09
Oct
2013
Por Gonzalo Abril

Como enseñaba Deleuze en su Curso sobre Foucault, cuyo primer tomo se ha publicado recientemente en castellano, es estúpido decir que los políticos mienten. La derecha dice exactamente lo que hace, con un cinismo radical. A nadie se le oculta, prosigue Deleuze, que, si gobierna, los jóvenes un poco morenos sufrirán controles de identidad, que la patronal podrá despedir sin que el Ministerio de Trabajo se inmiscuya, etc. Eran los 80 y la única excepción, el único caso de ocultamiento que el filósofo admitía, eran las prácticas corruptas, el robo de dinero. Hoy, y precisamente porque Deleuze diagnosticó correctamente la tendencia a la transparencia en el ejercicio del poder político, tampoco la corrupción, por larga, sistemática y dispendiosa que haya sido, se le oculta a nadie. ¿De veras alguien se ha soprendido del llamado caso Bárcenas o del caso Urdangarin?

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01
Oct
2013
Por Gonzalo Abril

No tanto por sus méritos cinematográficos (que no le faltan), cuanto por haber suscitado y reactivado algunas cuestiones morales y políticas fundamentales de nuestra desdichada época, la película Hannah Arendt, de Margarethe von Trotta, merece atención. Uno de esos temas cruciales reactivados por el filme, y por la remembranza de las ideas de la gran pensadora judeoalemana, es la “banalidad del mal”: Adolf Eichmann, el teniente coronel de las SS procesado en Jerusalén en 1961, no representa una figura maligna de la especie “fáustica”, no es un malvado susceptible de evocaciones románticas o épicas, como Gilles de Rais, Vlad el Empalador o Isabel Báthory, la condesa sangrienta.

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25
Jul
2013
Por Gonzalo Abril

El presente acoge al futuro. O mejor: en el presente puede expresarse de forma paradójica e incierta, pero insistente, el deseo de una verdadera vida.

Esta anticipación está en la poesía, y se la denomina “prolepsis”. Cuando, por ejemplo, Fray Luis habla de las aguas espumosas por donde hienden los remos, el adjetivo “espumosas” tiene valor proléptico: el mar del que habla, que aún no lo está, se tornará espumoso, precisamente por la acción de los remos que van a henderlo. Pero es en el propio poema, no en algún territorio exterior y posterior a él, donde se realiza esa presentización, ese hacerse algo presente de forma anticipada. Que es al mismo tiempo, en este caso, una alianza entre remo y agua (y como escribió Deleuze, todo devenir es una alianza contra natura, no una metamorfosis).

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09
Jul
2013
Por Gonzalo Abril

Lo ha dicho ese campeón del concepto que es el responsable de programas del PP, Esteban González Pons: una cosa es la corrupción y otra la sensación de corrupción.

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03
Jul
2013
Por Gonzalo Abril

Aunque me suelen considerar un ser anacrónico o francamente rancio, muchos de los visitantes que me interpelan desde el pie de la columna se muestran sorprendidos de que me interese tanto por temas políticos, mediáticos y en general culturales del momento. ¿No es usted demasiado mundano para profesar de estilita?, me preguntan de forma más o menos directa. Y yo he de recordarles una severa admonición que leí hace muchos años en “El Payaso” de Thomas Mann: “aunque te conviertas en anacoreta, te acometerán en pleno desierto las tragedias de la vida y habrás de hacer frente a los embates de la adversidad (...), habrás de luchar, y vencer o ser vencido”. Sí, son los embates de la adversidad y las tragedias que hoy se viven, tantísimas y tan mortificantes, las que siguen adhiriendo las preocupaciones mundanas a las membranas de mi espíritu como una mucosidad malsana.

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22
Jun
2013
Por Gonzalo Abril

En 1979 se estrenó la película Bienvenido Mr. Chance (Being There), dirigida por Hal Ashby, que acertó a ofrecer una de las sátiras políticas más mordaces del final de siglo. El señor Chance, interpretado por Peter Sellers, es un pobre jardinero que nunca ha salido de la mansión en que trabaja, afectado por una notable discapacidad cognitiva y cuyo mundo mental se restringe al de los triviales relatos televisivos. Un accidente y varios malentendidos le llevan a relacionarse estrechamente con la élite empresarial y política, incluso con el presidente de los Estados Unidos, que lo toman por un magnate de los negocios arruinado. Sus afirmaciones ingenuas y literales sobre jardinería, que llega a exponer en la televisión (por ejemplo: “es posible que todo crezca sano y fuerte.

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11
Jun
2013
Por Gonzalo Abril

Es bastante conocido que Ferdinand de Saussure, el gran lingüista ginebrino que roturó el camino del estructuralismo a principios del siglo pasado, investigó en torno a los “anagramas”, combinaciones crípticas de letras que en ciertos poemas latinos de la antigüedad conformaban una especie de “texto oculto” o subyacente. Starobinsky publicó a principios de los setenta un importante ensayo sobre las investigaciones saussureanas, y entre nosotros Raúl Rodríguez Ferrándiz escribió a finales de los noventa un brillantísimo estudio sobre el mismo tema.

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09
Jun
2013
Por Gonzalo Abril

El capitalismo siempre ha sido hostil al desarrollo de la experiencia y del gozo del presente. En la época del industrialismo clásico los patronos acumulaban para el futuro, mientras los trabajadores esperaban apenas tiempos menos inicuos para sus hijos. Hoy en día “vivir en el presente” suele significar vivir al día, es decir, en la resignación a la precariedad, la pérdida del futuro y el desamparo.

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19
Mayo
2013
Por Gonzalo Abril

Al principio de Naturaleza muerta, la hermosa película de Jia Zhangke (2006), Han regresa desde Shanxi a su antigua ciudad y pide a un mototaxista que le conduzca a una determinada dirección, donde había vivido tiempo atrás. El motorista lo lleva hasta un lugar inundado por efecto de la construcción de la presa de las Tres Gargantas e indica a Han que allá, en las profundidades del agua, se encuentra la dirección solicitada. Esta experiencia de anacronismo, de vivir todavía, al menos imaginariamente, en un tiempo inexistente, extirpado por “la historia”, “el progreso”, “la modernización” o cualesquiera otros agentes tan abstractos en su denominación formal cuanto efectivos en la materialidad brutal de las acciones que a menudo los representan, la han conocido también muchos españoles.

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17
Mayo
2013
Por Gonzalo Abril

En la Grecia clásica el pedagogo (paidagogós, “quien guía al niño”) no era propiamente el maestro, sino por lo general un esclavo que acompañaba a la criatura a los distintos lugares donde enseñaban los maestros particulares (didáskaloi) de lectoescritura, música y gimnasia. El adulto protegía al menor de los peligros de la calle pero, sobre todo, por su proximidad con el niño, se convertía en un guía moral, ya que se encargaba de enseñarle buenos modos y vigilaba el curso de su educación. El pedagogo adquirió así mayor responsabilidad que los propios maestros en el desa­rrollo espiritual y moral de los jóvenes (según cuentan L. Castello y C. Mársico).

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Gonzalo Abril

Gonzalo Abril es el seudónimo literario de Paulino el Estilita, un anacoreta que se mandó mudar a lo alto de una columna después de ver cierta película de Buñuel, de estudiar el Libro de Job y de caer en la cuenta de que llevaba ya mucho tiempo habitando en medio de un desierto, el desierto de lo real. No vive aislado ni atrapado en red social alguna. Se mantiene en contacto con otros hermanos estilitas, como Wenceslas el Severo, su único lector conocido, que frecuentemente discrepa de sus opiniones. Se mantiene también, en el sentido alimenticio, de pura lechuga. Sobra decir que aborrece el mundo del que, por ello mismo, se considera contemporáneo.

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