Saberes
Memoria de aquellos que resistieron al Franquismo después de la guerra.
25
Ago
2014
23:19
La tierra de las mil sendas.
Por Imanol

       Paquetaires con esquíes, en las cercanías de Andorra.

  La tierra de las mil sendas, entre montañas nevadas…caminos…senderos que llevan gente,  que recorren fugitiv@s, maquis, contrabandistas, civilones y sobre todo, l@s paisan@s del país…esta historia es una más de aquella difícil época de miserias, hambres y sobre todo miedos.
  Como es norma habitual en estas cuitas, empezamos en silencio absoluto, agazapados en una revuelta del sendero hasta que pasen nuestros protagonistas, Manel de Maçaners y el Ramón. Son dos “paquetaires” habituales, o contrabandistas, podéis llamarles de la manera que más os guste, vienen de Andorra, cargados de tabaco, medias de seda y unas aspirinas, que según la gente, no afectaban al estómago. Se dirigen al Berguedà, así que procuraremos seguirlos usando el mismo sigilo que ellos gastan. Vamos superando las dificultades del camino, atrás quedaron las crecidas aguas del Segre y los tremendos desniveles de la sierra del Cadí que hemos atravesado por el pas dels gosolans. Ahora descendemos hacia el pueblecito de Gosol, que hay que rodear bien entrada la noche, pero hoy, nuestros paqueteros han llegado pronto, y saltándose sus normas no escritas de seguridad, por la razón que sea, no han esperado. No tardarán en ser delatados e interceptados por la patrulla, al famoso grito de “alto a la guardia civil”…ahora toca correr, y siguiendo el ejemplo de Ramón y Manel, unos correremos barranco abajo mientras los otros corren vertiente arriba, así tratamos de dividir a la pareja y que no nos cojan a todos. Los civilones, que no les gusta mucho cansarse, se deciden a perseguir a Ramón, que es quien ha ido barranco abajo, y cuando ven que no van a poder atraparle le disparan hiriéndole en un brazo, entre el impacto y el cansancio, este se decide a jugar su última carta, tirar el paquete, pues muchas veces los civiles se contentan con la mercancía.
 

        La eterna partida entre perseguidores y perseguidos.

  Parece que ha habido suerte, los guardias han desaparecido y el  Ramón se dirige a la cueva de Torrensenta a descansar y curarse. Ha perdido mucha sangre, así que con las primeras luces, se dirige hacia el pont Cabradís y poco a poco hacia su destino en Berga. La debilidad puede con él y para cuando se da cuenta yace exhausto en el suelo.
  Cuando de nuevo consigue abrir los ojos, se encuentra en una cama, su herida limpia y vendada y a su alrededor una mujer y unos cuantos hombres. Las caras son amistosas, pero tampoco ocultan las armas, así que observando un poco más concienzudamente, pronto reconoce algún rostro, aunque no es difícil, tratándose de gente muy conocida en el Berguedà. Lo ha rescatado y curado la partida del “Massana”, lo encontró uno de sus hombres mientras hacía una ronda de guardia, y fueron rápidamente a por él. Normalmente, los que transitan estos raros caminos y más si vienen heridos de bala, no acostumbran a dar problemas, todo lo contrario, además, Massana también es de Berga, ha sido paquetaire y se conocen.
 

 Restos del aislado y abandonado pueblecito de Butner o Bonner.

  Ramón pasa una semana en Butner, recuperándose de sus heridas y como es de bien nacido, el ser agradecido, el siguiente viaje a Andorra, lo hace solo, y su cargamento, consistirá sobre todo en comida y licores con los que volverá a Butner, para recompensar a la masovera del lugar y a sus peculiares visitantes. Desde entonces y durante unos años, el Ramón en alguno de sus viajes, no solo pasará contrabando, sino que a veces trae pequeños paquetes o notas, que acostumbra a dejar en el cementerio, en el panteón de la familia Bassacs, que es una estafeta del maquis libertario catalán.
  La partida de Massana, estuvo en activo hasta 1951, la del Quico, hasta 1960 y otro tocayo suyo, Ramón Vila consiguió mantener la lucha en activo hasta 1963… tras esta fecha, la guerrilla desapareció de la tierra de las mil sendas, pero si te agazapabas en completo silencio en alguna revuelta del camino, aún hubo unos años en los que podías ver pasar a Ramón, a veces con Manel de Maçaners, otras veces solo, acarreando enormes paquetes con mercancía andorrana.

     Massana y "Talla-ventres", en Toulouse durante 1947.

 
Fuentes: Hores de lluna. (Ramón Guitó i Pons) y http://pirineosenguerra.blogspot.com.es/

 

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comentarios

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Imanol

Saludos a tod@s y bienvenid@s a este intento de investigación, difusión y discusión sobre la guerrilla antifranquista en general y la libertaria en particular. Invitaros a corregir, ampliar o rechazar las cosas que poco a poco se irán colgando, pues espero que con vuestra colaboración, podamos aprender y tratar de rescatar esta memoria olvidada y mal enterrada, para devolverla a la luz y a la vista de tod@s. Salud.

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