archivoSeptiembre 2012

1 a 1 de 1
27 de Sep 2012
Gonzalo Abril
Los anacoretas sufrimos enormes privaciones: ya se trate de emparedados, que pasan sus días encerrados en un ínfimo cubículo, de subdivales que viven a la intemperie y duermen allá donde les sorprende la noche, como las liebres, de dendritas que habitan en las copas de los árboles, o de estilita