Saberes
Memoria de aquellos que resistieron al Franquismo después de la guerra.
14
May
2017
15:07
Anecdotario de "La Nueve"
Por Imanol

 
 Parte de los miembros de la nueve durante su estancia en Ingraterra.

 Hoy nos toca andar, mucho además, pues tenemos que seguir los pasos de una parte de los componentes de la división  Leclerc, pues nos centraremos en su novena compañía, formada casi íntegramente por republicanos españoles y con una mayoría libertaria en sus filas. De anécdota en anécdota seguiremos el rumbo de la 2ª división blindada de la Francia libre, entraremos con ellos en París, seguiremos hasta el nido del águila de Hitler y aún iremos más allá. Hoy hablamos de la nueve.
  Para empezar, hay que decir que de los 160 componentes de la compañía 146 eran republicanos españoles, siendo el resto algunos franceses y otros ex componentes de las brigadas internacionales. Si hacemos caso al capitán Dronne y a algún otro componente de la novena, la mayoría eran libertarios, sobre todo en la tercera sección que mandaba el canario Miguel campos. Por nombrar a algunos de aquellos anarquistas de los que tan poco sabemos, Jesús Abenza, Manuel Bullosa, Miguel Campos “Canario”, Ramón Estartit David “Fabregas”, Germán Arrue “Mejicano”, Manuel Pinto Queiroz “Manuel Lozano”, José Nadal Artigas y su hermano, del cual desconozco el nombre “Fermín y Constantino Pujol”, Faustino Solana “Montañés”, Ángel Rodríguez Leira “Ángel López cariño”, Federico Moreno, Martín Bernal “Garcés”, Alicio Vázquez Blanco, Enrique Giménez, Alfredo Piñeiro, Domingo Baños, Patricio Ramón “Bigote”, Pablo Moraga, Luis Argueso Cortés “Gitano”, Luis Quintela Ortiz, José Padrón Martín, Pablo García, Antonio Soler “José Caro”, Juan Benito Pérez Vallespí, o Pedro Solé Pladellorens “Pedro Juan Castells”.

En el Stanbrook llegaron algunos miembros de la nueve hasta Orán.

  Para quien lo desconozca, el final de la guerra civil reunió en Alicante a miles de civiles y militares con la esperanza de poder coger un barco y marchar al exilio. Las tropas fascistas acabaron bloqueando el puerto y los italianos tomaron la ciudad que se convirtió en una inmensa ratonera, el último barco que de aquel puerto salió fue el Stanbrook, cargado de gente hasta los topes, en dicho buque encontramos algunos de los integrantes de la compañía, entre ellos al que sería teniente de la nueve, Amado Granell, o a los libertarios Abenza, Campos y Moreno.
  Empezaremos diciendo que al principio, la unidad no era la nueve, sino el  regimiento de marcha del Tchad, formado en Argelia y con mayoría de soldados africanos de color, denominados “tirailleurs”, y aún antes de eso, fueron los Corps Francs. Y mira por donde, cuando se formó la 2ª división blindada, en 1943, dirigida por franceses pero integrada y a las órdenes de los norteamericanos, estos últimos prohibieron a las tropas coloniales formar parte de la división. Pese a las enérgicas protestas de Leclerc, que fueron ignoradas, con excusas tan peregrinas como que no iban a poder dominar la técnica del moderno armamento, el frio que hacía en Europa, o simplemente el puro y duro racismo, muchos de estos soldados de color, fueron desarmados, se les retiraron sus uniformes nuevos y fueron devueltos a sus aldeas. Este era el pago de los aliados a las vidas perdidas de sus compañeros y todos los penares sufridos durante los primeros años de guerra.

Antonio Domínguez posando con el banderín del batallón.

  Durante la campaña de Túnez, en una breve parada en Zaguán, un respetable comandante inglés de un grupo de antitanques puesto a disposición de Leclerc en Gabés, tras elogiar largamente la unidad francesa y a su general, pide urgentemente el traslado a una unidad donde haya hombres “temerosos de dios”.
  Dronne hablaba así de sus hombres: eran difíciles porqué era preciso que aceptaran por si mismos la autoridad de su oficial y fáciles porqué cuando ganabas su confianza era total y absoluta. A pesar de su aspecto rebelde eran muy disciplinados, de una disciplina original, libremente consentida. En su gran mayoría no tenían espíritu militar, eran incluso antimilitaristas, pero eran magníficos soldados, valientes y experimentados.
  Estamos en abril de 1943, tras la batalla de Túnez, la división es exiliada a Sabratha, entre la frontera tunecina y Trípoli con la intención de que dejen de desertar hombres de la legión extranjera francesa y se pasen a los cuerpos francos de Leclerc, los primeros luchan bajo órdenes del general colaboracionista Petain y los segundos lo hacen por De Gaulle y la Francia libre. Durante el descanso de Sabratha, algunos de los soldados se dedican a la pesca, con el poco académico pero eficaz método del lanzamiento de granada. Un día una de las granadas se desvió sin intención y cayó junto a un grupo de oficiales franceses dando un susto de aúpa tanto a los oficiales como al lanzador, pero dado que no hubo bajas se saldó el asunto con muchos gritos y juramentos y el arresto del lanzador.

 Itinerario de la 2ª División Blindada de Leclerc.

  La 2ª DB se forma y se rearma en Temara, Marruecos, de esta temporada tenemos algunas curiosas anécdotas, como por ejemplo, la de “Saud”. Saud era un mono casi de la altura de una persona, que había sido adoptado por un grupo de soldados y que hacía instrucción como los demás, incluso le habían hecho un fusil de madera y era uno más en la formación cuando sonaba la orden de firmes. También hacía cola para el rancho, cogía un plato y lo único que lo diferenciaba es que comía sin cubiertos. Por la noche tenían que ir listos y rápidos cuando montaban las tiendas, pues Saud se colaba como una flecha y si pillaba sitio ya no había manera de echarlo. Cuando la nueve dejó Marruecos Saud se quedó con una familia en Rabat.
  Para quien le pueda interesar, la 2ª DB estaba formada por unos 16000 hombres, con algo menos de 3000 españoles entre ellos, contaba con 4200 vehículos, entre ellos 160 tanques, 80 tanquetas, 200 semiorugas, 36 cazatanques, 57 cañones autopropulsados, y muchos jeeps y camiones que además arrastraban o montaban cañones o ametralladoras pesadas. Todo el material era norteamericano.
  También fue en Temara donde se bautizaron los semiorugas recién adquiridos, poniendo nombres de batallas para evitar discusiones ideológicas y fue el teniente “Bamba” quien los rotuló al ser el que mejor letra tenía. Respecto a los nombres, decir por ejemplo que el “Les Pingouins”, ante la imposibilidad de llamarlo “Durruti” fue llamado así por la manera que los franceses tenían de designar a los españoles. El “Les Cosaques” viene de que cuando la nueve llegó a Inglaterra, al poco de llegar hubo un caso de violación, y la mujer dijo que había sido un hombre que hablaba mal el francés. El capitán Dronne les acusó entonces de actuar como cosacos. La tropa de la nueve retiró el habla y el saludo a este oficial hasta que se disculpó, pues poco después se cogió al culpable y no era ninguno de los españoles. Los vehículos cambiarían de numeración conforme eran destruidos o sufrían reparaciones importantes, manteniendo el nombre con otro dígito ordinal. Así hubo, al menos, dos “Guernica”, tres “Résistance” o dos “Mort aux cons”. Algunos, cambiaron de nombre como el “España Cañí” que después de la liberación de París pasó a llamarse “Libération”.

  Así eran los Halftraks o semiorugas que utilizaba la nueve.

  Tras el periplo inglés la nueve desembarca en la playa denominada Utah, en las costas de Normandía, lo hace dos meses después que las primeras tropas y pronto se unen al combate. Rápidamente descubren formas de hacer negocio entre los combates pues los americanos pagaban muy bien por los prisioneros alemanes pues recibían distinciones o permisos. Al principio se los entregaban sin cargo alguno, pero viendo las posibilidades del asunto y muy en contra de las ordenes,  se inició el intercambio de prisioneros por material bélico u otras mercancías, por ejemplo, cinco soldados alemanes por una lata de 20 litros de gasolina, por 10, dos latas o dos pares de botas de media caña, por 20 soldados una ametralladora. Por tres oficiales de estado mayor se pagaba una motocicleta y si eran SS se le añadía el sidecar. Por un general se conseguía un jeep. Además, normalmente había propinas de carne en conserva, chicles, tabaco rubio, petacas de whisky o algún neumático. Para decir verdad, algunos de los oficiales y generales entregados, de tales solo tenían el uniforme, pero como los americanos pagaban…a veces el trueque no quedaba ahí, por la lata de 20 litros un campesino daba 2 gallinas, o la motocicleta se cambiaba por un cerdo o dos corderos, y todos contentos.
  “Ils sont arrivés”, las palabras vuelan, “han llegado”, tarde noche del 24 de agosto de 1944, por fin los primeros blindados aliados entran en el París ocupado, bueno, no tan ocupado pues la resistencia se ha alzado en armas hace unos días, y casualidad, resulta que los nombres de los blindados y sus tripulaciones, ni son franceses, ni son norteamericanos, los primeros son nombres de batallas de la guerra civil española y los segundos, son esos “rojos españoles” a los que iban a observar a través de las alambradas de los campos de concentración del sur de Francia a ver si les encontraban cuernos y rabo diabólicos. 

 El libertario Domingo Baños, en la liberación de París.

  Los anarquistas españoles de la nueve y los que participan en la resistencia parisina pronto se encuentran. Una vez liberada la ciudad y tranquilizadas las cosas se ponen de acuerdo para conseguir armas para la futura lucha de cara a la liberación de España. Dronne colabora con un semioruga que ha adquirido ilegalmente a los americanos pero no quiere saber nada más del asunto, Campos y Bullosa lo integran en la retaguardia de la 3ª sección y la CNT parisina de Laureano Cerrada pone los tripulantes, Manuel Huet, Joaquín Blesa, Liberto Ros, Mariño, Rosalench que sería el conductor y García el tirador. Durante cerca de 8 semanas el Halftrack “Kanguro” irá en retaguardia de la 3ª sección recogiendo todas las armas ligeras que les sea posible y mandándolas después a París en camiones de municionamiento cuando iban a reaprovisionarse, estos camiones estaban a cargo de “Bamba” que les avisaba de sus viajes a la capital. Uno de los días que andan de requisa, se han separado más de la cuenta de la columna y en una carreterucha secundaria se encuentran con un convoy americano al mando de un general. Son detenidos, interpelados y creen que puedan ser alemanes disfrazados, por suerte aún no han visto el interior del semioruga cargado de armas hasta los topes, menos mal que cuando la situación está bien tensa, aparece un oficial cubano que hace de interprete y soluciona las cosas, señalándoles incluso el camino para encontrar al resto de su unidad. El kanguro llegará incluso a entrar en combate posteriormente, y dados los crecientes problemas y la muerte de Bullosa, Campos irá otorgando permisos a la tripulación y posteriormente con un par de cañonazos del Ebro se deshará del semioruga ilegal.

París celebra su liberación. La nueve desfila por los campos Elíseos.

  De los 144 españoles que desembarcan en la playa de Utah, llegarán ilesos al nido de águila de Hitler 16, de allí, como botín se llevarán un ajedrez, un juego de sábanas con las iniciales A. H. o muchas y buenas botellas de vino. 
  El anarquista canario José Padrón, no solo fue miembro de la nueve, hay que decir que era jugador de futbol, que fue el primer jugador canario que jugó con la selección española con la que debutó el 17 de marzo de 1929 y le metió dos goles a Portugal ese mismo día. Era jugador del Español de Barcelona.
  Manuel Pinto Queiroz vivía en un 5º piso sin ascensor en un barrio obrero de París, con 84 años la alcaldía de la ciudad lo envió a un asilo de ancianos. Aquello no era para él, se tiró por la ventana. Murió un año más tarde.
  José María Tarifa era socialista, desertó de la nueve tras la liberación de París, contactó con los guerrilleros de la UNE, y en octubre lo encontramos en las invasiones pirenaicas del valle de Arán.
  A Miguel Campos quien le iba a decir que acabaría siendo el protagonista de un gran y hermoso comic, Paco Roca descubrió la nueve y lo eligió a él. Campos desaparece el 14 de diciembre de 1944 en acción de guerra, no se sabrá nada más. En el comic se da una alternativa hermosa a su desaparición, aunque no es la verdadera. Sabemos que en verano de 1945 hubo una reunión en París con unos integrantes de lujo, el motivo, preparar la muerte de Franco, los asistentes fueron Pons i Prades, encargado de la resistencia en la zona de Carcassone, Joaquín Blesa, uno de los tripulantes del Kanguro, Manuel Huet, otro de los del Kanguro, de los grupos de acción en Barcelona y encargado de la antena marítima de la red Ponzán, Manuel Soto, miembro de los grupos de acción tanto en Barcelona como en Francia, Juan Zafón, encargado de la antena marítima de la red Ponzán y resistente en París y Laureano Cerrada, el gran falsificador, preparador de atentados contra Franco y organizador de grupos de acción en Francia. Como merece un artículo propio, no adelantaré más datos sobre “el Canario” y os dejo a la espera del mismo.

Miguel campos, ilustración de Paco Roca para la portada de
                            Los surcos del azar.

  El libertario Prometeo Vercher no era miembro de la 9, pero sí que estaba integrado en la división Leclerc. De él, sabemos que formó en la Columna de Hierro, y que tras la guerra civil junto a otros milicianos de la columna crearon un grupo de acción en Valencia, especializado en la realización de atracos para financiar la defensa de presos condenados a muerte, tratando sobre todo de liberar a los hermanos Pellicer. El grupo fue desarticulado, Prometeo consiguió llegar a Portugal, se ahí pasó al norte de África y enrolado en el ejército francés, siguió a Leclerc hasta la liberación de la capital gala.
  Decir, que una vez finalizada la toma de París, en la historiografía oficial gala, en la prensa y en los posteriores libros dedicados al tema, misteriosamente los nombres de los blindados fueron tornándose franceses, que cualquier referencia a los republicanos españoles desapareció de la historia y de muchas memorias. Tuvo que ser más de medio siglo después, en 2004 cuando finalmente París y Francia, reconocieron y homenajearon debidamente a la novena compañía, a aquellos “rojos españoles”, aquellos que no peleaban por banderas sino por ideales, que lucharon contra el fascismo en España y siguieron haciendo lo mismo en Camerún, Libia, Túnez, Francia y demás campos de Europa, pues el enemigo seguía siendo el mismo. Por supuesto, a este lado de la frontera, la memoria y el homenaje han tardado más en llegar, y no ha sido gracias al gobierno actual que se haya producido, pero por fin, en 2017, en Madrid han recibido el tardío pero justo homenaje y se les ha dedicado una plaza. 

Más vale tarde que nunca. Reconocimiento a la nueve.

   Estas letras están dedicadas a toda aquella gente que durante tantos años sembraron solidaridad, ejemplos, ideas y solo cosecharon plomo y olvido. ¡¡¡Va por vosotr@s!!!

Fuentes: La nueve (Evelyn Mesquida), Republicanos españoles en la 2ª guerra mundial (Pons i Prades), Los senderos de la libertad (Pons i Prades), Los republicanos en la liberación de París (Pons i Prades, Historia 16 nº 111), Enciclopedia histórica del anarquismo español (Miguel Íñiguez), Los españoles de Leclerc (Pons i Prades, Historia 16, nº 17), Los surcos del azar (Paco Roca), Les rouges espagnols. Liberando París 65 años después (Diego Gaspar Celaya), Historiales resumidos de algunos miembros de la nueve (A.H.C.C.La Nueve), https://pinguinosenparis.com/ y http://www.marca.com/futbol/2016/12/08/58485653e2704e2c768b45a9.html

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Imanol

Saludos a tod@s y bienvenid@s a este intento de investigación, difusión y discusión sobre la guerrilla antifranquista en general y la libertaria en particular. Invitaros a corregir, ampliar o rechazar las cosas que poco a poco se irán colgando, pues espero que con vuestra colaboración, podamos aprender y tratar de rescatar esta memoria olvidada y mal enterrada, para devolverla a la luz y a la vista de tod@s. Salud.

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