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Movimientos
Prácticas y reflexiones desde la economía solidaria

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16 de Abr 2014
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Por Xavi Teis, responsable de comunicación de Coop57

Hace poco salieron las cifras de morosidad del sistema financiero español. En Coop57 también hicimos nuestros cálculos sobre qué cifras de morosidad teníamos al cierre del ejercicio anterior. En la comparación, las diferencias fueron significativas.

En el mes de diciembre de 2013, la morosidad del sistema financiero español llegó al 13,60% del total. A este porcentaje del 13,60% deberíamos sumarle los activos adquiridos por el SAREB, el “banco malo”. Muchos apuntan que, entonces, la morosidad real se situaría alrededor del 17%. Las cifras de morosidad de Coop57 a 31 de diciembre de 2013 se situaron en el 1,98% siendo unas siete veces inferior que las cifras oficiales. Y no es una cosa aislada de Coop57, sino del conjunto del sistema financiero ético. Según cifras elaboradas por el Observatorio de las Finanzas Éticas, en 2012, el conjunto de las finanzas éticas en el estado español tuvo una morosidad del 3’36%.
¿Por qué hay una diferencia tan grande entre unas cifras y las otras?

Razones hay muchas pero todo emana del objetivo que se persigue y como se persigue este objetivo.

El sistema financiero convencional basa su actividad en la búsqueda obsesiva del máximo beneficio y esto hace que se hagan inversiones arriesgadas, que se busque el beneficio rápido y por lo tanto se participe de manera profunda, por ejemplo, en hinchar una burbuja inmobiliaria que la economía española interpretó con desafortunada brillantez (mucha parte de la morosidad viene por los créditos fallidos en este sector). Coop57 es una cooperativa de servicios financieros éticos y solidarios. Lleva a cabo una tarea de intermediación financiera al querer captar ahorro procedente de la sociedad civil para canalizarlo a la financiación de proyectos de economía social y solidaria que generen impactos positivos para el conjunto de la sociedad y fomenten la creación, articulación y crecimiento de modelos económicos y sociales alternativos. El objetivo, aun realizando actividad financiera, no es económico sino que es social, buscando una trasformación en positivo.
 
Hemos visto el “que”, pero en el “cómo” también hay una diferencia fundamental de planteamiento. El sistema financiero convencional tiene como mecanismo para maximizar sus beneficios buscar la máxima rentabilidad en sus operaciones y por lo tanto se entra en una dinámica de pugnar con la parte prestataria para ver quién consigue mejores condiciones para su propio interés ya que el centro de gravedad de la organización es el capital. En Coop57, como en la economía social y solidaria, el centro de gravedad son las personas y las formas de organización son participativas y democráticas. Las empresas y entidades que reciben financiación de Coop57 son propietarias de Coop57 y saben perfectamente que no se quiere “hacer negocio” con ellas, sino que el objetivo es ayudarlas a que sus proyectos puedan cristalizar con éxito. Por lo tanto, no son dos partes, una frente la otra, que pugnan por una serie de condiciones, sino que la mesa es redonda y se buscan soluciones de manera conjunta.

Pero además de todo esto, el dinero prestado a empresas y familias desde el sistema financiero convencional está en su nivel más bajo desde 2006. Desde que estalló la crisis financiera, el grifo del crédito se ha cerrado de manera significativa con lo que la banca no está respondiendo a las necesidades de financiación de las empresas y familias españolas. En este contexto, el papel que deben jugar las finanzas éticas debe ser justamente el contrario: mantener y potenciar sus servicios financieros para dar respuesta a las necesidades financieras de las entidades de economía social y solidaria. A pesar de las dificultades económicas que atenazan a estas entidades, las finanzas alternativas deben seguir aumentando la concesión de préstamos para evitar que la falta de financiación acentúe su fragilidad. Todo ello, obviamente, comporta asumir riesgos. Las finanzas éticas no deben rehuir este riesgo, sino afrontarlo y, a la vez, garantizar al máximo los ahorros de las personas que han confiado en ellas. Se trata de un equilibrio difícil, que sólo puede mantenerse si se desarrollan fórmulas de implicación social y se aplican modelos cooperativos, mutualistas y de intercooperación.
 
La confianza, flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades dinámicas y cambiantes de las entidades socias que reciben financiación son elementos claves (y no económicos) para entender las cifras de morosidad de Coop57. Desde que estalló la actual crisis financiera, en 2008, Coop57 ha concedido casi 1.000 préstamos por valor de más de 35 millones de euros. Y lo más importante: se han denegado poquísimas solicitudes de financiación. Si un préstamo no se ve claro, no se deniega directamente. Se buscan, conjuntamente, las soluciones para poder concederlo. La cifra de la morosidad no tiene sentido por sí sola si no se entiende que es baja debido a la confianza y a la capacidad de adaptarse a las necesidades de las entidades. La cifra de morosidad, cobra sentido cuando se entiende que la intermediación financiera no tiene por qué ser un negocio, sino un servicio en beneficio de la entidad que lo recibe y en beneficio de su actividad que acabará revertiendo en el interés del conjunto de la sociedad.
 
Cuando el objetivo es la construcción de herramientas colectivas al servicio de este colectivo, cuando las relaciones no son meramente económicas, cuando se da importancia a la confianza y al conocimiento mutuo, cuando se da importancia al hecho de disponer de una base social fuerte e implicada o de estar entrelazadas unas con otras, la efectividad de la actividad económica se demuestra mayor. Actualmente, en Coop57 tenemos 365 préstamos en activo de los que sólo 8 conforman la morosidad de la entidad. Esta efectividad se da, en gran medida, por mecanismos y lógicas no económicas.

19 de Feb 2014
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Por Alba Gómez, periodista del proyecto CAES

Construir un sistema financiero ético y solidario requiere muchos puntales. La banca ética es uno de los más representativos, pero no el único. Por eso nos preguntamos: ¿cómo deberían ser los seguros en ese modelo financiero anhelado?

Cuando hablamos de seguros nos referimos a una de las maneras que tenemos las personas de protegernos colectivamente de ciertos imprevistos. Un ámbito que, generalmente, se suele gestionar al margen de los principios de la autogestión y la democracia. Pero no necesariamente tiene que ser así.

Para demostrar que hay otra manera de gestionar seguros, en 2009 surgió la certificación EthSI, un sello de alcance europeo (Ethical and Solidarity Based Insurance) que garantiza la calidad de la gestión de las empresas aseguradoras. El comité evaluador de este sello es un comité independiente que examina si las compañías, los brokers y las corredurías tienen un comportamiento ético tanto en relación con la misma organización como en relación con los productos que ofrecen y con las inversiones que realizan.

El sello EthSI avala, pues, el compromiso social y ambiental de las organizaciones que operan en el mercado asegurador. Demuestra que en este sector se puede actuar con criterios de responsabilidad, sostenibilidad y transparencia. En España, corredurías y compañías como Arç, Seryes, Atlantis Seguros o DKV Seguros ya disponen de esta certificación.

 

Elegir tiene consecuencias

Algunas cifras apuntan a que hoy, en España, las compañías aseguradoras administraron durante el 2012, aproximadamente, un cuarto de billón de euros correspondientes a reservas de seguros de vida, primas de seguros y fondos de pensiones. Las cifras muestran que el sector asegurador es estratégico dentro del sistema financiero y es, a su vez, corresponsable de la actual crisis financiera.

De la misma manera que elegimos un banco para depositar nuestros ahorros, los ciudadanos y ciudadanas también tenemos un papel activo y crítico a la hora de escoger con qué entidad contratamos nuestros seguros. Podemos elegir una organización de seguros convencional o apostar por una opción de consumo responsable y transformador y contratar nuestros seguros con una entidad de seguros éticos.

Las corredurías Arç y Seryes, que juntas integran el proyecto CAES, ofrecen seguros éticos y solidarios. Lo hacen con la convicción de que es posible recuperar la función social original de los seguros. Para los artífices de CAES, deben aflorar de nuevo los beneficios sociales que reportan los seguros: la estimulación de la responsabilidad ante terceros, el fomento del espíritu de previsión entre las personas y la financiación de las inversiones socialmente responsables.

La semilla que hizo nacer CAES sigue vigente: si la economía no es algo ajeno a nosotros y todos juntos la conformamos, también todos juntos la podemos transformar. Hoy, más que nunca, la transformación social está en manos de los ciudadanos. También en el sector de los seguros.

19 de Dic 2013
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2ª Semana de Mercados Sociales del Sur. Espacio de encuentro, debate y coordinación entre proyectos de Economía Social. Mesas redondas, taller de productoras, concurso de tapas. Aprovechamos esta cita para reflexionar con Luis, Javier y Eduardo, miembros de La Tejedora y promotores del encuentro, sobre este tipo de iniciativas y el entramado político, social y económico en que se insertan.

Por Blanca Crespo Arnold

¿Qué son los Mercados Sociales del Sur y cuáles son las principales líneas y retos?

Los Mercados Sociales del Sur son una apuesta por la transformación social a través de un Consumo Responsable. Este proyecto sigue siendo de momento una idea, como un paraguas bajo el que se están coordinando una serie de proyectos de economía social y solidaria, que combina espacios de consumo crítico de bienes y servicios (con criterios éticos,
democráticos, locales, agroecológicos y sociales) y espacios de encuentro desde abajo, abiertos a personas y colectivos.

El primer reto es la consolidación de los proyectos desde el punto de vista económico y de autogestión; el segundo es profundizar formas de intercooperación entre proyectos muy diversos en un territorio extenso como Andalucía y la coordinación y participación en redes más allá de nuestra tierra.

¿Cómo os relacionáis con otros proyectos de economía alternativa y solidaria y de mercados sociales? ¿Contáis con moneda social propia?

Actualmente nos estamos mirando más entre nosotras que hacia fuera, ya que el volumen de trabajo nos impide muchas veces ir más allá. Pero vemos con mucha ilusión la aparición de tantas iniciativas de economía social y solidaria.

Nos relacionamos con otra redes a través de muchas organizaciones que son motoras de los mercados sociales del Sur y que también son impulsoras de Coop57 Andalucía o Fiare. Las herramientas financieras son fundamentales para poder crecer y consolidarnos. Son proyectos con un potencial increíble y un desarrollo frenético en muchos casos.

No contamos con moneda social, es un debate que cada Mercado tiene en su municipio. Estas monedas tienen sentido en lo local y la dimensión andaluza es mucho más compleja.

En el contexto actual de crisis, ¿se trata de una respuesta de supervivencia? ¿Qué relación guarda con el auge de discursos fomentando el emprendimiento que encontramos en voces gubernamentales y de grandes empresas?

No sólo es una respuesta de supervivencia, es más una demostración de que podemos trabajar de forma democrática en el ámbito económico, evitando la explotación de las personas y del medio.

Guarda relación con discursos de la autogestión y la transformación social, de lo común y la solidaridad. Creemos en el emprendimiento social, que es todo lo contrario a la idea individualista de emprendimiento que está tanto de moda y que pretende culpabilizar a las personas individualmente del "éxito" o "fracaso" en la vida. Pretenden trasladar la responsabilidad de las instituciones y los poderes económicos cuando lo obvio es lo contrario.

Propuestas como éstas están teniendo cada vez más respaldo social, sin embargo siguen siendo una opción desconocida para un amplio sector de la población. ¿Os planteáis algún tipo de estrategia para superar esta barrera?

La organización de esta semana es una de nuestras maneras de darnos a conocer, al igual que la intervención en otros frentes como la universidad o los institutos.

En todo caso, el principal canal de comunicación que nos permite romper esta barrera es el boca a boca, en el caso de Córdoba ya somos 200 socias, una base social cada vez más amplia y diversa que nos facilita llegar a lugares que antes eran impensables.

La principal barrera que encontramos y que intentamos romper es la idea de que son espacios de consumo elitista como ha pasado tantas veces con las tiendas de comercio justo y agroecológico. Para nosotras el precio es un criterio importante a la hora de incorporar productos y servicios, queremos ser accesibles, sobretodo en un momento como éste.

Entonces, ¿se trata de una alternativa frente a los comercios convencionales y las grandes cadenas de distribución y consumo?

Por algún lugar hay que romper con las lógicas de producción, distribución y consumo que nos tienen sumidos en esta crisis, que empobrecen a una mayoría de la población y nos someten a la avaricia de una minoría. En ocasiones los precios son superiores, pero respecto a eso nuestra postura es la de consumir menos, pero de forma más social y consciente.

El Mercado Social es una de tantas iniciativas, jóvenes y no tan jóvenes, que creemos que contribuyen a mostrar que se pueden hacer las cosas de otra manera, de forma democrática, y que es posible un consumo consciente e informado donde prime la intercooperación y la sostenibilidad ambiental y social.

 

13 de Nov 2013
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Por Xavier Rubio. Activista y cooperativista de FIARE BANCA ETICA

Será por las altas temperaturas de octubre, pero los voceros del amo CAPITAL gritan y chillan  la “canción verano” más falsa de los últimos tiempos: “se atisba la salida del túnel de la crisis económica". Sólo lo pueden apreciar las 100 “personalidades” que, según la lista Forbes, poseen más de 300 millones de euros, con un tal Ortega liderándola con 47.600; pero para el 99’99% de la sociedad continúa sonando “otra música” cotidiana: no es una crisis, es una estafa.
 

Ante esto muchas personas no nos resignamos y estamos componiendo una nueva banda sonora, el COOPERA sound system, que con melodías y ritmos contemporáneos, fusiona una pluralidad de tradiciones y culturas. A la manera de DJs sound system , las alternativas se construyen en red, y son itinerantes, porque queremos difundir  y compartir  que existe  otra “música”. Si paráis atención y abrís las orejas a este video podréis escucharla, además de ver alternativas.
 

És la força de les coses, és la força del treball…

Es la fuerza de las cosas, es la fuerza del trabajo que realizamos personas, entidades, instituciones, redes y territorios desarrollando  los valores universales que deben regir la sociedad y las relaciones entre toda la ciudadanía: la equidad, la justicia, la fraternidad económica, la solidaridad social y la democracia directa. (http://www.rtve.es/alacarta/videos/documentos-tv/documentos-tv-monedas-c...)
Una economia fora del circuit del capital és on es materialitza la democràcia radical…

Una economía fuera del circuito del capital donde se materializa la democracia radical, como sucede con los mercados sociales y las monedas alternativas. Durante el día y medio de duración de la II Fira d’Economia Solidària de Catalunya se ha usado el ECOSOL como moneda social alternativa y única forma de pago de bienes y servicios (37.000, 20.000 más que en 2012). El ECOSOL también toma forma digital y garantiza el uso a las empresas y proyectos de la economía social catalana y consumidoras responsables que forman y formaran parte del mercado social.

I gaudim del nostre temps, compartint tots un espai, reinventem-nos el consum sa, millor i més barat…

Y disfrutemos de nuestro tiempo, compartiendo todos un espacio,  reinventemos el consumo sano, mejor y más barato, como sucedió el 26 y 27 de octubre, los 1.500 m2 de espacio en el antiguo complejo fabril de la Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu de Barcelona, compartiéndolo y reinventándonos más de 180 empresas y entidades y 12.000 personas; como sucederá en la Plaza y el Mercado del Ensanche de Bilbao el 16 y 17 de noviembre en la  primera Feria de Economía Solidaria de Euskadi  y como sucedió en Madrid el 1 y 2 de junio.

Reviscola l’esperança, refundem la dignitat, ateneus, cooperatives, pobles autogestionats.

Renace la esperanza, refundamos la dignidad, ateneos, cooperativas, pueblos autogestionados, en territorios, ciudades y pueblos de larga tradición y, también, en otros que se está forjando exnovo, en cualquier lugar donde personas inquietas construyen, día a día, una realidad más justa,… Así en Aragón, Catalunya, Euskadi, Madrid y Navarra ya se están creando mercados sociales (http://www.mercatecosol.cat/)
 
Reapropiem-nos de la vida al treball cooperatiu, en salut i en energía i a un ensenyament actiu …

Volvamos a hacernos propietarios del trabajo cooperativo, en sanidad, energía y educación, porque es posible habitar, vestir, alimentarse, educarse, reculturizarse, divertirse, cuidarse, comunicarse, financiarse éticamente y servir a empresas en el mercado social que construimos la economía solidaria y cooperativa (https://storify.com/ABCcoop/itinerari-de-cooperatives-de-la-fesc2013-xes...).

Estenent el suport mutu, un ariet col·lectiu, premi del poble p'al poble, un cavall de troia-alfil…

Difundamos el apoyo mutuo, un ariete colectivo, premio del pueblo para el pueblo, un caballo de Troya-alfil, como hace REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria), red de redes que agrupa actualmente en el estado español a más de 300 entidades y empresas organizadas en 13 redes territoriales y dos sectoriales que son la Asociación AERESS de Recuperadores y la Banca Ética FIARE; en REAS están actualmente implicadas directamente 18.500 personas, de las que 6.686 son puestos de trabajo retribuidos. En conjunto el movimiento de la economía alternativa y solidaria mueve alrededor de 220 millones de euros anuales (http://www.economiasolidaria.org/files/Articulo_REAS_en_revista_Galde.pdf).
 
Competir és un luxe que només pot permetre’s l’1%. Coopera!

Competir es un lujo que solo se puede permitir el 1%. Coopera! En eso estamos, en este artículo, en este blog, en las entidades que participamos de la economía social, solidaria y cooperativa, construyendo alternativas a las formas dominantes competitivas de producción, distribución y consumo; y lo hacemos con otro modelo y valores: COOPERAR.

*Este artículo, está inspirado y reproduce fragmentos, de la canción COOPERA del disco 3.0 del grupo ORXATA.
 
 

02 de Abr 2013
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Peru Sasia

En el ámbito de la Economía Solidaria estamos viviendo en estos últimos tiempos el desarrollo de propuestas de alternativa económica de gran calado. Junto a los espacios económicos que han venido construyendo históricamente la Economía Solidaria, se han incorporado en los últimos años circuitos nuevos que incluyen productos y servicios que forman parte del mismo corazón del entramado económico capitalista: seguros, energía, intermediación financiera… incluso estamos asistiendo a la configuración de un sólido espacio de intercambio para todo el conjunto, un Mercado Social. Son circuitos que se desarrollan con la vocación de consolidar propuestas de alternativa de amplio recorrido, y que vienen a complementar ese rico entramado que ha venido construyéndose desde la Economía Solidaria. Entre estos nuevos circuitos nos fijaremos hoy en el ámbito de la intermediación financiera, compartiendo una reflexión sobre la relación entre las propuestas de intermediación financiera alternativa que se desarrollan en el ámbito de la Economía Solidaria y el propio espacio de alternativa que constituye todo el conjunto.¿Qué traen, y qué reciben, las propuestas de intermediación financiera alternativa a la Economía Solidaria?

Responder a esta pregunta supone interrogarse por aspectos tan importantes en la configuración de un proyecto como la estructura de propiedad, las dinámicas de desarrollo, la relación con el entorno o el tratamiento del capital. En la práctica, la pertenencia al espacio de la Economía Solidaria plantea a los proyectos de intermediación financiera alternativa una vinculación con ese espacio que se despliega en diferentes dimensiones. En primer lugar, una dimensión de pertenencia ideológica, que implica compartir con el conjunto los principios de la Economía Solidaria. Esta pertenencia define de manera muy nítida los contornos de la intermediación financiera alternativa, y su aplicación se concreta en aspectos tan importantes como la participación, la transparencia, el lugar del personal contratado en el proyecto, la cooperación, la vinculación con lo local, la perspectiva de género, la sostenibilidad medioambiental o el tratamiento del capital y de los excedentes de la actividad.

 

De entre todos estos elementos, me parece importante resaltar, dadas las características específicas de la intermediación financiera, la importancia de la participación y del tratamiento del capital. No podemos olvidar que estos proyectos, especialmente los que se desarrollan con la vocación de implantarse a escala estatal como Coop57 o Fiare, van consolidando estructuras con bases sociales amplias y volúmenes de actividad económica sensiblemente superiores a los de la mayoría de las organizaciones de la Economía Solidaria. Por eso, la consolidación de una red densa de capital social en la que se articulan canales estables y permanentes que permitan la participación resulta imprescindible. Para estas realidades, la participación es mucho más que un medio. Es un fin en sí mismo, una característica inseparable del conjunto de elementos de alternativa que las configuran. Sin la participación, las finanzas alternativas pierden uno de sus pilares básicos y se debilita todo el conjunto. Sin la participación, resulta impensable entender las realidades locales y dialogar con ellas. Sin una base social comprometida, motivada y dinámica, que se siente protagonista del proyecto, es muy difícil fomentar el trabajo en red con otras organizaciones aliadas, promoviendo la acción colectiva y el intercambio de saberes y recursos a diferentes niveles. Sin la participación, esta relación entre organizaciones pierde su potencial transformador, quedando en el mejor de los casos reducido a meros acuerdos comerciales. Sin la participación, en definitiva, se debilita el “rostro social” del proyecto, que pierde su dimensión política y buena parte de su legitimidad, quedando reducido a un espacio que no convoca a construir colectivamente la alternativa, sino a consumir un producto construido y ofrecido por terceros.

Respecto al tratamiento del capital, la condición esencialmente no lucrativa de los proyectos de intermediación financiera alternativa que pertenecen al espacio de la Economía Solidaria se refleja en una dinámica de apropiación del proyecto que convoca en su estructura a personas y organizaciones interesadas en construir una alternativa por encima del retorno económico que su condición de personas clientes o socias pueda ofrecerles. Los proyectos de intermediación financiera alternativa no pueden estar de ninguna manera sometidos al yugo de la superrentabilidad, ni sus estrategias condicionadas por la exigencia de retribución, por la vía de dividendos, a aquellos accionistas que han decidido invertir en el proyecto a la búsqueda de este retorno económico. Lo que vincula a la base social es radicalmente distinta. Se nutre de una aspiración de transformación social, en un marco radicalmente contracultural que es necesario (de nuevo) construir colectivamente.  Los principios de la Economía Solidaria lo reflejan con mucha claridad: la reinversión y la redistribución de los excedentes, el valor del impacto social, la solidaridad con terceros, la ausencia de posiciones dominantes, el reconocimiento efectivo del derecho al crédito para determinados proyectos y colectivos… son todos ellos elementos que configuran una manera concreta de construir estos proyectos y que vinculan a las organizaciones de la Economía Solidaria y a las personas comprometidas con este espacio en una nueva dimensión, que añade a la pertenencia ideológica la vinculación real (y militante) en la construcción de las finanzas éticas.

 

 
Una tercera dimensión que relaciona las finanzas éticas con la Economía Solidaria viene constituida por la posibilidad de reforzar mediante el crédito el desarrollo de este espacio. La Economía Solidaria puede disponer, de esta manera, de un nuevo elemento que favorezca su autonomía y capacidad de desarrollo, sin depender de herramientas financieras capitalistas, cuyas prioridades fragilizan permanentemente sus posibilidades de consolidación. Ante esta dimensión de la relación entre las organizaciones de la Economía Solidaria y los proyectos de intermediación financiera alternativa, los retos que se plantean son evidentes: por un lado, consolidar de forma prioritaria una manera de evaluar las solicitudes de financiación que conozcan las especificidades de esas organizaciones. Por otro, la creación de circuitos de intermediación adaptados a las diferentes realidades, vinculando ahorro e inversión orientada al apoyo financiero a estos proyectos. Desde esta perspectiva se ve con claridad la necesidad de entender la intermediación financiera alternativa en el espacio de la Economía Solidaria como un Sistema complejo de herramientas financieras, que reúnan desde circuitos de proximidad hasta entidades bancarias, pasando por diferentes niveles de implantación y especialización. Y es desde esta perspectiva desde la que se entiende asimismo el valor de articular un marco sólido de relación entre las diferentes organizaciones que pertenecemos a este espacio, al que podamos llamar el Sistema de Finanzas de la Economía Solidaria. Este es nuestro reto colectivo en estos momentos.

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Un blog colectivo impulsado por la Red de redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) sobre distintas realidades económicas que de forma práctica nos demuestran la capacidad de las comunidades de establecer relaciones económicas basadas en la democracia, la justicia social y el respeto al medio ambiente. Un espacio para la reflexión y la divulgación que está coordinado por Iñigo Bandrés y Fernando Sabín de REAS Madrid y en el que participan de forma estable Jordi García y Jordi Estivil la Xes de Catalunya, Peru Sasia y Clara Soler del Proyecto Fiare, Soraya González Guerrero de Diagonal, Alvaro Porro del Cric, Conchi Piñeiro de la cooperativa Altekio,  la cooperativa Ideas, Marga Padilla de la cooperativa Dabne, Enrique del Río y Nuria del Río de Proempleo, Xabi Teis de Coop57 y la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.

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