Las medidas van desde prohibir las derivaciones hasta la creación de una industria farmacéutica pública
Siete propuestas para defender la sanidad pública

Diferentes organizaciones de trabajadores y usuarios de la sanidad pública lanzan la campaña estatal "Privatizar puede matar".

21/02/14 · 14:39


 

La Coordinadora Anti Privatización de la Sanidad de Madrid (CAS Madrid) y la Plataforma Matusalén presentaron el jueves la campaña estatal La privatización mata. Fuera las empresas de la sanidad.

La campaña se va a desarrollar conjuntamente entre trabajadores y usuarios de la sanidad pública a partir del próximo mes de abril. Territorios como Aragón, Andalucía, Baleares, Catalunya, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura, Euskal Herria, Madrid y País Valencià ya han conformado grupos de trabajo para poner en marcha la iniciativa. En cualquier caso, desde la campaña contra la privatización, subrayan a DIAGONAL que la idea es ir incorporando nuevos grupos de trabajo en territorios donde todavía no existe implantación.

En el manifiesto de presentación se remarca la necesidad de crear una “organización de base” que se pueda enfrentar de forma independiente a las directrices privatizadoras de los organismos internacionales. Según la plataforma, si no hay una respuesta social organizada, se seguirán aplicando las medidas de esta hoja de ruta neoliberal, independientemente del color del Gobierno de turno.

Antonio Gómez Liébana, miembro del CAS, remarca a DIAGONAL que “la campaña no va enfocada a los políticos sino a la población porque es la población la que tiene que movilizarse para defender el sistema de salud, o en unos años no habrá nada que defender". Liébana anuncia una  primera movilización de la campaña para abril con la convocatoria de una manifestación.

Una campaña en siete propuestas

La web www.laprivatizacionmata.org centralizará toda la información que genere la campaña contra la privatización de la sanidad. Ahora recién presentada, la web explica los siete puntos básicos que articulan la propuesta.

El primero de ellos: la defensa de la sanidad universal, a través de lucha por la derogación del RD 16/2012 aprobado por el PP y que excluye de la atención sanitaria integral a parte de la población, mediante un cambio fundamental: vincular la atención a las aportaciones a la seguridad social en lugar de a la residencia. Lo que pone las bases para ir suprimiendo prestaciones hasta ahora universales y gratuitas en el momento del uso, trasladándolas al grupo de las de pago por su utilización. El segundo punto de la campaña es la defensa de una gestión 100% pública de la sanidad. Las cifras hablan por sí solas, según los datos que aportan, una sanidad en manos de empresas privadas aumenta, por ejemplo, hasta casi un 10% el riesgo de muerte en recién nacidos. Los motivos que pueden explicarlo: la necesidad de las empresas privadas de reducir en profesionales y “gastos extras” para generar beneficios. Estos datos proceden de un estudio comparativo realizado en Canadá por el doctor PJ Deveraux .

La tercera propuesta es el fin de la derivación al sistema privado y el uso real de todos los recursos que la sanidad pública tiene a su disposición. Además, proponen establecer un sistema de incompatibilidades real, que impida que quien trabaje en la sanidad pública tenga intereses económicos profesionales en la privada. "Proponemos que se abra también un turno de tarde para los médicos porque no es razonable que muchos emigren por no tener trabajo aquí y no se aprovechen las instalaciones. El sistema público está infrautilizado", opina Liébana.

Otros puntos son: El cambio de modelo en gestión sanitaria por otro que posibilite la participación y la toma de decisiones de trabajadores y usuarios, la demanda de la gratuidad y la equidad en función de la situación económica en el acceso a las prestaciones sanitarias, la creación de una industria farmaceútica pública y la prohibición de la publicidad de medicamentos en los medios de comunicación, así como de la propaganda de los laboratorios a los médicos.

La larga lucha por la defensa de la sanidad pública

La paralización judicial de parte del proceso privatizador madrileño y la dimisión del consejero de salud, Javier Fernández-Lasquetty han supuesto una importante victoria para la marea blanca madrileña pero no supone el “fin de la guerra”. Desde CAS, recuerdan a DIAGONAL que “el proceso de privatización no se ha frenado en Madrid en absoluto: entre 2004 y 2012 se han abierto siete hospitales privados modelo PFI, cuatro hospitales privados modelo PPP, una central de llamadas, un Laboratorio Central, 400.000 habitantes han sido cedidos junto con los ambulatorios de Pontones y Quintana a la Fundación Jiménez Díaz, la lavandería central, la limpieza de los centros, la extracción periférica de sangre, los sistemas informáticos, mientras se han cerrado miles de camas públicas, laboratorios, centros de salud mental, y se ha despedido a miles de trabajadores, al tiempo que las listas de espera se disparan y la calidad se degrada. “En el resto del estado la situación es similar: desde Catalunya a Andalucía el proceso de deterioro y privatización continúan, mientras se anuncian nuevos hospitales privados en Vigo, Toledo, Ibiza, Alcañiz o Don Benito”.

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comentarios

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    Juan J. Castillo S.
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    24/02/2014 - 7:17am
    @#4 Aunque no te identificas (a qué te dedicas, al menos), he de decirte que eso sigue siendo siendo más de filosofía (y eso es bueno, si no va solo) y nada de eficiencia. Cada uno decide cuál es su lucha... y se ve que la lucha de este colectivo es filosofar... pues nada, adelante, a filosofar.
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    VivaRos
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    22/02/2014 - 4:53pm
    La financiación bien puede provenir de una progresividad fiscal, recogida en la misma Constitución, para que se contribuya de acuerdo al volumen de renta de cada ciudadanX. La corrupción es en los poderes públicos lo que es norma general en la esfera de la gestión privada (tomar decisiones que contribuyan al enriquecimiento personal, en detrimento de la calidad del servicio ofrecido). Múltiples y difíciles de subsanar son los problemas que se derivan de la corrupción sistémica en la política nacional. Las soluciones, del mismo modo que los conflictos a solucionar, han de ser desde las bases de la política, no corresponde a <em>esta</em> lucha acabar con ello. No obstante, reiterar lo ya expuesto: la esfera pública es corrupta por cuanto se aproxima a la privada. &iexcl;Salud!, nunca mejor dicho.
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    Juan J. Castillo S.
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    22/02/2014 - 10:31am
    Amigos, antes de dejaros mi comentario quiero deciros que soy Médico de Familia desde hace 27 años, que siempre he trabajado, y sigo haciéndolo, en la Salud Pública (Centro de Salud del Servicio Andaluz de Salud), donde, por cierto en la Atención Primaria se trabaja hasta las 20,00 horas, que <u>nunca</u> he trabajado en la sanidad privada (nunca he creído en ella, ya que creo, firmemente, que la salud es un bien global, universal y con el que no se debe mercadear). En definitiva, he sido, soy y seguiré siendo un DEFENSOR CONVENCIDO DE LA SANIDAD PÚBLICA. No obstante, he de deciros que, en vuestras propuestas, se deja traslucir poca eficacia. Desde el punto de vista teórico podría ser algo parecido a lo que proponéis, pero hay que dar un paso más, hay que llevar las cosas al terreno de la realidad, aunque siempre teniendo presente en el horizonte cuál debe ser la tendencia: el camino hacia una situación ideal. En primer lugar deciros que el problema de atraviesa la Sanidad española no está ocasionado por ningún partido político en concreto, sino por todos ellos. Aquí, en Andalucía, nunca ha gobernado el otro partido que no sea el PSOE y, os aseguro, que el problema es el mismo, pero con mayores dosis de hipocresía. Las personas son las mismas, las del PP, las del PSOE y las de todos&hellip; Ese es uno de los graves y grandes problemas de la Sanidad española: la excesiva politización que padece y el salvaje enchufismo de los politiquillos de turno (aquí sufrimos un régimen stalinista, con sus comisarios políticos y todo). Estoy de acuerdo con el acceso universal y &ldquo;gratuito&rdquo; (esta palabra la debemos desterrar, ya que induce a confusiones&hellip; la sanidad, como todo, no es gratis, cuesta dinero, lo que ocurre es que la pagamos entre todos, más o menos solidariamente). Creo que la financiación de la sanidad debe ser universal, pero esto debe tener alguna limitación, &iquest;no?, &iquest;o es que vuestras economía son ilimitadas? (la mía no lo es, desde luego), &iquest;cuáles son vuestras propuestas en este sentido? Ahí es donde está la madre del cordero. Estoy de acuerdo con la gestión pública de la Sanidad al 100%, pero &iexcl;cuidado con esto!; gestión pública no es lo mismo que gestión controlada por los políticos (al menos, es lo que está ocurriendo en Andalucía) y, mucho menos, si son corruptos... La <u>gestión pública</u>, entiendo, <u>es la gestión controlada por los poderes públicos</u> (que no son solo los políticos, ni mucho menos). &iquest;Quizás detrás de esto estáis queriendo decir &ldquo;Unidades der Gestión Clínica (UGC)&rdquo;?... &iexcl;no, por favor, no! Estoy de acuerdo con las incompatibilidades al 100%, ya que no entiendo que &ldquo;se pueda servir a dos señores y/o intereses&rdquo;, pero &iexcl;cuidado! en Andalucía muchos directores de UGC (estos son los comisarios políticos) hospitalarias son los que más se sirven de esto (trabajo en &ldquo;la privada&rdquo;, como dicen ellos). Claro, estos no quieren que en los hospitales se trabaje, en turno ordinario, por la tarde. Pero no metamos a todos en el mismo &ldquo;saco&rdquo;, por favor; ya os dije antes que los Centros de Salud tienen sus puertas abiertas desde las 8,00 hasta las 20,00 horas. Todas las personas y colectivos deben ser oídos, saber cuáles son sus necesidades, etc,, pero las decisiones han de ser de los profesionales&hellip; &iexcl;no seamos ilusos! En Andalucía estaban previstos los Consejos de Salud&hellip; y no han servido para nada, excepto para hacer política de bajísimo perfil, dirigida por cierto partido (otra especie de comisario político, pero más institucional). La industria farmacéutica, de la que soy un detractor nato, no puede ser pública&hellip; por definición. Es triste, pero es así. Lo que sí hay que hacer es controlarla mucho más; pero, &iquest;sabéis por qué no se hace?, pues porque los primeros que se sirven de ella, y los más interesados en que todo siga igual son los que &ldquo;<em>mandan</em>&rdquo;. &iexcl;Ah, otra cosa!: siempre ha estado prohibido los anuncios de medicamentos&hellip; de verdad (lo que se anuncia no son medicamentos, sino otra cosa, producto del consumo; aunque creo que esto también debería estar prohibido). Os queda por decir, qué haríamos con todas las personas (miles) que trabajan, honradamente, por un sueldo,&nbsp; alrededor de la industria farmacéutica&hellip; lo siento, otro problema. Como colofón: OS ANIMO A SEGUIR EN ESTA LÍNEA DE LUCHA POR LA SANIDAD PÚBLICA, A LA QUE LLEVO APUNTADO MUCHOS AÑOS&hellip; Y LO QUE ME QUEDA.
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