Nacho Vegas
Cantautor y compositor asturiano
"La condición sine qua non para que la libertad individual sea efectiva es la libertad colectiva"

Un joven asturiano vive en Buenos Aires desde siempre, se entera que Nacho Vegas brindará dos conciertos en el país y decide entrevistarlo. Para sorpresa recibe una rápida respuesta afirmativa. Adrián Fernández realiza esta entrevista a Nacho Vegas para DIAGONAL ASTURIES y juntos, desde la intimidad de dos asturianos fuera de su tierra, conversan sobre cultura popular, neoliberalismo, la lucha obrera y la fallida Transición, el nacionalismo español o el individualismo neoliberal dentro del arte y la música.

, Redacción. Argentina.
11/07/13 · 22:57
Nacho Vegas / Martín Cataldi

Entrevista de Adrián Fernández

Ya tiene al entrevistado sentado enfrente, están en el salón del hotel donde se aloja. Piensa cómo encarar la nota, qué preguntar; su último disco, los conciertos que brindará, qué tipo de show piensan hacer, cómo compone las canciones. Se sucede un torbellino de preguntas que se formula en su mente y enciende la grabadora. Finalmente todo se nubla, un manto de borrina como en Asturias llamamos a la niebla cubre la mente del entrevistador; a pesar de ello y sin darse cuenta el cómo ni el por qué la charla se sucede con normalidad, con una fluidez lógica de vecinos. El trabajo de la creación habla de la realidad que a uno le tocó vivir, de los problemas de su tierra, del entorno más próximo, de las personas, de política, en fin, de la vida. Es por ello que la entrevista a Nacho Vegas trascendió lo musical y su oficio de hacer canciones.Tiempo atrás, en una entrevista cualquiera ante una pregunta cualquiera Nacho Vegas respondió: “Ser sincero no es que sea importante, es que es una obligación, la primera obligación de cualquiera que se enfrente a la creación". La sinceridad fue la primera obligación que tuvimos aquél día.

En tu primera visita se anunciaba que un músico español tocaría en el país. Han pasado ya seis años y hoy se anuncia que “el asturiano Nacho Vegas” se presenta en Buenos Aires. ¿Qué supone para ti que se te identifique con el sitio donde naciste por delante de tu nombre?

Recuerdo que cuando nos presentamos con Xel Pereda en el BAFICI en todos lados salía publicado al anunciarnos “el músico español”, entonces para el concierto que luego dimos en el Centro Asturiano de Buenos Aires dije al presentarnos que no éramos españoles, que éramos asturianos. Por una cuestión educacional nos cuesta decir “España” porque está muy viciado ese concepto. Hoy en día todo lo que se relaciona con España tiene que ver con una especie de discurso hegemónico, una unidad ficticia que se basa únicamente en el éxito de los deportistas y poco más.
 

Por una cuestión educacional nos cuesta decir que somos de España

Sales de España y ves que todo lo referido a Asturias en parte te “forma”; la crianza, los sitios donde uno se movía y sobre todo lo que uno veía y escuchaba en su entorno.

Claro, todo eso es algo que tienes ahí de pequeño, en parte es cultural y, a riesgo de caer en un discurso excesivamente identitario, es algo que uno lleva ahí, muy dentro de uno mismo. En el caso de Asturias hemos conseguido que se nos identifique y que se hable de que somos asturianos y eso es una gran seña. Somos un sitio muy al norte que siempre estuvo un poco deprimido y dejado “a la buena de Dios”. Esa sensación te vincula cómo creces y ves el mundo que te rodea.

Empieza finalmente a haber propuestas que salen de casa,  vemos que desde allí hay mucho por hacer...

Es verdad, ahora los diferentes focos creativos y de lucha están volviendo a las comunidades, a los barrios y a pequeños grupos que se forman para organizarse de manera colectiva, con lo cual tiene mucho menos sentido este españolismo tan rancio que sigue estando muy presente en los medios de comunicación y en los discursos de los Gobiernos. Aunque también es un poco estúpido caer en la corrección política de decir todo el tiempo “Estado Español”.

Llevar la creación individual al individualismo es de una crueldad supina

Hace unos días se presentó aquí Lorena Álvarez, tocó en el bar del Centro Asturiano y para ser sinceros la gente mayor que allí estaba pasó un poco de ella. Sin embargo creo que tanto Lorena como los que pudimos verla notamos que la imagen de ese concierto fue muy natural, como estar en casa tocando la guitarra mientras tus abuelos siguen cocinando o viendo la televisión.

Me enseñó las fotos del concierto, es curioso lo que dices de Lorena porque en algunos sitios de España donde toca es recibida con una especie de recelo, como si no fuera lo suficientemente moderna... ¡cuando ella en realidad le da vuelta a la modernidad totalmente! Considero que es una de las mejores propuestas que hay en la escena musical, pero sí que hay sitios donde prima un poco este rollo de la post-modernidad indie. No sucede en toda la escena independiente, pero sí en muchos sitios, ese recelo al verla así vestida, con su guitarra y su Banda Municipal. En otros sitios como Asturias esto no ocurre y se la recibe con entusiasmo y la gente queda flipada con su propuesta.

Por las luchas mineras y de los astilleros crecí sabiendo  lo que era la lucha callejera, la lucha desde abajo hacia arriba

Me comentaba ella que la primera persona que encontró aquí fue una anciana que le pidió ayuda para cruzar la calle y resultó ser una niña de la guerra, exiliada desde Asturias a Buenos Aires en 1939. ¿Cuánto de esto se deja entrever en tu forma de encarar las canciones y proyectos como la Fundación Robo o tu último EP, Cómo hacer crack? Porque si de algo no podemos librarnos es de nuestra propia historia. Yo crecí con frases como “habrá que echarse al monte” que desde pequeño me impactaron.

Es algo que los asturianos venimos trayendo desde Octubre del 34, somos un pueblo muy luchador que tiene que resistir y aguantar con todo. Y hay cosas que vas viendo desde pequeño. Crecí con los conflictos más fuertes de la minería y de los astilleros al lado de casa. Fueron esos años de la Reestructuración y Reconversión Industrial que lo que hicieron fue -más que reconvertir- destruir completamente sectores estratégicos y malvenderlos, consiguiendo una gran brecha social y que aumentaran las desigualdades.

Todo esto se absorbe y forma la manera que tienes de resistir a través de la música y la literatura. No es sólo un perfil sino una identidad marcada en lo que haces. Nuestra generación creció en un panorama muy desolador.

Quisieron que creyéramos que eso era “algo que ocurría de pequeño”, pero yo veía las barricadas ahí mismo, tenía muchos amigos muy militantes, me pillaba muy de cerca. En nuestra juventud todavía estaba la lucha de los astilleros, que fue algo muy duro, la de otros sectores como la metalurgia que eran más organizados y la de los mineros a lo largo de todas las Cuencas. Nosotros crecimos sabiendo lo que era la lucha, “la lucha callejera”, la lucha desde abajo hacia arriba, pero en los 90 hubo una especie de bálsamo, justo cuando empezábamos a hacer música. Parecía lo normal, si te quedabas sin trabajo no pasaba nada, vamos a hacer que todos se vayan un poco más para el extra-radio, que todos nos consideremos más clase media y que nos parezca que esto no va con nosotros, que la clase trabajadora son los “otros” y pertenecemos a una clase distinta y nos movemos por lo nuestro.

El neoliberalismo se sirvió del franquismo para perpetuarse tras la Transición

Fueron años muy convulsos donde sectores importantes para el desarrollo eran devastados y se nos quería convencer de que había que mirar en otra dirección, no detenernos a pensar en lo que estaba pasando allí cerca.

Fue un mensaje que caló hondo y se convirtió en uno de los peores defectos de nuestra generación: el mirar para otro lado. Lo que ha pasado en estos últimos años sumado a la urgencia del momento finalmente nos ha llevado a despertar, tomar conciencia, mirar atrás y darte cuenta que lo que había pasado tenía una razón de ser, había una relación de fuerzas en las que unos realmente aplastaron a otros. Hubo también un discurso del neoliberalismo no solo político y económico sino también un discurso social brutal que dio lugar a un individualismo muy fuerte que influyó al arte en general y a la música en particular. Afectó a todo lo que implicara una creación individual, pero llevar la creación individual al individualismo es de una crueldad supina.

El discurso neoliberal nos aplastó y uno de los peores defectos  de nuestra generación fue el mirar para otro lado

Se trata de conjugar lo personal con lo general y a la inversa. Hacer propio lo que vemos a nuestro alrededor porque finalmente todo estalló en nuestras narices. La música no puede ser ajena a ello.

Sí, la explosión fue general. Yo considero que hay dos maneras muy definidas de ver las cosas: unos creemos que la condición sine qua non para que la libertad individual sea efectiva es la libertad colectiva; y el pensamiento más neoliberal cree que la libertad individual está por encima de la libertad colectiva. En el mundo de la música a esta “individualidad” se le ha rendido mucho culto y eso puede llevarte a un individualismo exagerado que al final suele hacer que la música deje de tener esa dimensión de hablar del mundo que te rodea y pierda entonces el sentido.

El disco de Lucas 15 (proyecto en conjunto con Xel Pereda, donde el repertorio del disco es el cancionero tradicional asturiano) aborda algo que dice el escritor asturiano Andrés Solar en uno de sus cuentos y que me llamó poderosamente la atención: “Está todo dicho pero todo sin escuchar”.

Con la música pasa esto; en Asturias tenemos el problema de que nunca llegó la oficialidad para nada: ni para la llingua, ni la música popular recibió ningún tipo de trato especial que la cuide y preserve. Hay mucho que se está perdiendo, que corremos el riesgo de que se haya contado pero que nadie lo haya escuchado. Hay un programa en la TPA (Televisión del Principado de Asturias) que se llama “Camín de Cantares” y lo presenta Xosé Ambás, que es lo mejor que se está llevando adelante en Asturias porque está haciendo un trabajo brutal que consigue rescatar canciones que de otra manera se perderían. Logró que la gente cante en la tele canciones puras y únicas. Son personas que luego han muerto, gente muy mayor, y ahora es la única grabación probablemente que exista de esa canción. Y él convenció a ese señor o esa señora para que la cantara tal y como era. Hacer trabajos de campo no es tan fácil, porque vamos tú y yo así como estamos ahora a un pueblo y pedimos que nos canten lo que sea y eso no funciona. Seguramente nos ven con aspecto de ciudad y nos lo cantan en castellano o con variaciones para que lo comprendas, y ahí se pierde la pureza y la esencia de esas canciones.

 

Algunas de las canciones de Lucas 15 las escuché desde pequeño. Todos esos romances, añadas (canciones de cuna) que me cantaba mi abuela al ir a dormir. Mi padre incluso conocía todo el repertorio pero de manera más oral, recitadas, como si fueran relatos de campo.

Muchas de las canciones que del repertorio de Lucas 15 en realidad eran canciones tradicionales Asturianas puras y otras eran tradicionales que a lo mejor se conocen en castellano, pero nosotros tomamos fue la versión en Asturiano porque a lo mejor por tradición oral se van moviendo y modificando de un sitio al otro. Nos encontramos con gente muy mayor que nos decían: “Esto no se canta así, guaje ¿Qué ye esto? Que no tienen ni puta idea de cómo es la canción, esto ye de tal manera”. Es lo que tiene la tradición oral, son canciones que se van reconstruyendo, tomando variaciones en alguna estrofa, modificadas al ser transmitidas de un sitio a otro y de una persona a la otra. Con la llegada de las grabaciones, la industria musical, el derecho de autor y todas estas cosas se perdió gran parte de todo esto. Pero es muy bonito como la música se mantiene viva en la tradición oral de los pueblos.
 

En Asturies sigue existiendo esa conciencia de saberse un pueblo especialmente luchador y resistente. Y probablemente sea así.

 

Hay muchas canciones tradicionales que narran sucesos muy duros de la historia. Yo encontré más información y conocimiento en ellas de lo que se animó a contarme mucha gente sobre sucesos vividos durante la guerra. ¿Te pasaba algo de esto a ti o al ser de una ciudad como Gijón había más medios de información y entonces esto solo sucedía en sitios más rurales?

No necesariamente, quizás no para los de nuestra generación, pero hay que reconocer que es muy importante recuperar históricamente. Durante cuarenta años Franco le habló todo lo que quiso a los vencedores y mientras tanto sigue gente en las cunetas, gente que ha sido perseguida y muy agraviada. Sigue habiendo dos Españas, ese bipartidismo del PSOE-PP que se reparten dos maneras de hablar sobre el Franquismo a pesar que todos lo “rechazan” un poco. Mira, creo que el problema, y es difícil hablar de esto, que yo no quiero hacerlo menor al problema del Franquismo porque seguimos arrastrándolo.

-se toma una pausa, se incorpora en el sillón, aclara la voz con firmeza y dice:-

El gran problema fue la Transición, que nos la vendieron como modélica y en realidad fue un pacto entre una España asesina: entre la Iglesia, el Ejército y los poderes del gobierno fascista para que “más o menos” quedaran todos contentos en el reparto y no vinieran los comunistas que eran los malos. Y en realidad eso lo seguimos arrastrando porque se creó una especie de pacto-nación que nos llevó a tener lo que ahora llamamos “Cultura de la Transición”, esta especie de pseudo estado del bienestar en el que había “algo” de lo que no nos podíamos quejar y era mejor no decir una palabra más alta que la otra, no ser demasiado crítico. Con todo respeto por la gente que murió y por los que siguen vivos y lucharon contra el Franquismo, ahora el enemigo no es más el fascismo, es el neoliberalismo que en realidad se sirvió de aquél para perpetuarse. Como el neoliberalismo era mejor visto que existiera en democracia se llegó a la Transición. Las políticas han sido continuistas con el modelo económico europeo y en España están condenando a la gente a la calle, provocando la violencia policial.

Viéndolo con distancia en aquella época la lucha parecía más romántica, con actos de arrojo y valentía. Hoy el neoliberalismo está abarcándolo todo. ¿Cómo encarar la lucha y la resistencia en este contexto histórico tan distinto a como lo era antes?

Cuando hablamos con algunos mayores que son comunistas de la vieja guardia y que lucharon, entendemos su discurso; lo que pasa es que ahora tenemos otro enemigo, y no quiero hablar en términos de guerra, pero hubo y hay una agresión a los ciudadanos por una pequeña élite. Todo lo disfrazan con la “Democracia”, a pesar de que quizás no sea ni democracia, y lo legitiman desde los grandes medios de comunicación. Hay que hacer una política institucional de revisión y recuperación de la memoria histórica, cosa que no va a suceder estando el PP en el gobierno. Todavía hay muchas ciudades en España con estatuas de Franco o calles que llevan el nombre del Generalísimo, o del General Mola. Con el PSOE se intentó revertir un poco al recuperar el nombre antiguo de las calles pero se debería hacer un ejercicio todavía más honesto con la historia.

Parecería que todavía no podemos librarnos definitivamente de todas estas consignas, o al menos reconvertirlas para que sean acordes a los tiempos que nos toca vivir. Hay algo de toda aquella lucha que nos persigue o nos resulta innato.

Es que aún sigue habiendo mucho orgullo con toda esa generación y siguió un poco como sustento de Asturias y de los asturianos. Asturias es excepcional en esto, aún persiste cierto “obrerismo”, en las huelgas todo está cerrado como si fuera cualquier día de domingo. Se corre el riesgo de exagerarlo demasiado, pero sigue existiendo esa conciencia de saberse un pueblo especialmente luchador y resistente. Y probablemente sea así. (Sonríe)

 

Vimos en el último conflicto minero cómo se enfrentaban al Ejército con armas de fabricación casera, y las marchas de los trabajadores yendo hasta Madrid a pie. Espero que estas imágenes, como el rostro manchado de carbón, el tirar voladores a helicópteros, no las tengamos como la última resistencia antes de morir...

Antes la izquierda estaba muy atomizada, tanto en los conflictos mineros como en otras luchas obreras y sociales. Después de las movilizaciones del 15-M hubo una toma de conciencia a nivel general; sobre todo con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Han puesto un poco nerviosos al Gobierno hasta el punto de que la están intentando criminalizar. La gente, sea de izquierdas o de derechas, acude a ella porque se encuentran con el problema de que los echan de su casa y quedan en la calle. Y la plataforma dice: “vuestro problema no es solamente individual, es un problema colectivo que tiene causas políticas y por ello la solución es política”.

Si hubiéramos nacido medio siglo atrás nos deberíamos echar al monte, otra no nos quedaría

Desde los mismos medios de comunicación hubo un mensaje destinado a desacreditar todas estas formas de organizarse y resistir.

Lo mismo sucedió con los mineros, que se empeñaron en mostrarlos como unos hippies que iban liándola por ahí. Al final se dieron cuenta de que necesitábamos unirnos, crear una marea enorme, incluso con los funcionarios, un sector tradicionalmente conservador que se ha unido a la lucha. Ahora se crean nuevos paradigmas de lucha colectiva en la que hay diferentes comunidades pero donde todos sabemos que estamos luchando por lo mismo. Que no son justamente sólo “los cuatro que tiran voladores a un helicóptero”, que es lo que consiguieron en los años 90.

En aquella época todo valía para distraer la atención y que no se tuviera conciencia del vaciamiento que estaban haciendo en el sector industrial.

Sí claro, fue un vaciamiento total y el Gobierno de Asturias consiguió que la gente pensara que los que estaban quemando neumáticos y reclamando era cuatro gamberros, cuando en verdad eran gente que estaban defendiendo sus puestos de trabajo y evitando que se destruyeran los sectores estratégicos de Asturias.

Siempre pienso qué haría de haber nacido medio siglo atrás.

Hombre, creo que lo tenemos bien claro, nos deberíamos echar al monte como antes se hizo, otra opción no quedaría.

Lee y/o descarga la entrevista completa en formato pdf en el blog personal del autor: http://visiegu.tumblr.com/

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comentarios

1

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    Fernando Regules
    |
    Vie, 07/12/2013 - 21:29
    Excelente nota, el sentimiento Astur a flor de piel.
  • Tienda El Salto