Un grupo de ocho familias forman el núcleo del Colegio Andolina y construyen una alternativa educativa activa, laica y mixta que, a través de diversas fórmulas pedagógicas, eduque en la libertad y el conocimiento de la naturaleza.
- Mª Jesús y Luís con varios niños durante la entrevista mantenida con DIAGONAL ASTURIES
La Andolina es el término asturiano empleado para referirse a la golondrina. El nombre, que ofrece una clara frescura fonética, sirve además para dar sentido a este nuevo proyecto educativo en la medida en que contiene muchos de sus elementos característicos: es una imagen femenina, vinculada a la maternidad, a los primeros vuelos protegidos y alude a su situación geográfica en Asturies.
Desde hace tiempo el proyecto se ha empapado del interés de las familias por la educación de sus hijos e hijas y de la búsqueda de otra fórmula educativa que les permita esquivar el desfase práctico y las carencias de muchas de las aulas de infantil y primaria, los uniformes, las elevadas ratios por aula, los libros de texto como recurso excesivo y la falta de atención individualizada del alumnado. En la práctica, las representantes del Proyecto traducen su propuesta en otras dinámicas en los procesos de enseñanza-aprendizaje que permitan la evolución de niños y niñas dando importancia a sus potencialidades e intereses propios, con un profesorado implicado en el colegio y que conoce bien experiencias similares que funcionan con éxito en otras comunidades.
“Las referencias son muchas y variadas -explica Luís, uno de los profesores del centro-, desde la importancia del Arte en la formación tal como lo entendía Pestalozzi, hasta la calidad de los materiales aportados por la Pedagogía Montessori, aunque el fundamento se puede resumir como una pedagogía activa y no-directiva” que tan buenos resultados ha dado en los países que se encuentran a la cabeza del informe PISA. “Tenemos contacto con escuelas que comparten con nosotros ciertos rasgos del modelo educativo centrado en el alumnado y el trabajo por proyectos: la Red Amara Berri, en Euskadi, forma parte de la red pública y lleva unos años practicando un modelo educativo distinto, también El Martinet, O Pelouro o Santibañez”, este último en Cantabria.
- Presentación del Colegio por algunos de los miembros de la cooperativa
Para Mª Jesús Álvarez, una de las madres de la cooperativa, “el Arte y el Inglés adquieren un papel fundamental en nuestro planteamiento educativo. El alumnado participa mediante Asambleas, guiado por el profesorado, que permiten desarrollar su autonomía y competencias; estas asambleas pasan a ser un órgano de expresión y participación a través del cual el alumnado se integra en el proyecto educativo”. El espacio físico del centro, a las afueras de Xixón, está pensado para trabajar aspectos relacionados con la organización interna y con la naturaleza, “por eso hemos escogido un lugar amplio pero acogedor con un espacio verde alrededor y muy cerca del Jardín Botánico”.
El nuevo centro cuenta por el momento con dos grupos de infantil y uno de primaria, con una ratio de 15 alumnos por docente y ya tiene lista de espera para la generación nacida en 2008-2009. Sin embargo, afirma Mª Jesús, “el colegio irá creciendo con los niños”. La propuesta de formar una cooperativa de padres y madres como fórmula organizativa imprime carácter a este colegio en el que el protagonismo y la gestión reside en las familias y particularmente en el alumnado.
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