- La marcha por la ecología social reunió a casi un centenar de personas // PEDRO MENÉNDEZ
Los cuatro sindicatos califican de éxito la respuesta ciudadana en un sábado marcado por la lluvia. Un centenar de personas acudió a la marcha contra’l acto social, un número aproximado nutrió la marcha pola ecoloxía social y unas seiscientas participaron en la manifestación que recorrió la calle Uría desde la Estación del Norte hasta la Xunta Xeneral, que se convirtió en el objetivo final de las demandas y protestas de sindicatos y colectivos sociales.
La marcha contra’l pactu social arrancó sobre las 11 horas desde la Facultad de Medicina, en la calle Julián Clavería. Ante el edificio universitario se leyó un comunicado contra la privatización y precarización de la educación, tanto primaria como secundaria y universitaria.
- Salida de la marcha/ MARÍA ARCE
La marcha avanzó por la avenida Fuertes Acevedo hasta la sede de la empresa Igrafo, donde varios manifestantes empapelaron el local como forma de protesta por los casos de corrupción que se están destapando en el seno de la Administración autonómica, y que apuntan a varios cargos del gobierno socialista. Seguidamente se llegó al Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), donde se representó un pequeño cementerio con esquelas que denunciaban la privatización de la sanidad; también se leyó un comunicado en el que se denunciaba la precariedad de las distintas zonas sanitarias asturianas, y el caso de discriminación homofóbica en la Consejería de Salud al negar un tratamiento de inseminación artificial a una mujer por ser lesbiana. La siguiente parada se realizó frente al Palacio de Congresos Buenavista (el Calatrava), donde se escenificó en la entrada un precintado del local, en contra del tipo de urbanismo que predomina en la ciudad. La acción enlazó con la parada ante el palacete de Villa Magdalena, donde se colocó un tendal en el que se colgaron los casos de corrupción urbanística que afloran por la capital asturiana, con carteles donde se leía: ’Jovellanos 21, Oviedo 0’ y ‘Vamos vivir en cases de cartón’, entre otras.
- Varios manifestantes portan pancartas contra las líneas de alta tensión/ MARÍA ARCE
Al inicio de la Losa, cerca de la oficina del Servicio de Empleo, se denunció la precariedad laboral y la falta de empleo actual. Finalmente, la marcha acabó en la estación del Norte, donde se juntó con la marcha pola ecoloxía social, que arrancó minutos después de las 11 horas desde la calle Amsterdam, junto al futuro HUCA. Durante el recorrido, cerca de un centenar de personas realizó varias paradas en distintos puntos ‘significativos’ de la ciudad. La primera se llevó a cabo delante del centro comercial Los Prados, donde se leyeron diversos comunicados a favor de la soberanía alimentaria y se sembraron las macetas de la entrada del edificio con mensajes a favor de un consumo ecológico y responsable y contra los agrocombustibles y las grandes superficies.
- Los manifestantes reivindicaron la soberanía alimentaria ante el centro comercial Los Prados // P. MENÉNDEZ
Posteriormente, la protesta se trasladó a la oficina de Cajastur en la calle Bermúdez de Castro, donde se colocaron varias pancartas contra la privatización de las cajas de ahorros y el apoyo a los bancos por parte de los gobiernos, y se realizó una performance en la que varios manifestantes, disfrazados de atracadores, ‘exigían’ a punta de pistola las propiedades de los viandantes.
- Un momento de la performance ante la oficina de Cajastur // P. MENÉNDEZ
La marcha se detuvo momentos después ante el campus universitario del Milán. Dos estudiantes leyeron sendos comunicados contra la mercantilización de la Educación superior. Una pancarta con la frase ‘Campus de Bolonia’, en alusión al plan de reforma universitaria europea, ocupó el lugar donde, desde hace años, se lee Campus de Humanidades.
- Los manifestantes cambiaron por unas horas el nombre del campus de Humanidades. // P. MENÉNDEZ
Las otras tres paradas antes de confluir con la marcha contra’l pactu social tuvieron como protagonistas el racismo, el desempleo y, de nuevo, la soberanía alimentaria. En el barrio de Pumarín se desplegó una pancarta con el lema ‘No al racismo’, se leyó un comunicado en el que se denunciaba la actuación policial y las responsabilidades del jefe de la policía ovetense, Agustín de Luis, y del delegado del gobierno en Asturies, Antonio Trevín. Varios manifestantes representaron, red mediante, el confinamiento de las personas inmigrantes en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). En la calle General Elorza, delante de la oficina del INEM, un grupo de manifestantes representó una subasta de esclavos, en la que unos eran vendidos por cantidades miserables y otros ejercían de compradores a cambio de un ’generoso’ plato de comida. Por último, parada ante el centro comercial Salesas, donde volvieron a repetirse los lemas en favor de la soberanía alimentaria, contra las grandes superficies y en favor del comercio justo y ecológico, para finalmente enfilar los últimos metros del recorrido hacia la estación del Norte, donde esperaba algo más de medio millar de personas, que recorrió la calle Uría hasta el paseo de Los Álamos. Diversas organizaciones y personas a título particular se sumaron a la manifestación, que tuvo su momento álgido ante la Xunta Xeneral. Los manifestantes realizaron una cadena humana alrededor del recinto y se colgaron carteles en las vallas con el lema ‘Vamos llevantar cabeza’.
- Cadena humana frente a la Junta General del Principado/ MARÍA ARCE
Posteriormente, los sindicatos convocantes leyeron varios comunicados reivindicativos, y tomaron la palabra otras organizaciones, como la plataforma Democracia Real Ya o los colectivos contra la línea de Alta Tensión Costa Verde. La jornada finalizó con la celebración de una comida popular en el Paseo de los Álamos.
- La Junta General fue el escenario final de las protestas // MARIA ARCE
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