Saberes
Memoria de aquellos que resistieron al Franquismo después de la guerra.
28
Mar
2014
13:15
Extenuados
Por Imanol


                José Moreno Salazar "Quincallero".

  Para la normal actuación de las guerrillas, tanto en la sierra como en la ciudad, estas necesitaban de una tupida red de enlaces o colaborador@s, eran los ojos y los oídos de los guerrilleros, quienes se encargaban de conseguir alimentos, ropas, información, medicinas, para posteriormente y sin levantar sospechas, hacerlas llegar a los grupos.
  Dentro del heterogéneo abanico de gentes dedicadas a ayudar a los guerrilleros, destacaban familiares y amig@s de los huidos, pero también aparecen en la lista, curas, militares, gentes de dinero, e incluso algún guardia civil, como aquel que solía pasar munición de vez en cuando al guerrillero gallego “Curuxás”.
  José Moreno Salazar “Quincallero”, era enlace de la partida de “los Jubiles”, oriundos del cordobés pueblo de Bujalance. En julio del 40, contando 17 años, tras un buen golpe, vuelve hacia el pueblo con su mula cargada de comida, escondida bajo una carga de leña, para repartir entre las familias de los huidos. Tiene suerte, diluvia, lo que hará que los guardias estén a resguardo, de repente descubre a dos chiquillas empapadas, llorando. Son sus hermanas. Los civilones están en casa, esperándolo. Esconde la carga en un trigal y con un nudo en el estómago se dirige hacia el hogar. Según entra es detenido y José, que finge sorpresa, es registrado al igual que la mula y el camino por el que ha llegado. ¿Cómo puede ser? se preguntan los guardias sin encontrar nada echando miradas furiosas. Junto a su hermano son llevados al bar, donde varios oficiales comen y beben hasta ponerse borrachos, momento adecuado para ir al cuartel y empezar el interrogatorio.

 Los rostros de los torturadores, pudieron ser estos, quizás otros similares.

  Allí empiezan los golpes, las preguntas y ante la falta de respuestas, mas golpes, después vergajazos porque a los guardias, ya les duelen las manos. Lo llevan a las cuadras, donde encuentra a su madre atada y a su hermano siendo golpeado hasta llegar la inconsciencia, encargada de acabar con el dolor. La madre desesperada, escupe, insulta, buscando soltarse, a la defensa de sus hijos, la apalean de vez en cuando para intentar que se calle. Pasa la noche y comienza el día, todo sigue igual, bueno, quizás duela menos porque se va acostumbrando, lo que le duele más es ver así a su madre y hermano.
 

  Recorte de prensa sobre la matanza del cortijo "Mojapies".

  Traen una testigo, a la madre de Manuel, también amoratada por los golpes, que cuando ve a José se derrumba –Perdóname, lo he contado todo, me han pegado mucho- José reacciona rápido, - ¿De que habla usted?, yo no la conozco de nada. Siguen los golpes, vuelve la grata inconsciencia, cuando abre los ojos, junto a él en el suelo, madre y hermano están extenuados de tantos golpes recibidos, un poco mas allá, los guardias, también extenuados, pero de tantos golpes dados.
  Como muchos de los enlaces, “Quincallero” acabará uniéndose a la partida guerrillera a la que ayudaba, siendo además, el único que consiguió salir con vida tras la matanza del cortijo “Mojapies”, otros muchos mas, acabaron en las ya masificadas cárceles de Franco.
 

José Moreno junto al cortijo "Mojapies", donde resultó herido y detenido.
       Allí murieron el 6 de enero de 1944
seis de sus compañeros.

 
Fuente: El guerrillero que no pudo bailar (José Moreno Salazar)

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Imanol

Saludos a tod@s y bienvenid@s a este intento de investigación, difusión y discusión sobre la guerrilla antifranquista en general y la libertaria en particular. Invitaros a corregir, ampliar o rechazar las cosas que poco a poco se irán colgando, pues espero que con vuestra colaboración, podamos aprender y tratar de rescatar esta memoria olvidada y mal enterrada, para devolverla a la luz y a la vista de tod@s. Salud.

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