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Movimientos
Prácticas y reflexiones desde la economía solidaria

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27 de Mayo 2014
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Andrea Kropman (Punto Abierto)

¿Qué es conectar realmente? ¿Por qué necesitamos conectarnos con otras personas y estar en permanente comunicación? Actualmente, la palabra conectar está en boca de todas las personas, el avance tecnológico con sus múltiples y crecientes vías de comunicación y la mejora de infraestructuras que dan señal y cubren más territorio, nos permiten estar “conectadas”. Tenemos más herramientas que posibilitan nuestra comunicación con distintos formatos y sin necesidad de estar en el mismo tiempo-espacio. Pero, la conexión puede también ser un estado, una asociación de ideas, una vinculación y/o la unión de personas. Así era hace no mucho. ¿Qué es la conexión hoy? ¿Un cable, una señal de wifi, una visualización de una manifestación a tiempo real? ¿Eso es estar conectadas y conectados?

Podríamos hablar ya de dos tipos de conexión que nos permiten desarrollarnos socialmente como parte de una comunidad: la online y la offline. Las ya no tan nuevas tecnologías y las y herramientas que usamos a través de Internet han irrumpido en la vida social, creando otros códigos; pero nos seguimos encontrando físicamente, conectando a través de la comunicación verbal y corporal, es decir, de forma offline o AFK (Away From Keyboard: lejos del teclado, expresión popularizada por el documental sobre The Pirate Bay: Away From Keyboard). La conexión en ambos sentidos requiere un equilibrio, una balanza invisible que nivela nuestra interacción tanto en un mundo como en otro para poder ser partícipe y sentir pertenencia en ambas entornos.

Diversas comunidades y proyectos han visto cómo con esta división entre estos dos planos, el offline y el online, se generaba un descenso o aumento de participación en uno u otro campo. Uno de esos proyectos fue el Mercado Social de Madrid ,que ha ido creando en el correr del tiempo una comunidad online y otra offline. Este Mercado Social se creó desde una experiencia de convergencia entre redes que se llamó El Patio de la Economía como tantas otras iniciativas que forman parte de la sociedad. Se fue generando, ya en el marco de REAS Madrid (Red de Economía Alternativa y Solidaria), una comunidad alrededor del Mercado, personas que participan y están de acuerdo con los principios e ideas que plantea. Como comunidad, las tecnologías han irrumpido y cambiado las dinámicas de conexión que anteriormente podrían haberse realizado de otra forma, con otras prácticas y herramientas.

¿Cómo se construye un Mercado Social que integre a las comunidades online y offline? Todas las personas que iniciaron y desarrollaron la herramienta del Mercado Social han ido construyendo una organización que integra ambos planos, intentando equilibrarlos. En un comienzo la comunidad surge totalmente offline, y con el tiempo va generando herramientas en Internet y abriendo nuevas vías de comunicación para sus distintos fines. En este desarrollo se parte de tres comisiones integradas por personas pertenecientes tanto a entidades proveedoras del Mercado Social como a consumidoras. Las comisiones comienzan trabajando en un plano offline con reuniones mensuales en las que se definen las tareas a realizar por cada persona o equipo. A través de este mecanismo participativo en el seno de cada comisión se va manifestando la necesidad de usar herramientas en Internet para trabajar a diario y alcanzar objetivos. Esto trae aparejado el nacimiento de la comunidad online y el crecimiento del Mercado Social tanto offline como online.

Pero, ¿cómo podemos ver ese desarrollo de ambas comunidades en ejemplos concretos?

El balance social, herramienta fundamental de certificación de los mercados sociales, surge de una necesidad por crear indicadores relacionados con los principios y pilares que fundamentan este proyecto de transformación económica. La comisión de acogida, responsable de su diseño, mantiene reuniones presenciales, y su trabajo se basa en realizar entrevistas y enviar formularios que serán completados por cada proveedor que desea integrarse en el Mercado Social. Este proceso permite conocer a la entidad y evaluar si su producción u oferta de servicios tiene integrados los valores de la economía solidaria. Con el tiempo se hace necesario que la comisión de acogida se centre en mantener relación directa con las entidades que quieran formar parte del Mercado social y que otra comisión, la de Balance Social, haga el estudio de los datos generados por la Comisión de acogida. Estos datos son convertidos en indicadores, y con ellos se emite un informe anual, que puede ser difundido como información relevante en el campo de economía solidaria. En el procesamiento de estos datos se hizo necesario crear una herramienta online.

http://konsumoresponsable.coop/herramientas/sistema-de-auditoria-del-mercado-social-de-madrid

La comisión de moneda también integra ambos planos, el online y el offline, creando un espacio de encuentro mensual para debatir sobre la creación y gestión de la moneda social, el boniato. El trabajo que ha desarrollado esta comisión se ha enfocado en el estudio, creación y puesta en vigor de una moneda dentro de la red. El Boniato es una moneda con la que cada entidad o persona consumidora puede realizar los pagos de sus productos y servicios de forma online usando el gestor de moneda. Las transacciones económicas se realizan a través de Internet, sin embargo, todos los aspectos relativos a la gestión se establecen dentro de un plano offline en las reuniones presenciales.

http://monedamadrid.mercadosocial.net/

El Mercado Social integra en su esquema organizacional una tercera línea de trabajo constituida como la comisión de difusión. Si bien es una de las comisiones que más trabaja en el plano online, también tiene su espacio de encuentro offline con las reuniones mensuales en las que se deciden las tareas a realizar a nivel de comunicación. La tarea principal es vertebrar la difusión y visibilización de todo lo creado dentro del Mercado Social, ya sea de las comisiones mencionadas anteriormente como las del Mercado Social Estatal y las de otros mercados en otras provincias.

http://www.konsumoresponsable.coop/mercado-social-madrid
https://twitter.com/MES_Madrid
https://www.facebook.com/MercadoSocialMadrid

Los espacios de las comisiones son encuentros de un grupo reducido de personas, pero que se abren a una comunidad mayor en el plano online. Sin embargo, para integrar a más gente en el plano offline, se crean distintos eventos para estar más conectadas. Estos eventos se dirigen a distintos públicos para generar una interacción mayor y, de ese modo, favorecer el crecimiento del Mercado Social:

  • Se presentan puntos de información mensuales en el Patio Maravillas y en el Mercado de San Fernando como espacio de encuentro e información a las personas interesadas en formar parte del Mercado Social.
  • Se celebran encuentros y asambleas para la toma de decisiones de todo el conjunto del Mercado Social en las que se presenta el trabajo realizado por todas las comisiones.

http://laferiamadrid.mercadosocial.net/

Pero, el máximo exponente de esta integración e interacción es la edición anual de la Feria de Economía solidaria. La construcción de la Feria se realiza también a través de una comisión de la que forman parte las personas que integran todas las comisiones del Mercado Social. De forma balanceada y equilibrada, los trabajos online y offline fluyen y levantan desde cero el evento que más entidades de Economía solidaria agrupa. La Feria es la oportunidad anual de ver impreso el boniato, la moneda social, y de utilizarla para comprar dentro del recinto, realizando el cambio de euros por boniatos en los Puntos de cambio. Además, las personas interesadas podrán convertirse en socias consumidoras del Mercado Social en los Puntos de información. Se realizarán también talleres para conocer las herramientas online del Mercado Social como son el gestor de moneda y el balance social para, de esa forma, conocer los principios éticos y sostenibles en los que se basa el Mercado. Así será posible aprender y conocer directamente otras formas de producción y servicios, participando en las charlas incluidas en el programa cultural que darán las entidades proveedoras. La Feria es, sobre todo, una oportunidad para ver directamente lo que ofrece la red de proveedores del Mercado social en sus stands.

En menos de una semana, con la Feria, podremos realizar este ejercicio de pasar de lo online a lo offline. El evento se ha desarrollado gracias al esfuerzo de muchas personas que quieren compartir y crear una economía solidaria y alternativa, cuyo objetivo es poner a las personas en el centro y permitir el desarrollo comunitario. El equilibrio es un estado y, al igual que la conexión, lleva su tiempo y su desarrollo. Si ambas conexiones, la online y la offline encuentran ese equilibrio, será posible llegar al objetivo. En el caso del Mercado Social de Madrid es crear una economía solidaria, una red conectada entre proveedores con principios éticos y sostenibles y las personas consumidoras. Construye un Mercado más social en Madrid, no sólo consumas: ¡participa, integra y ven a la Feria!

21 de Mayo 2014
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La economía solidaria, además de ofrecer algunos principios y nuevos enfoques alternativos frente al funcionamiento de la economía capitalista, propone iniciativas prácticas en todos los ámbitos del ciclo económico (financiación, producción, comercialización y consumo) colocando a las personas y, en general, a la sostenibilidad de la vida, en el centro y como objetivo de su actividad.

Hace unos días, Carlos Askunze, coordinador de REAS Euskadi, publicaba en la Revista Papeles, un artículo titulado más allá del capitalismo, alternativas desde la economía solidaria, en el que hace una revisión de los  principios y valores básicos sobre los que se construye la Economía Solidaria y trata de dibujar los contornos generales de su desarrollo como movimiento social. 

A partir de este marco, aborda a lo largo del artículo la necesidad, la importancia y las diferentes propuestas prácticas existentes en el ámbito de la creación de empresas sociales, el desarrollo de finanzas éticas como un instrumento para dar soporte al tejido productivo de la economía solidaria, estando las instituciones financieras plenamente imbricadas en la Economía Social y Solidaria, la necesidad de impulsar y construir mercados sociales que sirvan para articular un espacio de autonomía, autogestión y transformación, actuando en red con consumidores conscientes y las monedas sociales como un instrumento para recuperar el control sobre nuestra economía social impulsando un desarrollo local respetuoso con las personas y con los límites biofísicos del planeta... Pero como no queremos desvelaros todos los secretos, os dejamos el enlace al artículo completo, para que lo descarguéis y lo podáis leer tranquilamente en el sillón.

Más allá del capitalismo: alternativas desde la Economía Solidaria

19 de Feb 2014
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Por Alba Gómez, periodista del proyecto CAES

Construir un sistema financiero ético y solidario requiere muchos puntales. La banca ética es uno de los más representativos, pero no el único. Por eso nos preguntamos: ¿cómo deberían ser los seguros en ese modelo financiero anhelado?

Cuando hablamos de seguros nos referimos a una de las maneras que tenemos las personas de protegernos colectivamente de ciertos imprevistos. Un ámbito que, generalmente, se suele gestionar al margen de los principios de la autogestión y la democracia. Pero no necesariamente tiene que ser así.

Para demostrar que hay otra manera de gestionar seguros, en 2009 surgió la certificación EthSI, un sello de alcance europeo (Ethical and Solidarity Based Insurance) que garantiza la calidad de la gestión de las empresas aseguradoras. El comité evaluador de este sello es un comité independiente que examina si las compañías, los brokers y las corredurías tienen un comportamiento ético tanto en relación con la misma organización como en relación con los productos que ofrecen y con las inversiones que realizan.

El sello EthSI avala, pues, el compromiso social y ambiental de las organizaciones que operan en el mercado asegurador. Demuestra que en este sector se puede actuar con criterios de responsabilidad, sostenibilidad y transparencia. En España, corredurías y compañías como Arç, Seryes, Atlantis Seguros o DKV Seguros ya disponen de esta certificación.

 

Elegir tiene consecuencias

Algunas cifras apuntan a que hoy, en España, las compañías aseguradoras administraron durante el 2012, aproximadamente, un cuarto de billón de euros correspondientes a reservas de seguros de vida, primas de seguros y fondos de pensiones. Las cifras muestran que el sector asegurador es estratégico dentro del sistema financiero y es, a su vez, corresponsable de la actual crisis financiera.

De la misma manera que elegimos un banco para depositar nuestros ahorros, los ciudadanos y ciudadanas también tenemos un papel activo y crítico a la hora de escoger con qué entidad contratamos nuestros seguros. Podemos elegir una organización de seguros convencional o apostar por una opción de consumo responsable y transformador y contratar nuestros seguros con una entidad de seguros éticos.

Las corredurías Arç y Seryes, que juntas integran el proyecto CAES, ofrecen seguros éticos y solidarios. Lo hacen con la convicción de que es posible recuperar la función social original de los seguros. Para los artífices de CAES, deben aflorar de nuevo los beneficios sociales que reportan los seguros: la estimulación de la responsabilidad ante terceros, el fomento del espíritu de previsión entre las personas y la financiación de las inversiones socialmente responsables.

La semilla que hizo nacer CAES sigue vigente: si la economía no es algo ajeno a nosotros y todos juntos la conformamos, también todos juntos la podemos transformar. Hoy, más que nunca, la transformación social está en manos de los ciudadanos. También en el sector de los seguros.

19 de Dic 2013
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2ª Semana de Mercados Sociales del Sur. Espacio de encuentro, debate y coordinación entre proyectos de Economía Social. Mesas redondas, taller de productoras, concurso de tapas. Aprovechamos esta cita para reflexionar con Luis, Javier y Eduardo, miembros de La Tejedora y promotores del encuentro, sobre este tipo de iniciativas y el entramado político, social y económico en que se insertan.

Por Blanca Crespo Arnold

¿Qué son los Mercados Sociales del Sur y cuáles son las principales líneas y retos?

Los Mercados Sociales del Sur son una apuesta por la transformación social a través de un Consumo Responsable. Este proyecto sigue siendo de momento una idea, como un paraguas bajo el que se están coordinando una serie de proyectos de economía social y solidaria, que combina espacios de consumo crítico de bienes y servicios (con criterios éticos,
democráticos, locales, agroecológicos y sociales) y espacios de encuentro desde abajo, abiertos a personas y colectivos.

El primer reto es la consolidación de los proyectos desde el punto de vista económico y de autogestión; el segundo es profundizar formas de intercooperación entre proyectos muy diversos en un territorio extenso como Andalucía y la coordinación y participación en redes más allá de nuestra tierra.

¿Cómo os relacionáis con otros proyectos de economía alternativa y solidaria y de mercados sociales? ¿Contáis con moneda social propia?

Actualmente nos estamos mirando más entre nosotras que hacia fuera, ya que el volumen de trabajo nos impide muchas veces ir más allá. Pero vemos con mucha ilusión la aparición de tantas iniciativas de economía social y solidaria.

Nos relacionamos con otra redes a través de muchas organizaciones que son motoras de los mercados sociales del Sur y que también son impulsoras de Coop57 Andalucía o Fiare. Las herramientas financieras son fundamentales para poder crecer y consolidarnos. Son proyectos con un potencial increíble y un desarrollo frenético en muchos casos.

No contamos con moneda social, es un debate que cada Mercado tiene en su municipio. Estas monedas tienen sentido en lo local y la dimensión andaluza es mucho más compleja.

En el contexto actual de crisis, ¿se trata de una respuesta de supervivencia? ¿Qué relación guarda con el auge de discursos fomentando el emprendimiento que encontramos en voces gubernamentales y de grandes empresas?

No sólo es una respuesta de supervivencia, es más una demostración de que podemos trabajar de forma democrática en el ámbito económico, evitando la explotación de las personas y del medio.

Guarda relación con discursos de la autogestión y la transformación social, de lo común y la solidaridad. Creemos en el emprendimiento social, que es todo lo contrario a la idea individualista de emprendimiento que está tanto de moda y que pretende culpabilizar a las personas individualmente del "éxito" o "fracaso" en la vida. Pretenden trasladar la responsabilidad de las instituciones y los poderes económicos cuando lo obvio es lo contrario.

Propuestas como éstas están teniendo cada vez más respaldo social, sin embargo siguen siendo una opción desconocida para un amplio sector de la población. ¿Os planteáis algún tipo de estrategia para superar esta barrera?

La organización de esta semana es una de nuestras maneras de darnos a conocer, al igual que la intervención en otros frentes como la universidad o los institutos.

En todo caso, el principal canal de comunicación que nos permite romper esta barrera es el boca a boca, en el caso de Córdoba ya somos 200 socias, una base social cada vez más amplia y diversa que nos facilita llegar a lugares que antes eran impensables.

La principal barrera que encontramos y que intentamos romper es la idea de que son espacios de consumo elitista como ha pasado tantas veces con las tiendas de comercio justo y agroecológico. Para nosotras el precio es un criterio importante a la hora de incorporar productos y servicios, queremos ser accesibles, sobretodo en un momento como éste.

Entonces, ¿se trata de una alternativa frente a los comercios convencionales y las grandes cadenas de distribución y consumo?

Por algún lugar hay que romper con las lógicas de producción, distribución y consumo que nos tienen sumidos en esta crisis, que empobrecen a una mayoría de la población y nos someten a la avaricia de una minoría. En ocasiones los precios son superiores, pero respecto a eso nuestra postura es la de consumir menos, pero de forma más social y consciente.

El Mercado Social es una de tantas iniciativas, jóvenes y no tan jóvenes, que creemos que contribuyen a mostrar que se pueden hacer las cosas de otra manera, de forma democrática, y que es posible un consumo consciente e informado donde prime la intercooperación y la sostenibilidad ambiental y social.

 

15 de Oct 2013
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Por Xavi Teis, responsable de comunicación de Coop57

Darse la mano, sobretodo en entornos rurales y en épocas pasadas era un gesto y un compromiso a respetar. A nadie se le ocurría pensar que no tener un trozo de papel escrito y garabateado o que otra persona con traje oscuro diera fe del asunto, otorgara menos valor a aquél acuerdo sellado con un apretón de manos. Debemos recuperar el valor de la confianza. Debemos poner en práctica modelos que centren sus esfuerzos en tejer redes ciudadanas que nos recuerden el valor que tiene estar entrelazados como individuos y como sociedad, y desarrollar, a partir de ahí, la confianza mutua.

Sirva de ejemplo el sistema de avales que Coop57 pide a los socios que reciben préstamos. Reciben el nombre de avales personales mancomunados. En el ADN del funcionamiento de Coop57 hay insertados una serie de valores, uno de los cuales —y de los más importantes— es el principio de la confianza. Las garantías que se piden a la entidad que solicita financiación son que busque personas cercanas y que confían en el proyecto para que alcancen un compromiso personal para responder como avalistas por una parte del préstamo concedido. En el caso de que la entidad no pudiera devolver el préstamo, las personas avaladoras responderían en su nombre y sólo por la parte avalada.

La confianza reside en que el aval personal mancomunado es un documento privado que no va a notario y donde no se pide información económica de la persona que avala (nóminas, situación económica patrimonial, etc.) ni se inmoviliza, previamente, ninguna cantidad de capital. Simplemente es un papel donde la persona expresa su compromiso. Y con esto, ya es suficiente.

¿Y por qué se confía tanto en los avalistas? Porque se confía en la entidad por la que responden. ¿Y por qué se confía tanto en la entidad? Porque ya nos conocemos, nos tenemos confianza. Nos conocemos porque la entidad, antes de solicitar un préstamo y en consonancia tener que buscar a sus avalistas, se ha hecho socia de Coop57 y es durante este proceso cuando la entidad y Coop57 empiezan a construir su relación. Antes de que una entidad sea admitida como socia debe pasar una evaluación social que sirve para ver si la actividad que lleva a cabo esta entidad es transformadora y se adecua a los principios y valores de Coop57, pero no sólo sirve para esto. Sabemos que en el futuro deberemos desarrollar una confianza mutua y para tener confianza con alguien, la clave es conocerse.

En este sentido, Coop57, a lo largo de su historia ha concedido más de mil préstamos y la firma de estos préstamos nunca se ha hecho ante notario. ¿Por qué se debe encarecer el coste de un préstamo para que una tercera persona dé validez a un acuerdo entre dos partes que ya confían la una con la otra? Sería absurdo.

Por  lo tanto tenemos una triple dimensión que se interrelaciona y retroalimenta en forma de círculo virtuoso: tejido social, conocimiento mutuo y confianza.

La una no sirve sin la otra y la otra mejora la anterior. Es decir, como más esfuerzos volquemos en desarrollar el tejido social, más nos conoceremos; como más nos conozcamos, más confiaremos la una con la otra y como más confiemos, más ganas y más fácil será tejer redes de colaboración mutua y así iremos desarrollando este círculo virtuoso hasta ir consiguiendo nuevas formas de interrelación que ayuden a una transformación social en positivo de nuestra sociedad.

La economía social y solidaria, con sus todavía larguísimos caminos por recorrer, va desarrollando pasos en este sentido, sobretodo en la construcción de experiencias de mercado social que alimentan esta triple dimensión. El mercado social es un espacio de coordinación y organización para intentar agrupar todas las prácticas de economía solidaria y fomentar los intercambios de bienes y servicios para satisfacer nuestras necesidades sin salir de la economía solidaria.

Existen actualmente en Catalunya y en el estado español iniciativas de este tipo como lo son el “Mercat Ecosol” (http://www.mercatecosol.cat/) en Catalunya o el portal “Konsumo Responsable” (http://www.konsumoresponsable.coop/) a nivel estatal.

También fomenta este aspecto la celebración de ferias de economía alternativa. Espacios que también sirve para poner de manifiesto que cada vez más necesidades pueden ser cubiertas bajo las lógicas de la economía social y solidaria pero que sobretodo son un espacio para desarrollar reciprocidad entre los distintos actores sociales y económicos y que lleva a la confianza mutua.

En junio de este año se celebró la primera feria de economía solidaria en Madrid, se celebró la cuarta edición en Aragón. Ya hace más de 20 años que se celebra el Encuentro de Economía Alternativa y Solidaria, IDEARIA, en Córdoba, que este año 2013 llegó a su onceava edición y, en menos de dos semanas, el 26 y 27 de octubre, se celebrará la segunda edición de la Fira d’Economia Social i Solidaria de Catalunya en Barcelona.

Es en espacios como estos donde se puede recuperar el valor de darse la mano.

19 de Jun 2013
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Jordi Garcia Jané (Jordi@apostrof.coop)
 

Según Bernard Lietaer, especialista en sistemas monetarios, tan sólo en los últimos 40 años, se han registrado 145 quiebras bancarias, 208 monetarias y 72 crisis de deuda soberana. La media indica que cada seis semanas se produce una crisis de estas características en alguna parte del mundo. La pregunta es: ¿cuántas crisis más debemos soportar para decidirnos a salir del paradigma financiero, monetario y económico capitalista?

Pero ciñámonos hoy a la dimensión monetaria de dicho paradigma. A lo largo de los siglos, los humanos hemos empleado distintas cosas que considerábamos valiosas como dinero: la sal en el Mediterráneo, las telas en China, el tabaco en África, el cacao en América Central... Más tarde, el oro se convirtió en el medio de intercambio y estándar de valor por excelencia; todo el mundo lo reconocía como algo valioso y sobre esta base se determinaba el valor del resto de cosas. Posteriormente, el metal precioso fue sustituido por monedas con aleaciones de metales y, en el siglo XVIII, en Londres, se inventaron los billetes, que “representaban oro”. En 1941, con el acuerdo de Bretton Woods, se decidió equiparar las monedas nacionales con el dólar de EE.UU., que tenía una reserva en oro como garantía. Pero en 1971, Nixon, reconoció que su país no tenía oro suficiente para sustentar el dólar y esa moneda dejó también de ser convertible en el codiciado metal. Desde entonces, las monedas oficiales del mundo son fiduciarias, es decir, se crean de la nada y no están respaldadas por nada material, sólo por la confianza en su emisor que la sociedad le otorgue.
 
Si bien el dinero nació como un instrumento público para facilitar los intercambios de productos y servicios y como medida de valor, en estos momentos ha sido privatizado por bancos y grandes corporaciones, que lo han convertido en instrumento de especulación, acumulación y transferencia de riqueza de los pobres hacia los ricos.  Como en la crisis del 1929, hoy nos tienen metidos en una situación tragicómica. Tragicómica porque aunque la mayoría de la sociedad (empresas y personas) seguimos poseyendo la capacidad para proveer bienes y servicios que los demás necesitan, al retirarnos los bancos el dinero de la circulación, hemos dejado de trabajar los unos para los otros y hemos caído en el pozo negro del paro y la falta de recursos.
 
En realidad, no todo el mundo sigue preso del dinero oficial. Ya en la depresión de los años 30 del siglo pasado, surgieron monedas no oficiales, tales como el wara en Alemania o el wörgl en Austria. Y un lustro más tarde, desde la década de los ochenta hasta hoy, por doquier diferentes grupos han creado monedas alternativas, también llamadas sociales, locales, complementarias o comunitarias, como los chiemgauer en Alemania, los sampaios en Sao Paulo, los tlaloc en Méjico, los ithaca hours en EEUU, el fureai ticket en Japón, los brixton pound en Londres, los sol-violette en Tolouse, los boniatos en Madrid, los pumas en Sevilla,... y ahora, en Cataluña, entre otras, el ecosol, la moneda de la economía solidaria.
 

El ecosol

Una moneda comunitaria es un símbolo de valor que un grupo de personas adopta para sus intercambios. Puede tomar la forma de vale circulante (billete) o de anotación en cuenta (moneda electrónica). En ambos casos representa la contraparte de la entrega de valor real, que permite a quien proporciona valor útil pedir al mismo tiempo valor equivalente a otro miembro de la comunidad.
 
El ecosol pretende ser la moneda comunitaria de la economía solidaria catalana. Se inspira en la moneda complementaria suiza, el wir, en tanto que sistema de crédito mutuo entre empresas, y en el chiemgauer alemán, en tanto que moneda que los consumidores pueden comprar con euros.
 
El ecosol fue creado por la Xarxa d’Economia Solidària (XES) para la primera edición de la Feria de Economía Solidaria, que tuvo lugar en octubre de 2012. Su ámbito de circulación es el denominado Mercado Ecosol, una comunidad de crédito mutuo sin intereses formada por prosumidores solidarios (cooperativas, asociaciones, profesionales…), así como por consumidores que desean acceder a dicho mercado cambiando euros por ecosoles  al ventajoso cambio de 11 ecosoles por 10 euros.
 
Como sistema de crédito mutuo, el ecosol se genera cada vez que una empresa vende a otra un producto y no cobra en efectivo, sino que la empresa vendedora aumenta su saldo para comprar otros productos o servicios a cualquier miembro del Mercado Ecosol, mientras que la empresa compradora contrae una deuda que deberá saldar vendiendo al resto de miembros sin cobrarles tampoco en efectivo. Cada cooperativa, profesional o entidad dispone de un límite de crédito para comprar dentro del Mercado Ecosol; este límite fluctúa en proporción del volumen de ventas que realice dentro del mismo mercado: cuanto más venda más podrá comprar.
 
¿Cuáles son los objetivos que persigue la XES al apostar por el ecosol? Por una parte, ayudar la economía solidaria a resistir a la crisis, más aún, a hacerla crecer dinamizando los intercambios y atrayendo a nuevos consumidores y proveedores a su seno. Pero también, incentivar el consumo responsable y, mediante el ejercicio de la confianza y la reciprocidad, generar una comunidad cada vez mayor de productores y consumidores de la economía solidaria, que termine desembocando en un verdadero mercado alternativo al capitalista, regido por la equidad en los intercambios, la solidaridad entre productores y consumidores, y la distribución de bienes y servicios necesarios y producidos de modo socialmente responsable. Estamos hablando del denominado mercado social o mercado solidario, un objetivo estratégico para muchos movimientos de economía solidaria, entre ellos el catalán.
 
Ahora, desde el pasado 17 de junio y hasta el 26 de julio, la XES ha iniciado con Goteo una campaña de crowdfunding para poder financiar un plan de acción que permita consolidar el Mercado Ecosol. La campaña lleva por título “ECOSOLidaritza’t (“ECOSOLidarízate”) y, como dicen en su vídeo explicativo, esperan que sea la última vez que deban pedir euros. Nunca tan bien dicho.

 

11 de Jun 2013
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Comisión Organizadora de La Feria de Madrid

En octubre 2012, se celebró en Barcelona, en el barrio de Sant Andreu, la primera Fira de Economía Solidaria de Cataluña, promovida por la XES (Xarxa de Economia Solidaria). Fue un éxito en muchos sentidos. Un pequeño equipo de la Red de Economía Solidaria de Madrid(REAS Madrid) y del Mercado Social (MES Madrid) estuvo allí y vivió ese éxito en directo. La imaginación empezó a volar.

El tiempo de preparación ha sido corto, pues la decisión definitiva de organizar una Feria en Madrid, llegó en Navidades. El deseo de no diluir el entusiasmo y de no coincidir con la II Fira en Barcelona, resultó en 4 o 5 meses escasos de preparación maratoniana. Las dificultades se han ido acumulando, y la inexperiencia en algunos momentos, amenazó tormenta. Poco a poco sin embargo, iban apareciendo soluciones, posibilidades, refuerzos, nuevos ánimos.

Tres días antes de la Feria, ya se tenía, aún con todo el miedo en el cuerpo, sensación de éxito, pues hacía días que se habían soprepasado las expectativas en términos de participación de expositores, y los principales escollos estaban o superados o amortiguados. Los últimos detalles se cerraron, como siempre, la víspera, pero un dispositivo de más de 40 personas tenía tareas distribuidas y el mejor de los ánimos.

La guinda la puso el tiempo, que acompañó bastante, y la maravillosa sensación que daba ver crecer de la nada (dos naves y un trozo de calle, completamente vacías) una Feria, un Mercado Social en acción. Ver como las mesas iban dando forma y después las telas y los distintivos con los nombres, todos en armonía, para terminar completamente personalizados por la diferencia de productos, de decoración, de propuestas, de dispositivos para sombra o para proyección o difusión (como las bicicletas que se podían alquilar al final de la calle Matadero).

Con el montaje listo, a las 11 de la mañana del sábado, se inauguró La Feria con 131 empresas y organizaciones sociales presentesdos exposiciones montadas y 3 actividades simultáneas casi permanentemente, incluidas 4 actividades para niños durante el fin de semana. Antes de que pudiéramos darnos cuenta, el espacio Matadero-Madrid se había llenado de gente. Personas curiosas, paseantes, consumidoras responsables, observadoras, inquietas, participantes, emprendedoras, que han dado sentido a la necesidad de hacer esta Feria. Sin duda, se ha cumplido el objetivo de visibilizar y mostrar la fuerza de los proyectos de la economía solidaria madrileña.

Y es que lo que ha logrado esta Feria es hacer honor al lema con el que se presentó en sociedad: “COOPERAR PARA TRANSFORMAR”. Durante  20 horas de espacio de conexión se han establecido multitud de relaciones de todo tipo entre entidades que son el comienzo de futuros proyectos más estables de intercooperación.

Si queremos poner en valor las cifras del éxito diremos que por las actividades del programa han pasado cerca de 1.000 personas, que se ha consumido por valor de 40.000 boniatos, que se han participado de una u otra forma en La Feria más de 10.000 personas.

Ahora toca evaluar para mejorar, pero sobre todo celebrar y descansar. Han sido muchos meses de trabajo frenético que duró hasta la medianoche del domingo 2 de Junio, con los últimos residuos colocados en su sitio y los cuerpos de los últimos turnos de recogida, alejándose a paso cansado del recinto “ferial”. El espacio, a pesar de alguna limitación que otra, resultó idóneo para el tipo de feria que habíamos imaginado. Las dos entidades promotoras se felicitan por el sueño cumplido -la primera vez siempre es la más difícil- y el sentir general expresado en directo durante la Feria -falta la evaluación oficial, que está preparando una comisión del MES- es de felicitaciones mutuas. Todos y todas agradecían y felicitaban, entre sí y al inmenso equipo de trabajo, que incluía nada menos que un Centro de Medios propio, con radio en directo, cuyos registros quedan a disposición, junto con el archivo fotográfico.  El núcleo duro de la organización, a su vez, agradecía al pequeño equipo de Intermediae que se volcó durante el fin de semana. Y por supuesto, a las entidades colaboradoras, a los expositores que llegaron puntualmente a llenar sus puestos de vida, de colorido y de realidad concreta, al público por acudir, por participar, por preguntar y difundir.

Aun falta mucho por hacer. En los próximos meses el Mercado Social crecerá en consumidores/as y en proveedores pudiendo atender un mayor número de necesidades bajo los principios de la economía solidaria. En definitiva, nos toca seguir CONSTRUYENDO EN EL DÍA A DÍA  UN  INSTRUMENTO AL SERVICIO DE LA ECONOMIA SOLIDARIA, junto a proyectos de emprendimiento colectivo, de redes y grupos de cooperativas y proyectos de Banca Ética y autogestionada, Seguros Éticos, Energia Sostenible y Software y cultura coolaborativa.

No es tiempo de caminar en solitario, es tiempo de seguir construyendo alternativas y de disfrutar de cada pequeño logro, pues cuesta tanto, y merece tanto la pena, que ojalá se pueda jalonar el 2013 y mas allá, de esfuerzos y logros compartidos. Nos vemos en las Ferias, nos vemos en el día a día del Mercado Social y la Economía Solidaria.

Artículo publicado originalmente en el Blog de La Feria

 

09 de Abr 2013
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Nuria del Río Paracolls

 
De niña, acompañaba a mi madre, presidenta del Ampa de mi colegio, a la Escuela de Verano que se celebraba cada año en el campus de la Autónoma en Cantoblanco (Madrid). Como a mí no me estaba permitido entrar en los talleres de “Renovación pedagógica”, me entretenía enredando en los puestos donde se vendían todo tipo de materiales de innovación, publicaciones, juguetes educativos, experimentos, marionetas. Al principio miraba, luego preguntaba y al final me ofrecía, entusiasta, a ayudar. Una secuencia tan sencilla, pero mil veces repetida por mí y por todos y todas los que se acercan, incluso ahora, a algo que realmente despierta su interés.
 
Es lo que tiene el contacto directo con el público, no hay mejor manera de abrirse a las dudas, de aprender de ellas, de que la gente aprenda de la honestidad de quien ofrece su propuesta a “tenderete descubierto”. 
 
Eso es lo que pude comprobar de nuevo en 1998 en L’ille, durante la primera Feria internacional de Finanzas Solidarias. Para las pocas personas que llegamos desde la península, fue un festín de descubrimientos, un universo entero de iniciativas que ya funcionaban por todo el planeta desafiando lo que se dictaba desde las grandes facultades de economía. Allí reunidos y al alcance de la mano. En uno de los talleres descubrí a Pat Conaty, (del Ashton Reinvestment Trust y de la New Economics Fundation) una de las mentes más preclaras de las finanzas aplicadas al desarrollo comunitario, y a Francesco Bicciato, uno de los 8 magníficos que fue recorriendo Italia en la etapa en que la Cooperativa Banca Popolare Ética, aun solo era, “Assoziacione verso la Banca Ética”, para conectar a todas las gentes interesadas en constituir la futura cooperativa financiera.
 
Es lo que tiene el formato Feria, frente a otros formatos, que se reúnen en un solo espacio y tiempo, todos y todas los que son y están, promoviendo la transformación social a través de lo económico. 
 
La primera vez que entré en Biocultura, en el recinto Ferial de la Casa de Campo de Madrid, solo ocupaba el pabellón de la Pipa, uno de los más pequeños. A mí sin embargo, me pareció como entrar en el museo de la ciencia, había productos agrícolas sanísimos, inventos de salud para depurar aguas, todo tipo de propuestas rurales y futuristas al mismo tiempo, y una gente genial, llena de vida y de entusiasmo por reunirse y mostrar otra forma de vivir y consumir. Lo que se podía comer, estaba riquísimo, lo que solo se podía mirar –por caro- era bellísimo y lo que aun me costaba entender –por pionero- era interesantísimo. 
 
Normalmente, tanto los expositores como los visitantes, se interesan por la innovación. Unas y otros, buscan estar “a la ultima”, conocer el “no va más”. En Economía Solidaria, en Finanzas Alternativas, en Consumo Responsable, en Mercado Social, no importa solo la innovación, importa sobre todo la integración. Cómo se tienen en cuenta todos los criterios, para poner límites al crecimiento exponencial y a la innovación que no mide sus consecuencias.
 
A lo largo de toda una vida, ahora que hago recuento, he tenido la suerte de acudir a muchas ferias. Y de ellas he sacado muchas cosas: he disfrutado, me he sentido parte de algo más grande que yo como proveedora, y he visto como 10 puestos se convertían en 100 y luego en el doble. Lo importante no es el número, es la consolidación, es el sentimiento de REALIDAD que se genera en los ojos de quien acude. La certeza de que como dicen en las redes de Economía Solidaria brasileña: "uma outra economia acontece".
 
A finales de Octubre de 2012, en Barcelona, promovida por la Xarxa de Economia Solidaria, se celebró la Fira de Economía Solidaria (http://www.firaesc.org/). Esta vez, como aquel verano, no llegué con una misión concreta. Fui por acompañar a mis amigos organizadores, por engrosar las cifras de tránsito del evento, por apoyar, por disfrutar, curiosear… La antigua fábrica parecía haber sido construida, tal vez dos siglos antes, con su estilo industrialista, para acoger en su segunda vida útil, aquella concentración de lo mejor de la Economía Social y Solidaria catalana.  Estaban todos y todas, juntos, revueltos, pero en filas ordenadas, mezclados los que tienen cifras de negocio gigantes, con las iniciativas humildes, que sobreviven como pueden, los que tienen más de 30 años de historia, con los que llegaron el año pasado… Todo en el ambiente gritaba “lo hicimos”, “tots y totes plegats ho hem fet”(1) Y solo por haber tenido el empuje de viajar hasta allá para contemplarlo, sentí que pertenecía.

El 1 y 2 de Junio, se celebrará La Feria (primera Feria de Economía Solidaria de Madrid) promovida por REAS y el MES de Madrid. Un puñado creciente de soñadoras y cabezotas, que va contagiando todo lo que toca, le está poniendo suelo y estructura al sueño. El fin de semana siguiente, se celebrará en Zaragoza la IV Feria promovida por REAS y Mercado Social de Aragón. Los maños, como todo el mundo sabe, primero actúan y luego presumen. Así aprenden más rápido que nadie e iluminan al resto, como un Faro “al estilo adoquín”. Y más adelante, en otoño, llegará la segunda edición en Cataluña. Y así sucesivamente.
 
Esto es solo el principio, pues el tiempo ha llegado en que consumidores y consumidoras cuyo lema podríamos resumir en “transfórmalo con mi dinero”, empiecen a participar cada vez más en este tipo de iniciativas y devengan en “transformemos esto en común, con nuestro dinero y nuestra experiencia”. También ha llegado la hora de que quienes proveen de bienes y servicios, lo hagan de forma organizada en torno a criterios y valores de Economía Solidaria, de Sostenibilidad social y ambiental, de autogestión, de participación y de alegría compartida por cada pequeño logro. 
 
¿Qué mejor lugar para darse cita y empezar a conocer, a enredarse, a degustar, a celebrarse, que una Feria de Economía Solidaria, con un Mercado Social como expresión práctica y concreta? Ojala reencuentre en cada una, ese ambiente de “actividad apetecible” que cuando niña veía en los ojos de mi madre al dirigirse a la Escuela de Verano. La Feria de 2013 es el “laboratorio de participación ciudadana” para el 2020 y mas allá.
 
Si no puedes esperar a Junio y quieres sorprenderte con todo lo que ya está funcionando, mantente informado/a: www.konsumoresponsable.coop, www.economiasolidaria.org
 
Idearia

Un blog colectivo impulsado por la Red de redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) sobre distintas realidades económicas que de forma práctica nos demuestran la capacidad de las comunidades de establecer relaciones económicas basadas en la democracia, la justicia social y el respeto al medio ambiente. Un espacio para la reflexión y la divulgación que está coordinado por Iñigo Bandrés y Fernando Sabín de REAS Madrid y en el que participan de forma estable Jordi García y Jordi Estivil la Xes de Catalunya, Peru Sasia y Clara Soler del Proyecto Fiare, Soraya González Guerrero de Diagonal, Alvaro Porro del Cric, Conchi Piñeiro de la cooperativa Altekio,  la cooperativa Ideas, Marga Padilla de la cooperativa Dabne, Enrique del Río y Nuria del Río de Proempleo, Xabi Teis de Coop57 y la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.

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