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20 de Nov 2014
javierpadillab
"Un sistema sanitario basado en la prevención ahorrará costes". "Las actividades de prevención suelen ser coste-efectivas". "Si actuamos cuanto antes evitaremos incurrir en gastos futuros".
 
Esas son tres frases que se pueden encontrar en cualquier medio de comunicación o tertulia político-sanitaria.
 
¿Qué quiere decir "ahorrar"?

Las tres frases con las que hemos comenzado este texto mezclan diferentes conceptos. Una actividad sanitaria puede ahorrar dinero (al aplicarla se consigue que se dejen de utilizar recursos en una cuantía superior a los recursos que cuesta dicha intervención), puede ser coste-efectiva sin ahorrar dinero (supone gastar cierto dinero a cambio de una mejora en salud, pero sin que ese dinero suponga un ahorro, sino un gasto que se considera que merece la pena) o no ser coste-efectiva (incurre en gasto elevado para los beneficios que reporta).

Es por ello que debemos evitar utilizar los términos "ahorrar" y "ser coste-efectivo (o eficiente)" como sinónimos, porque no lo son. [Este post puede ser de utilidad para leer lo que viene ahora: "Lo que cuesta una vida humana (y demás falacias)"]
¿Qué podemos encontrar publicado?

No existen demasiados textos analizando, de forma global, cuáles son los efectos de la prevención sobre el gasto sanitario (no intervenciones concretas, sino en su conjunto).

En el año 2008, el New England Journal of Medicine publicó un artículo titulado "La medicina preventiva ahorra dinero? Economía de la salud y candidatos a presidente". En dicho artículo, partiendo de algunas afirmaciones de candidatos a las elecciones de Estados Unidos de América ("estudio tras estudio se muestra que la atención primaria y la medicina preventiva puede reducir de forma importante el gasto sanitario futuro y mejorar la salud de los pacientes", dijo John Edwards, por ejemplo), hacen una revisión de las ratios de coste-efectividad publicadas para actividades de prevención.

Fuente: Cohen J. NEJM. 2008.
 
Como se puede observar en la gráfica, en torno a un 20% de las actividades preventivas analizadas suponían un ahorro global; algo menos de un 4% de dichas actividades suponían un incremento de los costes con un empeoramiento de la salud y el 76% restante se movería en el amplio abanico de las actividades que no suponen un ahorro y que puede o no ser coste-efectivas.
 
Si consideráramos como coste-efectivas aquellas actividades con una ratio de coste-efectividad menor a 50.000 $/QALY tendríamos que en torno a 2/3 de dichas actividades serían coste-efectivas (sumando las que ahorran dinero y las que están por debajo del umbral de coste-efectividad que hemos elegido -umbral más elevado del usado habitualmente-), mientras que 1/3 del total supondría un gasto mayor que el beneficio en salud que nos reportaría.
 
Estos datos pueden ser analizados a la luz de lo que se denomina la falacia de Beveridge, que podemos encontrar claramente enunciada en los artículos de Fitzpatrick (Br J Gen Pract 2006) y Heath (BMJ 2008). Extraemos un párrafo del primero de los textos:
"(William Beveridge), en el informe de 1942 que lleva su nombre, propuso un sistema nacional de salud como parte del Estado del Bienestar de la post-guerra; Beveridge anticipó que 'el desarrollo de servicios de salud y rehabilitación llevaría a la reducción en el número de personas necesitando de su asistencia'. Al igual que otros pioneros de los servicios de slaud, Beveridge creyó que las mejoras en salud resultantes de la existencia de mejores servicios sanitarios redundarían rápidamente en una reducción de la demanda de servicios de salud y bienestar y, por lo tanto, en una disminución de su peso en los presupuestos públicos."
Así mismo, podríamos caer en el error de pensar que un sistema sanitario guiado por la disminución de la carga de enfermedad mediante la imposición de multitud de estrategias preventivas acabaría por disminuir el gasto sanitario y el consumo de recursos de los servicios de salud.
 
 
Los valores de la prevención.

El eslogan "prevenir ahorra dinero" triunfa por sencillo e intuitivo, no por cierto y riguroso. Afirmar "prevenir ahorra dinero" es falaz, porque el concepto "prevenir" es demasiado complejo y heterogéneo como para poder atribuirle consecuencias tan complejas de forma global.

Algunas actividades preventivas ahorran dinero. Otras no. Algunas ayudan a mejorar tu salud en el futuro. Otras no. Algunas incluso pueden empeorarla en el presente. Sin embargo, el valor de las actividades preventivas que merecen la pena (no de todas, sino de las que merecen la pena) no es el de disminuir el gasto sanitario, sino el de lograr uno de los objetivos fundamentales del sistema sanitario: conseguir que la gente mantenga un elevado nivel de funcionalidad social la mayor cantidad de tiempo posible.

Las funciones de oferta y demanda de servicios sanitarios son lo suficientemente complicadas como para que el concepto "prevención" tenga una influencia muy limitada en ambas -tanto para aumentarlas como para disminuirlas-; así mismo, el gasto sanitario seguirá cabalgando sin cesar mientras un montón de expertos conferenciantes en política sanitaria, profesionales sanitarios y políticos varios ponen las manos en su cabeza y al grito de "más prevención" se preguntan por qué si estamos previniendo todas las enfermedades posibles la gente sigue consumiendo recursos sanitarios.

09 de Ago 2014
javierpadillab
La agencia EFE ya ha informado de que Miguel Pajares, el paciente repatriado con la infección por el virus ébola, podrá recibir un tratamiento experimental frente al ébola, dado que ya ha llegado desde los EEUU, donde se fabrica el fármaco; otros dos pacientes -estadounidenses- ya habrían utilizado dicho fármaco.
 
La noticia, en un primer momento, podría parecernos maravillosa. Nos dejamos llevar por la vorágine alarmista y llena de urgencia y pensamos que "todo vale para salvar una vida". Adelante.Sin embargo, hay algunas cosas que hacen que lo que está ocurriendo exceda los límites de la lógica (en términos absoluto y al ser comparada con el contexto en el que suceden)...
 
¿Qué es el ZMapp y quién lo ha recibido?
 
El ZMapp, el fármaco experimental en cuestión, es el resultado de la combinación de tres anticuerpos monoclonales y su objetivo es el de destruir el virus ébola. El fármaco ha sido desarrollado por la empresa "Mappbio" y en su web podemos encontrar un comunicado en el que se realizan las siguientes afirmaciones:
  1. El fármaco ZMapp se identificó como fármaco candidato (a ser efectivo) en enero de 2014 y aún no ha sido evaluada su seguridad en humanos.
  2. Hay disponible muy poca cantidad de medicamento, por el momento. Mapp y sus colaboradores están cooperando con las agencias gubernamentales competentes para incrementar la producción del medicamento lo más rápido posible.
  3. La decisión de usar un fármaco experimental en un paciente se llevará a cabo por parte del médico responsable y se realizará bajo el marco regulatorio de la FDA (la EMA en Europa).
La empresa ZMapp muestra en su web la situación de los productos que se encuentran en desarrollo. El ZMapp no habría entrado aún en ningún ensayo clínico siquiera en fase I.
 
Fuente: Mapp Bio Product Development.
 
El Centro de Control de Enfermedades de los EEUU también ha publicado una lista de preguntas frecuentes (donde se posicionan bastante poco de cara al futuro, la verdad) explicando lo que se conoce del fármaco y especificando que los dos pacientes tratados con el ZMapp lo hicieron de forma privada, tanto en la financiación como en la tramitación de su compra, sin que el National Health Institute participara más que poniendo en contacto a las partes interesadas. Sin embargo, en España lo más probable es que se haya realizado por medio de los cauces gubernamentales (tanto en financiación como en gestión), aunque estos detalles los iremos sabiendo en los próximos días, presumiblemente.
 
¿Se han seguido los pasos reglamentarios para el uso del ZMapp en Miguel Pajares?
 
Esto es algo de lo que no tenemos idea de momento. De todos modos, dado que se trata de un medicamento no autorizado y que no presenta ensayos clínicos, tendría que haberse utilizado mediante el equivalente europeo al "Emergency Use of Invetigational Drug or Biologic" (no hemos conseguido encontrar en la página de la EMA el método a seguir en estos casos pero suponemos que será relativamente similar al caso de los EEUU -si acaso algo más restrictivo-).

[Editado 10/08/14. 10:40. Según nos comenta Cecilia Calvo la normativa vigente en nuestro país a estos efectos sería el Real Decreto 1015/2009, de 19 de junio, por el que se regula la disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales, considerándose, de este modo, uso compasivo de fármacos en investigación. Algunos aspectos de este decreto no nos cuadra, como aquella que dice que "El medicamento de que se trate deberá estar sujeto a una solicitud de autorización de comercialización, o bien deberá estar siendo sometido a ensayos clínicos" pero, como hemos comentado previamente, habrá que ir sabiendo más cosas en los próximos días.]

 
Un aspecto que se antoja central en este tema es el ético; hace unos días la OMS comentaba que se iba a llevar a cabo una reunión con bioeticistas para que éstos evaluaran los aspectos éticos del uso de fármacos experimentales en relación con este brote de ébola, así como posiblemente de la realización de un ensayo clínico en la zona del brote; la reunión se planteaba para la semana que viene y el fármaco ya lo tenemos disponible en nuestro país... esto, conjuntamente con el uso marginal y secundario que se hace en nuestro sistema sanitario de los procedimientos éticos de consejo, evaluación y asesoría, podría llevarnos a pensar que, una vez más, la épica pudo con la ética.
 
A Miguel Pajares se le ha metido en un ensayo clínico en el que no hay grupo de comparación (1), no hay posibilidad real de llevar a cabo un consentimiento informado (a no ser que la información que se pretenda dar sea "tírese con nosotros a esta piscina cuya profundidad desconocemos, mientras un león hambriento corre hacia usted por detrás") y existe una urgencia -clínica, social y mediática- que tiñe los procedimientos habituales de forma que parece que el único camino existente es el de tratar pase-lo-que-pase,sepamos-lo-que-sepamos-del-fármaco.
 
¿A qué paradojas nos referimos en relación al acceso al ZMapp?
 
En los últimos años son múltiples las voces que se alzan diciendo que el Ministerio de Sanidad ha dejado de lado el anhelo de establecer procesos válidos de evaluación de medicamentos previamente a su aprobación (o no) y financiación (o no) para pasar a una estrategia de espaciamiento temporal de las reuniones y dejar de aprobar y financiar novedades terapéuticas "por omisión" (en vez de "por acción" a través de informes que no fueran positivos). En este contexto nos choca -y esperamos no caer en una simplificación excesiva- la rápida adquisición de un tratamiento experimental de emergencia sin que estén muy claros los cauces y mecanismos de su obtención mientras que se torpedea el acceso a otros medicamentos incluso una vez ya se ha aprobado su uso y financiación de una forma concreta (como es el caso de los nuevos antivirales de acción directa para el tratamiento de la hepatitis).
 
Suponemos que nos iremos enterando de forma pormenorizada de los procedimientos llevados a cabo para la aprobación del uso urgente del medicamento -si se llega a usar, de momento solo sabemos de su disponibilidad- así como de la evolución futura de los ensayos de este fármaco... y de los planteamientos y justificaciones éticas que revisten este tema.
 
(1) Es importante hacer notar que los datos de mortalidad correspondientes al brote en África Occidental (en torno al 55%) no son válidos para establecer la comparación dado que en nuestro país los medios con los que cuenta Miguel Pajares son lo suficientemente buenos como para mejorar su pronóstico con respecto a los pacientes de Liberia, con independencia del uso del fármaco experimental.
08 de Ago 2014
javierpadillab
 
El ébola ya ha llegado a nuestras pantallas y hay gente que ha escrito rápido y muy bien sobre la llegada del expatriado español (J.R. Repullo) y sobre aspectos generales e indispensables del brote y su trato mediático (R. Sánchez) [la verdad es que sus dos artículos son buenos lugares por los que empezar si uno se quiere formar una opinión del tema].
 
Surgen muchas preguntas a raíz del brote, la infección, las medidas de control, la idoneidad de la repatriación de Miguel Pajares, la forma en la que se llevó a cabo dicha repatriación, los argumentos a favor y en contra de dicha medida,... No es nuestro objetivo dar respuesta a todo ello, pero sí queremos tratar algunos aspectos que se nos antojan importantes para saber de qué estamos hablando [escrito, claro está, desde la posición y los valores que generalmente manifestamos en este blog].
 
El ébola que apareció en agosto.

El primer brote ébola que recoge la página del Centro de Control de Enfermedades (CDC en sus siglas en inglés) tuvo lugar en 1976 en el Zaire (RDC) y desde entonces suman 34 brotes (incluyendo el actual, que es el mayor según casos de enfermedad y muertes registradas).

El brote actual comenzó en diciembre de 2013 en Guinea Conakry y se ha ido extendiendo hasta ir a dar con algunas personas de raza blanca, momento en el cual ha tomado los medios de comunicación que frecuentamos. Los informes que publica periódicamente el E-CDC deberían constituir una herramienta de referencia para los que se dedican a hablarle a la población de esta infección y de este brote; el último, publicado el 1 de agosto de 2014 afirmaba que "El riesgo de importación (de la infección) a la Unión Europea es considerado muy bajo, especialmente si los viajeros de vuelta y el personal sanitario está bien informado y son conscientes del riesgo existente" y daba las recomendaciones precisas para los países donde se está desarrollando el brote para frenar su extensión a otros lugares.

En el día de hoy (8/8/2014) la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un nuevo informe de actualización donde comunica que la OMS ha decretado que el brote actual de ébola constituye una "Emergencia Sanitaria Internacional de Salud Pública". ¿Qué quiere decir que un brote sea considerado de tal forma?
(copiamos de la definición de la OMS):
"(Una Emergencia Sanitaria Internacional de Salud Pública es)  un evento extraordinario incluido en los siguientes criterios:
  1. Constituir un riesgo de salud pública para otros Estados a través de la expansión de la enfermedad. 
  2. Tener la potencialidad de requerir una respuesta internacional coordinada"
Uno de los aspectos fundamentales que se remarcan en todos los informes publicados es que el riesgo de expansión de la enfermedad en los países afectados hasta ahora está directamente relacionado con la debilidad de sus sistemas sanitarios y de control epidemiológico.

Riesgos, precauciones y márgenes de seguridad.

Si uno examina los países en los que se han producido los brotes a lo largo de estos años puede observar que el único brote consignado en el que hubo casos humanos en un país de renta media-alta/alta fue uno en 1990 con 4 casos humanos asintomáticos. Esto es especialmente importante a la hora de analizar con cautela la bibliografía científica disponible en relación con las medidas de seguridad necesarias para el aislamiento de los pacientes con sospecha o confirmación de infección por el virus del ébola.

Lo que se encuentra en la mayoría de los documentos es que es preciso realizar aislamiento de contacto y aislamiento por gotas, requiriéndose aislamiento aéreo en los casos de sangrados más profusos o en los que pueda haber posibilidad de realizar maniobras invasivas sobre la vía aérea. Además, se comenta que el requerimiento del aislamiento aéreo es el que se muestra menos claro a la luz de la bibliografía disponible.

El CDC, sin embargo, en un documento publicado bajo el título de "Manejo seguro de pacientes con enfermedad del virus ébola en los hospitales de lo EEUU" afirman que las medidas necesarias serían: 1) aislamiento del paciente en una habitación con la puerta cerrada, 2) utilización de los dispositivos adecuados de protección por parte de los sanitarios (guantes, protección ocular, mascarilla y el resto según situación del paciente), 3) restricción de visitas, 4) evitar maniobras generadoras de aerosoles, 5) implementar medidas ambientales de control de la infección.
 
Además, de cara a la población general, el CDC ha difundido información como la de la imagen, insistiendo en que la vía de contagio es el contacto con líquidos corporales y secreciones.
 
Entonces se plantea una pregunta... ¿si se trata de una infección que se transmite por el contacto y para la cual el CDC ha publicado unas recomendaciones tan concretas, por qué vemos imágenes de sanitarios embutidos en trajes de astronautas y complejos mecanismos de aislamiento (de transporte y de hospitalización)? La respuesta la dio Mercedes Vinuesa, Directora General de Salud Pública, al comentar que se está utilizando un alto margen de seguridad con respecto a los requisitos considerados como mínimos. Esto se debe principalmente a dos factores:
  1. Al tratarse de una infección con alta letalidad, fácil transmisibilidad si se interacciona con la vía de contagio y sin tratamiento curativo conocido, se ha decidido adoptar las mayores precauciones posibles.
  2. Como hemos comentado anteriormente, existen muchas dudas científicas aún en relación con los tipos de aislamiento y la generalización de las recomendaciones al respecto, por lo que, existiendo los medios disponibles, se ha decidido actuar de esta manera bajo el principio de cautela.
Parece que caminar en círculos con las manos en la cabeza no va a hacer que nos preparemos mejor para gestionar los posibles riesgos, así que, de momento, no parece haber motivos para perder la calma y sí parece haberlos para gastar unos minutos escuchando la entrevista que se le hizo al portavoz de Médicos del Mundo en la que afirmó que "en un país con el control epidemiológico adecuado el ébola es relativamente poco contagioso".
 
Repatriaciones y conveniencias.
 
El informe antes comentado del E-CDC dice:
 
"Un residente de la Unión Europea que se encuentre residiendo o visitando el área afectada y desarrolle los síntomas de enfermedad debe ser evaluado acerca de su posible exposición:
  • Si la persona no ha sido expuesta o si el riesgo de exposición fue bajo, deben investigarse otras enfermedades como la malaria.
  • Si el riesgo de exposición fue moderado o alto, la evacuación médica debe ser considerada de forma temprana. La evacuación debería ser realizada por operadoras aéreas especializadas bajo fuertes medidas de aislamiento. En una fase de enfermedad avanzada, los pacientes no pueden ser efectivamente monitorizados debido al aislamiento de la cabina de aviación. El transporte aéreo de pacientes sintomáticos con ébola es un esfuerzo logístico complejo e incrementa el riesgo para todas las personas implicadas, por lo que deberían evaluarse los pros y los contras. Investigaciones acerca de otras causas de enfermedad deberían iniciarse inmediatamente."
Así mismo, la cuenta de twitter de la OMS decía:
 
Countries w/ #Ebola transmissions: No intl travel of #Ebola contacts, cases unless the travel is part of an appropriate medical evacuation
— WHO (@WHO) agosto 8, 2014
[Países con transmisión del ébola: No viajes internacionales de contactos o casos de ébola, a no ser que el viaje sea parte de una evacuación médica apropiada].
 

Esto debería dejar claro que no es cierto que la repatriación estuviera desaconsejada por las autoridades sanitarias internacionales (de hecho el E-CDC la recomendaba de forma expresa y clara). El artículo de JR Repullo que hemos enlazado al principio analiza esas recomendaciones dentro de las particularidades de nuestro país; del mismo modo, Mercedes Vinuesa afirmó que la repatriación se llevaba a cabo por no contar en el lugar del brote con los medios sanitarios para la mejor asistencia sanitaria posible.

 
La improvisación en la organización del centro al que trasladar a Miguel Pajares, la comunicación a los profesionales implicados y demás no dista de la aparente improvisación a la que estamos acostumbrados en todos los ámbitos. Choca, pero realmente no vemos datos para señalar la gestión de este episodio como especialmente catastrófica o reprochable.
 
Vacunas, "sueros secretos" y ensayos clínicos oportunistas.

No voy a ahondar en el tema de la vacuna del ébola porque eso daría para un texto independiente, pero no quería pasar la oportunidad de recomendaros un artículo de un blog de PLoS titulado "Por qué no hay una vacuna o tratamiento para el ébola aún, en un gráfico"; tampoco voy a entrar a analizar el tema del tratamiento experimental existente en EEUU a base de anticuerpos anti-virusébola, pero sí quería reseñar que, como bien dice @nebulina, aunque sea muy efectista denominarlo "suero secreto", tal vez eso no haga sino alimentar las ideas de conspiración mundial para acabar con la especie.

Un aspecto muy interesante que ha suscitado la existencia de este tratamiento experimental y su cioncidencia temporal con el brote del ébola es la ventana de oportunidad que se abre para la realización de un ensayo clínico de ese tratamiento... ¿el problema?... El problema es que tal vez nos estaríamos saltando la ética de la investigación y unas cuantas declaraciones al respecto. El British Medical Journal ha publicado un texto titulado "Ébola: ¿una oportunidad para un ensayo clínico?" (en el que, desde mi punto de vista, se dibuja una situación en la que la ética es un impedimento para la medicina heroica y salvadora) mientras que también se han publicado otros artículos abordando de forma más específica el dilema ético, que se pueden leer en medios generalistas como Vox.com. Sobre este tema seguramente escribiremos con más calma, pero la situación en la cual situaciones de emergencia hacen que aspectos éticos queden a un lado nos recuerdan a la doctrina del shock; la ética de la salud pública y de la investigación tiene un papel determinado e imborrable en las acciones que se vayan a tomar a este respecto.

Negocios, conspiraciones y comparaciones interepidémicas.

La gestión que la OMS y los gobiernos nacionales hicieron de la epidemia de gripe A en 2009 tiene efectos secundarios en la credibilidad de estas instituciones en la gestión del brote de ébola actual. Una de las manifestaciones más claras es la aparición de múltiples comparaciones en relación con los modos de actuar en ambos casos y la extrapolación de los lamentables conflictos de interés e intereses económicos en el brote de la gripe A, poniendo el énfasis desde un primer momento en quiénes serán los ganadores económicos del brote de ébola.

En nuestra opinión hay dos aspectos claves en la relación "negocios y ébola":

  1. El ébola no es la gripe A y la diferencia fundamental entre ambos es la tasa de mortalidad. No se está exagerando -institucionalmente, otra cosa son algunos medios de comunicación- el posible riesgo que puede entrañar el brote y, de hecho, todas las informaciones se están dando en base a los datos recogidos sobre el terreno en los países afectados. Sabemos que los mayores nichos de explotación de negocios en medicina residen en enfermedades en las cuales se pueda "generar" el estado de enfermedad o alarma, cosa para la cual hay un menor margen en el caso del ébola que en el de la gripe A.
  2. Es innegable que las dinámicas actuales de la investigación y desarrollo de nuevas moléculas, así como el funcionamiento del mercado farmacéutico global hará que haya "ganadores" económicos en este brote. Sin duda. Pero parece muy osado pensar que de ahí provenga la aparición, expansión o gravedad del brote o que exista relación a ese respecto
 
El derecho a la salud, el lugar en el que naces y las reivindicaciones locales.

Posiblemente una de las cosas que más encoge el cuerpo es el hecho de que el brote de ébola no haya sido un problema de primer orden hasta que ha comenzado a existir amenaza para los países de renta media-alta/alta. La repatriación de Miguel Pajares ha dibujado muy bien este problema y ha puesto de manifiesto un hecho: el derecho a la salud (entendido, en este caso, como el derecho a la obtención de asistencia sanitaria adecuada) no se distribuye de forma equitativa en todo el mundo y, además, el derecho a la salud de ciertas partes del mundo solo existe cuando su ausencia puede tener efectos negativos sobre los países ricos. El ébola es una enfermedad olvidada, como olvidados son los países que la padecen y las personas que mueren por su causa y que volverán al olvido una vez nuestro "paciente cero" haya superado (esperemos) o no la enfermedad... en ese momento África volverá a ser un país.

Paralelamente, la repatriación de una persona con ébola ha sacado al debate en nuestro país dos temas: 1) La creación improvisada de un centro de referencia para brotes de enfermedades de este tipo (Carlos III) como consecuencia de una política de infraestructuras e instituciones sanitarias más que deficiente y 2) Las comparaciones entre la asistencia a Miguel Pajares con la desposesión del derecho a asistencia sanitaria de los inmigrantes indocumentados.

En el primer caso, nos parece muy acertado lo dicho por Rafael Sánchez en su blog y que aquí reproducimos:

La capacitación en Salud Pública de la mayoría de directivos hospitalarios es manifiestamente mejorable y por eso no es de extrañar que el desmantelamiento del Carlos III como centro de referencia regional para la atención específica de casos de infección por virus productores de fiebres hemorrágicas se intentara vender como una reordenación de recursos para ganar en eficiencia (por ejemplo, mejor tener un solo laboratorio grandote en La Paz que mantener uno más pequeño en cada hospital). Que la realidad no te estropee un buen plan.

 
La planificación sanitaria basada en el ahorro (lineal) y no en el uso adecuado de los recursos sanitarios (los existentes y los que se precisen) lleva a generar aberraciones organizativas como las que hemos podido ver. Hay quien señala como llamativa la falta de presencia pública de Ana Mato -que al parecer está en la playa-, personalmente nos parece que es mucho más útil la coordinación de Mercedes Vinuesa que el papel que pueda desempeñar la ministra, dado que ya ha dado muestras de que no está en ese cargo por sus conocimientos sobre gestión o sobre el ámbito del ministerio.
 
En relación al segundo aspecto no tenemos dudas. La defensa de una sanidad universal incluye a un cura que trabaje en Liberia y que reúna las condiciones para su repatriación para ser tratado en un centro sanitario de nuestro país e incluye a un inmigrante indocumentado; así mismo, nos asquean bastante los argumentos basados en que Miguel Pajares dedicaba su vida a los demás y por eso se merece la repatriación... esta visión profundamente utilitarista tal vez desecharía la repatriación de Miguel Pajares si éste fuera un ladrón o un traficante de diamantes; sin embargo, para nosotros el sistema sanitario no es un juez que dictamine el valor individual de los actos de las personas y en función de ello otorgue prestaciones de acuerdo con el nivel de merecimiento.
 
Un sistema sanitario en el que el derecho a la asistencia se conquista de forma independiente a la condición de cotizante a la Seguridad Social elimina del debate actitudes y planteamientos que no ayudan a una mayor gestión de estas emergencias y que, en ocasiones, se convierten en el centro de atención. Por ello es por lo que debemos seguir luchando.
 
[Fin de la cita: en este tipo de situaciones la información, recomendaciones y posicionamientos cambian según se van teniendo más datos, por ello os recomendamos con especial hincapié tomar con voz crítica y cautelosa tanto lo publicado en este blog como lo publicado en otros lugares.] 

[Fin de la cita 2: queremos agradecer a Alicia el debate al respecto de algunos aspectos técnicos sobre el abordaje del brote y que nos han ayudado a ir conformando una opinión más definida y basada en el conocimiento.]

 
04 de Ago 2014
javierpadillab
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI) hará una nueva campaña para la promoción de estilos de vida saludables.
Con ese titular de una nota de prensa empezamos el mes de agosto. En esa nota, además de decir que la intervención de promoción de salud en cuestión será una campaña publicitaria(sic), se dice que el Ministerio se centrará no sólo en aspectos sanitarios sino mucho más.
 
Señores y señoras del ministerio, puedo suponer el porqué de esta campaña (tengo dos explicaciones, una buena y una mala, pero eso viene luego), pero les adelanto que, a grandes rasgos, no va a servir para nada.
 
El contexto.

Los años de la crisis económica han hecho que España destaque por el aumento de las desigualdades sociales. Estas desigualdades dejan una impronta muy clara (y trazable) en los hábitos de salud de la población y en el desarrollo de enfermedades -en última instancia-.

Si consideramos el modelo de determinantes de salud como el contexto teórico en el que se va a desarrollar la campaña de publicidad del ministerio, y tomamos una enfermedad de las que el MSSSI piensa que va a prevenir con su campaña (enfermedad cardiovascular -diapositiva 1, que tomamos prestada del gran Rafa Cofiño-), podemos ver qué factores de riesgo influyen en la aparición de dicha enfermedad -diapositiva 2- y cuáles son los hábitos de vida y otros factores que influyen en el desarrollo de dichos factores de riesgo -diapositiva 3-. Es ahí, en esa diapositiva, donde la campaña del MSSSI se centrará.

Las causas de las causas. Ana Diez Roux from Rafa CofiñoSin embargo, si uno sigue adentrándose en las causas de las causas, observa otros determinantes de índole social, económico y ambiental -diapositivas 4 y 5- que influyen, a su vez, en la práctica de ciertos hábitos que son los que influirán en el desarrollo de los factores de riesgo para la citada enfermedad.
Por qué esta campaña va a ser inútil.

Decía Will Kymlicka que, en palabras de Gargarella al hablar del primero,

La capacidad que tenemos para formar y revisar concepciones del bien se encuentra atada a nuestra pertenencia a una determinada cultura: es en dicho contexto donde queda determinado el abanico de opciones del que vamos a disponer a la hora de tomar alguna decisión respecto de nuestros planes de vida futuros.
Esta influencia del contexto en la concepción de asuntos tan abstractos como la idea del bien podría extrapolarse a la elección de hábitos. Dicho contexto cultural-social-económico determinará el abanico de opciones que la persona tendrá en relación a qué hábitos de vida llevar a cabo (y no digo escoger, porque la capacidad para escoger nos llevaría a una larga discusión). Entonces. ¿para qué sirve actuar en la parte intermedia del camino que dibujan los determinantes de salud cuando las causas de estos determinantes intermedios se deterioran a marchas forzadas? ¿qué sentido tiene desarrollar actividades publicitarias encaminadas a decirle a la gente que lo sano es comer X piezas de frutas y verduras al día cuando su renta disponible para alimentación no hace más que caer?
 
En un artículo publicado en 2006, Per Fugelli decía que una de las cosas que tenía que hacer la salud pública era moverse de los hábitos de vida a las condiciones de vida (enlace al texto completo), y continuaba:
"El siguiente paso debería traer la salud pública desde los estilos de vida a las condiciones de vida. Hoy en día la salud pública vive fascinada en lo no-político. Mientras los estilos de vida individuales están en el centro de atención, las condiciones de vida determinadas políticamente se ven más borrosas. Dar prioridad a los estilos de vida es conveniente para aquellos que ostentan el poder. La atención ha cambiado de la injusticia social a la insuficiencia individual, de los fallos políticos a los fracasos personales. El modelo explicativo de los estilos de vida actúa como pararrayos de la mortalidad y morbilidad por causas políticas. Hoy en día, en Europa, las mayores amenazas para la salud pública son: desempleo, inequidad social, pobreza, racismo, la obsesión con la eficiencia y la cultura de la perfección.
La salud pública debería poner banderas rojas contra la represión política, económica y étnica, en vez de construir estigma sobre los individuos. La medicina social y la salud pública deben elegir su bando:  nos mantendremos solidariamente con el resto de seres humanos o daremos lealtad a los acumuladores de poder político y económico que quieren usar la salud pública como herramienta para mantener a la gente y sus estilos de vida en orden para poder optimizar el cuerpo colectivo como factor de producción.
La prevención política primaria debe ser  nuestro nuevo objetivo principal."
En otro texto de publicación más reciente (2006), Baum y Fisher se preguntaban por qué seguimos insistiendo en abordar la promoción de la salud desde los estilos de vida cuando se ha demostrado que esto no sirve para reducir las desigualdades.
 
Si lo del Ministerio no sirve para nada... ¿entonces qué es lo que sirve?

 

Por ir un poco más allá de la arenga que enfervorecidamente nos lanza Per Fugelli unos párrafos más arriba, hay maneras de actuar sobre los determinantes de salud que han probado ser efectivas. Esas maneras las puedes consultar desde tu casa del mismo modo que Ana Mato en su despacho; un ejemplo es la página desarrollada por el Instituto de Salud Poblacional de la Universidad de Wisconsin llamado "What works for health" y que, enfocado dentro del marco de determinantes sociales de salud muestra qué actividades han demostrado servir y los niveles de evidencia científica disponible para cada actividad [solo hay que entrar en la página y hacer click en cada determinante]; además, identifican quiénes son los actores implicados en el desarrollo de dichas actividades.

 

Entonces, ¿por qué se pone en marcha esta campaña?

 

Básicamente porque, como dice el propio Ministerio de Sanidad, no se trata de una intervención de promoción de salud, sino de una campaña publicitaria... de publicidad del propio ministerio.

 

El motivo malpensante nos diría que la campaña es una forma más de financiar mediante publicidad institucional los medios de comunicación cercanos al partido en el gobierno.
Siendo bienpensantes -aunque no mucho- podríamos decir que desde el Ministerio de Sanidad tienen una visión de la promoción de salud en la que solo les interesa que su mensaje cale en los sujetos plenamente capaces desde el punto de vista económico, social y medioambiental, de modo que la lucha contra las desigualdades en la distribución de los factores de riesgo es algo que les parece secundario o despreciable.
 
Nosotros tenemos una propuesta que hacerle a la ministra. Ahórrese el dinero y utilice materiales sobre salud que ya están diseñados y transmitidos por medio de personajes conocidos, como este que ponemos a continuación -y que nos llega a través de @maldehartura-
28 de Jul 2014
javierpadillab
Cuáles son los efectos de las crisis económicas sobre la salud de poblaciones e individuos es una de esas cuestiones que por más que se hayan estudiado, los textos al respecto no consiguen concitar nada cercano a la unanimidad en los posicionamientos de los distintos investigadores sociales que se acercan a este tema.
 
En los últimos 6 años -desde que comenzó la actual crisis económica- ha aparecido mucha bibliografía y diversas iniciativas para tratar de monitorizar los efectos de la crisis y de las políticas llevadas a cabo para hacerle frente sobre la salud de la población.
 
Algunas de estas iniciativas, como el Portal Crisis y Salud, de la Escuela Andaluza de Salud Pública, o el libro de "¿Por qué la austeridad mata?" de David Stuckley y Sanjay Basu ya los hemos enlazado por aquí en alguna ocasión.
 
Esta vez queremos hacernos eco de dos monográficos publicados recientemente sobre impacto de la crisis en la salud.
 
  1. Informe SESPAS 2014 sobre crisis financiera y salud. Siguiendo una estructura de artículos sobre impacto en determinantes de salud, en el sistema sanitario, en resultados en salud y en grupos específicos de población.
  2. El último número del International Journal for Equity in Health, que publica una serie de artículos sobre crisis económica en Europa y equidad en salud.
El establecimiento de relaciones causales entre las crisis económicas y los efectos en salud es complejo, máxime si tenemos en cuenta que en épocas de crisis son múltiples las reformas que emprenden los gobiernos para tratar de hacerles frente, siendo posiblemente más sencillo analizar los efectos de dichas políticas (de austeridad o de expansión económica) sobre la salud.
 
 
08 de Jul 2014
javierpadillab
 
 
Hace dos días el diario ElMundo publicó una noticia titulada “Hospitales privados ya dan citas de dos meses para vacunar de la varicela”; obviando los problemas de redacción del titular (¿citas de dos meses? ¿duran dos meses? ¿tardan dos meses en suceder? ¿son para niños de dos meses? –la última es la correcta-), parece obvio que tenemos un problema.
 
Antecedentes.
 
La vacuna frente al virus de la varicela se encontraba en el calendario vacunal unificado aprobado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, administrándose a los 12 años en el caso de que el niño o la niña no hubieran pasado con anterioridad la varicela o no se hubieran vacunado. Las farmacias tenían disponible la vacuna y había niños a los que se administraba por estar de venta en farmacias.
 
El Ministerio de Sanidad, a raíz de unas recomendaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) decidió retirarla del libre mercado, quedando su uso restringido al dictado por el calendario vacunal. La AEMPS esgrimía motivos de salud pública y sus argumentos fueron más o menos superponibles a la lista de “aspectos sobre los que existen dudas” que aparece al principio de este documento del European Center forDisease Control and Prevention.
 
Finalmente, el Ministerio de Sanidad ha decidido ponerle a la vacuna la categoría de “vacuna de uso hospitalario”, quedando restringida a los pacientes que, por existencia de otras enfermedades que pudieran hacerles más susceptibles a padecer una varicela complicada, debieran beneficiarse de esta vacuna de forma preferente.
 
[aquí hemos nombrado este caso en algunas ocasiones: 1 y 2]
 
Aprovechamientos ilícitos.
 
Cuando una vacuna pasa a ser de uso hospitalario se hace, generalmente, porque aunque no se considera que su uso poblacional (generalizado) sea bueno para la población en su conjunto, se sabe que existen grupos concretos de población que pueden beneficiarse de su uso.
 
Lo que no se hace es ponerle la etiqueta de “uso hospitalario” para que en vez de ser administrada de forma libre en centros de salud tras pasar por la farmacia se haga pagando la consulta del pediatra del hospital privado y facilitando la captación de pacientes por parte de estos.
 
Lo que están haciendo los hospitales privados ofertando la vacunación frente a la varicela a la población debería ser perseguido por el Ministerio de Sanidad como posible delito contra la salud pública –si estos eran los argumentos del Ministerio, estos son los que ha de defender- . En el caso de que el Ministerio permanezca pasivo ante estas actividades tendremos que empezar a creer que las acciones llevadas a cabo con la vacuna de la varicela se deben a conflictos de interés por afrentas personales o a otro intento más de darle un empujoncito a la sanidad privada.
 
El trasfondo callado.
 
Para terminar, copio a continuación unas palabras que escribía en la lista de correo electrónico MEDFAM-APS acerca de esta polémica:
 
Lo que me sorprende es que este debate haya saltado cuando se ha retirado de la venta libre en farmacias, no cuando -año tras año- se ha colocado su vacunación en el calendario a los 12 años, accediendo a ella de forma más temprana solo los niños que viven en familias que se lo pueden permitir. Es decir, ¿la falta de acceso de familias de renta baja a la vacuna de la varicela no es un problema de salud pública pero sí lo es la falta de acceso de familias de renta media/alta?
Además, el debate de esta vacuna trae otra pregunta, ¿las vacunas que generan inmunidad de grupo -y, por ende, posibles externalidades negativas de grupo también- son un bien individual o colectivo? Si son un bien individual, entiendo la defensa de su libre dispensación y el intento de disfrazar esa vacunación de beneficio para los no vacunados por la disminución en la
recirculación del virus y tal; en el caso de ser un bien comunitario, tal vez sería más lógico reflexionar sobre el (¿sin?)sentido de la estratificación social del acceso a las vacunas no financiadas -también existe estratificación social en el acceso a las vacunas financiadas, pero parece que eso no es algo que preocupe mucho a las sociedades científicas.
Por lo demás, recientemente se publicó un artículo en Pediatrics bajo el título "Impact of vaccination on the epidemiology of varicella: 1995-2009" (acceso gratuito) donde concluyen lo siguiente: "In the 15 years after the introduction of varicella vaccine, a major reduction in varicella incidence and hospitalization was observed with no evidence of a shift in the burden of
varicella to older age groups" con sus peguillas metodológicas -como todos los estudios- pero es un estudio que está bastante bien y que habrá que ver en qué medida describe una realidad extrapolable a nuestro país y nuestro ambiente epidemiológico.”

 

12 de Jun 2014
javierpadillab

To the extent that human-made public, social and health policies and programmes are powerful determinants of health, epidemiology is a social, and inherently political, science.[...]At a minimum, dismissing it as such, naively discounts the huge powers of government to affect the distribution of the social, physical environmental, and life-course determinants of health that ultimately affect the social distribution of infant mortality[...]. 

(Traducción al vuelo ;-))

Tomado de aquí
 
Tres artículos de reciente aparición, con metodologías muy similares y perspectivas análogas han estudiado el efecto de grandes determinantes políticos en la salud.
 
* Pregunta: Está relacionada la abolición de las leyes Jim Crow(leyes que permitían legalmente la discriminación racial en EEUU) con la mortalidad infantil de blancos y negros en Estados Unidos?
* Metodología: Comparación de tasas de mortalidad infantil en estados en función de la presencia o no de estas leyes de discriminación racial
* Respuesta: Entre 1965 y 1969 (abolición de leyes Jim Crow: 1964) las tasas de mortalidad infantil de blancos y negros convergieron, haciéndose similares desde 1970 en estados con estas leyes y estados sin ellas
 
* Pregunta: Está relacionada la abolición de las leyes Jim Crow con la mortalidad prematura de blancos y negros en Estados Unidos?
* Metodología: similar a la anterior, incluyendo un análisis especifico por cohorte de nacimiento y edad.
* Respuesta: La abolición de las leyes ayudo a reducir las diferencias de mortalidad prematura entre blancos y negros (2 veces mayor en negros), sin eliminarlas del todo.
 
(3) Rodriguez JM et al. US infant mortality and the President’s party. Int. J. Epidemiol. (2014) 43 (3): 818-826.
* Pregunta: Está relacionado el partido en el gobierno con las tasas de mortalidad infantil en EEUU?
* Metodología: Análisis de series temporales, en busca de aumentos o disminuciones de la mortalidad infantil en años con gobiernos demócratas o republicanos.
* Respuesta: La mortalidad infantil aumenta con gobiernos republicanos y disminuye con gobiernos demócratas.
 
 
La interpretación a gran escala la dejo en el aire, pero la acompañare de una cita de Ng y Muntaner en un reciente artículo:

Because our research topics are intrinsically value-relevant (e.g., reducing health inequalities involves the removal of exclusionary mechanisms that undermine the advantages of the affluent, credentialed, and privileged), it is impossible and even undesirable for public health researchers to remain value-free in the pursuit of social justice in public health. How can we expect to remain objective and apolitical when our profession strives to reduce health inequalities caused by unjust relations? Although it is not possible for public health researchers to remain apolitical, we do have the power to choose which positions to support, the responsibility to conduct high-quality research, and an ethical duty to remain transparent throughout all stages of the research process.

(Traducción al vuelo ;-))

 
20 de Mayo 2014
javierpadillab
 
Según la definición que podemos encontrar en Wikipedia:

El teorema del mono infinito afirma que un mono pulsando teclas al azar sobre un teclado durante un periodo de tiempo infinito casi seguramente podrá escribir finalmente cualquier libro que se halle en la Biblioteca Nacional de Francia. En una nueva exposición del mismo teorema, más popular entre los angloparlantes, los monos podrían escribir las obras de Shakespeare.

[gracias a Marta por darnos a conocer este teorema] 
 
En una reformulación sanitaria españolizada del teorema, al que podríamos llamar "el teorema del ministro de sanidad infinito", podríamos afirmar:

El teorema del ministro de sanidad infinito afirma que un ministro de sanidad pulsando teclas al azar sobre un teclado durante un periodo de tiempo infinito casi seguramente podrá escribir finalmente una política vacunal que sea prolongable en el tiempo y justificada desde el punto de vista científico.

El tema de las vacunas es complicado, no tanto por su complejidad técnica -que también- sino por la imposibilidad de poner de acuerdo a colectivos con diversos intereses en un entorno de incertidumbre científico-técnica (estudios a corto plazo para tomar decisiones cuyos efectos se ven, mayormente, a largo plazo). Mientras que hace un par de años teníamos claramente 17 calendarios vacunales distintos en el estado español, ahora parece que caminamos hacia un calendario vacunal único para todos los sistemas autonómicos que forman nuestro Sistema Nacional de Salud... pero en la conformación de este calendario único se han ido tomando una serie de decisiones que parecen remedar el teorema del ministro de sanidad infinito sin que aún hayamos alcanzado ese momento en el que azarosamente el ministro de sanidad en cuestión teclee la política vacunal correcta. Vamos a repasar 4 de las polémicas más recientes en materia vacunal -vamos a obviar la de la vacuna de la gripe y a-quién-sí-a-quién-no- :
 
1. El camino hacia la convergencia "por abajo": Madrid y su abandono de la vacuna del neumococo.
 
La vacuna del neumococo siempre ha traído consigo una incógnita asociada, la del llamado "reemplazo de serotipo" (recomendamos la presentación en la que revisamos este aspecto). A día de hoy podemos seguir manteniendo las recomendaciones que escribimos hace dos años en un artículo comentando este tema, a raíz de algunas noticias aparecidas en múltiples medios de comunicación. 
Al médico: la efectividad de la vacuna parece quedar fuera de toda duda, habiéndose mostrado disminuciones notables de la incidencia de las enfermedades causadas por el neumococo (desde las más gravas hasta otras más leves como las otitis medias agudas), siendo estas cifras más acusadas en el caso de la vacuna 13-valente. Es importante considerar la ocupación del nicho biológico dejado por estas vacunas y que se ha visto que puede ser importante en el caso del neumococo. En relación con los costes existe evidencia de que la vacuna muestra una relación de coste-efectividad moderada (o incluso débil, según estudios) por lo que tal vez existan otras actividades con las cuales podrían obtenerse mejores resultados con una menor inversión.

 

Al ciudadano: la vacuna del neumococo es efectiva pero a lo mejor la vacunación de toda la población cuesta demasiado para los beneficios que obtenemos. Hay que estudiar si hay otra forma de utilizar mejor el dinero público para beneficiar a la salud de la población de forma mayor que con esta vacuna. No existe consenso internacional (ni pruebas al respecto) sobre la conveniencia de vacunar a toda la población pediátrica frente al neumococo por lo que los efectos de la desfinanciación de la vacuna no deberían ser tan alarmantes como se ha venido diciendo en los medios de comunicación.

 

A los medios de comunicación: los titulares impactantes son muy jugosos pero en ocasiones son falsos y peligrosos para la salud pública. No existe evidencia científica que afirme de forma tajante la conveniencia de la vacunación de la población pediátrica con la vacuna frente al neumococo; seguramente sería tan criticable la financiación de ésta como la no financiación, pero en ningún caso resulta responsable transmitir certezas sobre este tema y mucho menos instrumentalizarlo con voluntad política (al menos sin nombrar el contexto de gasto desproporcionado en otras cosas que valen muchísimo menos de lo que cuestan).
A los políticos: no se pueden utilizar criterios económicos de forma selectiva, ya sea con la vacuna del neumococo o con la desfinanciación de medicamentos sin ton ni son; las épocas de bonanza deben regirse por un rigor en el gasto similar (o mayor) que las épocas de carencias; justo esto es lo que ha ocurrido con esta vacuna en Madrid y Galicia, que se introdujo cuando sobraba el dinero para diferenciarse de otras CCAA que no la tenían y ahora suponen un lastre difícil de soltar. Es una decisión complicada, pero una vez tomada de forma aparentemente poco fundamentada es mucho más difícil revertir la situación. Un poquito más de ciencia y coherencia presupuestaria y un poquito menos de tomar las decisiones como cuenta Rafa Cofiño en su blog )

 

Al igual que ocurre con otras prestaciones, lo que llama la atención del caso de la vacuna del neumococo es que los criterios para su inclusión o exclusión en el calendario vacunal no aparecen explicitados en ninguna parte, de modo que no se puede entender bien por qué estando dentro del calendario la vacuna contra el virus papiloma humano (VPH) no esté la del neumococo -con independencia de lo que creamos sobre la vacuna contra el VPH, estamos hablando de la falta de coherencia interna de los criterios de elección-.
 
2. La elección de las vacunas finalmente incluidas: la polémica de la vacuna del VPH.
 
La vacuna contra algunos tipos del Virus del Papiloma Humano entró en el calendario vacunal unificado sin duda. No importa que las dudas planteadas por Enrique Gavilán y yo mismo en un artículo en AMF sigan sin responderse, ni el informe de evaluación económica del Instituto de Salud Carlos III afirmando que su relación coste-efectividad en nuestro país es muy débil. Es una vacuna que, instalada en la retórica de "salvar vidas" y "evitar el cáncer" ha ganado la batalla del lenguaje, imposibilitando la batalla de los argumentos.
 
Para que no se diga que aludimos predominantemente a datos de coste-efectividad, pongo a continuación una de las tablas del artículo de AMF, que habla sobre la efectividad de la vacuna en los estudios publicados.
 
 
 
La vacuna que viene: meningococo B.
 
La vacuna que protagonizará dentro de poco los debates públicos en en el campo de la vacunología será la dirigida frente al meningococo B. Hace unos meses escribimos sobre este tema. En la actualidad España ha aprobado la vacuna para uso hospitalario -aún no se dispensa- pero no para su venta en farmacias. Recordamos lo que reseñábamos sobre esta vacuna:
 
  • Eficacia o efectividad de la vacuna: NO existen ensayos clínicos que evalúen si esta vacuna sirve para disminuir la incidencia de casos de infección por meningococo. Los datos de eficacia que hay hasta ahora se basan en la reacción antigénica (los anticuerpos que el organismo produce al interaccionar con los antígenos de la vacuna) y en la extrapolación de los datos obtenidos con la vacuna del meningococo C (otra vacuna distinta para otro tipo distinto del meningococo).
  • Seguridad: los estudios realizados para evaluar la respuesta antigénica de la vacuna no detectaron efectos adversos graves. De todos modos, ya sabemos que el ensayo clínico aleatorio no es una forma muy buena de evaluar efectos adversos por vacunas (porque no están diseñados para ello, básicamente -por eso de la ética y tal ;)-).
  • Coste: NO existen estudios de evaluación económica reales para esta vacuna. Lo más parecido que podemos encontrar es:
    • Un modelo económico publicado por la revista Vaccine en abril de 2013 y que señala que (con unos cuantos saltos mortales metodológicos, como "asumir" la efectividad de la vacuna aún sin tener datos, basándose en datos de 2002 de la vacuna contra el meningococo C) la vacunación antimeningococo B sería costo-efectiva si costara menos de 9libras (peor de los casos) -17libras (caso más optimista). El precio de la vacunación en este momento rondaría las 40libras, más del doble de la situación más optimisma.
    • Un estudio holandés de coste-efectividad donde asumiendo datos de efectividad y cond atos de coste no confirmados dicen que en este momento la vacuna no sería coste-efectiva y que tendría que bajar el precio o subir la incidencia de la enfermedad para que lo fuera.
En nuestra opinión la defensa a ultranza por la entrada al mercado libre de esta vacuna es un poco acelerada, dado que no existen datos reales que sustenten estas afirmaciones. Es una vacuna que, de ser efectiva, puede suponer un paso hacia delante en las estrategias de prevención frente a la enfermedad meningocócica invasiva, pero recordemos que precisará de unos datos de efectividad verdaderamente buenos, dado que el microorganismo protagonista de esta familia ya dispone de vacuna en uso en la actualidad y las medidas preventivas previsiblemente también se rijan por la ley de rendimientos decrecientes.
 
La polémica de moda: varicela.
 
La vacuna frente al virus de la varicela está incluida en el calendario vacunal a los 12 años. Hace unos meses el Ministerio de Sanidad, mediante la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, la retiró de las oficinas de farmacia, restringiendo su uso al hospital y a su administración según el calendario vacunal (recomiendo leer esta entrada de Vicente Baos al respecto). El Ministerio basó su decisión en la creencia de que un uso intensivo de la vacuna en épocas tempranas podía suponer un incremento de la prevalencia de la enfermedad en la edad adulta -donde tiene una mayor tasa de complicaciones graves-. Las sociedades científicas -en su mayoría, no todas- se echaron las manos a la cabeza diciendo que el ministerio le estaba negando una vacuna efectiva a la población infantil de nuestro país.
 
En el periodo de tiempo en el que esta polémica sigue presente en nuestro país, el E-CDC ha sacado un informe sobre la vacunación frente a la varicela en Europa (la situación actual es la que se ve en la imagen, de producción propia con datos de E-CDC)
 

Las investigaciones realizadas hasta el momento sobre la vacunación universal infantil frente a la varicela han mostrado ser muy efectivas en lo que respecta a reducir la carga de enfermedad. Sin embargo, hay conocimiento limitado en los siguientes aspectos:

 

  • Duración de la inmunidad inducida por la vacunación.
  • Tiempo óptimo para la segunda dosis.
  • Posibles dosis de recuerdo necesitadas más adelante.
  • Impacto de la cobertura vacunal en la epidemiología de la enfermedad en el largo plazo.
  • Severidad de los episodios en pacientes vacunados según se incrementa el tiempo desde la vacunación.
  • Riesgo de incremento de las complicaciones debido a los cambios en la edad media de la infección tras la vacunación.
  • Riesgo de complicación en los casos de varicela en adultos vacunados tras varias décadas después de la vacunación, así como el posible aumento de la incidencia de herpes zóster.

 

Es decir, algunos de los argumentos esgrimidos por el ministerio de sanidad son señalados por el E-CDC como áreas de incertidumbre. "El mono infinito podría no haberse equivocado", podríamos pensar, el problema surge cuando analizamos la situación de forma más detallada: se ha tomado una decisión de restringir una prestación en un contexto de recortes -es decir, con la población y los medios "sensibilizados", aunque sea una restricción sin efecto económico sobre el Sistema Nacional de Salud, cosa que no sabe la mayoría de la gente-, sin informar a las sociedades científicas más implicadas en el tema y sin dar la cara de forma clara o instaurar programas de evaluación que, con fechas concretas, puedan decir cuándo habrá datos para saber con mayor certeza si la decisión tomada ha sido correcta o no.
 
En un país en el que la toma de decisiones sanitarias no parece tener un fundamento científico-técnico muy homogéneo es más fácil pensar que cualquier cosas con visos de tener algún fundamento se deba al teorema del ministro de sanidad infinito que a decisiones con otros fundamentos.
 
[sobre las sobrepreocupaciones por la desigualdad territorial y las infrapreocupaciones por la desigualdad social hablaremos en otro capítulo].
23 de Abr 2014
javierpadillab
Si le preguntamos a la población cómo percibe su nivel de salud encontraremos dos patrones constantes en la distribución del tipo de respuestas:
 
1- La percepción de salud es peor cuanto más baja es la clase social.
2- Las mujeres tienen una peor percepción de salud que los hombres.
 
Una muestra de esto que decimos se puede ver en la siguiente gráfica, extraída de la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012.
 
 
Habitualmente tendemos a hacer los análisis de desigualdades colocando al género como un eje más de desigualdad, equiparándolo con la clase social, la edad, los condicionantes geográficos o la etnia; sin embargo, en nuestra opinión el papel que juega el género en la génesis, distribución e interpretación de las desigualdades debería tener una condición de mayor transversalidad.
 
¿Importa mucho que las mujeres perciban que tienen una peor salud o es solo un dato anecdótico porque lo que importa es la verdadera enfermedad -más allá de lo percibido-? Sí. Mucho. Desde hace años tenemos estudios que muestran que "La mala percepción de salud es un fuerte predictor de mortalidad, y esta asociación sólo se explica en parte por la historia médica, los factores de riesgo cardiovascular y el nivel educativo" (Heistaro 2001). Desde hace más de 20 años sabemos que "la percepción global de salud es un predictor independiente de mortalidad en casi todos los estudios" (Idler 1997), aunque eso no haya hecho que en las facultades de medicina se le preste más atención que a la hiperhomocisteinemia o condiciones similares.
 
Hay quien podría blandir la hipótesis de que las mujeres de mediana edad, debido a la estructura social que las obliga a una doble jornada laboral y una situación de infra-reconocimiento sociolaboral y medicalización de cualquier padecimiento son las responsables de que veamos estas diferencias entre hombres y mujeres. Sin embargo, el problema empieza mucho antes y no es un coto privado de las mujeres de mediana edad; en un texto publicado en 2012 en el BMC Public Health (Wiklund 2012) llegaron a los siguientes resultados:

"Existe una clara diferencia de género: entre dos y tres veces más chicas que chicos mostraron quejas subjetivas de salud tales como dolor de cabeza, cansancio, trastornos del sieño o dolor músculo-esquelético, así como tristeza y ansiedad. (...) El estrés percibido debido a presión y exigencias -por parte de la escuela- se correlacionó de forma intensa con quejas de salud (r=0.71) y ansiedad (r=0.71)

 
Es decir, en nuestro país podemos observar cómo se reproduce una desigualdad que se relaciona de forma directa -e importante- con la mortalidad, haciendo que mujeres y personas de clase social más baja -por no hablar de la intersección "mujeres de clase social baja"- se sitúen en el segmento más desfavorecido en esta inequidad.
 
Pero más allá de la relación entre la percepción de salud y la mortalidad, la Encuesta Nacional de Salud arroja un dato que nos ha parecido curioso porque creemos que ayuda a trazar una de las líneas de la fallida relación entre el sistema sanitario y una parte importante de las mujeres: la utilización de consultas de medicinas alternativas (nombre que no nos gusta nada, por cierto).
 
 
Mientras que las mujeres acuden al médico de familia entre un 10% y un 30% más que los hombres, la visita a consultas de medicina alternativa se sitúa en torno a un 100% más. Podríamos plantear dos hipótesis para explicar esto: 
  • Por un lado, las medicinas alternativas explotan con mayor intensidad aún que la medicina convencional el papel de la mujer como producto sanitario y agente de consumo. El concepto de "la mujer sana" se convierte en un producto que vender a base de apelar a falsas ilusiones de certeza ("sin efectos secundarios") y el fetiche de lo natural.
  • Por otro lado, la ciencia médica, como cuerpo de conocimiento y como práctica clínica, es profundamente androcéntrica (posiblemente el culmen del androcentrismo lo encontramos en aquellas patologías como el infarto agudo de miocardio, en las que se denomina como "presentación atípica" lo que es la presentación típica en las mujeres... esto es, ser mujer es lo "raro") y ha fracasado a la hora de dar respuesta a parte de las demandas -y necesidades- de las mujeres en materia de salud. Hemos generado una oferta de servicios que lejos de solucionar las demandas y necesidades existentes, relacionadas con los malestares de la vida, ha generado todo un mundo de demandas y necesidades en torno a productos mórbidos generados apriorísticamente. La diferencia entre la oferta de servicios/cuidados/acompañamientos/respuestas y la demanda para suplir necesidades es un campo enorme que aprovechan las medicinas alternativas para ofrecer otra cosa, cosa que escudándose en un cambio del marco epistemológico consigue adelantarnos por la derecha generando más mal que bien -a la par que contribuyendo a gran velocidad a la mercantilización de la salud y de las relaciones (pseudo)médico-paciente-.

Hemos normalizado la peor percepción de salud de las mujeres hasta un punto en el que no nos interpela directamente y cuando lo hace lo resolvemos apelando a esencializaciones rancias (que aluden, por lo general, a la condición de la mujer como ente psiquiatriforme y "dismorfosaludfóbico"). Una vez más, habrá que empezar por revisibilizar.

Aprovechando que hoy es día de recomendar libros, no podemos terminar sin recomendar uno que nos parece clave en asuntos de género, feminismos, reproducción y cuidados: "Revolución en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas", de Silvia Federici, donde podemos leer esta cita de Peter Linebaugh en The Magna Carta Manifesto:
 

"La reproducción precede a la producción social. Si tocas a las mujeres tocas la base".

13 de Feb 2014
javierpadillab

[Texto escrito por Vicky López, compañera médica de familia y salubrista-es-proceso] 
Hace unos días la PAH denunciaba que desde Enero las órdenes de desahucio no llevan ni fecha ni hora. El Consejo General de la Abogacía señala que el juez no tiene obligación de dar esa información en los procesos que van por vía penal, es decir, aquellos casos de “ocupaciones ilícitas” en palabras del gobierno o “recuperaciones” en palabras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Las políticas públicas de vivienda deberían estar encaminadas a garantizar el acceso a la vivienda de los ciudadanos. No sólo esto no es así, sino que además cuando la ciudadanía se organiza y articula respuestas por medio de las plataformas, el gobierno vuelve a lanzar políticas que intentan desarticularlas.
Ante esta situación, nos surgen algunas preguntas: ¿es la vivienda un derecho real? ¿qué podemos hacer ante esta violación sistemática de los derechos humanos? ¿podemos relacionar la consecución de derechos con nuestro estado de salud?
Vivienda y salud
 
Hay muchos estudios que relacionan las condiciones de la vivienda y con la salud. Según el informe “Vivienda y salud”, presentado en 2003 por la British Medical Association (BMA), "la vivienda digna es un primer requisito para la salud"

Además, en una revisión bibliográfica sobre investigaciones que relacionan infravivienda y salud, se afirma que existen indicios suficientes para argumentar que las condiciones de la vivienda son importantes para la salud física y mental de la población, y que las políticas dirigidas a garantizar unas adecuadas condiciones de vivienda tendrán un efecto positivo en la salud[1]

Pero más allá de las evidencias que afirman que esta relación, debemos buscar las repercusiones que está teniendo en la salud la actual política de vivienda y el fenómeno de los desahucios.  Hacia finales de 2012, según la PAH el número de desahucios llegaría a los 171.110 desde el comienzo de la crisis en julio de 2008. Según el Banco de España los desahucios subieron en 2013 en relación a 2013. En los 6 primeros meses de 2013 hubo 19.567 desahucios, casi tantos como en todo 2012, año en el que hubo 23.774.  Personas de todas las edades se han visto en la calle por créditos hipotecarios que no podían asumir. Es fácil vislumbrar las consecuencias fatales que tiene esto para la salud mental y física de los/as afectados/as.

Dado que el fenómeno de los desahucios es relativamente nuevo, al menos con estas dimensiones,  es difícil aún cuantificar las consecuencias que tendrá para la salud. Sin embargo, ya hay estudios que permiten entrever lo que está ocurriendo. En un estudio publicado en el European Journal of Public Health en 2013 se observa que independientemente  de los riesgos observados por la situación de desemple , exite un riesgo dos veces mayor de depresión mayor asociada con dificultades de pago de la hipoteca ( OR = 2,12 , P < 0,001 ) y  de casi 3 veces más con los desalojos ( OR = 2.95 , P < 0,001 ) . De manera que alrededor de un tercio del riesgo general en la asistencia de la población que consulta por trastornos de salud mental podría ser atribuido a los riesgos combinados de las dificultades de desempleo de los hogares y de pago de hipoteca.[2]

El Derecho a la vivienda

Párrafo 1 del Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad."

Además de esto, el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que ha sido ratificado por 108 estados, entre ellos España, contiene el que quizás sea el fundamento más importante del derecho a la vivienda enunciado en todos los principios jurídicos que integran las normas internacionales sobre derechos humanos, ya que en este se reconoce el papel del Estado como garante de este derecho.

Párrafo 1 del artículo 11 del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

"Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento."

En particular en la Observación General Nº 4 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales sobre el derecho a una vivienda adecuada se define este derecho como integrado por diversos aspectos concretos, entre ellos van a estar la seguridad jurídica, gastos de vivienda soportables o la disponibilidad de servicios básicos.

Los desahucios son una negación absoluta al reconocimiento de este derecho por parte del estado. El 14 de marzo de 2013 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó que las leyes españolas sobre desahucios no garantizaba a los ciudadanos una protección suficiente frente a cláusulas abusivas en las hipotecas y vulnera, por tanto, la normativa comunitaria. En mayo de 2013, un dictamen firmado por el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, indicaba que la ejecución hipotecaria debía considerarse “el último recurso” considerando insuficientes las medidas adoptadas por el gobierno español.
Pero, ¿qué podemos hacer si este derecho no es protegido por las políticas públicas?
La lucha por la vivienda, la lucha por la salud

En contexto actual, en el que el derecho a la vivienda se ha convertido en una utopía, la salud se torna borrosa. Si aludimos a los condicionantes socioeconómicos de la salud encontramos que la vivienda es un elemento fundamental para el desarrollo de una vida saludable.

Según la Teoría Crítica de los Derechos Humanos, los derechos humanos son productos socio- históricos fraguados a partir de luchas sociales y de conquistas del pueblo en la lucha por una vida digna. Asumir unos derechos como naturales o universales, supondría robarles la significación y aceptar que no podemos hacer nada por alcanzar lo que el Estado no nos da.

Por lo tanto, hoy día,  luchas como la de Stop Desahucios o la de las Corralas no hacen otra cosa que lanzar a la calle lo que siempre ha estado en un papel. Hoy, la ciudadanía construye derechos a partir de la lucha social, construye salud a partir de plataformas ciudadanas (buena prueba de ello es el estudio realizado por la médica de familia y antropóloga médica Elena Ruiz Peralta «Desahuciar, desalojar, ejecutar. Cuando la política callejera se convierte en medicina»[3]). 

Así pues, podremos hablar de estas luchas como focos de salutogénesis, que llevan la estrategia de “Salud en todas las políticas” a la calle, en la que la salud se convierte en un eje transversal al realizar acciones políticas con impacto positivo en salud, ya sea por hacer de la unión ciudadana un activo en salud o por intentar conquistar un derecho que les fue arrebatado.


 
[1]  Water, AM. Do housing conditions impact on health inequalities between Australian’s rich and poor? Australian Housing and Urban Research Institute; Sydney. 2001
[2] Gili. M.; Roca. M.; Basu S.; McKee M.; Stuckler D. The mental health risks of economic crisis in Spain: evidence from primary care centres, 2006 and 2010 Eur. Journal of P. Health; 2013
http://eurpub.oxfordjournals.org/content/early/2012/04/18/eurpub.cks035.short
[3] http://www.eldiario.es/andalucia/lucha-social-medicina_0_220128055.html

12 de Feb 2014
javierpadillab

"Conclusión: La mamografía anual en mujeres entre 40 y 59 años no reduce la mortalidad por cáncer de mama con respecto a la exploración física o a los cudiados habituales cuando la terapia adyuvante para el cáncer de mama está disponible. Además, el 22% (106/484) de los cánceres invasivos detectados por mamografía fueron sobrediagnósticos, siendo esto un sobrediagnóstico por cada 424 mujeres que recibieron el cribado en nuestro estudio."Miller AB, Wall C, Baines CJ, Sun P, To T, Narod SA. Twenty five year follow-up for breast cancer incidence and mortality of the Canadian National Breast Screening Study: randomised trial. BMJ 2014;384:g366 [enlace al texto completo]
 
"Coincidimos con Miller y colegas en que "las recomendaciones sobre el cribado con mamografía deben ser urgentemente reconsideradas por parte de los responsables de la política sanitaria". Conforme pasa el tiempo necesitamos mecanismos más eficientes para reconsiderar las prioridades y las recomendaciones sobre el cribado con mamografía y otras intervenciones sanitarias. No es una tarea sencilla, puesto que los gobiernos, los financiadores de proyectos de investigación, los científicos y los médicos clínicos pueden tener intereses establecidos en la continuidad de prácticas que están muy establecidas"
Kalager M, Adami HO, Bretthauer M. Too much mammography. BMJ 2014;348:g1403 [enlace al texto completo]
 
Esos dos artículos los publicó ayer el British Medical Journal (una gran explicación de los textos la podéis ver en el interesante blog "The Incidental Economist"). No nos ha sorprendido, entre otras cosas porque hace muchos años que hay pruebas que indican que, como poco, hay mucha incertidumbre alrededor de la utilidad de la mamografía para disminuir la tasa de mortalidad de la población (por causas totales parece claro que no la disminuye, y la mortalidad cáncer específica, depende de los datos... aunque ya sabemos que esa variable tiene sus problemas). Tampoco nos ha sorprendido que el estudio encuentre un aumento de la supervivencia aunque no haya disminución de la mortalidad porque en este blog ya hemos comentado de forma repetida que la supervivencia y los cribados son dos conceptos que al mezclarse dejan muchos grumos conceptuales.
 
Lo que sí nos sorprende es que desde los ámbitos de la política se proteja el cribado del cáncer de mama como un área de reivindicación social que no puede ser cuestionada porque-se-nos-echan-encima. No esperamos que ninguna comunidad vaya a decidir desinvertir en cribado de cáncer de mama para realojar esos recursos en, vete-tú-a-saber, ayudas a dependientes o prevención primaria de cáncer (o, incluso, ivnestigación y desarrollo), pero sí esperaríamos que la información que se fuera transmitiendo a la población fuera cambiando. Un ejemplo (aislado) es el de Asturias, donde la información que se da a las mujeres que podrían entrar en el programa de cribado de cáncer de mama incluye datos científicos explicados de forma comprensible y no les promete una vida libre de cáncer y riesgos.
 
Cuesta creer que no se ponga en el debate social y político un planteamiento como el que se puede observar en la siguiente imagen:

 

Fuente: López V, Padilla J, Salomón G. El cribado de cáncer de mama: una visión desde la ética de la salud pública.
En un entorno en el que puede existir cierta incertidumbre -aunque la existencia de dicha incertidumbre cada vez sea menos cierta- no podemos seguir transmitiendo sensaciones de falsa certeza. Cualquier cuestionamiento sobre la idoneidad de mantener el cribado de cáncer de mama se ve como un ataque a la salud de la población; esas son las consecuencias de tratar a la población como si fuera tonta -dibujando un razonamiento científico dicotómico y fanático-, que cuando quieres revertir tu estrategia de comunicación tal vez sea demasiado tarde.

 
Mientras tanto, desde aquí seguiremos intentando mezclar visiones (epidemiológicas, éticas,...) y difundiéndolas.

20 de Ene 2014
javierpadillab

El otro día podíamos leer en algunos medios de comunicación la siguiente noticia.

No vamos a detenernos en la costumbre de convertir en noticia con aplicación clínica los descubrimientos de la investigación básica, generando un sentimiento de "hay que ver cómo avanza esto" que, al no tener un reflejo en la práctica clínica real, hace que se llenen las consultas de "¿cómo no va a haber nada para tratar/diagnosticar esto? ¡si ahora hay cosas para todo!".
 
El hecho de que el CERN (Centro Europeo de Investigación Nuclear) haga un descubrimiento de este tipo es, a priori, una gran noticia. Pero, obviando el titular regreso-al-futuro -like, queríamos centrarnos hoy en comentar qué datos tendríamos que buscar en nuestro mamógrafo ideal, y de paso ver si alguien lee esto y dejamos de vender humo.
 
Al interpretar los resultados de una prueba diagnóstica, se pueden dar las cuatro situaciones que se ven en esta tabla.
 

 
¿Qué ocurre con los mamógrafos actualmente disponibles? Mientras que en las mamografías hechas para diagnosticar una lesión se comportan de manera más o menos precisa (porque el médico que pide la prueba selecciona a la población susceptible de hacérsela, aumentando su probabilidad pre-prueba), al aplicarse a grandes grupos de población de riesgos variados (cuando se utiliza en el cribado de cáncer de mama) presentan dos problemas fundamentalmente:
 
1.     Tienen un alto número de falsos positivos, es decir, dan positivo en muchas mujeres que en realidad no tienen la enfermedad y que, por ello, han de someterse a un mayor número de pruebas -algunas de ellas invasivas- para determinar la veracidad del diagnóstico mamográfico.
2.     Tienen una tasa de falsos negativos mayor de la deseable. Esto es, catalogan como "sanas" a mujeres que en realidad tienen cáncer de mama.
El problema que se nos presenta no es tanto que cuando se diagnostiquen las lesiones estas ya estén en estadios muy avanzados de enfermedad (lo cual se mejoraría adelantando el diagnóstico en dos años, como comenta la noticia), sino que la precisión diagnóstica de los mamógrafos no es la deseable (de lo cual la noticia no dice nada. -y he sido incapaz de encontrar un texto técnico donde se hubieran publicado los datos... si algún lector lo encuentra, que nos lo pase, por favor-).
 
Otro aspecto que no se comenta es cómo abordará este nuevo mamógrafo el problema de los sobrediagnósticos (diagnósticos de cáncer de mama en mujeres a las cuales el cáncer de mama no les habría modificado su esperanza de vida de no haberle sido diagnosticado). Los datos disponibles en la actualidad atribuyen al sobrediagnóstico entre el 11% y el 30% de los casos diagnosticados de cáncer de mama. No vale simplemente con etiquetar cánceres, sino que se precisan técnicas (no sólo tecnológicas, sino metodología de salud pública) para poder minimizar los efectos del sobrediagnóstico.
 
Los avances en el diagnóstico, de forma aislada, no suponen un avance científico per se si no van acompañados de una mejora en el conocimiento de la historia natural de la enfermedad, los contextos de aplicación de las tecnologías desarrolladas y el descubrimiento de nuevos tratamientos que permitan que los diagnósticos se traduzcan en curaciones o disminuciones de las tasas de mortalidad...
 
... pero además es preciso investigar en otros ámbitos menos atractivos desde el punto de vista mediático pero tremendamente útiles desde el punto de vista de la población y de la salud pública... ¿qué prefiere una mujer sana que se va a someter a un cribado de cáncer de mama? ¿un falso negativo o un falso positivo? ¿cuál es el impacto en salud del sobrediagnóstico? ¿cuál sería el del infradiagnóstico? Desde un punto de vista bioético, ¿qué prima, el primum non nocere o el primum facere? Una lectura interesante a este respecto, para comenzar, puede ser un artículo publicado hace un año en el British Medical Journal bajo el título de "Perspectiva de las mujeres acerca del sobrediagnóstico en el cribado del cáncer de mama: un estudio cualitativo".
 
Informar con grandes titulares sobre los avances del CERN y no dedicar unas líneas a ver cómo esos avances pueden llegar a la realidad de la práctica en salud pública es una manera de desinformar como cualquier otra, incrementando cada vez más el abismo entre la eficacia (lo que ocurre en condiciones ideales -de laboratorio-) y la efectividad (lo que ocurre en condiciones reales)
 
 
 

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Médico crítico

Somos un grupo de médicos (jóvenes que van dejando de serlo) de diferentes lugares de España que, tras compartir pasados comunes de asociacionismo utilizamos este blog como espacio de reivindicación y toma de conciencia para hablar sobre medicina, sanidad, salud y sus determinantes sociales y económicos.