MÓVILES // EL NEGOCIO DE LOS SMS DE TARIFICACIÓN AÑADIDA LLEVA AÑOS SIN UN CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS
Breves, rápidos y costosos: el negocio de los sms

Fuente de polémicas e
ingresos, los sms
premium alimentan una
industria millonaria. Más
de 50 millones de
móviles son una ventana
abierta en los bolsillos de
los consumidores.

14/09/09 · 2:53
Edición impresa



Es sábado noche y un millón y medio
de personas ven La Noria, la tertulia
cardiaca de Telecinco. Kiko
Matamoros desnuda su alma, añora
a Makoke. Los espectadores pueden
lucir sus opiniones: decenas de
mensajes de texto se suceden en la
pantalla. Cada mensaje cuesta 1,20
euros, el precio de 120 caracteres
de fama durante cinco segundos. La
nueva ortografía desafía al lector.

“Ichi tqtatdtn q lo sepa todo el mundo”
(sic). El magacín mantiene su liderazgo
absoluto ante un 20% de la
audiencia. Y de repente, ¡zas! Alguien
manda “NORIA + Jo ta ke irabazi
arte” al 5559. El lector euskaldún
sabrá que esa expresión no es
un galimatías de abreviaturas para
móviles, sino un conocido lema
abertzale: “sin parar hasta la victoria
final”. El conflicto vasco se ha
colado en el frívolo prime time. No
pasa nada, la entrevista continúa:
Makoke podría tener un amante.
Los usuarios de telefonía móvil
del Estado español enviaron 11.756
millones de mensajes en 2008, un
6,4% menos que el año anterior. La
crisis ha acortado los mensajes cortos,
pero hay una porción de todo
ese tráfico que no se ha visto mermada:
los móviles enviaron 2.400
millones de mensajes “de valor añadido”,
los mismos que un año antes.

Estos mensajes de tarificación
especial, sms y mms premium, son
los utilizados para participar en
concursos, chats y votaciones televisivas;
descargas de música, juegos,
vídeos, alertas de noticias...
Según los datos de la Comisión
del Mercado de las Telecomunicaciones
(CMT), los mensajes cortos
llevaron a las arcas de las operadoras
de telefonía 1.729 millones de euros
en 2008, de los que casi 518 millones
derivan de servicios premium:
nada menos que el 33% de los ingresos
totales por mensajes. Las operadoras
sacan más de 21 céntimos por
cada mensaje premium. ¿Es mucho
o poco? Pues depende de con qué
se compare. El precio medio de una
llamada de voz ha bajado de 29 a 16
céntimos/minuto desde 2001 y el
precio de un sms ordinario está estancado
desde hace años en los 11
céntimos. Sin embargo, el precio
medio de los mensajes premium
se ha duplicado en solo dos años:
de los 11 céntimos de 2006 a los
21,42 de 2008.

Y las televisiones, ¿qué ganan?

Las cadenas se financian principalmente
con publicidad, cuotas de
abonados y subvenciones. Pero
existen otras fuentes de ingresos para
pagar a Belén Esteban. Un 10,8%
del dinero de la caja tonta llega por
otras vías: producciones propias,
ventas electrónicas y, cómo no, los
famosos sms. En total, 221,5 millones
de euros para las teles. En junio,
el presidente de la corporación
RTVE, Luis Fernández, confesaba
durante una sesión de control parlamentario
en el Senado que la televisión
pública se embolsó 4,5 millones
de euros en el curso 2007/08 gracias
a esta práctica; la cifra parece ir en
aumento ya que en los cinco primeros
meses de este año ya eran 2,5
millones de euros los que ingresaba
el Ente por esta modalidad.

Millones de personas inocentes
hemos padecido este verano en playas
y piscinas a Carlos Baute flirteando
con Marta Sánchez en los teléfonos
móviles de nuestros vecinos
de toalla. ¿Por qué? La pista del dinero
nos lleva a los culpables. AESAM
es la Asociación de Empresas de
Servicios a Móviles y agrupa a las 12
compañías más representativas del
sector, que según sus propios datos,
gestionan el 80% del tráfico de sms
premium en el Estado español. Ejerce
de patronal del gremio en sus negociaciones
con la Administración,
las operadoras y la SGAE, que también
aquí se zampa un trozo del pastel
(el 12% del precio de cada politono,
más o menos). Compañías como
Buongiorno (conocida por sus marcas
Blinko, Movilisto o Myalert), Zed
o Dada mueven unos 2.000 millones
de euros al año sólo en el territorio
español y otro líder mundial como
mBlox presume de una facturación
anual de 500 millones de dólares.

Las fanáticas seguidoras de
Carlos Baute no son las únicas que
pagan a estas multinacionales del
marketing móvil: un gigante como
ZED también es capaz de lanzar
masivas campañas de publicidad
vía sms, un día para Unicef y al otro
para Nestlé. Sólo el manejo de ingentes
bases de datos puede explicar
que esta compañía sea capaz de
enviar miles de mensajes a hombres
y mujeres de 35 años que podrían
estar interesados en tratamientos
del coloso farmacéutico
Pfizer para dejar de fumar en las
cinco mayores ciudades españolas.

¿Y esto funciona?

Esta especie de ‘spam’ a diferencia
del más conocido correo basura
que llega al email y, en muchos casos,
se descarta sin ser leído, los
mensajes de texto siempre se leen.

Ésa es una de las principales bazas
con las que cuentan compañías como
Altiria, que ofrece servicios tecnológicos
para empresas interesadas
en el negocio de los sms premium
o mobile marketing: “El canal
móvil permite acceder a gran
número de usuarios, que además
perciben positivamente las acciones
de marketing, por su carácter
novedoso, segmentado y útil. En el
mercado español esta tendencia resulta
incluso más acusada”.

No todos los usuarios quedan satisfechos
después de enviar un sms
premium. Facua-Consumidores en
Acción ha denunciado a 11 de estas
empresas por sus precios abusivos y
por esconder información relevante
para el cliente, como el precio definitivo
de una descarga, que en algún
caso puede llegar a los 9,86 euros.
¿Están desprotegidos los usuarios?
Hasta ahora, la normativa carecía
de un Código de Buenas Prácticas,
que debía estar aprobado
desde el año pasado, pero cuya aplicación
se ha postergado porque las
compañías no logran adaptarse.

Finalmente, en noviembre debería
entrar en vigor. Hasta entonces seguimos
colgando en sus manos.

Tags relacionados: Número 108 Conflicto vasco
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto