Intentando dejar a un lado cualquier escala ética, sería prácticamente imposible predecir cuál es el proceso natural-evolutivo del ser humano.
No sabemos si la contaminación y destrucción de los recursos naturales pertenece a una senda natural, o si la inequidad en los derechos sociales y universales, la desigualdad en la accesibilidad a los alimentos, a los cuidados sanitarios o educativos.
Honestamente no sabemos si son circunstancias , que como cualquier proceso natural se deban al resultado de la “metamorfosis” que experimenta la naturaleza. Pese a ellos, a los que legítimamente quieren pensar que sí, nosotros creemos que no.