas, los homosexuales, las madres solteras, los refugees o los transexuales, lo que supone borrar de un plumazo la razón de ser de la izquierda. Cuando la extrema derecha o el Hogar Social Madrid se lleven los votos de Podemos o de IU muchas y muchos se preguntarán "¿POR QUÉ?"... No seamos tan progres por favor
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    cansada
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    09/09/2016 - 12:57pm
    En ningún momento apruebo el comportamiento del sujeto, pero tu artículo lo encuentro infantil y destila unas ganas de llamar la atención bastante tristes. "...feo culo requemado y fofo". ¿Eso es lo que te ofende? Si alguien que te resulta agradable hiciera lo mismo, ¿escribirías el mismo artículo? Si, en una playa, por el motivo que sea, no estoy agusto, me voy y punto. Puede que sea un mirón, puede que sean chavales con la música a tope, puede ser mucha gente, pueden ser niños jugando y gritando a mi alrededor. Pueden ser mil cosas. Me levanto y me voy. Ya volveré otro día. O no vuelvo más. Pero no puedo cambiar todo lo que hay ahí. Y en una playa nudista, hay mirones. Los ha habido, los hay, y los habrá. Y esto es igual para ambos sexos. Si no te gusta que te miren, no vayas. Así de fácil. No vengas llorando, y haciéndote la heroína a la vez por pegarle gritos a un cobarde que pretendía ligar contigo (de un modo patético). Con declinar sus ¿"invitaciones"?, arreglado.
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    Cansada
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    09/09/2016 - 12:57pm
    En ningún momento apruebo el comportamiento del sujeto, pero tu artículo lo encuentro infantil y destila unas ganas de llamar la atención bastante tristes. "...feo culo requemado y fofo". ¿Eso es lo que te ofende? Si alguien que te resulta agradable hiciera lo mismo, ¿escribirías el mismo artículo? Si, en una playa, por el motivo que sea, no estoy agusto, me voy y punto. Puede que sea un mirón, puede que sean chavales con la música a tope, puede ser mucha gente, pueden ser niños jugando y gritando a mi alrededor. Pueden ser mil cosas. Me levanto y me voy. Ya volveré otro día. O no vuelvo más. Pero no puedo cambiar todo lo que hay ahí. Y en una playa nudista, hay mirones. Los ha habido, los hay, y los habrá. Y esto es igual para ambos sexos. Si no te gusta que te miren, no vayas. Así de fácil. No vengas llorando, y haciéndote la heroína a la vez por pegarle gritos a un cobarde que pretendía ligar contigo (de un modo patético). Con declinar sus ¿"invitaciones"?, arreglado.
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    juanma
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    09/09/2016 - 12:54pm
    Yo lo que creo que no es cuestión de sitios más o menos apropiados, sino de tipos de gente. Gente sin la más mínima emoción ni entretenimiento (sano) en su vida, y con pensamientos y deseos cohibidos, por ellos mismos, o por la sociedad en la que se mueve....el problema florece cuando gente libre y gente "no libre" se cruzan en la vida. Siempre hay quién no sabe cómo reaccionar. Piensan que lo que están haciendo es lo guay (en sus cabezas), y no entienden por qué te ofendes si les recriminas....creo que no hay solución a esto, más que irte a otro sitio menos frecuentado por ese tipo de gente...no libre. Mucho ánimo
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    Augirea
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    09/09/2016 - 12:48pm
    Puedo entender tu malestar, pero de ahi a llamar agresor a alguien que te dice "Hola guapa' o te pide un cigarro... Tambien le llamarias agresor si pasase lo mismo por la calle y fueses vestida? Entiendo que si eres nudista te sentirás igual de cómoda estando desnuda que vestida. Que no se me malinterprete, pero no es lo mismo saludar o pedir un cigarro que alguien se ponga a masturbarse a tu lado. ¿Que diferencia hay entre alguien que intenta ligar contigo estando desnuda o vestida si tu estás cómoda con tu desnudez?
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    nudista
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    09/09/2016 - 12:44pm
    @#2 Por desgracia amigo este tipo de situaciones se suelen dar con bastante frecuencia independientemente de la playa a la que vayas. Además, cada vez hay playas donde se permita practicar nudismo "oficialmente": En teoría puedes practicar nudismo en cualquier playa sin que se considere delito pero si no es lo habitual del lugar no es plan aunque eso ya es otro tema.
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    Nudista
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    09/09/2016 - 12:41pm
    Muy buen artículo, me he sentido identificado contigo al 100% salvo porque soy hombre. Si te soy sincero cuando hago nudismo suelo buscar a alguien más para ponerme cerca, pero entiendeme, cerca es como a siete u ocho metros no junto a la otra persona. Evidentemente yo a lo mio y los demás a lo suyo salvo por algún caso donde alguien viene y me pide que le vigile las cosas mientras se baña. Lo hago por sentirme arropado de alguna forma, no sé, es cómo que cuanto más nudistas hayan menos situaciones de estas me encuentro. Como si al encontrarse con más gente estos indeseables se cortan más. La gente que practica nudismo suelen buscar playas virgenes, apartadas, más bien solitarias y yo prefiero lo contrario: Playas concurridas donde haya afluencia de nudistas, allí hay menos problemas de este estilo pero también es cierto que no abundan mucho. Bueno, espero que no se te den muchas situaciones así y puedas disfrutar de la playa con normalidad. Un saludo.
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    Toby
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    09/09/2016 - 12:41pm
    @#2 ya estamos echando la culpa a la víctima?
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    Xavier
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    09/09/2016 - 12:35pm
    Salvo que quieras batallar con la realidad humana actual al llegar a la playa coloca siempre tu toalla junto a alguna pareja mayor o junto a la gente que te parezca la más civilizada del lugar, y no te prives de saludarles para generar un ambiente familiar o amigable que aleje de ti las alimañas depredadoras.
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    Cletuso
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    09/09/2016 - 12:34pm
    Nunca lo entenderé. No consigo comprender que mierda les puede aportar a estos subseres el poner en juego tácticas de apareamiento dignas del National Geographic. Y lo peor es que si les insultas o agredes el malo eres tú. Un abrazo
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    Jose Mandel
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    09/09/2016 - 12:30pm
    Lo que me sorprende es que siempre utiliza palabras como "Culo fofo", "sólo que no se trata de tal majestuosa ave", a mi entender el problema es que sólo se te acercan este tipo de hombres, otro gallo cantaría si fuesen jóvenes y fuertes, ¿no?. ¿Será que usted tiene también el culo fofo ?
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    Enemigo
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    09/09/2016 - 12:17pm
    y digo yo… no hay más playas? hay que ir a una playa en la que se tienen problemas solo? no sé yo, pero si voy a un sitio y no estoy cómodo no vuelvo o quizá sí voy pero cuando sé que no lo pasaré mal está bien defender lo que crees que es tuyo pero también debes saber que hay gente que piensa de otra forma, quizá equivocados y quizá no lo reconozcan o se den cuenta
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    Pasaba por aquí
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    09/09/2016 - 12:08pm
    Llévate un silbato y cuando uno se ponga muy pesado empiezas a silbarlo y con una mano le señalas. Ya verás como no le gusta que la gente empiece a mirarlo y se larga.
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