En la portada del número 259 de Diagonal hemos publicado una ilustración que ha generado polémica. Queremos explicar a nuestras suscriptoras y nuestros lectores cuál es la intención de esta ilustración y cómo se engarza con los contenidos del periódico.
Más o menos acertada, divertida o no, creemos que esta portada plantea algunas cuestiones que están de fondo en la inminente campaña electoral: la espectacularización, la escasez de debate político de largo recorrido y el empobrecimiento del tono que favorece un periodismo de consumo rápido del que se sirven los partidos políticos mayoritarios para colocarse en la carrera a La Moncloa.
El dibujo muestra a una persona "consumiendo" encuestas electorales. En los últimos meses hemos constatado la capacidad de esos sondeos para configurar una realidad preelectoral, estados de ánimo, hypes o, más sencillamente, corrientes favorables para determinados partidos políticos. Diagonal siempre ha sido un medio crítico y consideramos nuestro deber denunciar todo tipo de manipulación informativa, también la elaborada a partir de estudios seudocientíficos realizados por grupos comunicativos con una agenda política y económica propia.
En los últimos meses hemos constatado la capacidad de los sondeos para configurar una realidad preelectoral
Nuestra portada siempre es escaparate y resumen del contenido que se encuentra en el interior. A nadie se le escapa que la presencia de Ciudadanos en los medios de comunicación, especialmente en televisión, radio y redes sociales, se ha vuelto constante. En los contenidos del número evaluamos esa progresión hacia el estrellato del partido naranja, así como otros aspectos referidos a la campaña electoral. La ilustración de portada refleja ese estado de ánimo "imparable" en el que se encuentra Ciudadanos a día de hoy. No somos ingenuos y conocemos las alusiones, siempre en tono humorístico, que se han hecho en las últimas semanas acerca de las sustancias prohibidas y su uso por parte de los políticos. La intención, no obstante, ha sido hablar de la euforia que se está generando en torno a un partido político que, hasta enero de 2015, no había despertado el más mínimo interés fuera de Catalunya, y que hoy se presenta como una opción de Gobierno.
También se ha podido interpretar erróneamente esta portada como una crítica, con un enfoque moralizante, al consumo de drogas. Cualquiera que conozca la trayectoria de este periódico sabe que nuestro abordaje sobre este tema es mucho más complejo y en él nos hemos posicionado claramente a favor de la despenalización del consumo. Sobre este debate hemos publicado muchos textos e incluso le hemos dedicado un libro. No nos importa quién consuma qué, y nos es totalmente indiferente lo que cualquier político haga con su cuerpo. No así sus propuestas, que son el objetivo de análisis de nuestros artículos.
A partir de su publicación, queremos agradecer a todas aquellas lectoras y todos aquellos suscriptores que han mostrado su opinión respecto a la ilustración escogida para la portada de este número 259, tanto las positivas como las negativas. Creemos que desde la crítica de nuestros contenidos podemos seguir explorando un modelo de periodismo que, nos parece, sigue siendo necesario para la transformación social, el objetivo con el que comenzamos a andar hace más de diez años.