bonzo.
(Del jap. bonsa).
1. m. Monje budista.
a lo ~.
1. loc. adv. Rociándose de líquido inflamable, y prendiéndose fuego en público, en acción de protesta o solidaridad. Se quemó a lo bonzo. U. t. c. loc. adj. Suicidio a lo bonzo
Quemarse a lo bonzo no es una forma cualquiera de suicidio. Un acto de este tipo no debería ser nunca tratado como una noticia de sucesos y cualquiera con un mínimo de empatía lo interpretaría como una llamada desesperada de alguien que no tiene voz. Y más con la que nos tienen aquí montada.
El miércoles a las 18:00h un hombre se quemaba a lo bonzo en Málaga. Según señalan algunas fuentes el hombre, de 57 años, llevaba tiempo en el paro y tenía graves problemas económicos. Ayer, veinte horas después de lo ocurrido, comprobamos como los informativos de mayor audiencia no han acudido a esa llamada. Telecinco y Antena 3 ni siquiera lo han mencionado. El telediario con más audiencia, el de TVE, sí que ha estado allí.
Ni físicamente ni en los titulares, eso sí. Cerca del minuto 40 de telediario, muy al final. Pasadas ya noticias como el rescate de unos esquiadores o la mudanza a Rusia de Gerard Depardieu. 30 segundos con imágenes de la fachada del hospital y la voz de la presentadora, Pilar G. Muñiz, que dice:
“En Málaga se investigan las causas que han provocado que un hombre de 57 años se quemara a lo bonzo a las puertas del hospital Carlos Haya. Ocurría ayer tarde en la avenida de este mismo nombre en la capital malagueña a la altura del centro sanitario. El hombre que fue ingresado inmediatamente en la unidad de críticos de este hospital tiene quemaduras de tercer grado en el 80% de su cuerpo. Esta madrugada ha sido trasladado a la unidad de grandes quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Su pronóstico es muy grave”.
Aséptico, muy limpito, que investiguen ellos. Nada tiene que ver con cosas de política o economía. Si quitas de este texto la mención a que se quemó a lo bonzo podría pasar por cualquier noticia de sucesos en la que alguien se ha quemado accidentalmente. Igual esa es la idea, ¿no?
Tuvieron casi un día para indagar en las más que probables connotaciones políticas del asunto. En recientes coberturas como el llamado “caso Bretón” hemos podido comprobar la capacidad de la televisión pública para movilizar corresponsales, unidades móviles y reporteros para entrevistar hasta al apuntador. A pesar de que hay fuentes que relacionan lo ocurrido con la situación económica del protagonista y de que el paro sea la principal preocupación de los que pagamos esta televisión sencillamente no quisieron hacerlo.
A quienes decidieron ignorarlo o no quisieron buscar más allá, haya sido esto por lo que haya sido, vergüenza. El paro no es una cifra que se renueva cada mes. El paro es depresión y miseria. La desesperación es mayor cuanto mayor es la edad del afectado porque las posibilidades de salir de esa situación son ínfimas. Lo es cada día, cada hora. Y vuestros silencios solo los rompen unas nuevas estadísticas. Ayer, qué paradoja, hablabais de “buenas noticias”.
El viernes, la noticia de su muerte sólo mereció 3 párrafos de corta pega de agencias. La policía ya había dicho que probablemente fuera un indigente así que, total, a quién le importa.
Telecinco y Antena 3 eligieron otra vez ignorarlo. En TVE se cubrió como una noticia de sucesos de nuevo. Muy al final y con pocos segundos. Sin testimonios ni nada parecido. Ya no era "un hombre" a secas como ayer pero seguía sin ser un hombre en paro, con problemas económicos o ahogado por las deudas. Era un hombre "de origen magrebí".