Hoy nos desplazamos hasta la Atenas de los siglos VI y V a.C para ilustrar sobre uno de los elementos que articulaba la recién nacida democracia en aquellas lindes, en un espacio y tiempo determinado, en el cual, la participación de la ciudadanía en la vida pública no era un derecho sino un deber.
Sin entrar en los entresijos históricos de manual, yendo directamente a la praxis, puede decirse que el ostracismo- procedente del griego óstrakon, que significa Trozo de vasija- fue introducido por la figura de Clístenes Alcmeónida (570-507 a.C), legislador que emprendió una serie de reformas de calado en aras de ampliar el espectro de participación ciudadana en Atenas- Si Clístenes puso las bases de la Democracia, Pericles consiguió su consolidación-. Dichas medidas supondrán un punto de inflexión, dejando atrás el tiempo de tiranías -Hipias fue el último tirano, expulsado en el 510 a.C- en las que se veían reflejada una Oligarquía de poder. (fig. 1)
En política, la teoría nace fruto de la experiencia y dicho instrumento de control surgió como una necesidad para garantizar el funcionamiento de la incipiente Democracia tras los intentos de las antiguas oligarquías de desmontar las estructuras creadas por el legislador. Dichas elites se veían desplazadas con una serie de nuevas medidas, entre las que cabría destacar la autoridad suprema en el marco político otorgada a la Ekklesía, es decir, a la asamblea de todos los ciudadanos.
Cabría preguntarse, ¿cómo se realizaba el ostracismo? Una vez al año, en asamblea ordinaria se debatía si existían motivos en lo que iba de curso para convocar la ostrakophoria, esto es, la sesión en la que se votaría el ostracismo. Si hubiera motivos para su convocatoria, ésta se ejecutaría dos meses después en el ágora.
El día del sufragio, los ciudadanos inscribirían el nombre del personaje en un óstraka -fragmento de vasija- y si el nombre del individuo en cuestión alcanzaba la cifra de seis mil votos, se vería evocado a un destierro de diez años del Ática. (fig. 2)
Ciertamente, el ostracismo sirvió en sus primeros años, como jarabe democrático - empleando la expresión del politólogo Pablo Iglesias- ante la tentativa de personajes notorios por restaurar un sistema oligárquico, entre ellos tenemos a Hiparco, Megacles y Calias quiénes estaban ligados con el Antiguo Régimen, por ello, no podían formar partida dentro del nuevo sistema. Finalmente, cabe apuntar que aquellos que partían debido a la decisión de una mayoría ciudadana, no veían menoscabados ni su honor, ni bienes, ni posesiones, únicamente se les apartaba de la vida política por ser considerados un peligro para la propia comunidad.
comentarios
2

La cuestión es navegar entre los mares del conocimiento pretérito, surcar la Historia y sus ramas de pensamiento. Reflexión crítica y algo punzante, mostrar que el presente ya fue antes. Recuperar voces empolvadas, pues el ser humano es repetición consonante y cae en espirales anteriormente dadas. Conocer, aprender y no volver a tropezar.
Javier F. Negro / @JFeNegro
Etiquetas
Otros blogs
Archivos
- Junio 2014 (2)
- Abril 2014 (1)
- Marzo 2014 (2)
- Febrero 2014 (1)
- Enero 2014 (2)
- Diciembre 2013 (1)
- Noviembre 2013 (2)
- Octubre 2013 (2)
- Septiembre 2013 (2)
- Agosto 2013 (1)
- Julio 2013 (3)
- Junio 2013 (3)
- Mayo 2013 (3)