Movimientos
Interrogando la "crisis" desde miradas feministas
15
Abr
2015
02:23
Decir de la potencia, decir de la vulnerabilidad
Por Vidas precarias

Ya es hora de salir al mundo. Ya es hora de ir hacia el sol que irrumpe en los rincones destrozados y esperanzadores de la ciudad. Pero el cuerpo retiene en su interior el dolor del mundo, no avanza.
 
Por qué la muerte cuando la piel se estremece, cuando cada coágulo petrificado de sangre trata de moverse. Un pedazo enorme de vida queda en suspenso en el tiempo del silencio, en el límite de la enfermedad que arranca la juventud, en la soledad de una mirada cansada de tratar de explicarse a sí misma.
 
En ese espacio olvidado se inventa la vida de las desposeídas, de las despojadas, de las desheredadas. La vida de las que hacen caminos por sendas oscuras. Sendas que son iluminadas desde la fragilidad como si fuesen la esperanza del mañana. Igual que las mujeres indígenas que componen los andares de la comunidad en la espesura de la selva, en la humedad de los campos verdes azules. Paso compartido, paso firme.   
 
¿De dónde emergió la idea loca, profana, misteriosa, de seguir haciendo mundo? La vida se hace potencia cuando es vivida desde el infinito del instante que corta el hielo con la fuerza del universo, como si el frío nunca hubiese existido.
 
Sol, caliéntanos.
 
Fuego, resguarda algo de la chispa y el ardor que te inundan para salir al mundo, y me llega, y me susurra.
 
Un día las arterias congeladas se calentaron. Y también sucedió otro día. Y luego otro por venir que aún no recuerdo. Un momento incierto, un instante, un impulso. En el calor se hace la risa, se hacen los sueños y los paisajes, se hacen las caricias y los recuerdos.
 
Dice la tierra: la potencia arde en las profundidades, sobre todo allí en las más hondas.

 
 
Griselda S.
(Invitada especial a este espacio para escribir sobre potencia y vulnerabilidad)

 

                                                             

 

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Vidas precarias

Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu Langstrumpf, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.

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