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En el terreno de lo políticamente dudoso

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18 de Sep 2015
Jule Goikoetxea

Ha empezado el curso y todo son intenciones renovadas, deseos ardientes y diálogos eufóricos. Pero a los espíritus algorítmicos como el nuestro no nos ciegan las propuestas grandilocuentes, y por ello estoy de acuerdo con el Lehendakari Urkullu cuando dice alegremente que los dos ejes de este nuevo año han de ser, de nuevo, la Economía y el Estatus político de Euskadi. Digo alegremente, que no ardiente ni eufórico, pero con una mirada teleológicamente dulce que mataría de placer a los hombres grises de Momo. La metafísica política del estatus acordado o el estatus metafísico de la política acordada, da igual, la cosa es que sea acordado, porque el acuerdo es nuestro sino, de ser plenos a ser trozo, una costilla, por ejemplo, acordada eso sí, de un todo que es España. Y estoy también de acuerdo con el Lehendakari cuando dice que en la transición ontológica que comienza este curso la memoria histórica ha de ser transversal.
Empecemos, por tanto, con el primer eje.

La economía, como bien dice el Lehendakari Urkullu, siempre es economía política, por eso ha decidido desarrollar este eje de la mano de Idoia Mendia, Secretaria General de los socialistas en Euskadi, porque los socialistas españoles, como todo buen marxista, siempre han sido muy competentes en eso de la socio-economía. Han sabido identificar y desarrollar hábilmente su ecosistema productivo de forma que han evitado la privatización de los medios de trabajo y de la riqueza que su población produce poniendo freno a la precarización y la pobreza de su ciudadanía. Acordaos si no (siendo la memoria histórica transversal) del valiente y eficaz gobierno Hi-Tec del socialista Patxi López, y acordaos también (memoria histórica) de las últimas tres re-conversiones industriales de España. Ha pasado de ser una economía basada en la industria pesada y en la agricultura tradicional a una sociedad posmoderna basada en la investigación y el desarrollo, dejando atrás la especulación financiera y la producción de camareros. Así que, si queremos ser la costilla acordada de ese todo que es España, nos es imprescindible la ayuda y guía de los gobiernos españoles para que nuestra rural economía, aquí en Euskadi, se vuelva competitiva. Más aún si los socialistas llegan al gobierno de Madrid. En ese caso, podríamos todos juntos y en alegre voltereta, dar un salto a la cuarta re-conversión industrial y entrar en poco tiempo en el ranking Europeo de sociedades del conocimiento, con un alto grado de valor añadido, con un régimen productivo eficiente y un estado de bienestar potente como Suecia.

Aunque la sociedad se empeñe en ser la mano de obra barata de Europa, los gobiernos españoles siguen teniendo razón en su estrategia socio-económica y si la memoria histórica no me falla, han implantado medidas muy eficaces para conseguirlo durante las últimas cuatro décadas. Por eso hace el Lehendakari una apuesta fuerte para ser costilla económica pero acordada (consenso ante todo) de España y para que su apuesta sea tomada en serio y podamos ser no sólo económicamente, sino estatutariamente felices, el Parlamento Vasco ha realizado una propuesta (segundo eje del nuevo curso) basada en la Ponencia de Autogobierno, que como toda la ciudadanía sabe, ha sido muy fructífera. El acuerdo al que se ha llegado tras la Ponencia y que dará a Euskadi un nuevo Estatus Político está a punto de ser cerrado. Falta solo una hoja. Debido a un percance administrativo la hoja que recogía la firma oficial del gobierno se ha debido de mojar en el chaparrón que cayó ayer en Murcia, pero han dado su palabra de que estará seca para la semana que viene.

Dicho acuerdo asegura que el diseño institucional de Euskadi (Euskonomia a partir de ahora) ha encajado perfectamente en la democracia española una vez muerto Franco, redactado el articulo 8 y desde el día siguiente, y que, en todo caso, hay algunos solapamientos técnicos (y desde luego la implementación de las políticas públicas podría mejorar) pero que en el funcionamiento institucional diario nos hemos arreglado estupendamente gracias a la buena voluntad de los gobiernos de España. Según este nuevo acuerdo, Euskonomia pasará a ser estado federado, federado a Madrid, convirtiéndose España constitucionalmente en federal, porque si recordamos bien (memoria histórica) los mecanismos de racionalización y la forma en que se ha distribuido la riqueza de la población, veremos que en realidad España tiene un instinto federal muy enraizado mediante el que ha asegurado la participación de la ciudadanía y las diversas naciones del estado en todos los centros de decisión durante las últimas décadas, desarrollando a través del principio de subsidiariedad aquellas cuestiones acordadas entre todas y resolviendo los conflictos surgidos en el camino entre todos los agentes, partidos e instituciones de forma cooperativa, tal y como ha hecho siempre el federalismo cooperativo español.

¿Que no os acordáis? ¡Menuda memoria histórica la vuestra!

En euskara: Berria.info

Jule Goikoetxea

Nací posicionada, en el terreno de lo políticamente dudoso, y cuando me dijeron que la dominación mediante el discurso razonado se llamaba conocimiento una sobredosis estructural me convirtió en actualidad. Las que nacimos con la guerra perdida de antemano no luchamos para ganar, sino para transgredir, y la transgresión contiene dentro de sí técnicas milenarias practicadas desde el origen con la mayor disciplina.