zombies,
con estudios superiores,
cansadas
con aversión profunda al sistema,
a la gente normal,
a la responsabilidad,
a los jefes,
a dedicar tu vida entera a una sola cosa que no te interesa lo suficiente
poco productivas,
sin espíritu competitivo,
con falta de creatividad,
lentas
precarias,
con trabajos temporales,
autoexplotadas,
esperando una beca,
mantenidas
cuidadoras de otros,
sin autoestima,
sin ambición,
con la rabia
apagada
fuentes de amor y placer hacia otras
amigas-hermanas-amantes
solo
eso
nos
da
placer...
En las últimas semanas, asistimos a la terrible respuesta que tanto autoridades públicas, judiciales como medios de comunicación han dado a la violación denunciada por una mujer durante la feria de Málaga. Este acontecimiento ha hecho patente que los mecanismos de poder que sostienen la desigualdad en las relaciones de género tienen un alcance e intensidad mucho mayor de lo que la ausencia de alarma social parecería indicar: abarca a los poderes mencionados, pero también compone el imaginario común. La denuncia de la víctima ha sido lo primero en cuestionarse, haciéndola responsable de la agresión sufrida. Si lo pensamos dos veces, algo semejante se torna inimaginable en otro tipo de denuncias.
Este es un pequeño post en que solo pretendo dar unas pequeñas pinceladas de mi reflexión actual sobre los “vientres de alquiler”[1], la donación de óvulos y otras cuestiones relacionadas con las tecnologías de la reproducción, la crianza y el parentesco. Con el deseo de continuar debates, para encaminarnos a un discurso crítico, feminista, antineoliberal, antioccidental, que ponga por delante la salud y el “buenvivir” de todas las mujeres y no los caprichos de los sistemas de parentesco.
Para quien no esté al tanto, haré un breve repaso de la situación en el estado español sobre la donación de óvulos y los “vientres de alquiler”:
En los últimos dos años, se han producido fuertes movilizaciones para defender el derecho al aborto en España. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, anunció en 2012 su intención de endurecer la actual ley del aborto. Al calor del 8 de marzo, las protestas contra la reforma se han intensificando, tanto en España como a nivel internacional. Basada en conversaciones en marzo de 2014 (con Silvia L. Gil) y en noviembre de 2012 (con Marcela Arellano, de la Comisión Feminismos de Sol, y la investigadora feminista Emanuela Borzacchiello), este texto ofrece una visión general de algunos de los aspectos sociales, jurídicos y discursivos que están en juego en esta lucha.
Por Manuela Zechner
El viernes pasado, 31 de enero, mujeres, bolleras y trans salimos por las calles de Lavapiés unidas en un reclama feminista contra el heteropatriarcado: ¡¡La calle y la noche también son nuestras!! Aquí os dejamos unas pinceladas de lo que varias de nosotras sentimos en aquel momento y del regusto tan estupendo que nos ha dejado. ¡Y aprovechamos para recordar que ya van dos reclamas desde que abrimos este blog!
Nieves: "Nos tocan a une, nos tocan a todes". Para mí, es una expresión de vínculo intermujeresbollerastrans que afirma la respuesta colectiva ante la violencia sobre una. ¿Quizás un lema demasiado manada?
¿Por qué habla el señor Alberto Ruiz Gallardón sobre la protección de la vida del concebido? ¿Qué tipo de lógica yace detrás de la protección de un óvulo al que se ha adherido un espermatozoide por encima de la de una persona?
Hoy día, y desde hace ya algunas décadas, existe la nada realista creencia en que, desde el momento en que un espermatozoide se funde en un óvulo hasta aquel en que un bebé rellena sus pulmones de aire por primera vez hay un camino único, una relación causa-efecto necesaria, una progresión lineal. Y la verdad, Albertito, es que me parece que eso no es así.
Pensar la vulnerabilidad[1] surge como una necesidad frente al omnipotente relato de autosuficiencia en el capitalismo contemporáneo. Aquel que afirma que la vida es un camino individual, no compartido. Pero también frente a la mercantilización de nuestra fragilidad. La búsqueda legítima del bienestar deviene suculento negocio acorde con la idea de que empeñándonos podemos lograr la plenitud. Miles de productos se agolpan ante nuestros ojos, prometiendo respuestas definitivas: salud, estética, alimentación, entrenamiento corporal… Solo es cuestión de intentarlo con ahínco. Un esfuerzo más. Un paso más. Una deuda más.
Poco a poco palabras como vulnerabilidad e interdependencia se han colado en nuestras conversaciones, sobre todo y a través de las múltiples experiencias que vivimos en nuestro entorno, donde ya no conforman las características de una parte, sino que más bien nos hacemos conscientes que nos afectan a todxs. Es decir, que todxs somos seres vulnerables e interdependientes, diversas en nuestras vulnerabilidades sí, pero todxs lo somos.
Páginas
Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu Langstrumpf, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.