Economía Solidaria

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24 de Sep 2014
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  Jordi Estivill. Barcelona Setiembre. 2014

 
En esta misma revista, hace un año se publicaba un artículo que informaba sobre la tentativa de formular una propuesta de ley de la economía social y solidaria. Se advertía del importante desafío y responsabilidad que ello suponía y se narraban los primeros pasos que se querían dar en una perspectiva participativa. Ahora, quizás sea el momento para explicar en qué momento se encuentra esta interesante iniciativa.

Pues bien, en este mes de Setiembre  el máximo órgano entre asambleas de la XES (Red de Economía Solidaria de Catalunya), ha dedicado una sesión monográfica para estudiar y discutir la propuesta que presentó el grupo de trabajo creado para esta finalidad. Este, ha trabajado durante un año cotejando las leyes de países tan distantes como Quebec, Portugal, Rumania, Venezuela, Valonia, Méjico, Francia… Es interesante constatar que han sido las leyes regionales que se están elaborando en Italia y la ley del Ecuador las que más han inspirado algunos de los procesos y contenidos de la propuesta catalana. El grupo de trabajo también se ha relacionado con algunos de los grupos que han contribuido a elaborar estas otras leyes y se ha esforzado para hacer una propuesta de máximos.

¿Cuáles son los componentes de la actual propuesta?

Cabe empezar por explicar su preámbulo. Este hace una alusión a la historia del cooperativismo y del asociacionismo en Catalunya, al precedente de la ley de 1934 que marcó un hito en la legislación europea de la época y justifica la redacción de una nueva ley por la necesidad de desarrollar una economía social y solidaria que responda a la actual crisis, por la aplicación del derecho a decidir en el campo económico, por las movilizaciones ciudadanas y las reivindicaciones que emergen y por el propio auge de la economía solidaria.  La situación que se vive en Catalunya ayuda a generar esperanzas sobre las posibilidades de transformación social en la perspectiva de una liberación que no solo sea política sino también sea social y económica. El preámbulo se hace eco de esta atmosfera y esperanzas.

El primer título de la propuesta de ley se dedica al objeto, a la definición y a los principios orientadores de la economía social y solidaria. Quizás sea útil por su carácter novedoso y por introducir algunos conceptos innovadores, transcribir la definición que por ahora se ha adoptado : “ la economía social y solidaria es un conjunto de iniciativas, los miembros de las cuales, de forma asociativa, cooperativa, colectiva o individual, crean, organizan y desarrollan democráticamente y sin que tengan necesariamente ánimo de lucro, procesos de producción, de intercambio, de gestión, de distribución del excedente, moneda, consumo y financiación de bienes y servicios para satisfacer necesidades, que se guían por relaciones de solidaridad, cooperación, donación, reciprocidad y autogestión defendiendo los bienes comunes, naturales y culturales y la transformación igualitaria de la economía y la sociedad con la finalidad del buen vivir y la reproducción y la sostenibilidad de la vida del conjunto de la población”.

El segundo título, el más largo es el que se gira alrededor de lo que pueden hacer las políticas públicas para promocionar a la economía social y solidaria. Se hacen propuestas con respecto al fomento en general, al fomento del trabajo en el mundo asociativo y cooperativo, a las medidas tributarias, crediticias,  de integración económica de asistencia técnica, de educación, capacitación y participación. Merece resaltarse el décimo articulo porque sugiere un nuevo tipo de concertación colectiva en la que la contraparte de la administración pública garantiza el interés general, la contraparte cooperativa garantiza la democracia económica y la participación de los trabajadores y la contraparte comunitaria  garantiza la participación de los ciudadanos y de los usuarios. Esta forma de concertación empieza a darse en algunos barrios de Barcelona y en algunos municipios dentro de la renovación de los planes locales de desarrollo socioeconómico.

El tercer título explica como el Consejo Superior de la Economía Social y Solidaria que no debería ser un organismo público, es el lugar de la representación y articulación de sus iniciativas. En él también deberían dirimirse los conflictos en una visión alternativa de mediación, que es el último título de esta propuesta de ley que tiene 35 artículos.
Se trata de una propuesta provisional y abierta. Por lo que se prevé abrir un proceso amplio de consulta y participación. En efecto, la propuesta está siendo enviada a todos los miembros de la XES. Tendrán un mes para presentar enmiendas y comentarios. Al mismo tiempo se consultaran expertos y personas que conocen mejor determinados temas (crediticio, financiero, urbanístico,…), Después se empezará una ronda de debates con otros movimientos sociales, organizaciones políticas y actores socio económicos. También se prevé hacer algunas presentaciones públicas como por ejemplo en la tercera edición de la “Fira” en el mes de Octubre o en el congreso internacional de Zaragoza en el mes de Noviembre. Igualmente se quiere obtener la firma de un buen número de iniciativas de la economía social y solidaria. Lo cual aun daría más fuerza a esta propuesta, cuyo destino final es el Parlamento Catalán. Se respondería así a la resolución que adoptó con 105 votos a favor y 27 en contra, el 27 de noviembre de 2013.

Pero tan importantes es,  la hipotética aprobación parlamentaria por cuanto esta va a depender de la correlación de fuerzas que exista, como el proceso pedagógico y participativo que genera la redacción de esta propuesta y el debate que provoca en torno de la situación actual y futura de la economía social y solidaria.

19 de Jun 2014
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Por Jordi Estivill. Barcelona. Junio 2014
 

Algún día habrá que hacer un balance de la situación de la economía solidaria en Europa. Y dentro del mismo, explicar la construcción de la Red Europea (RIPESS Europa) que trata de aunar los esfuerzos del conjunto de las redes territoriales y sectoriales. Se trata de una tarea compleja, ardua y costosa que desde la fundación en Barcelona hace tres años, tiene ya una pequeña historia. Este articulo no tiene la pretensión de describirla, sino una más modesta como pueda ser el de explicar la celebración de la asamblea general que tuvo lugar en las cercanías de Paris en los pasados días 6 y 7 de Junio y valorarla en el contexto de este  corto itinerario.

La asamblea vino precedida por una reunión en Paris con la Fundación Progreso para el Hombre, que es quién financia las actividades de la red europea. En esta reunión realizada en un clima distendido, la fundación anunció su intención de seguir colaborando con la Red y señaló que esta debía hacer esfuerzos para aglutinar a otras redes y organizaciones parecidas que trabajan en este ámbito, que debía saber posicionarse frente a las decisiones de las instancias europeas y ser capaz de elaborar contenidos más teóricos y estratégicos. Todo un programa de trabajo.

Por ahora, la Red europea es una red de redes y de organizaciones y personas que tiene miembros en Alemania, Bélgica, Catalunya, España, Francia y algunas de  sus regiones, Luxemburgo, Hungría, Italia, Portugal y Rumania, además de algunas sectoriales como Pactos Territoriales, Solidarius y Urgenci. Una de las novedades del encuentro fue la estimulante presencia de compañeros de Grecia y de Polonia. Por la noche se improvisó una interesante tertulia en la que se presentó la dinámica situación en Grecia de la economía solidaria y el cooperativismo que viven momentos expansivos en las críticas y efervescentes circunstancias económicas, sociales y políticas actuales. También, las informaciones dadas por el representante de la portuguesa red Animar permiten tener un cierto optimismo sobre el desarrollo de la economía solidaria ligada al desarrollo local en el vecino país.

¿Cuáles fueron los principales acuerdos que emanan de los debates y trabajos llevados a cabo en la asamblea general?

  • La decisión de fusionar los dos grupos de trabajo (estado del arte y perímetro identitario) existentes en la red en un programa de acción conjunta cuyo objetivo es llevar a cabo un panorama de la economía solidaria en Europa y muy especialmente en los países donde la red no está presente (países anglófonos, escandinavos, eslavos,..). En este sentido, se prevé que la próxima reunión de la comisión coordinadora se realice en Grecia en el mes de Octubre y la siguiente en Zaragoza aprovechando el encuentro internacional del próximo mes Noviembre.
     
  • La continuidad de la Comisión Coordinadora, que es el máximo órgano entre asambleas y la aprobación del balance presupuestario, de la memoria de actividades y de los documentos preparados, en gran parte por la red catalana, como el diagnostico y las propuestas, el más actual  diagnostico y mejoras y la creación de un consejo consultivo cuya función es la de ir constituyendo el patrimonio histórico y teórico de la red europea, contribuir a definir sus ejes estratégicos y responder a las demandas de las instancias de la propia red europea. Esta Comisión se pondrá en marcha en los próximos meses y tiene ya cinco miembros apuntados. La entrega de una abundante documentación escrita permitió una mayor transparencia y rigor de la toma de decisiones.

Hasta ahora, la red ha sido capaz de hacer funcionar su comisión coordinadora que se reune cada tres o cuatro meses en distintas ciudades donde sostiene un dialogo con las redes locales, se ha mostrado activa en su presencia internacional acudiendo al congreso intercontinental de Manila, participando en la comisión consultiva de las Organizaciones Internacionales (OIT; FAO,..) y en la reunión del Foro Social Mundial de Túnez, tener un boletín de informativo que se envía a 3000 personas y ha cambiado de modelo organizativo pasando de tener un secretario ejecutivo, para crear unos grupos de trabajo en una segunda fase y ahora intentar trabajar más conjuntamente.

En los distintos diagnósticos realizados igualmente se constata que la comisión coordinadora ha trabajado en círculo cerrado,  sin casi contactos con los miembros de la red, no se ha posicionado frente a unas decisiones de las instancias europeas cada vez más influenciadas por las políticas neo liberales, no se ha coordinado con otras redes europeas y movimientos sociales que trabajan en perspectivas parecidas, no se ha extendido hacia determinados países, aunque si aumenta el número de ellos. Lo dificulta la inexistencia, por ahora, de redes de ámbito estatal (Alemania, Italia,…). Tampoco ha sabido encontrar una forma de trabajo colectivo, en red, que no dependa de los intereses y opiniones personales o profesionales de muchos de los que participan en sus órganos de representación.

En suma, la red europea, después de una fase de entusiasmo fundacional ha pasado, con esta asamblea de París, a un periodo de trabajo organizativo en la que se enfrenta a retos estratégicos complejos, difíciles y estimulantes. En la fase que ahora empieza, habrá que ver hasta qué punto su valor añadido como red europea, adquiere un mayor sentido para los que piensan que es necesario, útil  y urgente construir una cultura política transnacional de la economía solidaria.  

21 de Mayo 2014
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La economía solidaria, además de ofrecer algunos principios y nuevos enfoques alternativos frente al funcionamiento de la economía capitalista, propone iniciativas prácticas en todos los ámbitos del ciclo económico (financiación, producción, comercialización y consumo) colocando a las personas y, en general, a la sostenibilidad de la vida, en el centro y como objetivo de su actividad.

Hace unos días, Carlos Askunze, coordinador de REAS Euskadi, publicaba en la Revista Papeles, un artículo titulado más allá del capitalismo, alternativas desde la economía solidaria, en el que hace una revisión de los  principios y valores básicos sobre los que se construye la Economía Solidaria y trata de dibujar los contornos generales de su desarrollo como movimiento social. 

A partir de este marco, aborda a lo largo del artículo la necesidad, la importancia y las diferentes propuestas prácticas existentes en el ámbito de la creación de empresas sociales, el desarrollo de finanzas éticas como un instrumento para dar soporte al tejido productivo de la economía solidaria, estando las instituciones financieras plenamente imbricadas en la Economía Social y Solidaria, la necesidad de impulsar y construir mercados sociales que sirvan para articular un espacio de autonomía, autogestión y transformación, actuando en red con consumidores conscientes y las monedas sociales como un instrumento para recuperar el control sobre nuestra economía social impulsando un desarrollo local respetuoso con las personas y con los límites biofísicos del planeta... Pero como no queremos desvelaros todos los secretos, os dejamos el enlace al artículo completo, para que lo descarguéis y lo podáis leer tranquilamente en el sillón.

Más allá del capitalismo: alternativas desde la Economía Solidaria

05 de Mayo 2014
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Por Iñigo Bandrés, de Altekio S. Coop. Mad.

Vivimos como el conejo de Alicia, corriendo pendientes de nuestro reloj. Uno de los principios en los que se asienta la Economía Social y Solidaria tiene que ver con la importancia de recuperar la dimensión humana, social, política, económica y cultural del trabajo que permita el desarrollo de las capacidades de las personasEntre otros aspectos, que se pueden consultar de forma desarrollada en la Carta de la Economía Solidaria, esto se traduce en el intento de crear empleos que dispongan de unas condiciones laborales dignas, que cubran las necesidades económicas de las personas, que sean un espacio de desarrollo personal y que permitan la participación en la toma de decisiones a diferentes niveles dentro de la empresa.

Puede resultar difícil definir qué suponen unas relaciones laborales dignas, especialmente cuando valoramos los aspectos subjetivos de las mismas en relación con la oportunidad que pueda ofrecer el trabajo desempeñado dentro de la empresa para el desarrollo personal y sociocultural de las personas que forman parte de la misma. Quizás en el caso de las cooperativas y de otras entidades de la economía solidaria donde las personas socias son al mismo tiempo trabajadoras y propietarias de los medios de producción, ésto sea más difícil todavía. Sin embargo, más allá de otras consideraciones, parece evidente que la relación entre remuneración, tiempo de trabajo y de descanso, y conciliación de la vida personal y laboral -en el caso de todas las personas implicadas en la empresa y no exclusivamente de las madres y padres- son aspectos fundamentales para determinar qué son una condiciones laborales dignas.

No quiero en este artículo profundizar demasiado en cómo debemos definir unas condiciones dignas en las empresas de economía solidaria desde un punto de vista teórico. Éste es un debate filosófico, político y sociológico que va mucho más allá del objeto del mismo. Sin embargo, tengo la sensación de que la mayor parte de las empresas cooperativas con las que he tenido relación en todos estos años vinculado a la Economía Social y Solidaria, y las personas que las gestionamos y trabajamos en ellas, nos enfrentamos a un importante dilema, o quizás debería decir más bien una dificultad, en relación con las variables remuneración, conciliación y desarrollo personal. Me parece importante aclarar que en todos los casos, alcanzar unas condiciones laborales dignas es una pieza angular sobre la que se asientan los proyectos empresariales de la Economía Solidaria, que no suele estar presente en los objetivos de las empresas capitalistas -ese fue, por ejemplo, uno de los objetivos fundamentales que nos marcamos al crear el Grupo Cooperativo Tangente-; sin embargo lo cierto es que muchos de nuestros proyectos empresariales suelen ser proyectos en los que la precariedad económica, acrecentada de forma importante en los últimos cuatro o cinco años, lleva en muchas ocasiones a jornadas laborales demasiado extensas y con altos niveles de presión, junto con salarios que en muchas ocasiones resultan insuficientes para cubrir las necesidades personales de las personas socias.

Por supuesto esta no es una realidad exclusiva de las empresas de Economía Solidaria, si no que se ve fuertemente marcada por un sistema económico, donde la productividad y la maximización de los rendimientos del capital, generan un contexto estructural donde las empresas y la vida de las personas se ven obligadas a funcionar cada vez más deprisa para ser competitivas en un mercado en el que los aspectos emocionales, afectivos y personales no son en absoluto tenidos en cuenta. Por eso muchas veces decíamos, frente a la afirmación de que hay que dejar los problemas en casa, que queremos empresas donde las personas puedan desarrollarse y para ello es necesario tomar en consideración sus problemas y acompañar sus procesos desde los cuidados.

Las TIC podrían ser un buen ejemplo de esa aceleración de la vida. Más allá de todos los efectos positivos que las nuevas tecnologías han tenido en la vida privada y personal, desde el punto de vista productivo, las nuevas tecnologías han supuesto en muchas ocasiones la difuminación de los espacios laboral y personal. Al mismo tiempo se han incrementado de forma exponencial las comunicaciones internas y externas, que son cada vez mayores, más rápidas y más difíciles de gestionar: correos, whastapp, facebook, twitter... Pero no es el único ejemplo, el tren de alta velocidad podría ser otro ejemplo enfocado a aumentar la competitividad y la velocidad de las vidas, desarrollando un sistema de transporte que excluye a quienes no tienen recursos suficientes para acceder a él, al mismo tiempo que dispara los impactos ambientales asociados a la movilidad.

Esta aceleración de la vida, orientada hacia una mayor productividad, tiene fuertes consecuencias sociales en forma de mayores tasas de paro o de exclusión en el acceso a determinados derechos, como el transporte o el trabajo; ambientales, acelerando la depredación de los recursos y aumentando la generación de residuos; económicos, acrecentando las desigualdades en la distribución de la renta y favoreciendo la transferencia de rentas hacia el capital frente al trabajo; y personales, con cuadros de estrés y de depresión, dificultad para conciliar la vida personal y profesional, etc.

Frente a esta situación, ¿qué podemos aportar desde la Economía Solidaria? ¿Cómo es posible hacer frente a este dilema?

Desde luego, parece que un aspecto fundamental pasa por dar mayor viabilidad empresarial a nuestros proyectos, siendo capaces de generar unas mayores rentas, que al ser distribuidas entre las personas socias de la empresa, permitan a estas tener unas mejores condiciones en forma de percepciones salariales por su trabajo. Probablemente sea también necesario una reflexión profunda sobre las políticas de conciliación y corresponsabilidad en la organización empresarial, en el sentido de lo que apuntaba Soraya Gonzalez Guerrero en este mismo blog.

Pero desde mi punto de vista existen unas condiciones estructurales del mercado de trabajo y del sistema productivo que no podemos plantearnos abordar desde la dimensión empresarial, sino que es necesario trabajarlas planteando cambios profundos en el sistema económico y productivo, que solo serán posibles desde la dimensión de la Economía Solidaria como un movimiento social capaz de tejer alianzas y construir estrategias conjuntas con otros movimientos sociales – como el ecologista o el feminista- que están poniendo encima de la mesa propuestas y reflexiones orientadas a un cambio radical del modelo socioeconómico actual, coherente con los principios y valores de la Economía Social y Solidaria.

Algunas de estas propuestas que están encima de la mesa hacer hincapie en la necesidad individual, pero también colectiva, de un cambio de hábitos en la forma que tenemos de gestionar el tiempo en relación con nuestro consumo y con la producción. En este sentido, se orientan propuestas como el Slow Movement o la simplicidad voluntaria, que promueven “recuperar” el control del tiempo y ralentizar la vida, dando prioridad a las actividades que redundan en el desarrollo de las personas y tratando de recuperar los ritmos y las conexiones los ecosistemas de los que formamos parte, tratando de buscar una “vida buena”.

Otras propuestas como la Renta Básica Universal plantean la necesidad de abordar cambios en la concepción y la asignación de la renta y el trabajo, buscando como efecto una mayor libertad para que las personas puedan desarrollar sus inquietudes y motivaciones. En este mismo sentido, se encuentra la propuesta de la New Economic Fundation de una jornada laboral de 21 horas, como una forma para avanzar hacia un sistema que nos permita salir de las múltiples crisis a las que nos enfrentamos en la actualidad, al mismo tiempo que le permita vivir vidas con menores recursos, pero con un mayor bienestar.

Y por supuesto no podemos obviar propuestas más estructurales que tratan de transformar el modelo económico, poniendo las necesidades de las personas y la urgencia de la crisis ambiental a la que nos enfrentamos en el centro, a través de la disminución controlada y progresiva de la producción y del consumo con el objetivo de generar un sistema económico sostenible y adecuado a las verdaderas necesidades de las personas.. En este sentido, hace años que están encima de la mesa propuestas como el decrecimiento o el movimiento en transición.

Creo que todos estos movimientos y propuestas ponen encima de la mesa debates, reflexiones, intersecciones y propuestas sobre las que tenemos que debatir y profundizar desde la Economía Social y Solidaria, abriendo diálogos con otros agentes, apropiándonos de los discursos y promoviendo alianzas con otros movimientos sociales, para promover trasformaciones profundas en el sistema, pero también como instrumento para desarrollar empresas en las que las condiciones de trabajo sean realmente dignas.

23 de Abr 2014
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por Jordi Estivil

 

De la opacidad a la emergencia

En su progresiva andadura, la economía solidaria se encuentra confrontada con su reconocimiento por parte de las instituciones. Estas, de forma creciente ya no pueden o ya no quieren seguir ignorándola. El conjunto de la economía social y sus variadas familias (cooperativas, asociaciones, mutualidades, fundaciones) ya ha recorrido gran parte de este camino, no sin potencialidades, límites y contradicciones, que le ha llevado a afirmar su identidad entre el mercado y el estado. En muchos países de Europa y aun de de fuera de ella, la economía social se encuentra representada en múltiples Consejos, Comisiones y plataformas institucionales e incluso en los órganos gubernamentales. Ha conseguido romper, hasta cierto punto, el esquema de representación tripartito compuesto por gobierno, empresarios y sindicatos con el que se intentó ordenar la vida económica y social después de la segunda guerra mundial. No se trata aquí de hacer un balance de este itinerario del reconocimiento institucional, sino más sencillamente señalar que no estaría de más aprender del mismo, reflejado en el creciente número de leyes que lo canalizan, ahora que en el horizonte de la economía solidaria se abren perspectivas de afirmación institucional.

En efecto, la economía solidaria, a veces de la mano de la economía social, a veces de forma independiente, en otras conjuntamente, empieza a asomar la nariz en la arena de los actores socioeconómicos. Y como no podía ser de otra manera, esto genera debates estimulantes, de los que vale la pena hacerse eco. Para unos, la economía solidaria debería ser mucho más fuerte para entrar con garantías en esta escena. Para otros, hay que hacer demasiadas concesiones, los costes son demasiado altos y los riesgos de integración demasiado fuertes. Para los de más allá, es un proceso inevitable que exige reforzar los propios signos de identidad. Para los de más acá, hay que mantener una opacidad frente a la mirada del poder, mientras que la creciente emergencia permite llegar a más gente y madurar como movimiento. Por fin, no faltan los que ven, en el posible reconocimiento institucional, una ocasión para obtener más medios y asegurarse unos lugares de trabajo profesional. Este debate que se plantea en todos los niveles territoriales, desde algunas comisiones consultivas de las organizaciones especializadas de las Naciones Unidas hasta los órganos estatales y en la administración pública local, está lejos de cerrarse.

Precisamente, la mesa redonda convocada por la Universidad Popular y Ciudadana, celebrada en París en el pasado día 10 de Abril se llevaba cabo bajo el lema “hacia el reconocimiento de la economía social y solidaria”. El lugar, el impresionante edificio del Centro Nacional De Artes y Oficios (CNAM), en pleno centro de París y la presencia del Administrador General de esta peculiar universidad no podían ser más institucionales. Además estaba prevista que asistiera el Ministro Francés, Delegado de la economía social y solidaria. No pudo acudir ya que unos días antes había dejado de serlo, debido a la recomposición del gobierno, ahora presidido por Manuel Valls. La nueva ministra, procedente del mundo asociativo, tampoco podía participar, habiendo sido nombrada un día antes. En cualquier caso, sus ausencias fueron substituidas por la directora del Laboratorio francés de la Economía Social y Solidaria que fue definido por su carácter de Think Tank de la misma.

Ella argumentó en favor de la ley recientemente aprobada. La situó en el proceso de renovación y coordinación, cuyo momento culminante fueron los Estados Generales de la economía social y solidaria realizados el año pasado y que reunieron a más de 5.000 personas. No sin admitir ciertos límites, según su opinión, esta ley permite que se pase de una fase dominada por la economía reparadora a otra que inscribe a la economía social y solidaria en una política económica transformadora.

El director del Departamento de Derecho, Intervención Social, Salud y Trabajo del CNAM mostró las conexiones entre los distintos modos de intervención social y más en particular los del trabajo social y la economía social y solidaria. Tonino Perna, activo animador de la economía “solidale” Italiana y profesor en la universidad de Mesina, explicó la dinámica de estas iniciativas en la península transalpina y más en particular en el Sur de este país donde se estaría produciendo una creciente implicación de las autoridades municipales. Antonio David Cattani, profesor de la Universidad de Porto Alegre en Brasil y coordinador de un itinerante diccionario de “Outra Economia” ya publicado en su país , en Argentina, en Portugal, en Francia y ahora en Inglaterra, aludió al censo de más de 20.000 unidades de la economía solidaria en un país donde no habría tradición de economía social, a la presencia de un Secretario de Estado dentro del Gobierno Federal, del Forum y a la gran cantidad de normativas estatales que promocionan a la economía solidaria. Insinuó que esta, después de su considerable fase expansiva, entraría ahora en un cierto estancamiento.

16 de Abr 2014
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Por Xavi Teis, responsable de comunicación de Coop57

Hace poco salieron las cifras de morosidad del sistema financiero español. En Coop57 también hicimos nuestros cálculos sobre qué cifras de morosidad teníamos al cierre del ejercicio anterior. En la comparación, las diferencias fueron significativas.

En el mes de diciembre de 2013, la morosidad del sistema financiero español llegó al 13,60% del total. A este porcentaje del 13,60% deberíamos sumarle los activos adquiridos por el SAREB, el “banco malo”. Muchos apuntan que, entonces, la morosidad real se situaría alrededor del 17%. Las cifras de morosidad de Coop57 a 31 de diciembre de 2013 se situaron en el 1,98% siendo unas siete veces inferior que las cifras oficiales. Y no es una cosa aislada de Coop57, sino del conjunto del sistema financiero ético. Según cifras elaboradas por el Observatorio de las Finanzas Éticas, en 2012, el conjunto de las finanzas éticas en el estado español tuvo una morosidad del 3’36%.
¿Por qué hay una diferencia tan grande entre unas cifras y las otras?

Razones hay muchas pero todo emana del objetivo que se persigue y como se persigue este objetivo.

El sistema financiero convencional basa su actividad en la búsqueda obsesiva del máximo beneficio y esto hace que se hagan inversiones arriesgadas, que se busque el beneficio rápido y por lo tanto se participe de manera profunda, por ejemplo, en hinchar una burbuja inmobiliaria que la economía española interpretó con desafortunada brillantez (mucha parte de la morosidad viene por los créditos fallidos en este sector). Coop57 es una cooperativa de servicios financieros éticos y solidarios. Lleva a cabo una tarea de intermediación financiera al querer captar ahorro procedente de la sociedad civil para canalizarlo a la financiación de proyectos de economía social y solidaria que generen impactos positivos para el conjunto de la sociedad y fomenten la creación, articulación y crecimiento de modelos económicos y sociales alternativos. El objetivo, aun realizando actividad financiera, no es económico sino que es social, buscando una trasformación en positivo.
 
Hemos visto el “que”, pero en el “cómo” también hay una diferencia fundamental de planteamiento. El sistema financiero convencional tiene como mecanismo para maximizar sus beneficios buscar la máxima rentabilidad en sus operaciones y por lo tanto se entra en una dinámica de pugnar con la parte prestataria para ver quién consigue mejores condiciones para su propio interés ya que el centro de gravedad de la organización es el capital. En Coop57, como en la economía social y solidaria, el centro de gravedad son las personas y las formas de organización son participativas y democráticas. Las empresas y entidades que reciben financiación de Coop57 son propietarias de Coop57 y saben perfectamente que no se quiere “hacer negocio” con ellas, sino que el objetivo es ayudarlas a que sus proyectos puedan cristalizar con éxito. Por lo tanto, no son dos partes, una frente la otra, que pugnan por una serie de condiciones, sino que la mesa es redonda y se buscan soluciones de manera conjunta.

Pero además de todo esto, el dinero prestado a empresas y familias desde el sistema financiero convencional está en su nivel más bajo desde 2006. Desde que estalló la crisis financiera, el grifo del crédito se ha cerrado de manera significativa con lo que la banca no está respondiendo a las necesidades de financiación de las empresas y familias españolas. En este contexto, el papel que deben jugar las finanzas éticas debe ser justamente el contrario: mantener y potenciar sus servicios financieros para dar respuesta a las necesidades financieras de las entidades de economía social y solidaria. A pesar de las dificultades económicas que atenazan a estas entidades, las finanzas alternativas deben seguir aumentando la concesión de préstamos para evitar que la falta de financiación acentúe su fragilidad. Todo ello, obviamente, comporta asumir riesgos. Las finanzas éticas no deben rehuir este riesgo, sino afrontarlo y, a la vez, garantizar al máximo los ahorros de las personas que han confiado en ellas. Se trata de un equilibrio difícil, que sólo puede mantenerse si se desarrollan fórmulas de implicación social y se aplican modelos cooperativos, mutualistas y de intercooperación.
 
La confianza, flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades dinámicas y cambiantes de las entidades socias que reciben financiación son elementos claves (y no económicos) para entender las cifras de morosidad de Coop57. Desde que estalló la actual crisis financiera, en 2008, Coop57 ha concedido casi 1.000 préstamos por valor de más de 35 millones de euros. Y lo más importante: se han denegado poquísimas solicitudes de financiación. Si un préstamo no se ve claro, no se deniega directamente. Se buscan, conjuntamente, las soluciones para poder concederlo. La cifra de la morosidad no tiene sentido por sí sola si no se entiende que es baja debido a la confianza y a la capacidad de adaptarse a las necesidades de las entidades. La cifra de morosidad, cobra sentido cuando se entiende que la intermediación financiera no tiene por qué ser un negocio, sino un servicio en beneficio de la entidad que lo recibe y en beneficio de su actividad que acabará revertiendo en el interés del conjunto de la sociedad.
 
Cuando el objetivo es la construcción de herramientas colectivas al servicio de este colectivo, cuando las relaciones no son meramente económicas, cuando se da importancia a la confianza y al conocimiento mutuo, cuando se da importancia al hecho de disponer de una base social fuerte e implicada o de estar entrelazadas unas con otras, la efectividad de la actividad económica se demuestra mayor. Actualmente, en Coop57 tenemos 365 préstamos en activo de los que sólo 8 conforman la morosidad de la entidad. Esta efectividad se da, en gran medida, por mecanismos y lógicas no económicas.

02 de Abr 2014
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por Javier Fernández y Concepción Piñeiro

El modelo económico hegemónico se ha apoyado en una serie de lógicas relacionadas con el pensamiento de la ciencia positiva, con la cosmovisión científica de occidente. Ésta cosmovisión, instaurada en la modernidad, partía de una determinada forma de aproximarse a la realidad, de mirarla, entenderla, describirla y, por lo tanto, de construirla. Una visión basada en principios como el orden o la linealidad, que crean una ciencia reduccionista y mecanicista, como bien nos alumbra María Novo en su libro El Desarrollo Sostenible,su dimensión ambiental y educativa.

El pensamiento reduccionista lo que pretende es aislar el elemento que se estudia del entorno. Diseccionar y fragmentar la realidad en pequeñas partes sin luego integrarlas para valorar su funcionamiento en conjunto, sacando conclusiones sin considerar las relaciones entre las partes, y entre éstas y el todo en su conjunto. A su vez, el pensamiento reduccionista funciona otorgando a cada causa un efecto de forma lineal. Esta lógica de la linealidad está ligada a la idea de orden. Si el mundo funciona de una forma lineal podemos crear principios universales que siempre se cumplan como, por ejemplo, los principios de la física newtoniana. Una física que entiende la naturaleza como una máquina, como algo ordenado y previsible.

El sistema económico capitalista ha utilizado estas ideas de orden y linealidad en su propia concepción, por ejemplo, los conceptos de oferta y demanda siguen una lógica lineal. A su vez, a la economía capitalista le ha venido muy bien la idea de que la naturaleza y los sistemas humanos son como una máquina, ordenada, con la que se puede hacer lo que se quiera: trocearla, descomponerla, etc., sin preguntarse los por qué, con la idea de que ella, por si sola, volverá a su orden.

Estas ideas reduccionistas y mecanicistas son muy apropiadas para estudiar objetos mecánicos, pero cuando nuestro campo de actuación son los sistemas vivos (tanto los ecológicos como los sociales) el asunto se complejiza. En palabras de María Novo, éstos son los “excesos” de la modernidad: el utilizar principios o ideas que estaban pensadas para un determinado campo (como es la mecánica) y extrapolarlas al trabajo con los sistemas vivos. Además, estas ideas, junto con una serie de valores asociados, nos han encaminado al dominio actual sobre la naturaleza y sirven para defender modelos sociales jerarquizados.

Son ya muchas las autoras y autores que han trabajado en torno a otras ideas y principios que se ajustan mucho más al funcionamiento de los sistemas vivos y al mundo contemporáneo. Sería importante incorporar estos principios en la construcción de una economía que pretenda cuidar a los sistemas vivos (tanto los sociales como los ecológicos). Algunos de estos principios se basan en ideas de la complejidad y de la incertidumbre. La complejidad nos hace entender, entre otras cosas, que no podemos reducir a comportamientos lineales lo que sucede en nuestros sistemas, que tenemos que considerar las variables del contexto, observar los procesos y flujos; así como la importancia de integrar múltiples enfoques y diversas aproximaciones en nuestra mirada a la realidad. Por otra parte, la idea de incertidumbre nos hace pensar que nuestros sistemas no trabajan con certezas sino desde probabilidades, nos hace entender que vivimos en un entorno cambiante y que el azar es algo importante a tener en cuenta en nuestras planificaciones.

Una economía que no ponga en el centro la acumulación de capital sino el sostenimiento de la vida. Una Economía Social y Solidaria que quiera plantear alternativas, debería alejarse de las ideas de orden y linealidad para incorporar en sus planificaciones, análisis y propuestas estas aproximaciones de lo complejo y de lo incierto. En este punto cabe preguntarnos, ¿cómo diseñar una economía para lo complejo, para lo que no sabemos, para lo incierto? ¿Cómo podemos incorporar la complejidad y la incertidumbre en nuestras redes, proyectos y organizaciones que funcionan en desde la Economía Social y Solidaria?

Por supuesto que no hay una respuesta única y que no podríamos dar la solución rápida a estas preguntas, pero hemos querido comenzar las reflexiones con una experiencia concreta. Desde Altekio, y en el marco del proyecto europeo PACTES (transferencia e innovación en la Economía Social y Solidaria) junto con nuestras compañeras de Proempleo, Andaria y las organizaciones socias del proyecto ubicadas el Alemania, Bélgica y Francia, desarrollamos el pasado 18 de marzo, en Medialab-Prado, unas jornadas colaborativas para dibujar unos Escenarios de futuro para la Economía Social y Solidaria a escala europea. Dicha metodología de investigación -escenarios de futuro- que venimos desarrollando desde hace unos años en diversos proyectos, es una herramienta que nos ayuda a incorporar la complejidad y la incertidumbre en áreas de interés.

Los Escenarios de Futuro los construimos a partir de dos ejes que configuraban el tablero de juego sobre el que partir. Dos factores que, a priori, nos parecían importantes, inciertos y sobre los que tenemos poca capacidad de maniobra para el futuro de la Economía Social y Solidaria (ESS): La orientación de las políticas publicas favorables o desfavorables a la Economía Social y Solidaria, y el aumento o disminución de los valores relacionados con la justicia social entre la ciudadanía.
 

 

Estos factores nos permitieron construir 4 escenarios diferentes (a partir de la relación entre ellos). Estos escenarios los llamamos: Green Decadence (E1), “Good Life Economy (E2) “Money rules” (E3), Two Worlds in one Society: Communities and privatization (E4). Cada escenario está construido a partir del diálogo, de una forma compleja, interrelacionando diversos factores que pueden afectar al desarrollo de la ESS. Estos factores son aspectos concretos de carácter psicosocial, sociopolítico, científico-tecnológico, demográfico, ambiental y económico. Como resultado concreto, elaboramos unas narrativas que cuentan cómo sería la ESS en Europa en 2035 en cada uno de esos escenarios y en relación a estos factores, y cómo hemos llegado desde 2014 a esa situación en 2035. El resultado son cuatro imágenes que nos inspiran para ver con mayor claridad qué aspectos de esos futuros son deseables y cuáles no. Algo que es fundamental a la hora de tomar decisiones en este contexto complejo e incierto que vivimos.

Para incorporar esa complejidad en nuestras redes, entidades y proyectos, este proceso pone en el centro el diálogo de saberes, que nos permitan aumentar las conexiones, de manera que podamos tener una mayor resiliencia. Esa capacidad para adaptarnos a diferentes futuros hará de la Economía Social y Solidaria una propuesta más perdurable. Es por ello que consideramos que, para continuar diseñando una economía resiliente y resistente, adaptada a los enfoques del nuevo paradigma y a las características de la sociedad contemporánea, esta podría ser una pequeña aportación.

03 de Dic 2013
idearia
Per Sandro  

                                                                              Jordi Estivill. Barcelona.2013

Pórtico
Era extraño que en un país tan vivo como Italia, con su sensibilidad social y con la capacidad publicística que tiene, no emergiese una economía solidaria y reflexiones de fondo sobre esta temática. Nos lo advertía Sandro Guiglia a unos amigos europeos cuando fuimos a visitarle a su casa en la Toscana en la celebración del primero de Mayo de 2012.

-“Guarda, Jordi, al di la del disastro de la política ufficiale, estano emergendo nuove esperienze a livelo locale que sono molto interesante”.

Sandro, antiguo combatiente de tantas batallas solidarias, al que  rindo un fraternal homenaje con este articulo (murió a los pocos días de nuestra visita), tenía razón. Ahora en un nuevo viaje a este país para un encuentro del Comité de Coordinación de RIPESS Europa celebrado en Florencia he podido dejar de lado mi extrañeza y constatar que la efervescencia de la economía solidaria y su capacidad de producción escrita económica y sociológica son considerables.

Paisajes italianos
Desde fuera, se sabía que la Banca Ética Popolare[1] era un esfuerzo notable, inédito en su nacimiento a partir de las MAG y en su desarrollo, para dotarse de un instrumento financiero alternativo que incluso irradiaba más allá de los Alpes. Se sabía que el volumen de las cooperativas Sociales Italianas había crecido mucho desde su creación en los años ochenta, que la ley Italiana de 1991[2] había sido una palanca positiva para su promoción y que sus Consorcios[3] eran una buena fórmula para implantarse en el territorio y mancomunar economías externas. Se sabía que la influencia de las cooperativas más convencionales y las grandes mutuas se confrontaba con un mercado cada vez más agresivo y unas políticas públicas desfavorables. Se sabía que el “Terzo settore”(tercer sector) no había dejado de combatir una pobreza y una exclusión social que la  crisis actual habían profundizado.
Al mismo tiempo, las noticias que llegaban al exterior mostraban un país cansado, en manos de un populista corrupto que controlando los principales medios de comunicación se había hecho con las riendas de un estado medio delicuescente. La economía, una de las más potentes del mundo occidental, no daba signos de superar una crisis que la afectaba profundamente como al resto de la Europa periférica. Recesión económica, degradación del mercado de trabajo, recortes sociales, déficit público galopante, aumento de la economía sumergida, altos índices de corrupción, sucesivas reformas del estado eran y son signos evidentes de un malestar económico, social y político cuyas manifestaciones más preocupantes son los altos niveles de desempleo juvenil, la precariedad en el trabajo y la salida de miles de jóvenes italianos repitiendo cíclicamente su historia emigratoria.

Revitalizaciones solidarias desde abajo
Delante de este descorazonador paisaje, cuales son las noticias de una revitalización solidaria por abajo?
-El crecimiento de una conciencia que ni estado ni mercado van a resolver los problemas y que los ciudadanos deben tomar al destino en sus propias manos. En este sentido son significativos los títulos de algunos libros publicados como “Faciamo da soli” (Hagámoslo solos) y “Economía del noi”(Economía del nosotros) de Gesualdi[4] y de Carlini[5] . El primero, insiste en la idea  que para salir de la crisis se debe repartir el trabajo, refundar la economía publico–colectiva y convertir la producción en sostenible y local. El segundo, hace una fotografía selectiva de múltiples iniciativas colectivas existentes. Los dos comparten la crítica a un sistema que ha llevado a una crisis estructural y a la necesidad de encontrar respuestas en otro tipo de economía[6].

-El segundo trazo de esta revitalización, es la creciente utilización del concepto de economía solidale y la creación de múltiples experiencias que se reclaman de ella. Las referencias conceptuales y terminológicas son variadas: economía civil[7], economía de los bienes comunes[8], utopía del buen hacer[9] y del bien vivir[10], economía del decrecimiento. La Carta de la Red Italiana de la economía solidaria aprobada en 2003 y actualizada en 2007 define algunos principios (Reciprocidad, Cooperación, Participación democrática. Medio Ambiente,  justicia, compromiso con el territorio,…). Por ahora no existe una representación orgánica nacional de la economía solidaria, lo que es compartido por muchos otros países europeos, pero se ha creado una “Tavola de l’economia solidale” (Mesa de la economia solidaria) cuyo objetivo es el de conjugar el conjunto de los esfuerzos hasta ahora muy dispersos. La Tavola ha celebrado varios encuentros nacionales, los últimos en Acquila  (2011) y en Monopoli (2013) y además de editar documentos e informes ha publicado dos libros que resumen bien sus posiciones y dan una buena información sobre su realidad actual[11].

- El tercero está ligado al consumo crítico y responsable. Recuperando la importante tradición de las sociedades de ayudas mutuas y del movimiento cooperativo de consumo[12], los GAS, Grupos d’Aquisto Solidale (Grupos de adquisición solidaria), nacidos a finales de los ochenta del siglo pasado se han extendido como la pólvora, especialmente en el norte y el centro del país. A veces, de manera informal, más a menudo bajo la forma asociativa, se calcula que se acercan a un millar. Los GAS tienen una composición muy diversificada como muestra el reciente estudio sobre los mismos en Lombardía hecho por el Observatorio Cores y la Universidad de Bergamo[13]. Son colectivos que compran directamente bienes alimenticios y otros. Eliminan intermediarios, mejoran la salud y la calidad alimenticia, fijan precios negociados con los agricultores, acercan productores y consumidores y crean redes y a veces empleos en barrios, y pequeñas ciudades y pueblos. Los GAS han sido sujetos de un buen número de publicaciones[14].

 -El cuarto son los distritos de economía solidaria. La propuesta de articulación de todos los agentes en el territorio tiene una larga tradición en Italia. Pactos territoriales, desarrollo local[15] y comunitario[16], distritos y clusters industriales han sido prácticas comunes y frecuentes. No es pues de extrañar que los actores de la economía solidaria se hayan reconocido en esta tradición y vayan constituyendo redes y circuitos locales de economía alternativa agrupando a los grupos de compra solidarios, de la agricultura biológica, del comercio “equo” y solidario, de las finanzas éticas, de las energías renovables, de las empresas de recuperación y reutilización y del libre software[17]. Estas distintas iniciativas se comprometen a intercambiar bienes y servicios entre ellos, dentro del distrito, siguiendo los principios de reciprocidad, cooperación, valorización de los recursos del territorio y sostenibilidad social y ecológica. Los entes públicos locales pueden ayudar a sostener estos laboratorios de experimentación económica y social que se extienden por toda Italia[18].

- El quinto es el proceso legislativo que se está dando. Recordando el antiguo itinerario por el cual primero hubo un conjunto de normativas regionales y luego hubo una ley estatal sobre las cooperativas sociales, varios gobiernos han abierto una interlocución para elaborar marcos legislativos sobre la economía solidaria y sus distintas realidades.

En cada región, se recorre un camino específico[19]. Así por ejemplo, una primera tentativa de formulación redactada por el consejero regional de la Emilia-Romagna (2011) para los GAS, es retirada por la presión de un organismo unitario, CRESER, en el que participan el conjunto de expresiones (soberanía alimenticia, finanzas éticas, bienes comunes, vivienda solidaria, grupos RES…). Se constituyen mesas abiertas de elaboración y negociación que consiguen aunar posiciones y presentar una propuesta de ley en el mes de Junio de 2013. En el Friuli, Venezia-Giulia, la ley ha visto la luz como resultado del Forum de la economía solidaria y de los bienes comunes en el que se integran 40 asociaciones. El Forum elaboró dos textos: uno en el que se invita a cada consejo municipal  a adoptar una deliberación en la que se compromete a promover la participación vecinal, políticas urbanísticas de recuperación del parque inmobiliario y a sostener las buenas prácticas de economía solidaria; el segundo es propiamente la propuesta de ley regional en la perspectiva de constituir los 19 distritos de economía solidaria con sus correspondientes expresiones sectoriales. No han sido tan positivos los casos de la ley del Trentino de 2010 y del reglamento posterior y de la Umbria. Mientras que una primera redacción de Lombardia, fue contestada y en  enero 2012 se logró presentar otra propuesta concertada que ampliaba la anterior y promovía al conjunto del movimiento de la economía solidaria. También este es el caso de la ley de Puglia, donde una primera formulación hecha sin la presencia de los GAS y de los pequeños productores artesanos y agrícolas, tuvo que ser modificada.

De alguna manera, estos procesos han obligado a superar el ámbito local constituyendo organismos de coordinación regional, a tomar conciencia de la necesaria confluencia, dentro de la diversidad, de las distintas iniciativas de la economía solidaria, a negociar con las instituciones y los responsables políticos, a desbordar hacia otros ámbitos (agricultura[20], vivienda y urbanismo, bienestar social[21] y servicios sociales, turismo..) y a preocuparse por la elaboración y aplicación legislativa, constituyéndose en la Mesa Nacional, un grupo de trabajo sobre estos temas.

Seguramente se podrían encontrar otras noticias alentadoras que proceden de la península transalpina. No es posible, por ahora, ampliarlas. Pero no todo son luces en el cielo de la economía solidaria italiana. También tienen sombras que la envuelven bajo la forma de  desafíos a superar. De entre ellos y sin ánimo exhaustivo, pueden distinguirse los siguientes:
Decantar los distintos conceptos hacia una definición abierta y concertada de la economía solidaria en la que las múltiples corrientes ideológicas e iniciativas existentes, puedan reconocerse y sentirse cómodas.

 Evitar la dispersión y encontrar y ampliar espacios de integración económica y territorial, como intentan hacerlo los distritos de la economía solidaria y los procesos de desarrollo local.
 Profundizar los mecanismos internos y externos de participación democrática y de representación colectiva en todos los niveles territoriales.
Salir del margen, demostrando que la economía solidaria ya existe y que es posible y necesario frente al ideario y políticas neoliberales construir otra economía y otra sociedad. En este sentido,  continuar haciendo esfuerzos de comunicación y visibilidad.

Construir un dialogo propositivo, constructivo y crítico con las instituciones a pesar de la desconfianza que generan las mediaciones y manipulaciones políticas. La elaboración y aplicación de marcos legislativos es una ocasión para crear nuevas plataformas de representación, formular propuestas conjuntas y participadas y poner a prueba esta interlocución.
Seguir en la perspectiva de la transformación social, ofreciendo  modelos alternativos integrales, sociales, económicos, medio ambientales que defiendan y promuevan los bienes comunes, el interés general y los derechos ciudadanos, la sostenibilidad, la igualdad, y la solidaridad.


[1] Para ver la evolución de la actividad social de este Banco diferente ver los Balances Sociales Anuales
[2] Estivill,J. Berney,J. (1993 ) Les cooperatives socials d’Itàlia. Utopies a l’abast. Barcelona. Ed. Hacer
[3]Quintela,A.(2011) Os consorcios italianos a Revista de economia solidaria n 3,ACEESA. Açores.
[4] Gesualdi, F.(2012) Facciamo da soli. Altra economía. Milano. Altraeconomía.
[5] Carlini,R. (2011) L’economia del Noi.L’italia che condivide. Roma-Bari. Ed. Laterza
[6] Obi-One (2009) Primo rapporto nazionale sull’altra economía in Italia. Settembre.
[7] Bruni,L. Zamagni,S. (2004) L’economia civile. Bologna. Il Mulino.
[8] Zamagni,S.(2007) L’economia dell bene comune. Roma. Città Nuova editrice
[9] Marcon,G. (2004) Le utopie del ben fare. Napoli. L’ancora del Mediterraneo
[10] Gesualdi,F.(2009) L’altra via, della crescita al ben vivere. Milano. Altraeconomia.
[11] AA.VV.(2010) Il capitale delle relazioni. Milano. Altreconomia y AA.VV(2013) Un’ecpnomia nuova, dai Gas alla zeta. Milano. Altreconomia.
[12] Fabbri,F.(2011) L’Italia cooperativa. Centocinquant’anni di storia e di memoria. Roma. Ediesse.
[13]Forno,F.. Grasseni,C., Signori,S. (2012) Dentro il capitale delle relazioni. La ricerca sui Gas di Lombardia en Tavolo per la Rete italiana di Economia Solidale.  Un’ economia nuova, dai Gas alla zeta. Altra economia. Milano (pag.13 a 65).
[14] A titulo de ejemplo ver AA.VV (2009) GAS.Gruppi di acquisto solidale e participativo,Milano. Puntorosso. Saroldi,A.(2001) Gruppi di acquisto solidale. Bologna. EMI.
[16] Bagnasco,A. (1999 ) Trace di comunita. Bologna. Il Mulino.
[17] Biolghini,D. Des come distretto.Le reti locale di economia solidale.en AA.VV. (2013) Un’ economia nouva. Dai Gas alla zeta.OP. Cit (pag.97)
[18] El numero de Distritos no es fijo. Actualmente hay unos veinte.
[19] Se resumen las informaciones del capitulo septimo de AA.VV.(2013) Un ‘economia nuova, dai GAS alla zeta, Op. Cit (pag. 135 a 150)
[21] Sobre el estado del bienestar y el bienestar social existe una gran cantidad de literatura en Italia. Uno de los últimos libros publicados en la perspectiva de la autoproducción de Welfare es Paini,F. Sensi,G(2012). Tra il dire e il welfare. Milano Altreconomia
13 de Nov 2013
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Por Xavier Rubio. Activista y cooperativista de FIARE BANCA ETICA

Será por las altas temperaturas de octubre, pero los voceros del amo CAPITAL gritan y chillan  la “canción verano” más falsa de los últimos tiempos: “se atisba la salida del túnel de la crisis económica". Sólo lo pueden apreciar las 100 “personalidades” que, según la lista Forbes, poseen más de 300 millones de euros, con un tal Ortega liderándola con 47.600; pero para el 99’99% de la sociedad continúa sonando “otra música” cotidiana: no es una crisis, es una estafa.
 

Ante esto muchas personas no nos resignamos y estamos componiendo una nueva banda sonora, el COOPERA sound system, que con melodías y ritmos contemporáneos, fusiona una pluralidad de tradiciones y culturas. A la manera de DJs sound system , las alternativas se construyen en red, y son itinerantes, porque queremos difundir  y compartir  que existe  otra “música”. Si paráis atención y abrís las orejas a este video podréis escucharla, además de ver alternativas.
 

És la força de les coses, és la força del treball…

Es la fuerza de las cosas, es la fuerza del trabajo que realizamos personas, entidades, instituciones, redes y territorios desarrollando  los valores universales que deben regir la sociedad y las relaciones entre toda la ciudadanía: la equidad, la justicia, la fraternidad económica, la solidaridad social y la democracia directa. (http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-monedas-c...)
Una economia fora del circuit del capital és on es materialitza la democràcia radical…

Una economía fuera del circuito del capital donde se materializa la democracia radical, como sucede con los mercados sociales y las monedas alternativas. Durante el día y medio de duración de la II Fira d’Economia Solidària de Catalunya se ha usado el ECOSOL como moneda social alternativa y única forma de pago de bienes y servicios (37.000, 20.000 más que en 2012). El ECOSOL también toma forma digital y garantiza el uso a las empresas y proyectos de la economía social catalana y consumidoras responsables que forman y formaran parte del mercado social.

I gaudim del nostre temps, compartint tots un espai, reinventem-nos el consum sa, millor i més barat…

Y disfrutemos de nuestro tiempo, compartiendo todos un espacio,  reinventemos el consumo sano, mejor y más barato, como sucedió el 26 y 27 de octubre, los 1.500 m2 de espacio en el antiguo complejo fabril de la Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu de Barcelona, compartiéndolo y reinventándonos más de 180 empresas y entidades y 12.000 personas; como sucederá en la Plaza y el Mercado del Ensanche de Bilbao el 16 y 17 de noviembre en la  primera Feria de Economía Solidaria de Euskadi  y como sucedió en Madrid el 1 y 2 de junio.

Reviscola l’esperança, refundem la dignitat, ateneus, cooperatives, pobles autogestionats.

Renace la esperanza, refundamos la dignidad, ateneos, cooperativas, pueblos autogestionados, en territorios, ciudades y pueblos de larga tradición y, también, en otros que se está forjando exnovo, en cualquier lugar donde personas inquietas construyen, día a día, una realidad más justa,… Así en Aragón, Catalunya, Euskadi, Madrid y Navarra ya se están creando mercados sociales (http://www.mercatecosol.cat/)
 
Reapropiem-nos de la vida al treball cooperatiu, en salut i en energía i a un ensenyament actiu …

Volvamos a hacernos propietarios del trabajo cooperativo, en sanidad, energía y educación, porque es posible habitar, vestir, alimentarse, educarse, reculturizarse, divertirse, cuidarse, comunicarse, financiarse éticamente y servir a empresas en el mercado social que construimos la economía solidaria y cooperativa (https://storify.com/ABCcoop/itinerari-de-cooperatives-de-la-fesc2013-xes...).

Estenent el suport mutu, un ariet col·lectiu, premi del poble p'al poble, un cavall de troia-alfil…

Difundamos el apoyo mutuo, un ariete colectivo, premio del pueblo para el pueblo, un caballo de Troya-alfil, como hace REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria), red de redes que agrupa actualmente en el estado español a más de 300 entidades y empresas organizadas en 13 redes territoriales y dos sectoriales que son la Asociación AERESS de Recuperadores y la Banca Ética FIARE; en REAS están actualmente implicadas directamente 18.500 personas, de las que 6.686 son puestos de trabajo retribuidos. En conjunto el movimiento de la economía alternativa y solidaria mueve alrededor de 220 millones de euros anuales (http://www.economiasolidaria.org/files/Articulo_REAS_en_revista_Galde.pdf).
 
Competir és un luxe que només pot permetre’s l’1%. Coopera!

Competir es un lujo que solo se puede permitir el 1%. Coopera! En eso estamos, en este artículo, en este blog, en las entidades que participamos de la economía social, solidaria y cooperativa, construyendo alternativas a las formas dominantes competitivas de producción, distribución y consumo; y lo hacemos con otro modelo y valores: COOPERAR.

*Este artículo, está inspirado y reproduce fragmentos, de la canción COOPERA del disco 3.0 del grupo ORXATA.
 
 

06 de Nov 2013
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Jordi Estivill e Ivan Miró. Xarxa de Economia Solidaria.
 
El parlamento Catalán con 105 votos a favor y 27 en contra, los del PP  y de Ciutadans, ha adoptado una resolución que pide al gobierno que elabore y apruebe una ley sobre economía social y solidaria. Es la primera vez que un parlamento en el estado español adopta una resolución en la que aparece la economía solidaria. Existen ya leyes sobre la economía social, la votada por el parlamento español por ejemplo, y multitud de ellas sobre las diferentes familias de la economía social: Cooperativas, Asociaciones, Mutualidades y Fundaciones. Pero la noticia es la voluntad legislativa de asociar a esta y a la economía solidaria. Además en la resolución se alude a la crisis y a la mejor resistencia de este tipo de economías  frente a sus consecuencias negativas, a la oleada neoliberal y a la existencia de otras leyes parecidas en otros países como Ecuador, Quebec, Francia,…

Esta resolución es un importante desafío y constituye una gran responsabilidad para los que nos reclamamos de la economía solidaria. Nos obliga a posicionarnos frente al proceso legislativo, frente a las organizaciones políticas, a encontrar alianzas con otros movimientos sociales, a definir mejor nuestro perímetro identitario, a establecer un sistema de participación, consultas y decisiones lo más amplio y abierto posible, a desarrollar nuestra cultura política para no caer en respuestas simplistas o en propuestas corporativas, a incorporar nuevos contenidos (iniciativas informales,  autogestión de bienes comunes, dimensiones de género, medio ambientales, informáticos,…) y nuevos valores (reciprocidad, gratuidad, solidaridad, participación, democracia económica…).

Cabe constatar que las leyes pueden tener consecuencias positivas y negativas para los ciudadanos y sus organizaciones. A veces, pasan desapercibidas. Como advierte el cooperativista catalán Ventosa y Roig, por aquel entonces exiliado en América Latina, en un librito que publicó en 1949, la historia muestra que cuando las leyes son abiertas, genéricas, no detallistas y con ausencia de espíritu punitivo y controlador favorecen el progreso de la economía social. Este es el caso de las leyes republicanas, española y catalana de los años treinta sobre las cooperativas o el de la ley Italiana sobre las cooperativas sociales del año 1991. Las primeras fueron la expresión de la efervescencia política progresista y de la maduración del cooperativismo y la estatal italiana fue precedida por muchas leyes regionales, por centenares de experimentos y por un amplio debate entre las diferentes familias políticas e ideológicas del cooperativismo de aquel país. No sería difícil encontrar normativas represivas, controladoras y perjudiciales como la ley franquista de 1944 o la de Salazar de la misma época. La ley Belga de 1995 sobre las sociedades de finalidad social seria un ejemplo de las que pasan sin pena ni gloria.

Como a nadie se le escapa,  las leyes son una cristalización de la relación de fuerzas y muy a menudo la expresión de los intereses dominantes. En este sentido puede ser útil preguntarse sobre el peso y la importancia de la economía solidaria en Catalunya y de su capacidad de convocatoria y dialogo con otros movimientos sociales que se sitúan en la perspectiva de la transformación social y con las varias expresiones de la economía social. El proceso de su elaboración las va a poner a prueba. Pero este proceso es también una ocasión para la autodefinición, para establecer un debate interno  sobre las propuestas y contenidos,  y otro externo, con otras expresiones formales e informales de la sociedad civil. Es también una oportunidad para hacer pedagogía, para dar visibilidad a tantos esfuerzos que se hacen cotidianamente, para neutralizar a los contrincantes, convencer a los indiferentes y fortalecer a los amigos.

La Xarxa d’Economía Solidaria de Catalunya ha asumido el reto. Su comisión permanente ha decidido crear un grupo de trabajo que ha definido unas primeras tareas y un calendario. Reunir, comparar y analizar leyes parecidas de otros países y conectar con personas que puedan explicar los procesos legales y sus consecuencias (Ecuador, Quebec, Méjico, Portugal, Valonia, Francia,…), formular un primer catalogo de contenidos (preámbulo, definición y principios, objetivos de la ley, políticas públicas, estructuración interna…) establecer una primera lista de contactos, son algunas de las actividades que se han emprendido.

Conscientes de que este proceso va a ser complejo y nada fácil, hacemos un llamamiento a todos los que quieran contribuir a él. Serán bienvenidos. Si conseguimos que tanto el proceso de formulación de nuestras propuestas como el del diseño de la ley sea participativo, abierto a todas las expresiones y refleje, de alguna manera, la actual ebullición de la economía solidaria aquí y fuera, entonces habremos dado un paso adelante, aunque la formulación concreta de la definitiva y aun lejana ley no vaya a ser la que nosotros habríamos deseado.

23 de Oct 2013
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La II Feria de Economía Solidaria de Catalunya se celebrará en dos días, los próximos 26 y 27 de octubre en Barcelona y para este blog es una cita ineludible. En este post nos hacemos eco de la nota de prensa oficial de la FIRA y os invitamos a no perder la oportunidad de acudir a una cita histórica en la construcción de economía solidaria.

Alternativas a la crisis capitalista, comercialización justa, movimientos ciudadanos, moneda social y alternativa, consumo responsable, finanzas éticas, cooperativización del periodismo, economía solidaria en una Catalunya libre, territorialización y proximidad en el consumo, ecologismo, reciclaje, emprendeduría social, el balance social como herramienta para la transformación socioeconómica, presentación de nuevos proyectos de la economía solidaria -como la escuela cooperativa crianza compartida -, educar para la sostenibilidad desde el cooperativismo, vestirse sin esclavitud, el documental "Trapos sucios en la sanidad " y “A margem do Xingú” del admiradísimo economista brasileño Marcos Arruda ... y todo amenizado con talleres para los más pequeños como la construcción de una ciudad reciclada, un concurso de fotografía, globoflexia, robótica educativa, juegos cooperativos, una salida en bicicleta, pedalextric, circo en la calle ... un espectáculo infantil a cargo de la compañía La Roda y las actuaciones de los diablos de Sant Andreu darán el toque de inicio de la feria. Por la noche, los conciertos de Los Pirat’s Sound Sistema y los Kòdul y durante la Feria música de Aprendrevent de Vilanova y la Geltrú: estos son algunos de los contenidos que se ofrecerán en la II Feria de economía solidaria de Cataluña en dos semanas .

Además de los contenidos, 184 empresas sociales participantes en la Feria expondrán un amplio abanico de posibilidades para cubrir todas las necesidades básicas vitales en economía solidaria. La entrada es gratuita y es una gran oportunidad para todos para transformar el mundo a través de nuestro consumo diario.

La II Feria se celebrará los días 26 y 27 de octubre de 2013 en el recinto Fabra i Coats de Barcelona. En la primera edición, la Feria fue un éxito de asistencia - alrededor de 7 mil personas – este año, el objetivo es superarlo y demostrar que la cotidianidad del consumo se puede realizar dentro economía solidaria y que ésta está al servicio de las personas y no al revés. La suma de nuevos consumidores e impulsores de iniciativas sociales fomenta nuevas salidas para la crisis y el capitalismo . Además, se fomenta la intercooperación entre personas y entidades para fortalecer el mercado social catalán.

Los ejes temáticos de la Feria son: habitar, nuevas formas de gestión de la vivienda y mejora del espacio habitable para hacerlo más confortable, vestirnos, ropa artesanal, fabricada en condiciones dignas y socialmente responsables, alimentarnos, productos de proximidad, ecológicos, que respetan el medio ambiente en el proceso de producción y distribución, reculturitzarnos, transmisión de conocimiento a través de libros, proyectos culturales, artísticos y musicales, educar, compartir valores a través de formación crítica, escuelas y servicios educativos, comunicarnos, fomento de la actitud crítica y libertad de información y expresión, cuidarnos, iniciativas de mejora en la crianza, la vejez y la salud, tanto individual , como comunitaria, divertirnos, actividades de ocio y esparcimiento como pueden ser el turismo o los espectáculos, financiarnos, ahorro e inversión transparentes y creación de monedas alternativas para fortalecer el mercado social, servicios a empresas, organizaciones que ayudan y orientan otras.

En la feria del año pasado se introdujo de forma masiva la Ecosol como moneda social alternativa y única forma de pago y también será así en esta edición. El Ecosol abona el mercado social catalán .

La XES (Red de Economía Solidaria ) es la entidad organizadora e impulsora de la feria que promueve transformar la sociedad a través de la economía. La red es también la impulsora del Balance Social que permite diagnosticar internamente la coherencia y los valores democráticos y participativos de la economía social.

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15 de Oct 2013
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Por Xavi Teis, responsable de comunicación de Coop57

Darse la mano, sobretodo en entornos rurales y en épocas pasadas era un gesto y un compromiso a respetar. A nadie se le ocurría pensar que no tener un trozo de papel escrito y garabateado o que otra persona con traje oscuro diera fe del asunto, otorgara menos valor a aquél acuerdo sellado con un apretón de manos. Debemos recuperar el valor de la confianza. Debemos poner en práctica modelos que centren sus esfuerzos en tejer redes ciudadanas que nos recuerden el valor que tiene estar entrelazados como individuos y como sociedad, y desarrollar, a partir de ahí, la confianza mutua.

Sirva de ejemplo el sistema de avales que Coop57 pide a los socios que reciben préstamos. Reciben el nombre de avales personales mancomunados. En el ADN del funcionamiento de Coop57 hay insertados una serie de valores, uno de los cuales —y de los más importantes— es el principio de la confianza. Las garantías que se piden a la entidad que solicita financiación son que busque personas cercanas y que confían en el proyecto para que alcancen un compromiso personal para responder como avalistas por una parte del préstamo concedido. En el caso de que la entidad no pudiera devolver el préstamo, las personas avaladoras responderían en su nombre y sólo por la parte avalada.

La confianza reside en que el aval personal mancomunado es un documento privado que no va a notario y donde no se pide información económica de la persona que avala (nóminas, situación económica patrimonial, etc.) ni se inmoviliza, previamente, ninguna cantidad de capital. Simplemente es un papel donde la persona expresa su compromiso. Y con esto, ya es suficiente.

¿Y por qué se confía tanto en los avalistas? Porque se confía en la entidad por la que responden. ¿Y por qué se confía tanto en la entidad? Porque ya nos conocemos, nos tenemos confianza. Nos conocemos porque la entidad, antes de solicitar un préstamo y en consonancia tener que buscar a sus avalistas, se ha hecho socia de Coop57 y es durante este proceso cuando la entidad y Coop57 empiezan a construir su relación. Antes de que una entidad sea admitida como socia debe pasar una evaluación social que sirve para ver si la actividad que lleva a cabo esta entidad es transformadora y se adecua a los principios y valores de Coop57, pero no sólo sirve para esto. Sabemos que en el futuro deberemos desarrollar una confianza mutua y para tener confianza con alguien, la clave es conocerse.

En este sentido, Coop57, a lo largo de su historia ha concedido más de mil préstamos y la firma de estos préstamos nunca se ha hecho ante notario. ¿Por qué se debe encarecer el coste de un préstamo para que una tercera persona dé validez a un acuerdo entre dos partes que ya confían la una con la otra? Sería absurdo.

Por  lo tanto tenemos una triple dimensión que se interrelaciona y retroalimenta en forma de círculo virtuoso: tejido social, conocimiento mutuo y confianza.

La una no sirve sin la otra y la otra mejora la anterior. Es decir, como más esfuerzos volquemos en desarrollar el tejido social, más nos conoceremos; como más nos conozcamos, más confiaremos la una con la otra y como más confiemos, más ganas y más fácil será tejer redes de colaboración mutua y así iremos desarrollando este círculo virtuoso hasta ir consiguiendo nuevas formas de interrelación que ayuden a una transformación social en positivo de nuestra sociedad.

La economía social y solidaria, con sus todavía larguísimos caminos por recorrer, va desarrollando pasos en este sentido, sobretodo en la construcción de experiencias de mercado social que alimentan esta triple dimensión. El mercado social es un espacio de coordinación y organización para intentar agrupar todas las prácticas de economía solidaria y fomentar los intercambios de bienes y servicios para satisfacer nuestras necesidades sin salir de la economía solidaria.

Existen actualmente en Catalunya y en el estado español iniciativas de este tipo como lo son el “Mercat Ecosol” (http://www.mercatecosol.cat/) en Catalunya o el portal “Konsumo Responsable” (http://www.konsumoresponsable.coop/) a nivel estatal.

También fomenta este aspecto la celebración de ferias de economía alternativa. Espacios que también sirve para poner de manifiesto que cada vez más necesidades pueden ser cubiertas bajo las lógicas de la economía social y solidaria pero que sobretodo son un espacio para desarrollar reciprocidad entre los distintos actores sociales y económicos y que lleva a la confianza mutua.

En junio de este año se celebró la primera feria de economía solidaria en Madrid, se celebró la cuarta edición en Aragón. Ya hace más de 20 años que se celebra el Encuentro de Economía Alternativa y Solidaria, IDEARIA, en Córdoba, que este año 2013 llegó a su onceava edición y, en menos de dos semanas, el 26 y 27 de octubre, se celebrará la segunda edición de la Fira d’Economia Social i Solidaria de Catalunya en Barcelona.

Es en espacios como estos donde se puede recuperar el valor de darse la mano.

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Idearia

Un blog colectivo impulsado por la Red de redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) sobre distintas realidades económicas que de forma práctica nos demuestran la capacidad de las comunidades de establecer relaciones económicas basadas en la democracia, la justicia social y el respeto al medio ambiente. Un espacio para la reflexión y la divulgación que está coordinado por Iñigo Bandrés y Fernando Sabín de REAS Madrid y en el que participan de forma estable Jordi García y Jordi Estivil la Xes de Catalunya, Peru Sasia y Clara Soler del Proyecto Fiare, Soraya González Guerrero de Diagonal, Alvaro Porro del Cric, Conchi Piñeiro de la cooperativa Altekio,  la cooperativa Ideas, Marga Padilla de la cooperativa Dabne, Enrique del Río y Nuria del Río de Proempleo, Xabi Teis de Coop57 y la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.

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