neoliberalismo

Humor
que debió haber pasado hace tiempo

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22 de Abr 2013
MrBettedeMille

Siempre he pensado que, estando el mundo como está, repartido en tanto para tan pocos y tantos para tan poco, sería verosímil creer que mucha de esta poca gente que lo maneja todo tenga que desdoblarse y vivir múltiples vidas paralelas para poder abarcar el poder sin ceder ni un ápice de su tanto por cierto. Cuando vi la película “Holly motors” descubrí que no era el único que lo había pensado.

Las limusinas, los jets privados, los correctores de ojeras y los massa media se habrían inventado para eso. Igual que los cargos de asesor y consejero independiente en multinacionales.  Evidentemente nos engañan, por lo menos espero que se diviertan haciéndolo. Y si no es así, ¡qué desperdicio de posibilidades tan grande, la verdad!
Poniéndonos en el caso que nos ocupa, lo primero sería analizar quién fue primero ¿el huevo o la gallina? Yo diría que Sara Montiel es el huevo y La Thatcher la gallina. Esa niña manchega analfabeta a la que descubre un cazatalentos mientras ella canta una saeta a la virgen de su pueblo, es el principio de una carrera política de derechas escrito con letras de oro.

El punto de inflexión en el que SaraHuevo pasó a ser también, y al mismo tiempo, MargaretGallina debió ocurrir en algún punto entre 1957 y 1959. Y las fechas cuadran perfectamente. 1957. Sara ha subido de cero a cien en treinta añitos -esto ya no pasa, no se fustiguen, no hay necesidad- entrando a Hollywood por la puerta de atrás -véase México- y consciente de que su rostro perfecto y palpable talento le van a dar de comer a, por lo menos, tres o cuatro generaciones de su humilde estirpe… ¿No es extraño que rechace un contrato millonario en USA para venir a rodar a su tierra “El último cuplé” por la que nadie daba un duro, literalmente? La explicación: ya había entrado en la secta de los selectos, y seguro que le dijeron: Sara, ¿Quieres, además de cantar y bailar, dirigir ejércitos a la batalla y fumarte puros con Felipe, Ronald Reagan y Pinochet? Y seguro que ella contestó despegando los labios despacio: Seeee. 1959. Margaret Thatcher se convierte en miembro del Parlamento Británico.

Dos décadas increíbles por delante. En Madrid dando directrices a los directores de fotografía con más aplomo que el productor. Cuando quería un foco extra apuntando a su pómulo, lo señalaba y decía “tengo frío aquí.” Un vuelo chárter, unos dientes postizos, pelucón rubio…repasar cuatro frases y al Parlamento, al congreso del partido…una foto en la puerta de un colegio, una entrevista en televisión en la que advierte que si das de comer a un pobre, vivirá y se reproducirá…y a la media noche se quita la piñata falsa y la deja en un vaso de ginebra en el camerino de los Rolling Stones. Los Rolling están demasiado flacos para Sara. Podría tumbar a los cuatro juntos de un tetazo. Pero son amigos, porque con ellos puede hablar de todo y reírse. Eso ya apenas pasa.

Van a empezar los ochenta en España. SaraMargaret viene del camerino de los Rolling así que colocarse, a estas alturas, no es la gran cosa para ella. Cambia el Bloody Mary en Chicote por el Bloody Sunday en Irlanda. Los que la encumbraron le piden cuentas. Ella misma había sido privatizada a los cinco años, no iba abrir guarderías subvencionadas ahora. Con las Malvinas prueba la sangre y quiere más. Se apunta al Golfo Pérsico. Los transexuales y travestis hacen giras por provincias con el antiguo repertorio de Sara. A Margaret la reeligen por tercera vez como Primera Ministra. La ley de los tantos por cientos sigue siendo de hierro. El resto es Historia.

28 de Ene 2013
MrBettedeMille

 

Estaban ellas en Francia tranquilamente sentadas en la acera de un café hablando de lo poco racistas que son allí y discutiendo entre risitas nerviosas si Sarkozy será pollón o no será pollón, por aquello que dicen de los bajitos,  cuando de repente el niño de una de ellas lloró porque quería un cruasán y la madre le dijo tres veces que no, intercalando entre estos nos otros tres argumentos para defender la posibilidad del presunto pollón, pero el niño empezó a berrear con todas sus ganas y ella le cruzó la cara. Entonces su amiga la consoló porque supo que a ella le había dolido más que al niño y comenzó una retahíla de todas las veces que ella había tenido que hacer lo mismo, contando ya de paso las experiencias relacionadas de su hermana que vivía en un dúplex a las afueras que nunca regañaba a sus hijas y ya no podía con ellas. La amiga no quiso ser menos y le representó en tiempo real todos los diálogos que ella tenía con su hijo interpretando ambos papeles con voces diferentes y girando la cabeza con todo su raccord de miradas, y todos terminaban en que si hacía falta sacar la zapatilla se sacaba como lo había hecho su madre y mira tú, qué bienísimamente educada había salido ella.  Desde entonces no han parado de hablar y el viento las trae hacia la península criticando a la profesora que les dijo que su hijo no sabía compartir.

China prohibe el flequillo

El Gobierno que pronto nos gobernará a todxs ha limitado la libertad de peinado por considerar que aquellxs que llevan flequillo pierden un tiempo excesivo en su mantenimiento y continua revisión, tiempo que merma la optimización de su producción laboral. Numerosas voces dentro de la comunidad internacional del flequillo encabezada por el movimiento “FREE FLEQUILLO!” se han levantado en contra. Habla su portavoz: “Si esto pasa en China que ni siquiera necesitan plancharse el pelo para tener un flequillo perfecto, ¿qué nos espera a las sociedades plancha-dependientes?”
 

 

 

 

MrBettedeMille

Escribirá MrBettedemille después de haber leído a Javier Pérez Andújar  eso de “El humorista convierte la metáfora en disparate, ve la ilación entre dos  conceptos de diferente rango, de distinta clase social. El humorista es un lírico metido en la lucha de clases” y haber pensado: Amén.

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