DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS // DIVERSAS FEMINISTAS SE REÚNEN EN DONOSTI PARA COMPARTIR SUS PROBLEMÁTICAS
¿Una cruzada contra la sexualidad?

El uso político de la religión desde la Administración
de Bush, el Vaticano o la Organización de la Conferencia
Islámica tiene un objetivo claro: el control de la
sexualidad. Ellos se alían, pero las feministas también.

18/07/11 · 8:00
JPG - 75.9 KB
 
Derechos sexuales y reproductivos (Foto: Gisela Vola)

Nos hacemos pasar por una joven,
Nilda, hija de emigrantes peruanos
afincados en España: “Hace
dos meses que no tengo la regla,
tengo miedo, como esté embarazada
no sé qué hacer”. Al otro lado
del chat del lobby antiabortista
Human Life International,
alguien
responde inmediatamente. Insiste
en que Nilda se haga un test en el
centro local más cercano del
Worldwide Directory of Pregnancy
Help, será gratuito y confidencial.
“En caso de que estés embarazada
alguien del centro te informará
de las opciones”. ¿Cuáles?

En el directorio para jóvenes embarazadas
al que nos remiten podemos
buscar un centro por países y
ciudades de todo el mundo. Hay
muchos recursos y están conectados.
En Madrid el centro es la
Fundación Madrina. Bicheamos en
su web. “Lograr que la mujer se
sienta libre y realizada en su feminidad
y maternidad” es la misión
de esta fundación
que se declara
apolítica y cuyo patronato está formado
exclusivamente por hombres.
Proporciona a las jóvenes embarazadas
una familia de acogida y
un programa de formación y empleo
para “fomentar valores como
la autoestima y espíritu emprendedor
y valiente, que le permita a la
joven embarazada asumir su situación
desde una perspectiva positiva”.
El aborto seguro no se contempla
como opción.

Cada año, aproximadamente
536.000 mujeres mueren en el mundo
por complicaciones en el embarazo

y en el parto, a pesar de que
éstas son generalmente prevenibles
y a costos relativamente bajos.
Tampoco hay que olvidar que por
cada mujer que muere, otras 30
mujeres sufren heridas o enfermedades
crónicas, discapacidad y exclusión
socioeconómica, según datos
de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos.
Esta mortalidad y morbilidad materna
tiene sus cotas más altas en
mujeres del Sur: en sus países de origen,
especialmente cuando existen
leyes restrictivas sobre el aborto y
otros derechos sexuales y reproductivos,
y también en los países de acogida,
donde la ley de extranjería les
imposibilita ejercer estos derechos,
aunque aquí no hay datos oficiales.

¿Dónde quedó Pekín?

A pesar de que la mortalidad y la
morbilidad materna es reconocida
por la OMS como un problema de
salud pública y de justicia, muchos
grupos económicos y partidos políticos
cierran filas con los Derechos
Sexuales y Reproductivos (DSR) de
forma absoluta.

Si en los ‘90 hubo una apuesta
política por integrar estos derechos
en las agendas internacionales,
en la última década la situación
se ha estancado. Esta constatación
fue una constante durante el congreso
sobre DSR celebrado en
Donosti por Medicus Mundi
Guipuzcoa a principios de junio,
donde acudieron mujeres feministas
organizadas de distintos
puntos del planeta. Uno de los
principales obstáculos al avance
de los derechos sexuales y reproductivos
mencionados en el
Congreso es la contraofensiva
conservadora a escala mundial y
el uso político de la religión.

“Los lobbys ultraconservadores
han hecho un desplazamiento en su
discurso, han pasado de uno divino
a otro basado en los derechos humanos”,
explicaba Eliana Cano, de
Católicas por el Derecho a Decidir.
El caso de la anticoncepción oral
de emergencia es paradigmático en
Perú, como explicó Jennie Dador,
de la organización feminista peruana
Manuela Ramos: después de que
se consiguiese que la píldora fuese
distribuida gratuitamente en 2001,
el mismo Tribunal Constitucional
falló en contra cinco años después
alegando que la píldora pone en peligro
la vida del concebido.

Una prohibición que Eliana relaciona
con campañas de varios lobbies
anticoncepción como el Centro
de Promoción Familiar y de
Regulación de la Natalidad (Ceprofarena),
directamente relacionado
con Human Life International. Este
centro cuenta con reconocidos médicos
en el país que son y han sido
parte de organizaciones del Estado,
y que, además de oponerse a la anticoncepción
oral de emergencia, están
construyendo un discurso científico
conservador y llevan a los colegios
campañas como la “adopción
espiritual de un niño por nacer”.

“Los poderes religiosos no actúan
aislados”, matizaba Eliana Cano,
“existen otros grupos laicos y religiosos
que acompañan a las jerarquías
religiosas, hay todo un andamiaje.
Expanden sus tentáculos en
la educación, comités de bioética,
salud, se han oenegizado,
han invadido
los medios de comunicación y
las redes virtuales”.

“Hay una guerra global contra la
salud sexual y reproductiva. El caso
de la ONU es un espejo de lo que está
ocurriendo ahí fuera”, exponía tajantemente
la turca Pinar Ikarkkan,
de la Coalition Sexual and Bodity
Rights in Muslim Societies (CSBR).
Ella también trajo su relato encarnado:
“El año pasado fuimos a Pekín
+15 para evaluar éxitos y fracasos
[de la IV Conferencia Mundial de la
Mujer]. Fue un fracaso total de reunión.
No ha habido avances desde
1994. La Administración de Obama
sacó una propuesta sobre mortalidad
materna que no incluía nada sobre
salud sexual y reproductiva. Si
se niega el derecho a la educación
sexual y al aborto libre y seguro, la
mortalidad materna es difícil de entender.
Teníamos esperanzas en la
Administración de Obama pero ha
heredado cosas de Bush”.

En este retroceso, Pinar identifica
una coalición de países cristianos y
religiosos de derechas que utilizan la
religión como herramienta política

de poder y control de la sexualidad.
En ella está el Vaticano, la Administración
de Bush heredada por Obama
y, desde 2006, un nuevo actor: la
Organización de la Conferencia
Islámica.
“En temas económicos son
progresistas, no hablan de islam, sólo
hablan de religión cuando se refieren
a las mujeres y los DSR”, advierte
pícaramente Pinar. La creciente
islamofobia en Occidente, la militarización
y las nuevas guerras en regiones
musulmanas como secuela
del 11S, la ocupación de Iraq por EE
UU o el ataque israelí a Líbano en
2006 están relacionados con el ascenso
de la derecha religiosa islámica
y han aumentado los dilemas
a los que se enfrentan las activistas
de las sociedades musulmanas que
abogan por los derechos sexuales y
reproductivos.

¡El género
es peligroso!

«En 2011 he formado parte de
la delegación turca en la ONU
tras una larga lucha. Allí hay un
bloqueo sistemático, el propio
término género se volvió polémico.
Pero si quitamos el género
de los documentos que ya tenemos
no sirven para nada. Una
ONG cristiana fundamentalista
llamó al gobierno turco e invitó a
diplomáticos de la ONU a unas
vacaciones en Arizona. A partir
de ahí se toma la decisión de
oponerse al concepto de género.
¿Por qué? Podría implicar la
inclusión de los gays, lesbianas,
trans», era el relato de Pinar
Ikarkkan, de la CSBR, durante el
congreso de Donosti.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

Derechos sexuales y reproductivos (Foto: Gisela Vola)
separador

Tienda El Salto