ALIRA ARANETA, PORTAVOZ DE LA RED PARA LA DESPATOLOGIZACIÓN
“El control médico refuerza el estigma”

El 23 de octubre, la Red Internacional para la Despatologización Trans convocó
en 61 ciudades del mundo una jornada por los derechos de las personas trans.

- El Octubre Trans llegará este año a más de 60 ciudades

28/10/10 · 23:32
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“Un cambio de paradigma en el entendimiento
que tenemos sobre lo
sano/enfermo, sobre el control de
sexo y de género y sobre la violencia
social fundamentada en dichas
bases” es la principal reivindicación
de la Red Internacional para la
Despatologización Trans
, como resume
una de sus portavoces en el
Estado español, Alira Araneta.
Estas demandas a nivel estatal,
explica Araneta, se han concretado
en las últimas semanas en cinco
puntos: “El primero significa
la supresión de los requisitos de
diagnóstico y tratamiento médico
para la rectificación registral del
nombre y sexo en la Ley 3/2007.

El segundo es relativo a la abolición
de la prohibición de nombres
‘que induzcan a error en
cuanto al sexo’ en el artículo 54
de la Ley de Registro Civil. En el
tercero pedimos la supresión de
la mención de los sexos en los documentos
oficiales de carácter
público. En el cuarto solicitamos
la inclusión del proceso de reasignación
de género en las prestaciones
sanitarias públicas. Y,
por último, el quinto punto apuesta
por un cambio de la práctica
clínica del proceso de reasignación
de género: la sustitución del
modelo de autorización por un
modelo de autonomía que reconozca
el derecho de la persona
trans a decidir sobre su proceso
de modificación corporal”.

Preguntada por la creciente evolución
de los actos a favor de estos
derechos, Araneta describe cómo
“en 2007 empezamos solamente en
Barcelona, Madrid y París. Ya en
2008 eran once las ciudades, la mayoría
del Estado español. En 2009
se produjo el salto hacia otros continentes,
donde las vivencias y percepciones
del género son muy diversas.
Así hubo actos principalmente
en América Latina, donde
los movimientos sociales se van
afianzando de la mano de un trabajo
militante, cercano y desde las vivencias
cotidianas de las personas
trans, como en el caso de Ecuador.
Ahora, en 2010, ese trabajo de acercamiento,
coordinación y consenso
con diferentes realidades culturales
ha dado sus frutos con la organización
de actos en países africanos
y asiáticos como Sudáfrica,
Botsuana, Filipinas o Mongolia”.

En estas reivindicaciones, el papel
jugado por colectivos de todo el
Estado es muy importante. De las
61 manifestaciones, 18 han tenido
lugar aquí, con citas en pequeñas
localidades como Ames (Corunha)
o Úbeda (Jaén). “Estos hechos son
de una enorme importancia y alegría
para nosotras. Saber que se visibilizan
estas identidades en lugares
de poca población supone un
paso cualitativo muy importante”,
añade. Preguntada por su valoración
de las movilizaciones, reconoce
que significan la consolidación y
el crecimiento de una reivindicación
tradicionalmente olvidada.

En esta línea, presenta alguno de
los avances: “El Gobierno español,
gracias a la presión por parte de la
campaña, declaró el pasado 14 de
mayo que pedirá a la Organización
Mundial de la Salud (OMS) que deje
de considerar a las personas
trans como enfermas mentales”.
Sin embargo, el Gobierno ha restringido
su actuación a una reclamación
formal a la OMS y no ha reformado
aspectos de la Ley de
Identidad de Género muy criticados
desde colectivos trans. En resumen,
una “incoherencia”, según integrantes
de la Red.

Entre los aspectos negativos de
esta ley, Araneta destaca la exigencia
de “un diagnóstico de ‘disforia
de género’ (término psiquiátrico
que define a las personas trans como
enfermas) y los dos años de tratamiento
médico obligatorio. Esto
se traduce, en la mayoría de casos,
en un tratamiento hormonal obligatorio
y una evaluación de roles,
comportamientos e imagen presentada
por el paciente como hombre
o como mujer, lo que se conoce como
‘El test de la vida real’. Al exigirse
un cambio físico, pero no poder
modificar los papeles acorde a
esos cambios durante ese periodo
mínimo de dos años, aumenta aún
más el estigma y aboca a muchas
personas al ostracismo social, laboral...
Ese periodo de dos años se
puede extender a voluntad del profesional
sanitario si no evalúa de
forma positiva al paciente”.

Mientras, el Gobierno ha iniciado
una nueva ronda de conversaciones,
pero, al igual que en 2005
para la redacción de la Ley de
Identidad de Género, sólo se reúne
con colectivos afines a él, como la
Federación Estatal de Lesbianas,
Gays, Transexuales y Bisexuales
.
“Abierta y claramente lo decimos:
hemos impulsado la lucha por la
despatologización local e internacionalmente
y como red activista
tenemos todo el derecho a estar”
en estas reuniones, reclama la Red.

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