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Propuestas de cambio frente al oligopolio energético

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12 de Abr 2013
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El pasado viernes el Consejo de Ministros aprobaba un plan para la rehabilitación de viviendas con el que pretende paliar la falta de actividad en el sector de la construcción debido a la falta de obra nueva.
 
Este plan contempla una serie de ayudas para la rehabilitación energética de los hogares y para mejorar las calderas e incentivar la sustitución de energías convencionales por biomasa y geotermia. Algunas de estas medidas son interesantes, como el hecho de sustituir las calderas por otras más eficientes o la promoción de la biomasa y la geotermia como fuentes de energía renovable. Sin embargo, son medidas tramposas que sólo buscan poner un parche a la debacle del sector de la construcción y no ofrecer alternativas realistas de mejora en eficiencia.
 
Ningún plan de eficiencia energética podrá ser creíble hasta que no se apruebe una legislación sólida sobre el Autoconsumo con Balance Neto. Como explicábamos en un post reciente, el Autoconsumo con Balance Neto es la forma en que la ciudadanía puede disponer de su propia electricidad. Esto permitiría que cualquier persona pudiera instalar fuentes energía en su domicilio para nutrirse de electricidad y compensar lo consumido con lo producido para reducir la factura de la luz. Esta forma de autoabastecimiento eléctrico permitiría un mayor desarrollo de las renovables, reduciría la contaminación y supondría una medida de ahorro sustancial, además de promover el empleo.
 
El Gobierno se dice ahora defensor de la eficiencia energética, cuando en Octubre se opuso a la Directiva Europea de Eficiencia Energética (sólo España y Portugal votaron en contra). El argumento esgrimido entonces era que España ya estaba suficientemente avanzado en los objetivos 20/20/20 que fijan el futuro de las renovables y de la reducción del consumo en la UE. Es cierto que cumplirá los objetivos, gracias especialmente a la cantidad de recursos renovables que dispone como es el viento y el sol. Sin embargo, cabría preguntarse si no sería más lógico superar estos objetivos e incentivar, de paso, el ahorro, la eficiencia y la creación de empleos basados en criterios de sostenibilidad.
 
El nivel de dependencia energética alcanzo en 2011 un nivel del 84% debido a la necesidad de importar materias primas necesarias para hacer funcionar el mix energético español.
 
La verdadera eficiencia vendrá en el momento en el que el Gobierno decida aprovechar los recursos autóctonos, baratos e infinitos para promover un verdadero cambio en la cultura de consumo y producción de energía.

04 de Abr 2013
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Debido a la caída en la demanda y a la gran cantidad de lluvia y viento, Red Eléctrica de España se ha visto obligada a reducir la potencia nuclear en 1.000 megavatios en una situación excepcional que demuestra que la energía no es intocable y también puede verse recortada.El exceso de producción hidráulica debido a las abundantes lluvias ha forzado a Red Eléctrica a disminuir la producción nuclear que, aún con el parque eólico parado, no podía ser absorbida por la escasa demanda ni por la exportación de electricidad.
 
Este hecho sienta un precedente, ya que hasta ahora se consideraba a la nuclear como una fuente intocable y ahora se demuestra que puede ser recortada en caso de necesidad. El gran avance de las renovables y el descenso en la demanda muestran que la energía nuclear ya no es un pilar básico del sistema eléctrico y que puede ser sustituida por fuentes más limpias y seguras.
 
En este sentido se expresa la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, que insta a las instituciones a fomentar “el autoconsumo, la generación distribuida, y la gestión inteligente de la demanda, respetuoso con el medio ambiente, y beneficioso para la sociedad”.
 
El estado Español dispone de recursos renovables suficientes que podrían permitir que el sistema eléctrico fuera más independiente de materias primas del exterior como el gas, el petróleo o el uranio. El hecho de que las renovables sean una fuente de generación de energía más democrática y con recursos naturales infinitos y gratuitos debería facilitar la transición hacia un modelo energético más limpio, sostenible y seguro. 

07 de Mar 2013
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Frente a la situación de oligopolio y decadencia del modelo energético mundial expuesta en la anterior entrada, aparecen una serie de alternativas que se enmarcan en el concepto de soberanía energética.La soberanía energética reside en la capacidad de una comunidad de gestionar la producción de la energía que consume. En este sentido, la soberanía energética se contrapone de manera inevitable a cualquier modelo de producción centralizado y en manos de pocas personas o empresas y que, en su mayoría, utilizan combustibles fósiles, caros y poco accesibles para la ciudadanía.
 
El desarrollo de las renovables ha permitido que estas se conviertan en un elemento que permite que la ciudadanía se convierta en agente activo de producción de energía. Esta es la base de la soberanía energética, que cualquier persona o colectivo pueda convertirse en productor de energía, que conozca su coste y pueda, de esta manera, gestionar su consumo de forma más eficaz y eficiente.
 
Autoconsumo
El autoconsumo es la capacidad que tiene el consumidor de producir una parte o la totalidad de la electricidad que precisa para cubrir sus propias necesidades. Se empieza a denominar a este nuevo agente como prosumidor.
 
El autoconsumo implica un cambio radical en nuestra cultura de generación y consumo eléctricos. Se trata de transitar de un modelo centralizado en manos de un oligopolio a un modelo energético distribuido y conformado por una multiplicidad de plantas de generación ligadas al consumo. Las energías renovables a pequeña escala como la minieólica o la minihidráulica son adecuadas para el autoconsumo pero la fotovoltaica y su capacidad modular al instalarse sobre tejado es especialmente apropiada para este objetivo. Existen varias modalidades de autoconsumo:
 
·         Aislado: Instalaciones sin conexión a la red eléctrica que utilizan batería para suplir las necesidades de energía cuando no exista recurso renovable.
·         Instantáneo o parcial: Regulado en el Real Decreto 1699/2011. Abastece de la electricidad que se consume en el momento y permite vender a precio mayorista el excedente o instalar un inversor que impida inyectar el excedente a la red. El primer caso implica costosas obligaciones legales y fiscales y el segundo es una opción claramente ineficiente. Sólo es viable en casos con un alto consumo eléctrico durante el día, como comercios, restaurantes o gran industria por lo que su impacto en el modelo energético es muy escaso.
·         Autoconsumo con Balance Neto: Esta modalidad permite al usuario utilizar la red eléctrica como una gran batería, es decir: se hace un balance final entre la energía volcada a la red de forma excedentaria y la consumida fuera de las horas de producción (por la noche en caso de la fotovoltaica, por ejemplo). De esta manera, el prosumidor puede ahorrar en la factura de la luz entre un 70 y un 80%. El Gobierno lleva meses posponiendo la publicación del Real Decreto que permita esta modalidad de producción.
 
El autoconsumo es un pilar imprescindible, junto con la eficiencia y el ahorro, de la soberanía energética y permitiría a gran parte de la ciudadanía establecer mecanismos de producción y consumo independientes de las compañías eléctricas. Sin mencionar los impactos positivos para el medioambiente al reducir de forma drástica las emisiones de CO2 derivadas de la generación de energía con combustibles fósiles.   

Energía que transforma

Somos un grupo de personas, organizadas en torno a Ecooo, preocupadas por las consecuencias sociales, económicas y ambientales derivadas de un modelo energético basado en un oligopolio que sólo tiene en cuenta los intereses de unas pocas empresas por encima de la ciudadanía. Desde este blog trataremos de poner un poco de luz sobre la situación de la energía en España y ofrecer alternativas, siempre abiertos al diálogo, a comentarios y críticas.