Muy buenas Eduardo, nos gustaría que nos contaras un poco de trayectoria vital para las personas en Andalucía del entorno del movimiento nacionalista andaluz. ¿Cuándo llegaste y a que fuiste a Cataluña?
Pues la llegada als Països Catalans fue un cúmulo de coincidencias, buscadas y no buscadas, y las circunstancias sociales que rodean a la gran mayoría de jóvenes andaluces universitarios al completar su ciclo formativo. Una vez acabada la carrera de Derecho en Jerez y ante la falta de salida profesional decidí marchar un año fuera del estado español, concretamente a Amsterdam (Holanda). Durante mi estancia en Amsterdam colaboré en la asamblea okupa de mi barrio y en la campaña por la libertad de Juanra (cantante de KOP) que durante aquella época luchaba contra su extradición al estado español dado que las únicas pruebas que se disponían en su contra eran unas declaraciones obtenidas bajo torturas y el temor al ser torturado a su llegada a Madrid.
Tras este año en Amsterdam el año 2003 decidí ir a Barcelona atraído por unos cursos de doctorado en materia de transformación del estado de derecho desde el punto de vista penal y constitucional, así como la izquierda independentista y el movimiento okupa. A partir de mi llegada la acogida fue impresionante. El desarrollo político, personal y laboral que me ha brindado esta tierra me ha enamorado y todo sin dejar de pensar en Andalucía, también la tierra que me vio nacer, crecer y donde tengo a mi familia y es que creo que el ser humano tiene un corazón lo suficientemente grande para amar la tierra donde nació, creció, estudió y se enamoró; y también, para amar, igualmente, la tierra donde emigró, aquella tierra donde igualmente creció, estudió, y también se enamoró. Y que nadie nos haga escoger nunca entre Andalucía o Cataluña, porque somos como somos gracias a Andalucía y gracias a Cataluña.
¿Cómo fue tu integración en el independentismo andaluz?
Allá en la Andalucía post expo 92, últimos años de gobierno español del PSOE (GAL, recuerdo que me llamó especialmente la atención el caso Lasa y Zabala, la corrupción), la alternativa institucional y política era la entrada del PP, todos defendiendo las empresas de trabajo temporal, pérdida de derechos laborales, y la sensación siempre omnipresente que Andalucía no servía más que para ser el granero y el lugar de vacaciones del resto del estado. Las ganas de luchar contra el status quo vigente desde la operación de maquillaje de las instituciones españolas tras la muerte del dictador Francisco Franco, contra el silencio vergonzante sobre los crímenes de la dictadura me daba ya la perspectiva que el estado español era irreformable y la única salida como clase y pueblo debía hacerse rompiendo los vínculos con el estado español y el régimen constitucional. Así unos cuantos jóvenes de Jerez formamos una asociación que se llamaba JAI (Juventud Andaluza Independentista) que básicamente nos dedicamos a la agitación, y actos en contra de la celebración de la Toma de Jerez para después entrar en Nación Andaluza y ya posteriormente vino la fundación de Jaleo!!! que felizmente dura hasta hoy.
¿Nos podrías contar muy brevemente cuál ha sido el recorrido del independentismo catalán desde tu punto de vista en los últimos años?
Es importante en relación al proceso que se vive en el Principado de Cataluña tener en cuenta que a partir del 2006 con la aprobación del nuevo Estatut de Autonomía -que nació mutilado de la mano de la Convergencia de Artur Mas y del PSOE de Zapatero, y con una evidente falta de legitimación con una participación inferior al 50% en el referéndum de aprobación y un 25% de votos contrario- se comenzó a gestar un caldo de cultivo independentista que fue creciendo de manera exponencial, siendo una cita importantísima las consultas populares iniciadas en Arenys de Munt, que se extendieron por todo Cataluña y en las que participaron más de 500000 personas. A partir de 2010, con la sentencia del Tribunal Constitucional que mutilaba aún más el Estatut, se empezaron a dar las grandes manifestaciones que superan el millón de personas reclamando sin tapujos la independencia. El sentimiento de menosprecio a la actividad legislativa del Parlament de Catalunya con constantes suspensiones de leyes por parte del Tribunal Constitucional a instancia del gobierno también ha ayudado a la sensación de desafección del estado español. Se han suspendido leyes como la ley contra la pobreza energética y la emergencia habitacional, la ley que fija impuestos a las centrales nucleares, , ley de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, impuestos a los bancos, etc.
Tampoco podemos olvidar las grandes manifestaciones de contenido social que se dieron especialmente durante los años 2010 y 2011, con huelgas generales de una importancia cualitativa y cuantitativa impresionante, el 15M, etc... sacando a la luz la deslegitimación de las instituciones existente por parte de la ciudadanía. Todo ello ha facilitado una sensación social que el cambio radical, el cambio estructural, la posibilidad de iniciar un proceso constituyente no es una utopía sino que es algo que está a nuestro alcance y además es imprescindible, así hoy en día la independencia es vista por amplísimos sectores de la población como la única herramienta capaz de facilitar un proceso constituyente en el que las clases populares tengan capacidad de incidir.
A pesar de esto, tenemos que recordar que en Cataluña los presupuestos que estuvieron en vigor durante el año 2012 fueron aprobados por CiU y el Pp. Es importante también manifestar que ha sido la presión popular la que ha conseguido mover a actores autonomistas hacia posiciones, al menos nominalmente, independentistas. La fuerza de la gente es la que está haciendo posible que haya unas posibilidades reales de cambio, debemos tener claro que no son las instituciones sino la movilización popular la que conseguirá dotarnos de esta herramienta para la mejora de las clases populares que es la independencia.
¿Recientemente has pasado a formar parte del nuevo Secretariat Nacional, cuéntanos cuál es la situación actual en la que se encuentra la CUP? ¿Cuáles son sus principales retos organizativos y políticos?
Desde el punto de vista organizativo la CUP ha pasado en 5 años de tener 50 concejales en todo el país a tener 400, más de 30 alcaldías y 10 diputados, evidentemente este crecimiento para una organización asamblearia, que cree firmemente en la horizontalidad y que no concibe un mecanismo de toma de decisiones en el que no participe la totalidad de la militancia crea desajustes y tensiones. Pero el debate en si es sano, y es lo que este nuevo secretariado tenemos como objetivo, potenciar el debate y estructurar la organización de manera que estos debates se puedan llevar a cabo de una manera más ordenada, sana y constructiva, sin perder ni una coma de democracia interna, de la que estamos especialmente orgullosos.
Es necesario aclarar que el Secretariat no tiene funciones políticas, sino ejecutivas y se encarga de desarrollar los acuerdos de las asambleas nacionales y los consells politics. En este sentido el mandato que tiene el Secretariat Nacional derivado de la Asamblea Nacional de Esparraguera -la última asamblea- es claro, ejecutar aquellas líneas que nos lleven a desarrollar un proceso constituyente de origen popular y con perspectiva de género, la ruptura con el estado español en clave de unilateralidad y garantizar los derechos sociales que las políticas neoliberales están poniendo en peligro
¿Cuál es para ti la situación política actual en Cataluña en lo relativo a la agenda independentista? ¿Cuáles son las posibilidades de un proceso de independencia y cual es análisis actual de la CUP respecto a esta coyuntura?
Tras las elecciones del 27 Septiembre podemos decir que hay un 80% de la población catalana favorable a un referéndum, un 48% favorable a la independencia, lo que no implica que el 52% restante sea contrarios, ya que hay que tener en cuenta un 12% de votos a Catalunya Si que Es pot entre los que se encuentran independentistas. Por tanto el independentismo es la primera opción política del país en medio de un estado en fallida que nació con la reforma impune del franquismo de 1978 y cuya única alternativa que nos ofrece es el miedo, la imposición y la sumisión. Más de lo mismo.
Estamos en una legislatura excepcional en el que desde la CUP nos marcamos tres objetivos concretos la ruptura con el estado español en clave de unilateralidad, para lo cual consideramos que el Referendum Unilateral de Independencia es la mejor herramienta y la que mayor legitimidad internacional otorga.
La creación de un proceso constituyente participativo y desde la calle, desde la sociedad civil. La nueva república no la pueden diseñar unos pocos o los de siempre, debe ser un proceso ilusionante en el que el futuro no se debe parecer al pasado. Como diría Montserrat Roig “La democracia no se aprende en el Parlamento sino en casa”. Las bases del futuro estado se deben construir de abajo a arriba articulando una nueva legalidad y legitimidad popular a través de los representantes electos locales, representante de los movimientos sociales, sindicales, del tejido asociativo, cultural, económico y cooperativo. Fomentando un auténtico debate constituyente desde la base.
Y como tercer gran objetivo garantizar los derechos básicos de las clases populares, a la educación manteniendo los recursos a la escuela pública y recortar si son necesarios a la concertada, garantizar el derecho a la salud paralizando las privatizaciones, garantizar el derecho a la vivienda y el despliegue de la ley de garantía habitacional y de pobreza energética desobedeciendo la suspensión del Tribunal Constitucional, garantizar el carácter público del agua y aumentar la fiscalidad de las rentas más altas.
En este sentido en la declaración de soberanía del 9N se recogen gran parte de estos objetivos. Esta declaración fue suspendida por el tribunal Constitucional, pero la misma declaración recoge la no sumisión a dicho órgano del Parlament de Catalunya, en este sentido exigimos a JxSi desobediencia clara y contundente a estas suspensiones y su despliegue.
Desgraciadamente los presupuestos que el gobierno presentó el mes de junio, incidían en las privatizaciones, no revertían recortes y no destinaban partidas a la ruptura, esto impidió que pudiéramos votar a favor. Ahora esperemos que desde JxSi se comprometa en una fecha para celebrar el referendum o al menos señale cuales son los pasos claros hacia la independencia, y presente unos presupuestos que supongan un verdadero desarrollo de la declaración del 9N del Parlamento de Cataluña, con todo lo que ello conlleva: garantizar una partida presupuestaria en clave de unilateralidad, garantizar el desarrollo de la ley de emergencia habitacional y contra la pobreza energética, garantizar la sanidad pública, garantizar el mayor número posible de asilo para refugiados, y una fiscalidad mas justa con un incremento para las rentas más altas
¿Cómo ha afectado el proceso independentista al equilibrio de fuerzas entre las izquierdas y los movimientos sociales y por otro lado los sectores de la burguesía catalana? ¿Cuáles son los retos para superar esta contradicción y construir una hegemonía social desde los sectores del independentismo popular y de izquierdas?
La crisis económica y el proceso independentista han supuesto un auténtico terremoto en cuanto a la representatividad en la política institucional: Así el PSC de estar gobernando ha pasado a ser la tercera fuerza, de la federación CiU, Unió ha desaparecido del arco parlamentario y Convergencia se ha visto obligada a coaligarse con ERC para mantenerse en el poder, se ha tenido que refundar como partido incluso cambiándose de nombre y pasar de 50 diputados en 2010 a 30 en las últimas elecciones. ICV se ha tenido que coaligar con Podemos, incluso de esta manera pasó de 13 diputados en 2012 a 11 en 2015. ERC pasó de 10 diputados en 2010 a 21 en 2015 dentro de JxSí. Y la Esquerra Independentista a través de la CUP que se presentó por primera vez a las elecciones al Parlament el 2012 ha pasado de 3 a 10 diputados en las últimas elecciones celebrada el 27S.
Esta evolución nos da una señal de hacia dónde está girando la correlación de fuerzas, es evidente que a medida que avanza el independentismo lo hace hacia la izquierda, y esto responde al potencial transformador que tiene la construcción de una nueva república versus la imposibilidad manifiesta de transformar el estado español.
Desde el independentismo popular y de izquierdas tenemos claro que no queremos romper con los españoles, ni con los pueblos que forman el estado español, queremos romper con el estado y el régimen del 78. Y no por capricho o por identidad, sino porque creemos que es la única manera, demostrado históricamente, real de poder construir una sociedad mejor.
Tenemos que ser consciente que la historia del estado español nos ha demostrado que es irreformable. La articulación y sometimiento al mismo de los diferentes pueblos que la forman tiene una solidez que cualquier intento de reforma queda en nada o en guerra civil. La división territorial de la fuerza de trabajo, la industria, el sometimiento o la expropiación cultural, el maltrato continuado a las lenguas, y ahora el sometimiento económico a los dictados de la Europa del capital, ha creado un bloque monolítico del capitalismo en territorio estatal cuya única posibilidad real para salir es abandonar dicho estado. En este sentido siempre me gusta recordar las frases de Castelao, considerado padre de la patria galega quien dijo que para que existiera una España roja era imprescindible que antes estuviera rota.
Es cierto que hay sectores de la burguesía que a través de reivindicaciones de infraestructuras: internacionalización del aeropuerto, puerto, eje mediterraneo, etc.. se han sumado al proceso independentista viendo como un nuevo estado les puede abrir puertas internacionales y europeas, pero también es cierto que dentro del principado de Catalunya hay una división patente dentro de los grandes empresarios, aquellos que dependen de Madrid, grandes empresas del IBEX 35 agrupadas principalmente en la patronal Fomento del trabajo empresas que generalmente obtienen grandes adjudicaciones estatales que se oponen frontalmente al proceso independentista.
Es esta división palpable la que debemos aprovechar las clases populares para iniciar un proceso constituyente donde realmente tengamos voz propia que dé como resultado la construcción de un estado socialmente justo construido desde abajo a la izquierda.
Quisiera preguntarte algunas cuestiones sobre nuestra Andalucía ¿Cuál es el contexto político que observas desde fuera respecto a la situación del nacionalismo andaluz?
Como independentista andaluz, veo con ilusión como el SAT se está consolidando como sindicato soberanista con más de 20000 afiliados, como su portavoz nacional pide sin tapujos la independencia de Andalucía, me alegra ver como la organización juvenil Jaleo!!! sigue siendo un referente para los y las jóvenes andaluces que no se conforman con el sistema establecido, como la CUT tiene concejales por todo el territorio, diputados al parlamento Andaluz y al español siendo un altavoz fundamental del soberanismo andaluz de izquierdas, como Nación Andaluza que continúa viva desde la década de los noventa, así como la aparición de herramientas como el sindicato unitario que sin duda ayudaran hacer crecer el independentismo como un catalizador para la clase obrera andaluza. Creo que la existencia de todos estos instrumentos indica lo que muchos ya consideramos y es que el soberanismo andaluz existe invernando en amplias capas de la población andaluza, pero no ha existido la chispa que haga estallar la reivindicación soberanista de una manera masiva. Desde la distancia, se puede pensar que a evitar esta chispa contribuye la existencia de partidos políticos de obediencia estatal que en algunos casos han adoptado un regionalismo andaluz como bandera o pueden llegar a coptar el movimiento popular soberanista. En cualquier caso, siempre ilusiona ver desde la distancia como cada vez que se mira con menos extrañeza a aquellos que reivindican la plena soberanía para Andalucía y que espacios como las movilizaciones contra la Toma, los 4 de diciembre, las ocupaciones de fincas, etc aglutinen cada vez a más personas.
Así miro con deseo que esta chispa soberanista salte, y se inicie un ciclo movilizador amplio en el que junto a las reclamaciones sociales se exija también como elemento necesario para llevar a cabo estas justas reclamaciones plena soberanía para Andalucía, eliminando así la dependencia del estado español o lo que es lo mismo de los herederos de la Duquesa de Alba, los señoritos terratenientes o aquellos de los programas del corazón que reducen nuestra tierra a una playa, un cortijo o sala de fiesta.
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Pensar la tierra es un espacio abierto de reflexión, debate y análisis del contexto de las luchas sociales rurales y los movimientos de transformación desde el campo en Andalucía. Pensando desde el sur, junto al resto de luchas y pueblos que entienden sur como rumbo de emancipación. Construyendo nuestra Andalucía desde sus luchas, sus latidos y sus sueños de tierra y libertad, sabiendo que hay ya un mundo que nace a cada paso de un pueblo que camina.
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