Saberes
...y así se las hemos contado
25
Nov
2016
13:32
Una semana de reacciones al secreto de Suárez
Por J. Garín

Hoy se cumple una semana del estreno del programa La Sexta Columna en el que se emitió la confesión off the record de Suárez respecto a la falta de legitimidad de la monarquía. Las escasas reacciones al respecto son un buen ejemplo de cómo desde los grandes medios se trazan los límites de los cuestionable.

Aquí una recopilación de lo poco que ha dado de sí. Entre la negación de la importancia de la información o su veracidad, la prensa seria ha hablado: la movida de que nos colasen la monarquía ante su falta de popularidad no es para tanto.

1. La Tierra es redonda


Somos bastante tontacos, al parecer. No lo dijo porque ya se sabía y aunque lo hubiese dicho tampoco nos hubiésemos enterado bien. Victoria Prego se pone en modo verdadera izquierda y nos dice que “estamos manejando una obviedad” con la diferencia de que unos lo hacen con la falta de sentido político que tiene ir por ahí echando broncas a la gente y la otra con la poca vergüenza de haberse tirado 21 años contribuyendo a que a la Transición la llamen modélica.

En un artículo publicado al día siguiente titulado “Una visita a la verdad del pasado” insiste en que era todo muy obvio y que además era imposible de hacer. También nos recomienda que no caigamos en la tentación de poner en cuestión la monarquía por aquello de que ante su incierto futuro nos la metiesen en un pack con la Ley de Reforma Política. No tendría sentido ésto porque al rey ya le votamos, redoble de tambores, en el referéndum por la Constitución.

2. La Tierra no es redonda

No parece estar muy de acuerdo con lo claro que estaba todo Pedro G. Cuartango. El director de El Mundo, periódico en el que trabajaba Victoria Prego hasta hace unos meses, publicaba el mismo día un artículo contra “El revisionismo en las redes”.

Tras afirmar algo bastante feo que por aquí no pensamos ni comentar sobre la influencia del alzheimer en las palabras de Suárez, el periodista le contradice afirmando que “jamás se planteó esa posibilidad”.

Después de preguntarse por lo categórico de su propia afirmación, nos enumera una serie de razones por las que el ex-presidente nunca hubiese convocado el referéndum. Básicamente todo se resume en que nunca pensó hacerlo porque fue el propio Juan Carlos el que le puso allí.

Y claro, tiene razón. Desmonta totalmente la teoría de las redes de “un país tan proclive al cainismo” planteando la cuestión que al le apetece. Que un referéndum “Suárez nunca lo hubiese permitido” es una verdad que ahora sólo podemos revisar para afirmar que él mismo nos contó el truco que usó para evitarlo.

El problema, y la noticia, no es lo que Suárez pensaba hacer sino lo que hizo y los datos que manejaba para hacerlo. Y respecto a estos El Mundo nos ofrece una serie de encuestas que también vienen a desmentir aquello que Victoria Prego ocultó por ser tan evidente.

“El 79% aprobaba a don Juan Carlos” según un sondeo encargado por la propia Corona en 1976. La pregunta era “¿Le parece satisfactoria la actuación publica que viene desarrollando el rey d. Juan Carlos?”.

No sabemos la pregunta en la que se basa ese 38% que pedía un referéndum porque no aparece en el artículo y es difícil hacerse una idea teniendo en cuenta que lo publicado es que “el 40% responde que la Monarquía es un hecho ya aceptado” y el “22% se muestra indeciso”.

¿Consideras que la monarquía un hecho aceptado? ¿Aceptas la monarquía? ¿Crees que hay que hacer un referéndum? La frase “hacíamos sondeos y perdíamos...” de Suárez tapándose el micro parece algo mucho menos enrevesado.

3. Consenso en la tertulia

El Coro de Tertulianos de La Sexta Noche entonaba el clásico de la Transición “Los límites del debate” con los siguientes solistas:

Eduardo Inda, con su particular modo de entender la admiración por alguien, interpretaba el éxito democrático “dejad de dar la turra que eso ya lo votamos”:

“En ese momento Adolfo Suárez estaba iniciando el proceso que le llevó a sufrir el alzheimer y yo soy un admirador absoluto, convicto y confeso de Adolfo Suárez. Por tanto yo dudo que el hiciera esas declaraciones estando perfectamente en sus cabales. Luego hay otra cuestión que monarquía hubiese arrasado entre otras cosas porque en el referéndum sobre la Constitución en el que se sacralizaba salió adelante con el 83%”.

Francisco Marhuenda aparece oliendo a brandy y Ducados. Él habla con los grandes hombres de la Transición de tú a tú y ya verá si te lo cuenta. En esta ocasión tenemos la suerte de que nos dé una pincelada explicando que la democracia se la debemos al rey, que generosamente decidió no ser absoluto:

“No es más que una anécdota histórica. Primero Suárez no hubiera podido hacerlo porque en aquel momento quién tenía el poder ejecutivo realmente era el jefe de Estado que era don Juan Carlos. Don Juan Carlos renuncia a sus poderes voluntariamente, que podía no haberlo hecho. Y es más a mí me lo dijó hablando con él. Si está viendo no me va a desmentir porque me dijo puedes utilizarlo cuando quieras”.

Al otro lado de la trinchera,pero muy de acuerdo porque madre mía que pedazo de consenso, está Xabier Sardá. Él, que sí corrió delante de los grises, nos cuenta que lo que pensábamos los españoles es en realidad lo que pensaba él:

“En aquel momento no estaba en las oraciones de ninguno de los ciudadanos de este país. Ninguna formación política pero tampoco de los ciudadanos, de los que estábamos empujando a porrazo limpio, recibiendo porrazos limpios. Estábamos presionando muchísimo para que avanzase la democracia pero el referéndum era algo que ni se planteaba nadie en su...”

Jesús Maraña, por su parte, muy en la línea de esa raza exclusivamente ibérica de republicanos monárquicos, se sale por la tangente para explicarnos lo complicada que es la historia:

“Yo creo que leer la historia de hace 40 años con los ojos de hoy es complicado. Me parece que el documento tiene un valor periodístico e histórico pero en noviembre del año 76 yo dudo mucho que cualquier encuesta decidiera nada. Segundo, el rey encargó a Torcuato Fernández Miranda la Ley de Reforma Política, Suárez tuvo muy poca intervención en lo que es el texto en la LPR, esto es Historia, ¿no? (…) Una cosa es lo que uno ve de la historia, incluidos sus protagonistas y el propio Suárez y otra cosa es la realidad y el contexto del momento”.

4. Los silencios que nos dimos

La reacción mayoritaria en los grandes medios ha sido pasar del tema. No abrir viejas heridas ni remover el pasado porque entonces la situación era muy complicada y ahora va mejor pero ya no toca. Las portadas del día siguiente avanzaban la previsible tendencia:

Más allá de la propia interesada, el diario en el que trabajaba y la televisión que sacó la exclusiva la cosa no ha tenido mucho recorrido fuera de las redes y algunos diarios digitales. Las encuestas de unos años antes publicadas por éstos no han pasado de ahí y aparentemente nadie en las grandes cabeceras se ha interesado por indagar en el tema.

Y mira que lo tenían fácil. Una llamada al siempre dispuesto Felipe González para un rápido desmentido de la parte que le toca o sacar a pasear a las voces autorizadas para que nos cuenten la única verdad admisible no hubiese costado tanto.

A pesar de que el millón y pico de espectadores que tuvo el programa se multiplicaron gracias a la repercusión que tuvo la exclusiva en redes sociales han preferido mirar hacia otro lado. Se siguen alejando así de un porcentaje de la población para el que la distancia entre lo ocurrido y lo que les cuentan al respecto es cada vez mayor.

La próxima semana, con motivo el 38º aniversario de la Constitución, volverán las fábulas. La diferencia es que lo de que con aquel referéndum elegimos al rey sonará un poco más raro y el retrato de alguno de nuestros héroes patrios quedará, a los ojos de unos cuantos más, bastante cojo. Las voces autorizadas, se lo han ganado, lo serán un poco menos.

comentarios

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    nolescreas
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    Mar, 11/29/2016 - 19:12
    No he omitido nada, le cortan ahí. Supongo que iría a decir "sano juicio". No creo que cambio mucho la cosa en cualquier caso.
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    A. Pujante
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    Lun, 11/28/2016 - 12:18
    Has omitido el final de la cita de Sardá: " el referéndum era algo que ni se planteaba nadie en su...” No sé qué edad tienes, pero te puedo decir que entonces a nadie se le ocurría semejante temeridad... Ya había suficiente con el miedo al ejército...